୨୧ 25
Llevaban 30 minutos esperando noticias de Jeongin. Los padres de este, al final no habían podido llegar porque tenían dos importantes reuniones al otro lado del país, así que solo eran Christopher, Jisung, Minho y Hyunjin, que había llegado unos minutos después de avisarle, esperando por el pequeño omega.
Christopher estaba desesperado, llevaba ya un rato caminando de un lado a otro, esperando que les dijeran algo sobre Jeongin. Esperaron otros 15 minutos hasta que un doctor se acercó a ellos con el sueño fruncido. Todos se pusieron de pie y se acercaron.
—Me dijeron que aquí está el alfa del paciente Yang Jeongin.
—Soy yo —dijo Christopher, dando un paso al frente.
—Acompáñeme, el señor Yang desea que usted esté presente cuando le diga lo que tiene.
Caminaron hasta que llegaron a la décima habitación del pasillo. El doctor abrió la puerta y entró seguido del alfa, dirigiéndose a la camilla donde se encontraba Jeongin. El omega estaba despierto, mirando al techo, y sólo volvió a verlos hasta que estuvieron a su lado.
—Alfa —le dijo suavemente—. Dame la mano, por favor.
Christopher se puso a su lado, y le tomó la mano, dándole un beso en la frente antes de volver a ver al doctor.
—Jeongin, como ya te había dicho, no hay nada que esté haciendo efecto para ayudarte. En este momento tienes las defensas muy bajas, estás empeorando.
—¿Hay algo que podamos hacer? —preguntó el alfa.
—Es decisión de ustedes, pero yo les recomiendo la marca, es la única manera en la que Jeongin va a dejar de empeorar. De lo contrario, vamos a comenzar a vernos aquí más seguido de lo normal, y si en este momento ya es peligroso para la salud de Jeongin, pero puede ser peor.
—Uhm, pero aún falta para nuestros celos.
—Puedo recetarte una pastilla que hace que el celo se adelante. Podrías tomarla dentro de un par de horas antes de darte la salida, y el celo estaría llegando en un transcurso de 24 horas.
—A mí me parece bien, ¿tú que dices, Channie?
—Sí, estoy de acuerdo.
—Bien, entonces vendré en dos horas con la pastilla y luego firmaré tu salida.
—Muchas gracias, doctor.
El médico se retiró y unos minutos después entraron los otros chicos a la habitación.
—¡Innie! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?
—Hola chicos, estoy uhm... bien.
—No pareces muy convencido.
—Bueno, fue por mi omega, pero estoy bien.
—¿Qué te dijo el doctor?
—Uh, me va a dar una pastilla para adelantar mi celo. Dice que necesito que Christopher me marque —les dijo sonrojado.
—¿Qué? —dijo Jisung, alargando la 'e'.
—Ya, déjenlo, necesita descansar —dijo Christopher, sonando enojado.
—La verdad estoy un poco cansado y me gustaría dormir antes de salir de aquí. ¿Podrían dejarnos solos? No es necesario que se queden en la sala de espera, después de todo, me voy de aquí en un par de horas. Les prometo que les voy a escribir cuando salgamos de aquí y los mantendré informados.
—Adiós, chicos.
—Bien, nos avisan cualquier cosa, por favor.
—Ah, ¡y usen condón!
—¡Hyunjin! —le reprocharon todos.
—Ay, bueno. Si quieren bebés, no usen nada.
—Hyunjin, ya por favor, vamos.
Los tres salieron de la habitación con Hyunjin siendo regañado por Jisung, hasta que chocó con alguien. Era unos centímetros más bajo que él, tenía el cabello color chocolate y, al igual que Jisung y Minho, andaba en traje. Era un omega con olor a frutos rojos, que lo dejó embobado desde que lo vio.
—Uh, lo siento —le dijo Hyunjin después de un rato.
—No es nada, yo tampoco iba poniendo atención a mi alrededor.
—¡Félix! —dijo Jisung, alegre.
—¡Jisung, Minho! ¿Qué hacen por aquí? ¿Ambos están bien?
—Sí, uh, acompañamos a Christopher y Jeongin, están en esa habitación —señaló una puerta—. Por si quieres ver a Jeongin.
—¿Jeongin está enfermo?
—Algo así, problemas con su omega. ¿Tú que haces por aquí?
—Ah, vine a acompañar a mi madre, iba a retirar unos medicamentos.
—Félix, él es Hyunjin, nuestro amigo. Hyunjin, él es Félix, él mejor abogado del mundo y nuestro gran amigo. Trabaja con nosotros —dijo Minho, al ver cómo Hyunjin se quedaba embobado viendo al omega.
—Uh, mucho gusto, los chicos me han hablado mucho sobre ti —le dijo Hyunjin, extendiendo la mano.
—El gusto es mío, también me han hablado maravillas de ti, es bueno por fin ponerte un rostro.
—¿Saben? Minho y yo debemos volver a trabajar, Hyunjin puede tomar la tarde libre, así que podría acompañarte con tu madre. Sé que a veces se te dificulta llevarla y ayudarle a entrar al auto, estoy seguro de que Hyunjin te puede ayudar encantado.
—No es necesario, no quiero ser una molestia.
—No es molestia, ¿verdad, Hyunjin?
—Um, no, yo puedo acompañarte si no te incomoda.
—¡Bien! Asunto arreglado, vayan a hacer sus cosas y conocerse, nosotros los dejamos, adiós —dijo Jisung, antes de agarrar la mano de Minho y alejarse de ahí rápidamente.
—¿Estás seguro de que quieres adelantar tu celo?
—Estoy bien con eso, pero no voy a hacerlo si no quieres marcarme aún.
—Bueno, quería hacerlo especial, pero eso no me importa mientras tú estés bien.
—Para mí ya es especial porque eres tú, alfa.
—Prometo cuidar de ti en todo momento.
—Channie, ¿tú quieres que nos protejamos?
—Innie, a mí no me importa, yo solo quiero que te sientas cómodo, así que vamos a hacer lo que quieras —Jeongin agarró el hombro de Christopher y lo jaló hasta que su boca estuvo cerca de su oído, susurró unas palabras y se volvió a alejar—. Bien, si eso es lo que quieres, eso vamos a hacer —le dijo Christopher con la voz entrecortada por lo que escuchó antes.
Jeongin no le pudo responder porque en eso se abrió la puerta, mostrando a un omega del otro lado.
—¡Félix! ¿Qué haces aquí? —le dijo Jeongin, animado.
—Bueno, me topé a los chicos y me dijeron que estabas aquí. Hicieron a Hyunjin quedarse conmigo, pero fue a comprar algo de tomar.
—Hyunjin, uh —le dijo Jeongin levantando las cejas un par de veces.
—Sí, apenas lo conocí, pero uhm... es guapo —dijo el omega sonrojado.
—Ow, también eres guapo —dijo Hyunjin, entrando a la habitación.
El pobre omega, si antes tenía sus mejillas rosas, ahora parecía un pequeño tomate. El alfa le dio un vaso de cartón y le ofreció otro a Christopher y Jeongin, aunque sólo el alfa lo aceptó.
—Gracias, Jin, pero la verdad en este momento solo quiero agua.
—Estás de suerte, traje una botella por si acaso —le pasó una botella transparente.
—Muchas gracias.
—Uh, chicos, creo que yo ya debería irme, la consulta de mi madre ya debe haber terminado. Debo ir a verla.
—Te acompaño, los veo luego —se despidió Hyunjin.
—¡Salúdame a tu madre! Dile que apenas pueda iré a visitarla.
—Fue bueno verte, Félix, saluda a tu madre de mi parte.
El omega salió de la habitación después de dar un asentimiento con su cabeza, Hyunjin corrió segundos después detrás de él.
—Van a terminar juntos.
—Ya lo creo —se burló el alfa.
—Chan, ¿hablaste con tu amigo, o lo que sea, que tiene la propiedad enorme?
—Había olvidado decírtelo. Podemos reunirnos con él luego del celo. Solo tenemos que avisarle a los demás para ir todos.
—¡Perfecto! Gracias, Channie, eso es increíble.
—Ya sabes que haría todo por ti, Sol.
Esperaron un rato mientras hablaban de cualquier tema. El doctor entró a la hora que dijo, y con él venía una enfermera con un vasito pequeño y un vaso de agua.
—Bueno, muchachos, mientras Jeongin se toma esto, yo voy a firmar su salida.
El doctor se retiró y la enfermera le dio a Jeongin el vasito con la pastilla y el agua. Este lo tomó y le devolvió los vasos.
—Eso es todo, pueden retirarse. Espero que sigas mejor, cariño —se dirigió a Jeongin.
—Gracias —Jeongin le dio una bonita sonrisa.
La enferma salió con ellos detrás.
—¿Quieres que vayamos a tu casa o a la mía?
—Prefiero ir a la tuya, Channie.
—Entonces vamos.
—Uh, ¿puedo tomar un baño en cuanto lleguemos?
—Claro, te alistaré un baño de burbujas para que descanses un poco y te relajes.
—Creo que deberíamos buscar bocadillos y agua.
—Iré a comprar mientras tomas el baño.
—Podemos pasar de camino a tu casa.
—Sí, así puedes elegir lo que gustes.
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