୨୧ 19
Brazalete
Christopher se rehusó a ir a trabajar lo que quedaba del día, no quería dejar a Jeongin solo por nada del mundo. Luego de terminar de almorzar, decidieron (en realidad fue solo Christopher) que Jeongin debía conocer toda la casa, así que subieron las gradas hasta el tercer piso. Al llegar ahí Jeongin vió 5 puertas, dos a su izquierda y tres a su derecha.
—Esta es mi favorita —Christopher lo guio a la segunda puerta de la izquierda.
Al abrir la puerta, se encontró con una muy equipada sala de música. Tenía un gran piano en el fondo, que poseía figuras referentes al mar, talladas en su oscura madera. Además de eso había guitarras, bajos, guitarras eléctricas, una batería, un violín, y casi cualquier instrumento que se pudiera imaginar. Había un espacio donde había demasiadas partituras como para hacer un cálculo aproximado de cuántas eran. Por último, había como 20 atriles.
Jeongin se acercó al violín y lo delineó suavemente con su dedo, como temiendo dañarlo. Lo mismo hizo con el piano, se le acercó y lo tocó suavemente, intentando recordar la sensación de estar cerca de uno. Se alejó lentamente hacia la puerta, donde estaba Christopher observando sus acciones.
—Esto es preciso, Chan.
—Sí, me gusta pasar mucho tiempo aquí, o a la par. ¿Vamos?
—Claro.
Cerraron la puerta y se dirigieron a la del par, que resultó ser una biblioteca. Había estanterías empotradas en las cuatro paredes. Una tenía una chimenea de piedra que tenía al frente una alfombra esponjosa con almohadones y almohadas para sentarse.
Detrás de eso, había dos sillones blancos que tenían en medio una mesita, probablemente para poner café. Las cuatro paredes tenían escaleras para llegar hasta el último estante, y todo estaba lleno de libros viejos y más nuevos, era asombroso.
—Aquí también pasó mucho tiempo.
—Esto es increíble, me encanta, se siente muy acogedor.
—Es un buen lugar para relajarse.
—Sí, se nota.
—¿Seguimos?
Salieron de ahí y se dirigieron a la última habitación de las tres del otro lado. Era como una habitación de almacenamiento, aunque no tenía mucho.
—Aquí solo se guardan cosas, pero no hay mucho que guardar, así que en realidad todo podría sacarse y convertirlo en otra habitación si se necesitara en algún momento.
Las otras dos eran habitaciones de invitados, al igual que las del segundo piso, todas las habitaciones tenían un baño privado lo suficientemente grande para la comodidad de las visitas. Se dirigieron al patio trasero, porque en el primer piso lo único que no había visto era un baño, pero era para invitados así que, según Christopher, no había mucho que ver.
Afuera había un camino de piedra que llevaba a un lugar donde Christopher sembraba algunas verduras y frutas. Había un pequeño lago al fondo de la propiedad, y muchos árboles por todo el lugar. Una parte era techada, y había una pequeña cocina, también un bar y una mesa larga para muchas personas.
—Siempre pensé que donde vivías era grande, pero no tan grande e impresionante.
—Siempre me han gustado los lugares grandes, donde pueda disfrutar con toda mi familia y amigos. Cuando hice esto, lo hice pensando en reuniones con la familia de mi omega, mi familia y los amigos de ambos, celebrado cumpleaños o solo una reunión por gusto.
—¿Te gustan las familias grandes?
—¿Sinceramente? Sí, siempre que pienso en mi futuro, visualizo una familia grande.
Jeongin no le había mencionado nada a Christopher, pero necesitaba una marca pronto. Su desmayo fue por su omega, porque no siente suficiente el nido, ni la atención, sólo desea una marca. Pensaba entregarle a Christopher el brazalete el fin de semana, pero decidió hacerlo esa noche, porque estaba muy bonito y se sentía correcto e indicado.
A pesar de las quejas de parte de Christopher, consiguió que este lo dejara cocinar la cena. Terminó cocinando su favorito, y cuando escuchó a Christopher bajar, lo dejó en el horno par que no enfriara.
—¿Puedo tomar un baño antes de cenar?
—Claro que sí, el baño es la primera puerta.
—Gracias. Por favor, no mires la cena antes.
—Bien, acomodaré afuera para cenar ahí.
—Gracias —le dio un beso antes de dirigirse a la habitación.
negro ajustado, un suéter azul que resaltaba sus ojos y sus vans negras. Se dirigió a su bolso y sacó la cajita con el broche. Silenciosamente, fue al cuarto de música y dejó la cajita en el piano, luego fue al primer piso, donde estaba Christopher en el sillón viendo tele mientras lo esperaba.
—Estoy listo, solo déjame servir la comida.
—Déjame ayudarte.
—Uh, ¿puedes conseguir algo de tomar?
—No puedes tomar vino, ¿verdad?
—Puedo, me retiraron el medicamento.
—Bien, llevaré un par de copas y vino.
Christopher fue por el vino y las copas, y salió de la cocina. Detrás de él, Jeongin salió con la comida, en una bandeja de vidrio de un azul casi transparente.
Llegaron a la mesa y Jeongin dejó la bandeja sobre un círculo de un material que aguantaba el calor, para no arruinar la mesa. Volvió rápidamente a la cocina y trajo ahora una pequeña olla blanca con tapa.
—Espero que te guste.
—¿Qué es?
—Pollo relleno de mozzarella envuelto en jamón de parma, con un poco de puré casero.
—Suena delicioso, Sol.
—Espero que sí.
Mientras Jeongin sirvió el pollo, Christopher sirvió el vino, y luego cada uno se sirvió la cantidad que deseaban de puré. Jeongin observó a Christopher probar el primer bocado, y aunque sabía que cocinaba bien, sentía nervios por lo que pensara Christopher.
—Está delicioso, me encanta, Sol.
—Me alegra que te guste, es mi comida favorita.
—Cocinas excelente, ya había probado tu comida ayer, Minhyun me llevó lasaña que había sobrado de la noche anterior.
—Oh, eso fue muy amable de su parte, espero poder cocinarte más seguido.
—Siempre que quieras, por mí no hay problema.
Cenaron entre pequeñas conversaciones, y cuando terminaron, llevaron todo de nuevo a la cocina, donde lavaron juntos lo que se usó.
—Hice la cena por algo más —soltó Jeongin de pronto, sintiéndose muy nervioso.
—¿Sí?
—Sí, ven —lo llevó de la mano a la sala de música donde fueron antes—. Tengo algo que contarte antes de seguir con esto.
—¿A qué te refieres?
—A qué debo contarte la parte de mi pasado que no conoces.
Se sentaron uno frente al otro, solo observándose.
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