Isabela estaba frente a la puerta de su tío, se encontraba nerviosa y sus feromonas la delataban, después de todo aún no olvidaba lo que había pasado entre ellos hace unas semanas.

Se quedó en la entrada durante un momento escuchando como su hermana y su primo bajaban para ver a sus cachorros, los cuales lloraban a todo pulmón.

Isabela: Iguales a Camilo

Volvió a mirar la puerta que tenía en frente, la cual tenía tallado el rostro del alfa que la volvía loca, tomando valor ingreso en la habitación, siendo recibida por varias ratitas, ella admitía que al principio les tenía algo de asco pero con el tiempo se encariño de estas.  

Isabela: Bruno

Su voz, inmediatamente Isabela se regaño al darse cuenta que su voz sonó más preocupada de lo que debería.

Bruno: Isa...
¿Necesitas algo?

Y ahí estaba aquel alfa que logro robar su corazón sin quererlo, se encontraba alimentando a unos de sus pequeños amigos, los cuales al verla se alejaron de su dueño para recibirla, ella gustosa acepto las muestras de cariño de sus pequeños amigos.

Bruno: Pensé que estarías abajo, junto con los demás
Isabela: Deseaba conversar contigo
Bruno: Ya sabes
Isabela: Por favor Bruno

Un silencio algo incómodo se formó en el lugar, cuando estaban solos era así, pero cuando estaban rodeados de su familia todo era lo contrario, siempre aparentaban que todo estaba bien.

Isabela: Yo, veo que mi mamá te curo
Bruno: Oh bueno, dice que ya sufrí mucho

El vidente esquivaba la mirada de la omega, acto que molestaba a Isabela, la cual deseaba darle a conocer ese aspecto.

Isabela: Algo más?
Bruno: Dijo que te estaba impidiendo conocer a un alfa

Los ojos de Isabela se abrieron por la sorpresa, pero luego de unos minutos se rió, ya que hace un tiempo hablo con su madre sobre que deseaba ser soltera así que era imposible que su querida madre le hubiera dicho eso.

Bruno: Por qué te ríes?
Isabela: Pues

La chica se acercó a su tío con una sonrisa coqueta, él alfa inmediatamente se tenso cuando la tuvo cerca, podía oler sus feromonas tan dulces que lo embriagaban, así que trato de poner un poco de distancia entre ellos, fallando en el intento.

Isabela: En verdad quieres que otro alfa me toque?

El sonido de su voz volvía loco al alfa, el cual sin quererlo la apretó contra si, sintiendo cada centímetro del cuerpo contrario.

Isabela: Quieres que otro alfa me tomé de la misma forma que tú lo hiciste?

Al respiración pesada del alfa era una buena señal para ella.

Bruno: Sabes perfectamente que aquello fue

La Omega se alejo del alfa completamente molesta.

Isabela: No te atrevas a volver a decir eso Bruno!! No quiero seguir escuchando que digas que lo nuestro fue un error!!

El hombre agradecía infinitamente que los cuartos estuvieran insonorizados, ya que de no ser así, seguramente todos escucharían la discusión.

Bruno: Vamos Isabela!! Tu sabes perfectamente que lo fue!! Si quieres un alfa puedes salir con cualquiera de esos imbéciles que se encuentran tras tuyo!!!
Isabela: No los quiero a ellos!! Te quiero a ti!!
Bruno: Ya habíamos hablado de esto Isa!!
Isabela: Pero es que no lo entiendo!!! ¿Acaso solo fue un revolcón para ti?!!! ¿Solo me usaste como un juguete para saciar tu lujuria?!!
Bruno: Isabela deja de pensar de esa forma!!!
Isabela: Entonces ¿que mierda quieres que piense?!!

El lugar quedó en silencio, las ratitas que se encontraban escondidas bajo la cama empezaron a salir de forma lenta pensando que la discusión ya había terminado.

Bruno: Lo mejor es que te vayas

El vidente se dió la vuelta dispuesto a irse a su cueva de visiones.

Isabela: Pues bien!! Si tanto quieres que busque un alfa lo haré!! Pero no creas que será solo uno!!

El grito de la mujer hizo que las ratitas volvieran a esconderse ya que sabían perfectamente lo enfadado que se encontraba su "padre" después de escuchar eso.

Isabela en cambio no le importo escuchar el gruñido que soltó el alfa, simplemente se acercó a la puerta con la intención de irse.

Bruno: No te atrevas a salir por esa puerta Isabela Madrigal!!!!

Aquel alfa se encontraba más que enfadado por lo que hace unos momentos había dicho la omega, la cual solo lo miro de forma retadora para luego abrir la puerta, salir y cerrar de un portazo.

Isabela: Perdón casita

Casita movía sus suelos mostrando lo disgustada que se encontraba al haber tenido que soportar los actos que provocó esa discusión.

Isabela: No le digas a Mirabel por favor
Mirabel: Decirme que?

La pequeña omega de lentes se encontraba en el pasillo con uno de sus cachorros en brazos, fue entonces que Bruno salió del cuarto totalmente enfadado, aquel enojo no duró mucho cuando vio a su sobrina menor.

Bruno: Mirabel mija, ¿Qué haces por aquí?

Sonreía de manera nerviosa al mismo tiempo que miraba con rabia a Isabela, la cual no se dejó intimidar.

Mirabel: Solo deseo hablar con mi hermana tío
Bruno: Entiendo, entonces yo no las molesto más

Antes de volver a su habitación le hizo una seña a Isabela, la cual sabía que aún deseaba terminar la discusión de hace unos momentos, lastima que ella ya había dado su palabra, y no era de las que daba su brazo a torcer.

Mirabel: Muy bien, ahora mismo vamos a ir a tu habitación y vamos a hablar muy seriamente
Isabela: Hola Camilo

El alfa cambia formas que había subido para ver a su pareja saludo a su cuñada.

Mirabel: Ten Camilo

Mirabel le entrego al pequeño Carlos y se acercó a su hermana para hacer que esta empezará a caminar en dirección de su cuarto.

Camilo: No van a cenar?
Mirabel: Guarda nuestra parte, tengo algo urgente con mi hermanita

El tono que uso Mirabel hizo que cada bello del cuerpo de Camilo se pusiera de punta y antes de que pudiera hablar, Mirabel e Isabela se encerraron en el cuarto de la mayor.

Camilo: ¿Soy el único con un mal presentimiento?

El pequeño bebé que tenía en sus brazos nego con su cabecita.

Camilo: Menos mal
Vamos Carlos, vamos con tus abuelos

Y sin más que decir se retiró del lugar, sin saber la tormenta que muy pronto se desataría, bueno, tal vez no tan pronto.