Capítulo 6
PDV Beam
Mi miedo aumenta de sobremanera, al mirar al Alfa furioso que se encuentra parado frente a la cama, su pecho sube y baja por las fuertes inhalaciones y exhalaciones de oxígeno, frunciendo su ceño, sus manos hechos puños, con los nudillos blancos debido a la fuerza con la que aprieta sus puños, me preparo mentalmente para lo que se viene, que puede terminar de dos formas, se puede abalanzar sobre mí para medio matarme a punta de golpes o para violarme con toda la violencia y brusquedad que el desee, cierro mis ojos con fuerza esperando los golpes, si es que me va bien o lo que más me aterra una violación.
Transcurren unos minutos en los que no pasa nada, abro lentamente mis ojos, para saber la razón de la porque todavía no me golpea, mi vista se encuentra con un Alfa enojado, pero su furia ha mermado de una manera increíble, miro con asombro como contiene sus instintos asesinos, es la primera vez que se dé un Alfa que no sede ante sus instintos animales, dándole el total control al animal dentro de él, en medio de la furia en su cara, sus ojos se encuentran con los míos, nos quedamos mirándonos fijamente el uno a la otro por lo que se me hace una eternidad pero lo cierto es que tan solo han pasado un par de minutos, su furia casi desaparece y rompe el silencio que se apodero de la habitación.
F – Tienes mucha suerte Beam, que no me guste perder el control ante mis instintos, solo porque no soporte comportarme como un animal salvaje como los demás pero no todo el tiempo va hacer igual, así que no tientes tu suerte y coopera.
En un momento en lo que decía todo eso, con una voz de pura furia, se quitó su ramera azul oscuro, tirándola en el piso, da un paso acercándose a la cama y yo trago con dificultad debido al miedo, desabotona su pantalón y baja el cierre.
F – De verdad que tienes suerte, si fuera otro tipo de Alfa ya estarías muerto, pero en vez de eso, estas a punto de disfrutar con la oportunidad que te ofrezco de pasar una noche con migo.
¡¡¡Suerte!!!, enserio piensa que tengo suerte, prefiero ser molido a golpes que ser violado, un escalofrió pasa por todo mi cuerpo, cuando rápidamente se sube a la cama y se posiciona sobre mi cuerpo dejándome totalmente inmóvil, sus manos sostienen mi cintura y su boca ataca mi cuello, chupando con fuerza esa zona, estoy seguro de que dejara una gran marca justo en ese lugar, mi cuerpo tiembla al sentir sus manos moviéndose por debajo de mi ramera, acariciando directamente la piel de mi abdomen, yo simplemente dejo que lo haga, mi Omega me grita que no lo haga enojar más de lo que ya está, que si me resisto, solo lograre que me dañe mas, tal vez si no me resisto y me quedo quieto no lastime tanto mi cuerpo ¿verdad?, con ese pensamiento trato de consolarme, su boca abandona mi cuello y se apodera de mis labios, empieza a besarme con brusquedad, es demandante, tosco, duro, es un beso para dejar en claro quién es el que manda, no siento ningún placer ante este acto, solo siento dolor y mucho miedo, su lengua se mete sin permiso en mi boca, con una fuera desmedida, invadiéndola por completo, cuando se cansa de follar mi boca, pasa a morder mi labio inferior, traspasando la piel debajo de sus dientes los cuales aferra con fuerza, puedo sentir el sabor metálico de mi propia sangre recorrer dentro y por fuera de mi boca, sus manos subieron por mi torso llegando a mis pezones, los acaricia sin ninguna delicadeza y los pellizca con fuerza, cuando se sintió satisfecho con mis labios ensangrentados los dejo en paz, para torturar el lóbulo de mi oreja izquierda, mi cuerpo tiembla cada vez con más fuerza, en mi mente solo ruego porque esto pase muy rápido.
De pronto ciento que sus movimientos se detienen, abro mis ojos que en algún momento de su ataque, los había cerrado apretándolos lo más que puedo, observo como me mira, sus pupilas están completamente dilatadas y solo muestran lujuria, sus manos se mueven rápidamente tomando el cuello de mi ramera y frente a mis ojos la rompe completamente, dejando totalmente mi pecho y abdomen desnudos y a su merced.
Esa simple acción detona una bomba de recuerdo en cabeza, las imágenes, los sonidos y el dolor se apoderan rápidamente de mi mente, esos recuerdos que creía enterrados en lo más profundo de mi cerebro, recuerdo que por durante 5 años intente olvidar, en un instante ya no estoy en la habitación con Forth, si no en un callejón frió y oscuro, siendo atacado por 3 malditos Alfas, dos de ellos sostienen mis brazos, uno cada uno, inmovilizándome contra la pared, el tercer Alfa rompe mi ramera tomándola por el cuello y jalándola con fuerza, yo comienzo a suplicar a rogar, a implorarles que no me hagan daño, ellos simplemente se ríen, uno de los que sostienen mis brazos empieza a lamer mi cuello, el otro muerde mi oreja y el tercero tortura mi pecho, yo grito desesperadamente, "suéltenme, no me hagan daño, no me toquen, por favor me duele", para estas altura estoy llorando sin control, preso del pánico, el tercer Alfa baja sus pantalones hasta sus rodillas, sin ningún cuidado me quita los míos, junto con mis boxers, cierro mis ojos con fuerza, como si eso pudiera protegerme y evitar lo que me espera, "eres precioso" escucho que dice, en el momento en que introduce violentamente su pene, completamente duro, en mi sensible y virgen cuerpo.
PDV Forth
Ha...hahaaaa, Beam, eres precioso, tu suave y blanca piel me tienen loco, tus dulces labios, tus rosados pezones, siento como su cuerpo tiempla del placer que está sintiendo, yo simplemente no me puedo detener, necesito saborear todo su exquisito cuerpo, voy bajando con rumbo a sus pantalones, dejando un rastro de besos por su abdomen, pero antes de llegar a ellos, noto algo raro, Beam tiembla con mucha fuera, levanto mi vista y lo que miro me aterra, me acerco para abrasarlo, pero el empieza a golpearme con sus manos en puños, repetidas veces, los golpes no son para nada fuerte, pero no para de darlos, Beam está llorando desgarradoramente, sus ojos están hinchados y rojos , sus mejillas totalmente empapada por las lágrimas, que no paran de salir de sus ojos, su nariz completamente roja, y entre sollozos grita lo más fuerte que puede, que solo es un susurro que va tomando fuerza.
B – No me toquen, no me toquen, suéltenme, no me hagan daño por favor, se los ruego, suéltenme, no me hagan daño, por favor, me duele, por favor, se los ruego.
Beam repite las mismas palabras una y otra vez, pero en la forma en que las dice, sé que no me las dice a mí, por alguna razón Beam no se encuentra con migo en esta habitación, me levanto liberando su cuerpo y en el momento que se siente libre, se mueve lo más rápido que puede para alejarse de mí, logrando golpear su espalda con la cabecera de la cama, se sienta y abrazado sus piernas se hace una bolita, esconde su rostro entre sus piernas meciéndose de una lado a otro, sin dejar de decir las mismas palabras como si fueran un mantra, lo único que puedo hacer es observarlo, tengo que hacer algo para calmarlo, no lo puedo dejar así.
F – Beam, cálmate, todo está bien, no te are daño, solo cálmate sí.
Levanto su rostro de sus piernas, su mirada se encuentra con la mía y puedo ver el pánico del que es preso en estos momentos, trato de darle la seguridad de que no le are nada con mis ojos, el parece notarlo y deja de mecerse pero sigue temblando.
B – Por favor, no me hagas daño, por favor Forth.
Algo dentro de mí se rompe completamente, al saber que estas palabras si van dirigidas especialmente para mí, como fui tan idiota de no darme cuenta de que en verdad no quería, en mi estupidez pensé que solo se hacía del rogar, el interesante y me repetí a mí mismo que es como todos los Omegas, cuando claramente no lo es.
F – No te preocupes Beam, no te haré daño, estas a salvo, nadie te lastimara te lo prometo, tranquilízate, no llores más, perdóname, fui un estúpido.
Me acerco un poco, con la intención de abrazarlo y consolarlo para transmitirle la seguridad de que nadie más lo va a lastimar, porque yo me encargare de protegerlo, y lo pienso hacer con todas mis fueras, pero el al ver que me acerco vuelve a temblar fuertemente y a mecerse de un lado a otro para llorar con más fuerza, desisto de la idea de abrazarlo y me alejo, el parece tranquilizarse ante mi alejamiento, ahora nada más abraza sus piernas sollozando, conteniendo su llanto.
Me duele tanto verlo así, fuertes pulsadas de dolor atraviesan mi corazón, me siento la mierda más grande de este mundo, como pude hacerle eso, en que estaba pensando al querer forzarlo, miro con terror la sangre que emana de su labio inferior y siento otra punzada de dolor, los chupetes en su cuello, que en un par de horas serán de un color morado, su mirada distante, perdida, sumida en lo que creo son sus recuerdos, y es en ese momento, en que todo en mi cabeza cuadra, la razón por la cual Beam esconde que es un Omega, la misma razón por la cual se encuentra en pánico, ahora me siento más enojado con migo mismo, por ser el detonante para que Beam recuerde todo su trauma, en verdad espero que no sea lo que estoy pensando, pero si llega hacer cierto, créanme que correrá la sangre del maldito que le hiso eso a mí Beam. Mi Beam, si MIO, no puedo seguir negando, lo que siento por él, desde el momento que mire su fotografía lo sentí, soy de lo peor, por tratarlo de esta forma, me odio tanto en estos momentos.
B – ¿Por qué lloras?
Me dice Beam sacándome de mis pensamientos y es cuando me doy cuenta que estoy llorando, fijo mis ojos en los de él, buscando su hermosa mirada.
F – Porque te hice daño, te lastime y me odio por eso.
Lloro con más fuerza, no puedo verlo así de mal, me duele tanto. Veo como se acerca y extiende sus manos temblorosas así mis mejillas y limpia las lágrimas que caen sin cesar, trato de no hacer ninguna clase de movimiento para no asustarlo, es tan lindo y tierno, como pude tratarlo así, nunca me lo perdonare.
B – Me puedes llevar a mi casa por favor.
Me dice con su voz entrecortada por los sollozos y con un tono muy bajo, es casi un susurro.
F – Claro, te llevare a tu casa y me asegurare que estés a salvo, te prometo que nadie te volverá a lastimar, porque ahora estaré yo para protegerte y jamás en todo lo que queda de mi vida, volveré a intentar forzarte hacer algo que no quieras.
Estiro mi brazo derecho, muy lento en dirección a su rostro, cuando por fin logro acariciarlo con la yema de mis dedos, lo más delicado que puedo, su linda mejilla, y me emociona ver que no se aleja de mi contacto.
Ya que en medio de mi estupidez destroce la ramera de Beam, le di la mía para que la usara y poder salir de este maldito motel, al que nunca más, pienso pisar de nuevo, en lo que me resta de vida, yo simplemente me cubro con mi chaqueta y ya que por obvias razones, Beam no quiere tocarme para nada, hice una llamada pidiendo el servicio de taxi, en mi moto se puede caer si no se sostiene de mí, así que queda descartada, para llevarlo a su casa.
El viaje en taxi fue en un total silencio, Beam miraba por la ventana y yo lo miraba a él, cuando me di cuenta ya estábamos afuera de su casa, mientras le pagaba al taxista él se bajó y yo me apresure para alcanzarlo.
F – Beam
Lo llame antes de que insertara la llave en la cerradura de la puerta.
F – Pode... mm podemos, bueno su tú te sientes cómodo, necesitamos hablar de lo que paso.
Él no dice nada, solo se queda viendo mis ojos como si buscara la verdad en ellos y creo que la encontró por que el acepta con un ligero asentimiento con su cabeza, gira en sus talones, inserta la llave en la cerradura y abre su puerta, pero antes de que entre completamente lo detengo con otra pregunta.
F - ¿Cuándo lo hablaremos? Me dejaras mirarte de nuevo.
B – Dame tiempo, cuando me sienta preparado, yo te voy a buscar.
Me lo dice en casi un susurro, sin voltearse para verme, después de eso entra a su casa y cierra la puerta inmediatamente como entro. No sé cuánto tiempo me quede parado viendo la puerta de su casa, solo sé que no fue poco.
Sé que me prometí no volver a pisar este maldito motel, pero necesito ir por mi moto, la cual está en el estacionamiento de ese maldito lugar, entro al estacionamiento y salgo montado en mi moto lo más rápido posible, no quiero estar más de lo necesario en ese lugar, donde me di cuenta que soy igual de salvaje y mierda o incluso peor que los demás, en donde casi me convierto en un violador, donde lastime al Omega más dulce, tierno, hermoso y precioso que mis ojos han visto en toda mi vida, sé que dije que no creo en las parejas destinadas, pero lo que siento al ver y pensar en Beam, me hace dudar, si me tiene así de jodido por él, sin haber percibido su aroma y feromonas, no me quiero ni imaginar lo que va a pasar con migo, voy a necesitar toda mi fuerza de voluntad para no abalanzarme sobre él, ya que no pienso tacarlo, hasta que el así lo desee y me lo pida. Ruego al cielo por que no pase tanto tiempo.
Continuara........
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