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-Chicos ella es Kikyo, ya deben conocerla. Y ella quiere estar en el consejo estudiantil. Yo creo que es un a chica que puede ayudarnos mucho así que espero y la apoyen.
-¿Estas segura Kagome? Mira que tener la aquí puede ser beneficioso pero a la vez problemático.
-Ella trae más beneficios que problemas. Es popular así que todo lo que ella haga o diga los demás lo cumplirán.
-¿He InuYasha?
-Ella dijo que hablaría con el. Confío en ella ¿sabes? Es una chica dulce y agradable.
-¡Kikyo! -entró Miroku corriendo -¡ven un momento!
-¿Pasó algo? -le preguntó Kagome asustada.
-Va pasar si Kikyo no viene con nosotros.
-Ah bien -se la llevó corriendo.
Kagome miro a Sango y los demás supieron que debían seguirla. Se vio un grupo grandísimo de estudiantes y en medio estaba InuYasha.
-¿Ahora que haces perro Taisho?
Miroku trajo a Kikyo colocándola frente a InuYasha.
-Quería hacer esto más privado pero al final todos terminarán por enterarse. Ah... Kikyo...
-El va a -susurro Kagome.
-Aquí delante de todos. ¿Quieres ser mi novia?
Ella aceptó y lo abrazo para darle un pequeño beso en los labios.
-¿Esta permitido esto presidenta? ¿presidenta?
Caminó hacia el salón deseando no ver más. No era su problema. No le importaba lo que hiciera con su vida. No le interesaba más.
-Es como todos. No se puede confiar en ninguno.
Jamás nadie lucharía por ella. Nadie sería capaz de continuar queriendola. Y lo que InuYasha decía sentir por ella era falso.
-Alguien como el... es tan repugnante.
Lo detestaba. Se había dado cuenta de cuanto lo detestaba en ese instante. Jamás pasaría su vida a su lado. Alguien que era tan diferente, no era eso lo que buscaba.
Pasaron dos semanas en las cuales el tema de conversación era el romance de InuYasha y Kikyo. Parecían sinceros y se veían enamorados.
-Anda dejame hablar con ella. Necesito escuchar su aprobación.
-No hables con ella. Sabes que no me gusta.
-InuYasha no seas así. Dejame ir.
-Si me regalas un beso.
Kagome cerro los ojos. Todos los días era lo mismo. El mismo tema, en el mismo lugar, con las mismas personas.
-Estos dos... -se levantó y abrió la puerta -¡mantenga su relación lejos de aquí! -grito para cruzarse de brazos.
-¡Es aterradora mi amor! -InuYasha se oculto detrás de Kikyo.
-No seas ridículo.
-Lo lamento presidenta. Yo quería tener su aprobación para un viaje.
-¿Viaje?
-Si, InuYasha y yo hemos decidido que sería bueno tener un viaje a las montañas. Iríamos todo el grupo y sería de tres días. Claro necesito tu aprobación. Ya sabes que tu tienes más poder que el propio director.
-No se
-No seas aguafiestas presidenta. Ya sabemos que eres una aburrida pero al menos deja que nosotros la pasemos bien.
-Nadie está hablando contigo -lo miro enojada -esto... ¿en que ayuda a que la conducta de los estudiantes cambie?
-Pensé que si salían podríamos demostrarles que no eres tan mala como dicen. Debes ganarte a los chicos haciendo cosas como recompensas. Ellos han estado viniendo con sus uniformes. Pues su recompensa es el viaje. Dependiendo de su conducta podríamos planear para otros viajes.
-Ah... será muy costoso hacer un viaje así.
-Tranquila, InuYasha y yo pensamos en todo. Lo único es que se necesitaría que todos los estudiantes aporten con algo. Ya sabes por la comida y lo demás.
-Esta bien, creo que tienes razón. Lo comentaré con los demás.
-Gracias presidenta -sonrió -agradecele cariño.
-Oh muchas gracias presidenta -habló con ironía.
-Bueno para nada -susurro Kagome rodando los ojos.
El viaje estaba listo. Antes de darse cuenta todos habían reunido dinero suficiente.
-¿Te vas tres días?
-Si -empacaba algunas cosas -quedas a cargo de Sota y de la casa. Ah -se colocó una mano en la cadera -no uses la estufa.
-Tranquila Kagome -sonrió triunfante -ya encontré alguien que hará eso por mi.
-¿Ah si? ¿y quién?
-Yuka
-¿Yuka?
-Mi novia, la mujer más hermosa del planeta.
-¡Ja! No es más hermosa que tu hermana. Aún así no sabía que tenías novia. Ha de ser muy lindo enamorarse.
-Kagome... ¿sucedió algo?
-Nada en especial -continuó empacado sus cosas.
-¿Sucedió algo con InuYasha? La verdad es que ya no te trae a la casa. Es un buen muchacho. Es gracioso y podría decir que es amable.
-El tiene novia -le dio la espalda a su hermano -y ya no me molesta mas.
-Jamás ví que te molestara. Al contrario... se veía muy feliz contigo... y tu...
-¿Yo que?
-Tu también te veías muy feliz.
-Por favor
-Se que detestas a los hombres por el abandono de papá... pero no todos somos iguales. InuYasha se veía muy feliz cuando estaba contigo.
-Todo era falso Bankotsu. Al final encontró a otra que si le hizo caso y se fue detrás de ella. El no vale la pena.
-En parte es tu culpa.
-¿Mi culpa dices? ¿y porqué? -se giro para mirarlo.
-¿De verdad no te interesa ni un poco? ¿ni siquiera sientes su ausencia? ¿No lo quieres ni como un amigo?
Ella guardó silencio sin saber que responder. No era capaz de contestar nada.
-Yo no siento nada por el Ban... y por favor dejame terminar esto ¿si?
-Claro, como tu digas.
Salió cerrando la puerta y Kagome se sentó en la cama.
«No se que pasa conmigo cuando te tengo cerca. Las demás solo son para un rato... tu en cambio... por más que intento ser frío y malo contigo termino cediendo a ti. Y es la primera vez que me pasa. Por eso sé que eres tú. »
-No puedo creerle. No después de lo que hizo. Aun si siento su ausencia tan fuerte... no puedo creerle.
InuYasha terminaba de empacar cuando se detuvo por un momento. No supo porque la imagen de Kagome llegó hasta el.
-Basta -camino hasta tirarse a la cama -deja de pensar en esa idiota. A mi esa mujer ya no me importa. Ella fue la que me rechazo. Es la que me detesta entonces a también voy a detestarla.
Tocó sus labios recordando el beso que el le había robado y su corazón volvió a latir con fuerza.
-Fue obligado pero la sensación aún sigue ahí.
-Definitivamente la sacaré de donde quiera que se haya metido.
-Tal vez... y yo...
-No volveré a dejarme humillar por ella.
-No... no hay posibilidad...
-Es un témpano de hielo.
-Definitivamente no -dijeron los dos al mismo tiempo.
Llegó el día del viaje donde todos tomaron sus parejas. Hojo quiso sentarse al lado de Kagome pero Sango robo ese asiento. Los cinco se fueron a la parte de atrás dejando a los "nerds" al frente.
Kagome se colocó sus auriculares para perderse en el sueño. Quería dormir hasta llegar.
«¿No lo quieres ni como un amigo?»
Las palabras de es hermano le habían tocado y muy duro. Si sentía su ausencia. Desde su llegada el la había molestado y la había llevado a su casa. Había creado una gran relación con sus hermanos.
Sí, sentía el vacío de no tenerlo cerca.
-No me importa -dijo en un pequeño susurro antes de quedarse dormida.
El viaje duro cerca de cuatro horas. Pero cerca de las seis fueron capaces de llegar y el frío les golpeo a todos en la cara.
«¡Las cabañas están preciosas!» «¡mira cuenta nieve!»
-Buah -el grupo estudiantil se bajo mirando el lugar -es precioso -hablo Sango impresionada.
-¡Bien! -Kagome localizó a Inuyasha -¡vamos a elegir quieres serán nuestros compañeros de cuarto! Yo obviamente dormiré con mi hermosa novia.
-¡Yo quiero una chica de pechos grandes! -la azabache miro a Miroku y camino hasta donde estaban ellos.
-Nada de eso. Las chicas en cabañas y los chicos en otras.
-Oye no puedes darnos órdenes -Inuyasha la miro -no estamos en la escuela y dos este viaje fue pagado por Kikyo y yo. Y ellos también contribuyeron. Tu solo estas aquí por puro placer.
-Entiendo eso pero -todos comenzaron a protestar.
Supo que no tenía ningún votó. Inuyasha tenía razón.
-¡Eligan compañeros! -exclamó Koga y todos gritaron apoyándolo.
Kagome partió hacia la cabaña más apartada para poder relajarse.
-No debiste hablarle así Inuyasha -Kikyo lo miro enojada -sabes que es su labor. Es el trabajo del Consejo estudiantil.
-¿Y tu por qué la defiendes?
-Porque estas haciendo las cosas mal. Entiendo que se lleven mal pero...
-Kikyo por favor -la tomó de las manos -no hay nada. Y no lo habrá nunca. Así que deja de preocuparte por ella. Antes de que tu llegaras las cosas eran así.
-Pero ella se veía triste. No me gusta cuando tratas a los demás así. En especial a mis amigos.
-Cariño... ah... ¿quieres que me disculpe con esa?
-Sería lo justo.
-No lo haré, no le dije nada malo.
-¿De verdad no sientes nada por Kagome?
-Kikyo ya hemos hablado de esto. Sabes que no siento nada.
-Entonces ve y disculpate con ella.
Inuyasha tomó aire y lo expulsó para caminar hacia donde se había ido la presidenta.
¿Por que tenía que disculparse? Si no le había dicho nada malo. Solo la verdad. Pero no. Su querida novia quería que el se disuculpara.
-Presidenta -tocó la puerta dos veces pero nadie le abrió. -oye abre la puerta.
Nada, ella no abría.
-Si estas enojada no me importa. Solo quiero hacer algo que Kikyo me pidió. Así que abre la puerta.
No recibió respuesta alguna y decidió, como era de esperarse de el: romper la puerta o entrar por la ventana.
Cuando se dispuso a entrar por la ventana la puerta se abrió. Y la vio.
-¿Que pasa? -preguntó con una voz demasiado suave incluso para Inuyasha.
-Tu... ¿por que no respondiste?
-¿Que? Ah me estaba dando un baño y escuchaba música. ¿Que pasó?
-Kikyo quería que me disculpara contigo por lo de hace un rato.
-¿Y lo haces solo por que ella te lo pidió?
-¿Por que otra razón lo haría? No mentía cuando te dije todo eso.
-Bien -miro hacia otra parte -aceptó tus "disculpas". Ahora si me permites -intentó cerrar la puerta.
-¿No piensas salir a cenar?
-No me siento muy bien.
Se preocupó por ella pero se había prometido no involucrarse más.
-Bien entonces -le dió la espalda para irse -vamos a beber.
-De acuerdo -cerró la puerta.
Miró la puerta y supo que las cosas no estaban bien. ¿Había dicho de más? No. El había dicho la verdad. Y no le importaba nada si ella sufría o se sentía mal. Depués de todo ella era como el hielo. Imposible de llegar a ella.
Esa noche todos bebieron y se emborracharon. El consejo estudiantil no había podido hacer nada contra ellos. Mientras Inuyasha llevará el mandato los demás lo seguirían.
-Lo siento mucho -se disculpó Kikyo -lamento la conducta de Inuyasha.
-No es tu culpa Kikyo... Inuyasha siempre a sido así. Ademas -le respondió Sango con una sonrisa -si la presidenta no esta aquí no podemos hacer nada.
-No entiendo cual es la rivalidad de los dos.
-Kagome rechazo a Inuyasha -contestó Hojo -tu novio quería andar con Kagome pero esta lo rechazo si fin de veces.
-¡Hojo! ¡no debías decirle eso!
-Es mejor que se entere -le contestó a Sango -tu novio no aceptó que Kagome lo rechazara y comenzó acosarla durante meses interminables hasta que llegaste tu. Desde entonces dejó de buscarla.
-Pero... eso quiere decir ¿que Inuyasha la sigue queriendo?
-Consejo estudiantil -apareció Inuyasha aniquilandolos con la mirada -no se metan con mi mujer ¿entendido? Dejen de meterle mierdas en su cabeza.
-¿Mierdas? Es la verdad. ¿Que es falso? ¿que andabas detrás de Kagome? ¿O que te rechazo?
-Tu no sabes nada maldito entrometido.
-Ayame trae a Kagome... esto se va poner feo...
-¡De acuerdo! -salió corriendo.
-Aquí todos lo saben que fuiste rechazado por ella. Y te dolió tanto que la acosaste durante meses. Pero ni eso te sirvió para que ella se fijará en ti. Con Kagome tu técnica de seducción era imposible.
-¡Este imbécil! -Sesshomaru retuvo a Koga.
-Tu solo dices porque eres uno más del montón. Yo a tu lado puedo tener a la mujer que se me la gana. Tu debes conformarte con las migajas de la presidenta.
Ayame trajo a Kagome pero esta no intervino.
-Al menos yo tengo la oportunidad de verla sonrojarse y hablarme de forma sutil y dulce. En cambio tu tienes que conformarte con sus regaños y su desprecencia total.
-Pero yo puedo con eso -sonrió con ironía -porque yo no estoy enamorado de ella. Tal vez y si la moleste durante meses y sí llegue a sentir una leve atracción pero eso quedó atrás. Yo nunca podría andar con una mujer tan poca cosa como ella.
Hojo le pegó un puñetazo se Inuyasha en le rostro y este no se dejó. Ambos comenzaron a pelearse mientras Kagome estaba allí.
-¡¿Que hacemos presidenta?!
-¿Eh? Ah... hay que separarlos pero no pienso intervenir. Después de todo este viaje no lo pagué yo y no tengo voz ni voto. Como dijo el perro ese... estoy aquí de puro placer.
Se dio la vuelta para regresar al cuarto. La pelea duro unos minutos más hasta que el grupo de Inuyasha tuvo que intervenir.
Ambos estaban bastante heridos pero se podía decir que Hojo había quedado peor.
-¡Imbecil! ¡ni siquiera sabes pelear!
-¡Kagome no va ser tuya nunca! ¡y eso es peor que todos los golpes que puedas recibir!
Hojo se marchó e Inuyasha echo una maldición para irse. Sabía dónde estaban sus puntos débiles. Pero no supo cuando Kagome se había convertido en un punto débil para el.
Salió del lugar para irse hacia la sala de estar donde todo estaba la calmado y a penas había luz. Hojo tenía razón, jamás podría verla como el tenía la oportunidad de hacerlo. Ella jamás sería dulce.
-Aún así no dejaré que ese imbécil me gane.
-¿Estas hablando solo? -miro hacia su lado para verla.
No tenía ni tan siquiera un leve parecido a Kikyo pero tenía algo que llamaba su atención.
-Si vienes a echarme pelea o algo así mejor vete. Ya con el sermón que va darme Kikyo es suficiente.
-No vine a nada de eso -se sentó a su lado -vine a curarte las heridas.
El olor de su perfume llegó hasta el haciéndolo sentirse más atraído aún.
-¿Estas borracha?
-Solo que Kikyo me pidio que viniera hablar contigo.
-Lo haces solo porque ella te lo pide. No lo haces por que quieras.
-Tu hiciste lo mismo -sacó un algodón y le echo algo de alcohol.
Se colocó frente a el y puso una de sus manos en el hombro de el y la otra la paso por la herida cerca de comisura de sus labios.
Las mejillas lo delataron y se sintió estúpido al sonrojarse. Pero la tenía tan cerca que sentía su sangre avanzar por todo su cuerpo.
-No se de que hablas...
-Esta bien si no lo sabes.
Sus miradas se conectaron y por un momento todo a su alrededor desapareció. En su cabeza nunca paso que aquellos ojos pudieran hacerla sentir tan insegura. Ahora tenía la oportunidad de verlos de cerca y eran los más hermosos que había visto.
Se fijó en todo sin ni siquiera desearlo. En que sus pestañas eran largas y que su nariz era una fina. Pero ante todo noto lo suave de sus labios al tenerlo así de cerca. Y supo que era atractivo. Por primera vez lo vio de esa manera.
-¿Que pasa? -preguntó algo inquieto Inuyasha y ella agachó la vista.
Inuyasha la vio sonrojarse y sintió como su corazon latio con fuerza. Era la primera vez que la tenía así de cerca y sin el pedirlo. La tenía con el sonrojada e indefensa. Y pese a eso no fue capaz de hacerle nada.
-Me disculpó por lo que te dije hoy. Ustedes... son necesarios... -se sentó a su lado para seguir buscando cosas en el botiquín.
-¿Tu crees?
-Si -se acercó para continuar curandolo.
-Y no lo hago porque Kikyo me lo haya dicho... si no porque lo deseo.
-Yo también...
-¿También te disculpas?
-También hago esto porque quiero, no porque Kikyo me lo haya pedido. Si no porque lo deseo.
Kikyo caminó hacia Inuyasha cuando los vió mirándose sin decirse nada. Aquellas mirada no eran de detestarse. Ellos definitiva mente sentían algo el uno por el otro.
-¿Que debería hacer? -se preguntó algo triste.
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Nuestra presidenta esta cayendo en los brazos de el perro. Gracias a todos los que están siguiendo la historia ❤ los mega adoro.
Nos leemos pronto 📖🌹
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