56°
Paso rápido para avisarles que voy actualizar todos los días hasta el capítulo final. Gracias a MarianaOlivoLuna por recordarmelo ❤
—Vamos hombre —lo empujó hasta sentarlo al lado de ella —Tienen muchas cosas que hablar. Bueno nostros salimos de la habitación. Hablen cuanto quieran ᕕ( ՞ ᗜ ՞ )ᕗ—comenzaron todos a salir de la habitación.
Esperaron a que todos salieran de la habitación y luego un silencio la lleno por completo. Él estaba nervioso, no sabía que decirle. Si tan solo ella pudiese darle una oportunidad más.
—Gracias —dijo sonriendo y mirando hacia ella —gracias por haberme salvado. Por... haber dado tu vida por mi... nunca pensé que tu...
—Inuyasha...
—Ah, toma —le entregó las flores y ella las tomó en sus manos —siempre te traigo flores. Bueno, antes lo hacía todos los días pero las enfermeras comenzaron a pelear y tuve que detenerme.
Ella comenzó a reír y el sintió como toda la habitación se iluminaba por su sonrisa. Hacia tiempo no escuchaba su risa sincera.
—Me hubiera gustado ver eso —burló y el hizo un puchero para luego sonreír.
—Me alegra —dijo sonrojandose —Me alegra que estés aquí. Poder escuchar tu voz... pensé que nunca más sería capaz de escucharte. Por lo menos no así... de una forma tan inocente y pura.
Tenía que decirle, decirle la verdad.
—Inuyasha... yo quiero explicarte lo del plan. Necesito decirte lo que realmente siento por ti.
—¿Estas segura que quieres hablar sobre ello ahora?
—Si
—De acuerdo
—Podrías... ¿acercarte un poco más? —él se acercó colocando su mano a la otra parte de la cama y sonrojo ante la cercanía de ambos. —Yo... es cierto que al principio te estaba usando... es verdad... y también es verdad que pensé en ese plan para poner a todos en mi favor... pero... tu lo cambiaste todo. Con tus palabras y cada vez que me decías que me querías mi corazón iba acelerándose.
«No te ilusiones Inuyasha» pensó mientras la escuchaba.
—Y pensé que tal vez era porque no había estado con otros chicos que no fuesen mis hermanos. Pero... comencé a darme cuenta de que te quería de una forma diferente, de que eras especial para mi. Cuando no estaba a tu lado el mundo se volvía opaco y sin colores. No tenía idea de que me pasaba contigo. Y quise de todas las formas poder sacar eso que habías sembrado en mi corazón. Pero no pude, —Miro las blancas sabanas de la cama. —no podía y todo lo planeado comenzó a ser un estorbo. No quería que lo supieras porque sabía que no ibas a creerme. —Su voz dulce cambio a una desconocida para el. —Luego pasó todo esto y tu te fuiste. No pude explicarte y sentí mi corazón hacerse pedazos. —Lo miro con las lágrimas cayendo por sus rojas mejillas. —Inuyasha... yo estoy enamorada de ti... yo realmente me enamoré de ti. —Paso sus brazos por el cuello de el para abrazarlo.
Inuyasha al darse cuenta la abrazo suavemente por la cintura mientras no podía creer que realmente ella estuviese diciéndolo. Parecía un sueño pero, al parecer, era real.
—Kagome...
—Perdoname por haberte utilizado. Por no haberte explicado como debía. Perdoname por todas las veces en las que te falle. Lo siento.
—No tienes que disculparte de nada. —Tomó sus manos y sonrió. —Yo también tuve la culpa por no confiar lo suficiente en tus sentimientos. Perdoname.
—Vayamos juntos desde ahora, hacia ese futuro que tanto hemos soñado. Inuyasha... ¿me crees? —Susurró en el oído dejándole saber que deseaba estar con el.
—Tks —fue lo único que dijo cuando las lágrimas acabaron con su voz.
—Inuyasha... te escuché, todo este tiempo... te escuché...—Le confesó en respuesta a su pregunta diaria de si lo escuchaba.
Guardaron silencio, no negaba que moría por darle un beso en sus labios secos y algo partidos. Pero ellos no eran nada, aun sabiendo que ahora era correspondido. No se atrevía.
—Se que probablemente vayas a golpearme una vez tengas fuerzas... pero... voy hacerlo... —Se alejo un poco.
Acercó sus labios a los de ella en un pequeño y suave beso. Ella le respondió con lentitud pensando en que ya no podía negar lo que sentía y recordando el porqué lo había rechazado dos días luego de su proposición.
Esa tarde estaba lista para aceptar que amaba a Inuyasha y que deseaba estar con el. Pero llegó ella y le lleno su cabeza de muchas tonterías que le afectaron su decisión.
—¿Vas a regresar con Inuyasha?
—Mía...
—¿Van a volver? —Kagome tomó valor y la miro decidida.
—Si, vamos a regresar.
—¿Crees que es justo? —la miro triste —que tu que lo has hecho sufrir tanto le "des" otra oportunidad. Es el quien debería dartela... siempre detrás de ti como un perro. No lo aprecias en lo absoluto. Alguien que jugó con su corazón como lo hiciste tu no merece tan siquiera tomar su mano.
Kagome guardo silencio sabiendo que todo lo que decía era verdad. Todo, era absolutamente cierto.
—Pero lo amo... y se que podríamos estar juntos.
—¡Siempre pensando solo en ti! —le grito molesta —¡ni siquiera le has dicho que lo de tu plan! ¡no se lo confirmas pero tampoco se lo niegas! ¡eres de lo peor! ¡piensa en algo que hayas sacrificado por el!
Quizás esas palabras la marcaron de una forma que no esperaba. Porque en besas cuaretiocho no paró de pensar que lo que ella decía... era verdad.
Se apartó y le sonrió avergonzado. Dulce, no habían besos más dulces que los de Kagome.
—No he podido evitarlo... —agachó la vista avergonzado —aún estando en cama.
—Dulce... tus labios son dulces... habia olvidado por completo lo bonito que era besar a la persona que se ama...
—Rayos —agachó la vista —si continuas así... voy a terminar por ilusionarme más.
—Esta bien —alzó su rostro —no habrá nada que pueda separarme de ti ahora.
—¿De verdad?
—Si
Pasaron algunos días y Kagome al fin salía de la clínica. Quería ir a su casa pero la familia de Inuyasha quería hablar con ella y invitarla a cenar. Ellos le debían todo lo que tenían por haber salvado a su hijo.
—Vaya —dijo Izayoi viendo a su hijo con un traje negro y corbata roja —alguien quiere sorprender hoy.
—Khe —se sonrojo —mamá... papá... hagamos esto rápido. Kagome salió del hospital ayer y me preocupa que no se sienta bien.
—Claro cariño, además el restaurante esta reservado únicamente para nosotros no tienes que preocuparte de nada.
—Mmm... —miro la hora en su reloj —ah... ya es algo tarde.
—¡Inu no Taisho! ¡apurate! —grito Izayoi arreglando su vestido color violeta.
—¡Ya voy! —cerro la puerta de su habitación y bajo las grandes escaleras —listo ¿que tal?
—¡Mou! ◝(⑅•ᴗ•⑅)◜¡te vez guapísimo!
Inuyasha miro a sus padres y sonrió para salir de la casa y mirar la luna.
—Ethan... —susurró sin saber que hacer con su medio hermano. —La única que puede ayudarte es Kagome...
Pensó en la última vez que lo visitó. Estaba demacrado pero se veía tranquilo. Su relación caminaba a pasos lentos pero seguros.
—Yo sanaré las heridas que hice en tu corazón. Así podrás verme como tu héroe de nuevo. Yo te ayudaré en todo lo que pueda.
Haría todo lo que estuviese en sus manos para poder ayudarlo y que su relación de hermanos fuese una increíble.
Salieron de la casa cerca de las ocho de la noche al restaurante. Y en el camino Inuyasha pensó en que todo lo que estaba viviendo era una mentira y que probablemente estaba soñando.
Cuando llegaron se bajaron del auto y entraron al restaurante tomando asiento en la mesa más grande y mejor arreglada de todas. La cita era a las ocho y media así que deberías esperar máximo diez minutos.
En el departamento de Kagome todo era un caos. Su padre no sabía que ponerse y su madrastra peleaba con el por dejar la ropa tirada en todas partes. Sus hermanos eran lentos también y la única que estaba lista era ella.
Allí en el sofá tomó aquellos minutos para leer la carta de su madre. Era simple y precisa, nada más allá de algunas palabras secas y sin ningún sentimiento.
“Me alegra que todo haya salido bien. Sigue siendo una chica buena y estudiosa. Estoy orgullosa de ti y de tus logros. Ojalá algún día podamos vernos. Buena suerte.”
Tarde o temprano sus caminos se cruzarían y ella tomaría la decisión de perdonarla o continuar todo como estaba.
—Siempre tan seca —Dijo guardando el papel dentro del sobre y levantándose para dejarla en la una caja debajo de su cama.
Miro la hora notando que llegarían tarde, algo muy común en la familia Higurashi.
—Son las ocho y cincuenta —Habló Inuyasha mirando el reloj.
—Vaya son casi veinte minutos de retraso. Me pregunto si sucedió algo. —Respondió Izayoi sacando un espejo para mirar su rostro.
—Esperemos un poco más —Respondió Inu no Taisho —Kagome no faltaría a una cena tan importante.
—Kagome —suspiro Inuyasha su nombre.
—¡Vamos veinte minutos tarde! ᕙ(⇀‸↼‶)ᕗ
—¡Ya llegaremos hija ¡que vergüenza con los padres de Inuyasha! (◞‸◟ㆀ)—Decía Satoshi manejando como un rayo y esquivando los autos como todo un profesional.
—¡Oye! ¡mas despacio viejo! ・゚・(>_<)・゚・—Saltaron todos ante la velocidad de su padre.
—Hubieras manejado tu Ban. —Kagome miro a su hermano con la cara azul de los nervios. —Papá es un desastre manejando. ╥﹏╥
—¡Esto es horrible! ⋌༼ •̀ ⌂ •́ ༽⋋ —Terminó por decir Sota con ganas de vomitar.
A las nueve y quince la familia Higurashi llegaba a el restaurante. Todos con mareos y ganas de vomitar.
—Lamentamos la demora —Inu no Taisho se levantó y agarró la mano de Satoshi en muestra de saludo.
—Nuestro padre es malísimo conduciendo y somos muy lentos cuando de ropa se trata. —Respondió Bankotsu saludando a Inuyasha con un abrazo de amigos.
—¡Me encanta tu vestido! (-^〇^-)—Exclamo Izayoi ante el vestido de Emilia.
—¡El tuyo también! \(^o^)/
Kagome y Sota miraron toda la escena y luego se miraron entre ellos para sonreír. Era agradable, mucho.
—Te vez preciosa —Salió de sus labios sin siquiera pensarlo. —Hola Sota —El menor hizo el símbolo de paz como saludo.
Llevaba un vestido rojo, casi vino y un escote en forma de corazón dejando al descubierto el precioso valle de sus pechos. Un colgante sencillo y unos pendientes del mismo color. Un bolso negro de mano y sus zapatos de tacón del mismo color. Su cabello llevaba algunas ondas y leve maquillaje. Y si hablaba de sus labios, estaban pintados de rojo. Un rojo enloquecedor.
—Gracias —No pudo evitar mirarlo de arriba abajo.
Alto, su cabello largo y esos ojos dorados que la volvían completamente loca. Un traje negro con un pequeño lado rojo y zapatos negros. Se veía increíble como siempre.
—Ah, toma asiento —Movió la silla para permitir que ella se sentará a su lado.
Todos tomaron asiento y comenzaron hablar de muchas cosas. Ordenaron algo de comer y mientras comían Izayoi saco el tema que todos querían escuchar.
—Entonces... ¿volvieron? —Inuyasha se ahogo con el vino y Kagome comenzó a golpear su espalda. —Uppss parece que dije algo 'malo'. —Sonrió al ver el nerviosismo de ambos.
—Etto... bueno...
—Todavía no —Contestó Inuyasha regresando a la normalidad. —Pasaron muchas cosas y queremos darnos un poco más de tiempo. Quiero que Kagome se recupere por completo y que las cosas en la escuela se arreglen. Ya luego... si ella si lo quiere... podríamos regresar.
Se sentía extraña, Inuyasha pese a que estaba allí... lo sentía muy lejos suyo. Y no le gustaba esa sensación.
—Kagome-chan —llamó Izayoi y la azabache la miro —quería tomar este momento para darte las gracias por lo que has hecho por mi hijo. No tengo duda alguna de que amas a mi hijo.
—Ah —se sonrojo —bueno... Inuyasha también arriesgo su vida por salvarme. Y mi familia también está muy agradecida por todo lo que hizo. Yo... solo quería que Inuyasha estuviese bien.
—Es cierto —recordó Satoshi —nosotros también tenemos que agradecerle a Inuyasha por haber rescatado a nuestra hija. Nunca tendremos como pagarte lo que has hecho.
—Yo no dudé nunca en salvarla. Sin ser pareja Kagome es una persona importante para mi. Y siempre que ella este en peligro la salvaré.
La observó y ella hizo lo mismo mientras sonreía con dulzura. La noche se fue entre risas y charlas hasta que cerca de las once Kagome quería explorar el patio del restaurante y quien mejor que Inuyasha para mostrarselo.
—Es hermoso —Miro la fuente con luces.
—Si... lo es
—Inuyasha —Ella se detuvo y el se giro.
—Si dime —Se sintió algo avergonzada pero tenía que decírselo.
—Tal vez soy yo pero... ¿sucede algo?
—¿Que? ¿por qué?
—Es que siento que estas algo distante. La verdad... es que siento que no eres el mismo...
Inuyasha guardó silencio y miro hacia otro lado haciendo que Kagome se sintiese triste. Tal vez el haberlo rechazado tanto... lo había hecho alejarse.
—No se trata de eso, es cierto. En un año ambos cambiamos... yo... tal vez fuí muy insistente en que regresaramos que no te deje pensarlo bien. Y no quiero cometer el mismo error... Quiero que cuando estés lista me lo digas. Si realmente quieres continuar para siempre caminando a mi lado. O caminar sola, pero quiero que sepas que la decisión que escojas no importa porque voy estar ahí apoyandote para que seas feliz, aún si no es conmigo.
—Inuyasha... ¿cuando fue que maduraste tanto?
¿Como podía reaccionar a eso? ¿como decirle que ya tenía una contestación? Era correcto darse un tiempo para pensar todo.
Se protegió con sus brazos del frío cosa que Inuyasha noto y se quito chaqueta para pasarla por los hombros de ella.
—Que pueda hablarte como lo hago ahora es gracias a ti. Y este amor tan grande que siento.
Ella se acercó y lo abrazó con fuerza llenandose de su perfume. El era increíble cuando hablaba de esa forma suave y dulce. Todas sus palabras eran ciertas, no dudaba de el.
Alejó su rostro y alzó su cabeza para ponerse de puntillas y darle un pequeño beso en los labios el cual el pronto respondió bajando sus brazos hasta la cintura de la chica.
—No tengo dudas... de que cada momento que pasa a tu lado... es lo más maravilloso de este planeta. —Confesó mientras era abrazada por el.
Al fin nuestros protagonistas están juntos! ❤ veremos cómo va marchando todo entre ellos. Algunas confesiones y sentimientos que serán aclarados pronto.
Gracias por continuar leyendo la historia.
Los estaré leyendo ❤📖
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