5°
-Ese infeliz
Estaba demasiado enojado como para prestar atención la clase. A Kagome le gustaba el idiota de Hojo.
-Estas muy raro Inuyasha -le dijo Miroku -prácticamente nos obligaste a venir con el uniforme entero y ahora estas hablando solo. ¿Que pasa?
-A la presidenta le gusta Hojo. ¿Entiendes? Esos dos sienten atracción por el otro.
-¿Y eso qué?
-A mi ninguna mujer me rechaza y mucho menos ella. Si le gusta ese idiota y el le corresponde es imposible que ella se fijé en mi.
-Yo pensé que te habías dado por vencido. La presidenta te detesta ¬.¬
-Estas hablando con Inuyasha Taisho. Yo no entiendo como es posible que le guste ese tipo. No tiene nada de especial.
-Ella es rara y el también así que hacen pareja.
-Definitivamente no, ella es demasiado para el. No se lo permitiré.
-¿Que vas hacer?
Sonrió y solo espero la oportunidad para hacerlo.
Kagome entró al salón para pensar en que sería lo siguiente que haría.
-Los estudiantes están acatando tus órdenes.
-No creo que sea por mi. Más bien es por el perro Taisho.
-Tu... ¿que relación tienes con el? Llevo dos años aquí y es la primera vez que lo veo siguiendo las órdenes de alguien.
Hojo se sentó a su lado.
-Eh... -su corazón comenzó a latir con fuerza -no tengo ninguna relación con el.
-Kagome eres una chica muy buena. No te dejes influenciar por el.
-No... yo no...
-Además, parece que no sólo es algo amistoso... el quiere algo más...
-El es así con todas. No es que yo sea especial o algo así. Además a mi no me interesa. Soy el tipo de chica que prefiere alguien más dulce.
-¿Dulce?
-Con dulce me refiero alguien como tu... eres amable y puedo confiar en ti. En cambio con alguien como el perro es imposible.
-Si te pido que salgas conmigo ¿lo harías?
El rostro de Kagome y el de Hojo se coloreo del mismo color.
-Yo...
-¡Lamento las molestias! -entró de golpe Inuyasha -¡presidenta necesito hablar contigo!
-¿No tienes modales? Se toca antes de entrar.
-Yo vine hablar con la presidenta no contigo.
-Esta bien Hojo -se levantó -hablamos luego ¿si?
-Bien
Inuyasha sonrió y salió siguiendo a la presidenta.
-¿Y bien?
-Ven -la agarró de la muñeca y la jaló.
-¡Me lastimas! -intentó soltarse pero le fue imposible.
-Callate
La llevó hasta el baño donde sacó a todos los estudiantes y cerró las puertas.
-¡¿Que es lo que te pasa?!
-A ti te gusta el bastardo de Hojo. ¿No?
-¿De donde sacas eso?
-Lo ví, esa forma de hablarle, te pones roja cuando lo ves, ¿crees que no me iba a dar cuenta?
-¿Y qué si me gusta? ¡A ti no debe de importarte!
-Me importa porque tu eres mía. Y no puede gustarte nadie más que no sea yo.
-¿Estas escuchandote?
-No voy a dejar que ese imbécil te tenga. El no hace nada para tenerte.
-¿Y tu si? Hablas de que soy tuya pero a diferencia de ti Hojo es dulce y amable conmigo. Además, yo no siento nada por ti y... si tengo que pertenecerle alguno de los dos quiero que sea Hojo.
-¿Entonces vas a salir con el?
-Tengo todo el derecho del mundo. ¿Por qué no? Es un chico bueno, amable, es agradable estar con el.
-¿Y por eso vas a salir con el? Apenas y lo conoces ¿que te hace pensar que es buena persona?
-¡Me lo a demostrado! ¡y no tengo porqué darte explicaciones!
Él se dio la vuelta y salió del baño para irse. No iba a lograrlo, ella se daría una oportunidad con el.
-Salgamos Hojo -le sonrió y el hizo lo mismo.
No tenía nada de que preocuparse. Hojo era un príncipe dulce y que le provocaba ternura.
-Este sábado paso por ti a la una de la tarde. Es que tengo trabajo.
-Tranquilo
El era el hombre que ella necesitaba. Inuyasha no sabía nada de sentimientos. Era alguien egoísta que solo pensaba en el mismo.
Inuyasha llegó a su casa enojado con el mismo. Algo estaba sucediendo con el. Esa preocupación por alguien que no tenía nada que ver con el no le gustaba.
-Ella no es mi problema. Que haga lo que quiera. A mi no me importa.
-¿Que sucede Inuyasha? -se sentó a su lado su madre.
-Ah... es que no se que pasa conmigo. Me estoy comportando como una idiota.
-¿Por qué?
-Hay una chica que me rechazo.
-¿Eh? ¡¿y esa muchachita qué?! -saltó como una pantera Izayoi.
-Tranquila -sonrió -es que... es la primera vez que una mujer me rechaza en mi vida y... me interesa... pero ahh... es imposible.
-¿Sabes? Tengo una noticia que va alegrar tu día. Adivina quién esta por llegar a Tokyo.
-¿Alguna de mis cinco tías?
-¡Nada que ver! Mira -agarró la revista para mostrarsela.
-¿Que? ¿de verdad ella viene para acá?
-¡Si! Así que debes prepararte. La chica más increíble del mundo esta por llegar.
Aquella vez se le habían escapado de las manos pero esta vez no sería así.
Entre el pasar de los días Kagome confío más en Hojo que nada. Sabía que el era el hombre correcto y antes de enterarse había pasado un mes.
Las cosas en la escuela iban normalmente con exepción de alguien.
-Es raro que no me haya molestado en todo el mes. Tal vez se este dando cuenta de que es lo mejor.
-¡Presidenta! -entró de golpe Ayame -¡hay problemas!
Kagome salió corriendo hacia la cancha de la escuela mientras era seguida por Ayame.
"Los cinco están peleándose con otros chicos"
Entre el grupo de gente fue casi imposible poder ver como estaban las cosas. Paso entre medio de todos para ver como Koga, Inuyasha y Miroku peleaban.
-Hay que separarlos -dijo Kagome entrando en la escena -¡basta Taisho! -intento detenerlo pero este solo la empujó.
-Ustedes dos basta -Sango intentó separar a Koga del otro muchacho.
No sirvió de nada y pronto se vió la sangre y se escucharon insultos.
-¡Basta! -Kagome se colocó en medio de ambos.
Hojo entró junto con Jakotsu y Sesshomaru lo hizo con Naraku para detenerlos.
-¡Esto no va quedarse así! ¡eres un maldito!
-No te tengo miedo -sonrió Inuyasha mientra era retenido por Sesshomaru.
-¡Te metiste con mi novia! ¡Es injusto!
-No seas imbécil, tu novia fue la que me buscó a mi. No tengo culpa que tu no puedas darle lo que yo si.
Kagome se acercó al muchacho intentando calmarlo.
-Tranquilo
-¡No te metas! Ustedes lo defienden porque no saben lo que se siente.
-¡No lo estoy defendiendo! Pero a los golpes no es la forma. Yo hablaré con el.
-Te falta lo que a mi me sobra de abajo. Por es tu novia te las pegó conmigo.
-¡Basta! -Kagome lo miró fijamente -deja de echarla leña al fuego y camina.
Soltaron a Inuyasha y este siguió a la presidenta hasta el salón. Se sentó y ella se cruzó de brazos.
-Puedes explicarme ¿porque te fijaste en esa chica?
-Ella fue la que se fijó en mi. Yo no tengo nada que ver.
-Sabias que tenía novio. Hiciste mal en seguirle el juego.
-Ya paso, vamos a olvidarlo -se levantó para marcharse.
-Por tu comportamiento e decidido que vas a limpiar los baños de la escuela juntos con tus amigos.
-¿Que? -sonrió para ponerse serio -¿estas loca o qué?
-Es tu castigo. Ese chico también va limpiar los baños así que...
-No lo haré. Jamás e tenido que hacer algo así.
-¿No lo harás?
-No, no lo haré.
-Bien, lárgate entonces.
Inuyasha se marchó sin decir más. Jamás haría algo así. Destrozaría su reputación en la escuela.
A los baños le hacían falta limpieza pero Inuyasha no lo haría.
Como se esperó ninguno siguió el reglamento. Comenzaba a a darse cuenta de que era una presidenta de mentiras. Que era imposible contra Inuyasha.
No quería involucrar a sus amigos en eso, así que decidió por ella misma lavar los baños sola. Después de todo eso le tocaba a Inuyasha y al grupo pero no lo harían.
-Al menos traje ropa extra.
Se cambió su uniforme por unos shorts y una blusa blanca con unas botas plásticas negras. Se colocó guantes y una mascarilla.
-Bien -dejó sus armas de limpieza en alguna parte.
El olor era terrible y sentía ganas de vomitar. Pero podría resisitirlo.
-Se que yo le puse este castigo a Inuyasha pero es que incluso a mi me cuesta hacerlo.
Movió su cabeza negativamente y empezó por las paredes. Dejaría lo más difícil para el final.
Limpió como nunca aquellos baños para dejarlos al menos decentes.
-Debería enviarle un mensaje a Bankotsu que llegare tarde...
Se sacó un guante y luego su móvil para enviarselo. Cuando obtuvo respuesta continuó con lo que hacia.
-Es injusto que me toque hacer esto. Pero si no empiezo por hacer este tipo de cosas los estudiantes no lo harán. Después de todo tengo que ser el ejemplo.
Se levantó de golpe cuando sin darse cuenta resbaló por culpa del agua en el suelo. Su camiseta quedó empapada de agua haciendo que se viese su sujetador.
-No... -miro su camisa -al menos tengo el uniforme.
Se levantó para buscarlo en su casillero pero lo encontró abierto y con una tarjeta escrita de insultos.
-¡Se llevaron mi uniforme!
Era demasiado difícil para ella. Necesitaba el apoyo de alguien que influyera en ellos. ¿Pero quién?
Escucho un ruido y decidió regresar al baño. Cuando lo vió allí.
-Perro Taisho...
-Así que por esto no habías salido -se cruzó de brazos.
-Si viniste a burlarte es mejor que te vayas.
-Vine ayudarte
-¿Y eso porqué?
-Solo dejame hacerlo y no preguntes.
Sacó unos guantes y agarró la manguera para echar el agua.
-¡No así no! -Kagome intento quitarle la manguera -¡lo estas mojando todo!
-¡Sueltala!
Comenzaron a pelearse como niños pequeños mientras se mojaban. Kagome logró quitársela para darse cuenta de lo que tenía frente suyo.
El perro estaba empapado y por la camisa blanca se notó por completo su pecho algo marcado y no quiso mirar más abajo por temor a notar otra cosa.
"Es extraño... aunque lo detesto no puedo negar que es un chico... y que se ve muy bien así..."
-Así que son azules... se te ven muy bien.
-¿Eh?
Inuyasha señaló el pecho donde se veía todo y Kagome le dió una cahetada.
-Cachetadas que valen la pena -sonrió.
Kagome intentó cubrirse pero al final no le importó y terminaron limpiando juntos el baño.
-Quedó bastante bien -la azabache sonrió.
-Mucho diría yo -Kagome miro en su dirección.
-Bien hecho perro Taisho.
-Presidenta
-¿Que? -se giro cuando vio el pecho de este frente suyo.
Estaba siendo acorralada entre la pared y él. Sus mejillas se colorearon levemente.
-¿Que haces?
-¿Porque me odias tanto?
No supo que responderle mientras la observará así. Era una mirada diferente a las demás.
-No te odio... solo que no eres... solo que no consigo tenerte confianza.
-¿Que te gusta de Hojo? ¿que tiene él que no tenga yo?
-¿Porque quieres que me fije en ti? ¿no tienes muchas chicas ya a tu alrededor?
-Ninguna es como tu. No se que pasa conmigo cuando te tengo cerca. Las demás solo son para un rato... tu en cambio... por más que intento ser frío y malo contigo termino cediendo a ti. Y es la primera vez que me pasa. Por eso sé que eres tú.
-Estas confundido.
-No lo estoy, ahora mismo me estoy resistiendo demaisado para no besarte. Pero creeme que a la primera oportunidad lo haré.
-No eres diferente conmigo. Eres igual con todas. Y con respecto a Hojo... la razón pero la cuál siento algo por el es porque... sé que si estoy con el no tendré dudas, ni me será infiel. Me gusta su sencillez... lo amable que es con el resto y conmigo. Tu y él son muy diferentes.
-El jamás va sentir esta atracción que siento yo por ti. No sentiría ni la cuarta parte de ella.
-No es atracción lo que quiero que el amor de mi vida sienta por mi... yo quiero que él me ame de verdad.
Inuyasha se apartó y agarró el rostro de la mujer para depositarle un beso en la comisura de sus labios.
-No se que es el amor. Pero sea lo que sea lo sentiré por ti... así entonces podrás aceptarme. Te esperaré para llevarte a tu casa. Es peligroso si vas sola.
Se apartó y le sacó la lengua para salir de allí. Quizás ella se dio cuenta de que su corazón se movió de forma irregular ante ese gesto.
Las mejillas de Inuyasha lo delataron ante sus palabras vergonzosas y el latir de su corazón le hizo comprobar que sus sentimientos cambiarían si seguía así.
Caminaba hacia su casa cuando vio a Hojo caminando hacia el segundo piso. Escucho claramente cuando dijo que esperaría a Kagome para llevarla a su casa.
Y se vio caminando hacia el baño para no dejarla ir con el.
-¿Que mierdas esta pasando conmigo?
Fuese lo que fuese ese sentimiento no le gustaba nada. Algo andaba mal con el.
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