43°
—¿Te gustaría salir este sábado?
—¿Y eso? Tu que siempre estas como perdido. Me estas invitando a salir.
—Si —Ethan sonrió —eres preciosa y no puedo evitar querer salir contigo. Además, debes sacarte a ese imbécil del corazón.
Su pequeña sonrisa desapareció y miro al suelo.
—Ven —le pasó un brazo por los hombros —vamos a comer algo. Te invitó a una torta de chocolate ¿que dices?
Kagome sonrió y aceptó dejándose llevar por Ethan. Tenía que darse la oportunidad de conocer alguien más que no fuese él.
—Oh, es él —Inuyasha miro hacia la dirección de ambos —hola pedazo de excremento.
Los ojos de Kagome se abrieron ante las palabras de Ethan ante alguien que era "desconocido".
—Vete a cagar —miro a Kagome y luego miro a otro lado.
—Ah, Kagome y yo vamos a pasar la tarde juntos. La llevaré a comer helado y luego... la llevaré a casa a ver una película.
—No tienes porqué darle explicaciones —dijo Kagome e Inuyasha sonrió.
—Lastimosamente, Ethan, yo también tengo una invitada esta noche. Así que tendremos que compartir la casa y la mesa.
—Espera un momento... ¿viven juntos?
—Preciosa, lamento decirte que esta basura que tienes frente a ti... es mi medio hermano.
—¿Que? Pero no tienen ningún parecido...
—Lo único compatible es nuestra altura. Somos hijos del mismo padre pero de madres diferentes. Inuyasha es idéntico a nuestro padre y yo soy idéntico a mi madre.
—No puede ser...
—Bien, esta noche, vamos a cenar todos en la casa. Tu con tu acompañante y yo con Kagome. ¿Que dices?
—De acuerdo, pero no, no será en la casa. Vayamos a un restaurante mejor.
—Bien, tu busca el lugar.
Inuyasha caminó y continuó su camino mientras Kagome todavía no aceptaba que realmente fuesen hermanos.
—Ethan —Comenzaron a caminar hacia la salida —¿por que tu y él se llevan tan mal?
—Bueno, a diferencia de ti y de lo que pasó entre ustedes. Lo mío con él no es tan diferente tampoco. ¿Realmente quieres escucharlo?
—Si
—Inuyasha nunca logró verme como su hermano. Él siempre me trató de menos porque era hijo de una mujer pobre. Cuando nos vimos por primera vez... el me trato horrible... yo era pequeño así que continue intentando que el me quisiera hasta que
crecí y comencé a detestarlo. Ya luego nos alejamos y volvimos a encontrarnos aquí.
—¿No han intentado hacer las pases?
—A el no le importa y siendo sincero... a mi tampoco. No te preocupes por eso. Ya a pasado tiempo suficiente para superarlo. Ah, una vez me diga en que restaurante quedamos te enviaré un mensaje.
—Bien
Kagome llegó a su casa y esperó el mensaje. Mientras en casa de los Taisho las cosas estaban bastante tensas.
—Hoy será una gran noche. Estoy dispuesto a besar a Kagome hoy mismo. ¿No te importa?
—Ya te dije que no me interesa. Casate con ella si quieres.
—¡Oh es buena idea! Tu no te mereces una mujer tan buena como ella.
—¿Buena dices? —lo miro a la cara —esa mujer es una falsa. Es una mentirosa que lo único que hizo fue usarme como le dio la la gana. Jugó con mis sentimientos, con el orden que le tenía. Y tu todavía dices que es buena.
—Si la amabas tanto... ¿por que desconfiaste de ella?
Inuyasha miro a otro lado. No tenía que darle explicaciones a el. Si la amaba jamás lo entendería.
—Tu no lo entenderías... ah... haré la reservación al restaurante. Toma —le entregó una pequeña tarjeta —ese es. A las ocho.
Ethan agarro la tarjeta y miro a su hermano irse. Por primera vez veía tristeza en su mirada y se sintió mal.
—Estas loco por ella, pero ni así voy a dejar que la tengas de nuevo.
«¿No han intentado hacer las pases?»
Negó con la cabeza y miro hacia el techo sin encontrarle una solución a eso. No había posibilidad de que realmente las cosas entre ellos fuesen bien.
Como prometió Ethan le envió el mensaje A Kagome y un chofer para que la recogiera. Ambos hermanos llegaron antes y sin duda la tensión había vuelto.
—Parece que quieres llamar la atención Inuyasha.
—Tu tambien, nunca usas traje. Y mirate, parece que vas directamente a una boda.
—Claro —arregló su corbata —tu expreciosa mujer esta por llegar. Tengo que verme bien.
—Vete al carajo —rodo los ojos.
Kagome salió del auto cubierta con una sombrilla por culpa de la lluvia. Allí vió a otra chica bajarse del auto con un vestido amarillo y hasta las rodillas. Un bolso blanco y zapatos del mismo color.
—Se ve preciosa —Mía miro a Kagome y le sonrió para acercarse a ella.
—Se ve muy linda presidenta.
Un cabello hasta el cuello rubio y unos ojos expresivos y llenos de dulzura.
—Tu... eres la chica que te desmayaste aquella vez.
—Si —sonrió —soy Mía...
—Tu... ¿por que estas aquí?
—Ah, pues Inuyasha quiso invitarme a cenar aquí. Parece que usted también fue invitada. Que bien.
«Es muy linda.»
—Ah bien —un mesero les abrió la puerta para que entraran.
Ambos hombres miraron y para Inuyasha todo desapareció a su alrededor. Allí estaba ella vestida con un traje rojo y su cabello en un moño. Maquillaje leve y sus labios pintados de rojo.
Para Kagome fue exactamente lo mismo. Alto, con traje y lazo rojo, su cabello largo hasta la cadera y bien arreglado. Y esos ojos que parecían hablar por el.
«Así te hubieses visto...» pensó el
«Si hubieses llegado a la cita ese día» respondió ella mentalmente.
—Te ves preciosa —Ethan se acercó y le besó la mejilla.
—Ah, buenas noches —miro a Ethan —gracias.
Inuyasha miro hacia Mía quien también se veía hermosa. Pero Kagome era la mujer que realmente lo enloqueció en aquel momento.
—Estas bellísima —sonrió
—¿De verdad?
—Claro, yo jamás te mentiría. Ah —le colocó un mechón de cabello detrás de su oído —ahora se ve mejor. —Kagome agachó la vista he Ethan se dio cuenta. —Buenas noches, presidenta. —extendió su mano y ella la tomó.
—Buenas noches, Taisho.
—Vamos —la tomo de la mano.
Inuyasha los miro y luego agarró de la cintura a Mía para llevarla a la mesa donde le movió la silla para que pudiese sentarse.
Kagome no pudo evitar mirarlos y sentirse celosa. Estaba sintiendo unos celos terribles.
—Bueno —Ethan se sentó al lado de Kagome —ya que estamos los cuatro juntos y la única que no me conoce es tu compañera me presentó. Soy Ethan, medio hermano de... Inuyasha. Gusto en conocerte.
—Mucho gusto... yo... soy Mía (referencia a Ethan y Mía en Resident Evil 7 ❤) y soy amiga de Inuyasha.
—Es una amiga muy apreciada —le acarició la cabeza —¿conoces a la presidenta?
—Si —miro a la presidenta —nos presentamos a fuera.
—Bueno, vamos a ordenar. Tengo muchísima hambre.
Inuyasha no pudo evitar mirar a Kagome de vez en cuando. Era preciosa en todos los sentidos y viéndola detalladamente sus pechos habían crecido bastante en un año.
«Maldito escote... Ethan debe estar gozando de todo este rollo»
Del escote subió su visita hasta su cuello para ver sus labios, su fina nariz y esos ojos que estaba mirando a su medio hermano.
—Inuyasha —sintió la mano de Mía encima de la suya y la observó —¿estas bien?
—¿Que? Si... claro que si
¡Mentira! Mientras más veía a esa mujer más pensaba en que diablos había sucedido para que todo se volviese así. ¡No lo entendía en lo absoluto!
—Hablemos de nosotros. ¿Que tal tu Mía? ¿has tenido novio?
—No yo no... nunca he tenido novio.
—Bueno, mi hemano esta soltero y disponible. ¿No Inuyasha?
—Si —miro hacia otro lado —mi hermano también está disponible.
—¡Te equívocas! (๑°ㅁ°๑) Yo ya escogí la mujer que quiero para mi. (๑ت๑)
—¿A si? ¿y quién es?
—Hombre esta claro —le pasó un brazo por los hombros a Kagome —esta belleza.
Kagome vio como el se cruzaba de brazos y hacia un puchero como un niño pequeño. Se veía realmente lindo.
—Bueno —Mía sonrió —eso depende de Kagome-chan. ¿Que siente usted?
Kagome abrió los ojos y miro a Inuyasha el cual se sonrojo.
—Yo... bueno yo me siento mejor estando sola. Aunque si alguien de buen corazón me quiere y me trata de la forma en que me merezco... sin duda me daría una oportunidad. Lejos de las mentiras y la hipocresía. —lanzó el primer ataque.
No quería causar ningún escándalo. Pero mientras más veía a Inuyasha con esa mujer, más celosa estaba. Y su rostro hablaba por ella.
—Oh es cierto, usted es una persona tan correcta. No hay una sola queja suya. Y tampoco podemos decir que usted no es una mentirosa ni hipócrita. Nada de eso. Usted jamás usaría los sentimientos de otros para su beneficio. —habló con ironía.
—Al menos yo no huyó de mis problemas y los enfrentó como deben ser.
—¿Oh de verdad? —sonrió —entonces le queda grande hablar de hipocresías y mentiras ¿no cree? —Ethan y Mía se quedaron callados escuchando todo. —La diferencia entre usted y yo es que nunca utilizaría a nadie para lograr mis metas. No le prometería falsas ilusiones y tampoco le diría palabras que no siento.
—¿Tu que sabes? —se levantó y colocó las manos en la mesa.
—Oigan basta —dijo Ethan al ver que las cosas no iban bien.
—Se amar, se querer, se lograr todo lo que quiero solo. ¡Cosa que tu no sabes! —se levantó y se acercó a ella.
—¡Ja! ¡no tienes idea de lo que es amar! ¡tu no sabes que es eso!
—¡¿Perdón?! ¡yo te amaba! ¡te quería tanto que nunca dudé de ti! ¡confie en ti aún con todos esos mensajes diciéndome que me usabas! ¡siempre creí en ti!
—¡Mentiroso!
—Inuyasha —Mía se levantó para intentar calmarlo.
—Aquí la única que miente y juega sin pensar en el corazón de los demás eres tú. No sabes como se siente que te utilicen y descubrirlo en la forma en como lo hice.
Iba decirle más, iba gritarle todo de una vez cuando se nuevo la mano de Mía calmo su ira. Y la vió, allí con los ojos cristalinos y la nariz algo roja a punto de ¿llorar?
—Ya basta Inuyasha —Ethan se enojo —déjalo así.
—Vámonos Mía —la agarró de la muñeca y salió del restaurante.
—Cielos —regresó a su asiento —que bien que solo se reservó el restaurante para nosotros. Si tienes cosas que decirle... no te las guardes más.
—Él habla como si supiese lo que siento. El no sabe que esto me esta matando poco a poco. El... el no lo sabe... —cerró las manos —no tiene idea de nada...
—Solo ignoralo Kagome. Es un egoísta que solo piensa en el.
—Pero —Ethan miro a Kagome bastante afectada —tiene razón... Inuyasha tiene razón...
Inuyasha caminó fuera del restaurante enojado. Estaba furioso.
—Inuyasha...
—Ella me a roto el corazón... aún así... sigo amandola con una intensidad increíble.
Mía se sintió algo triste pero negó con la cabeza intentando no pensar en ello.
—¿Por que no hablan y arreglan sus cosas?
—¿Que cosas? Esa mujer nunca sintió nada por mi. Yo —miro al cielo lleno de estrellas —yo realmente la quería y deseaba permanecer toda mi vida a su lado. Pero—
—Tal vez tienes que concierne alguien —dijo avergonzada —date la oportunidad de conocer a otras chicas.
—¿Conocer otras chicas? Todas me quieren por mi dinero, no les importó yo o lo que siento.
—Tu me interesas como eres —Inuyasha se giro y la miro a los ojos —no necesito nada más. Ni tu dinero y tampoco te usaría para algún propósito.
—Mía...
—No tienes que darme una respuesta ya. Puedes pensarlo cuanto quieras. No tengo prisa.
—Yo amo a Kagome... no creo que—
—Piénsalo
Kagome salía del restaurante viendo absolutamente todo. Mía estaba buscando la oportunidad de que Inuyasha se fijase en ella.
—Yo no te quiero por tu dinero o por tu posición. Te quiero porque veo en ti un chico que ama incondicionalmente y porque lucha por lo que quiere.
Ethan salió viendo todo también con las manos en su nuca sujetando su cabeza.
—¿Vas a pensarlo?
«No me amas... por eso no vas a dudar en darle una oportunidad... »
—Lo pensaré...
Si no hacia algo perdería a Inuyasha. Pero mientras el no hiciese nada... ella tampoco lo haría.
Se que hay muchos líos que saber y todo eso. Pronto todo va solucionarse y también llegará a su final.
Por eso quiero agradecerles el apoyo enorme a la historia. Me han hecho muy feliz ❤
Los estaré leyendo ❤📖
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