42°

Los cinco junto con sus nuevas compañeras estaban frente al consejo estudiantil y el director el cual ante tanta tensión comenzó a sudar.

—Bien, lo escucho —dijo ella mirándolo de mala forma cosa que el correspondió mirándola mal también.

—Quiero... no... exijo que las diez reglas sean eliminadas. Son una basura y ante todo son estúpidas.

—Me niego —contestó ella —las diez reglas podrán parecer estúpidas y basuras para usted. Pero es la forma correcta para que todos sigan las normas como son.

—¡Objeción! —alzó la mano Miroku.

—Usted no tiene permitido dirigirse a mi. Ni usted ni ninguno de sus amigos. Pensé que ya lo sabía —le habló Kagome e Inuyasha no entendió nada.

—Esas diez reglas están hechas para ustedes. Para su beneficio. No aportan nada en la escuela ni en los estudiantes, solo los ayuda a ustedes y es injusto.

—¿Considera usted que tener algo de respeto es injusto?

—No, considero que es injusto que hagan todo por miedo.

—¿Disculpe?

—Si, porque bien saben que sin el apoyo de los maestros y el director ustedes no serían nadie. Estarían como hace un año —miro enojado a Kagome —buscando y haciendo cosas para poner a el más grande a su favor.

—Las diez reglas no serán eliminadas. No haré lo que un par de vagos les de la gana.

—Entonces le advierto que nosotros tampoco haremos lo que un par de engreídos y manipuladores quieran. Ustedes no tienen ninguna fuerza sobre nosotros.

—¿Nos está declarando la guerra Taisho?

—Se la declaramos nosotros y toda la escuela si es necesario. Y si, yo personalmente le declaró la guerra a usted, señorita. —Inuyasha sonrió y Kagome hizo lo mismo.

—No va ganar, se lo advierto.

—Usted parece no conocer cuanto poder puedo obtener.

—Ni teniendo todo el poder del mundo podrá ganarme.

—Ni usted tampoco, no volverá a vencerme o a hacer lo que quiera conmigo una segunda vez.

Se levantó de la mesa y abrió la puerta para salir mientras sus amigos lo siguieron. Kagome tomó aire y lo expulsó.

—Kagome...

—Necesito salir un rato —se levantó y salió del salón.

Su mente estaba hecha un lío. En su mente había un laberinto y ella estaba dentro de el sin poder salir.

Inuyasha llegó hasta la enfermería para ver como iba la chica.

—Despertaste —se sentó a su lado —vaya que susto me has pegado. Por suerte pude atraparte.

—Ah... gracias —agachó la vista —lamento la molestia.

—Oh vamos no fue ninguna molestia. Por el contrario, me alegró el haber podido ayudarte. Ah, ahora que lo pienso, nunca te habia visto. ¿Eres de segundo o tercer año?

—De tercero

—Ah, ya entiendo.

—¿Como te llamas?

—Inuyasha, Inuyasha Taisho —sonrió —¿y tu?

—Eh... yo... soy Mía... —se sonrojo ante su clara timidez.

—No seas tímida, ahora somos amigos, espero y nos llevemos bien.

—¿Amigos?

—Claro o... ¿no quieres?

—¡Sin quiero!

Kagome caminó hasta pasar por el salón de la enfermería donde la puerta estaba algo abierta y vió a Inuyasha con la chica que se había desmayado.

—Me disculpo contigo... —dijo el mirando al suelo —lamento la indiferencia con la que Kago... digo... la presidenta del consejo te trato. —Kagome prestó atención a lo que él decía —Ella en el fondo es muy dulce.

—Tu... pareces conocerla...

—Pensé que la conocía... pero ahora... ahora no se que le sucedió...

Kagome frunció el ceño enojada. ¡El más que nadie sabía lo que le había sucedido!

—Espera un momento... tu estas en tercer año... tu debes saber que le pasó.

—Lo siento... yo recién me cambie a esta escuela.

—Ah... entiendo...

—¿Tu la quieres?

—No... yo no la quiero —Kagome continuó caminando hasta irse —yo la amo que es diferente. Pero... lo nuestro no tiene futuro...

Mientras Kagome caminaba hasta el salón vio a Kikyo frente a la puerta junto con Sango.

—Kagome ¿podemos hablar?

—Presidenta —contestó Kagome a Kikyo

—Presidenta... nosotras... queríamos disculparnos contigo... por todo lo que pasó antes... y... queríamos saber si... podríamos volver a ser amigas. Estamos arrepentidas de todo lo que pasó... y de haberte dejando sola...

—¿Creen que las necesito? ¿o que quiero ser su amiga?

—¡Pero!

—Yo no las necesito. No las necesito ahora. Ustedes se fueron cuando más falta me hacían. Por eso ustedes para mi no tienen ningún signidicado y tampoco tienen valor.

—Eres horrible —contestó Sango —solo queríamos arreglar las cosas. Realmente sabemos que lo que hicimos estuvo mal pero—

—Ya dije mi última palabra.

—¡Por eso estas sola! ¡porque eres una arrogante!

—¿Que demonios estas diciendo tú? —apareció Ethan —ustedes ¿que demonios hacen hablándole a Kagome? ¡¿no les quedó claro que no pueden dirigirse a ella?! Zorras

—Cierra la boca —se defendió Sango —solo veníamos a disculparnos. —Inuyasha vió el escandalo y decidió acercarse.

—¡Falsas! Esas disculpas son falsas y solo lo hacen para molestar a Kagome. Pero les dire una cosa —los demás del consejo aparecieron detrás de ellos —Kagome no está sola. Ella ahora tiene quien la defienda. Nosotros la defenderemos de todos ustedes. Nunca más, le harán daño otra vez.

Ella paso por frente de ellas para entrar al salón seguida de sus compañeros.

—Sango, Kikyo, ustedes ¿que hacían?

—Inuyasha —se giraron al verlo —nada, una estupidez.

—¿Por que se disculpaban con ella? Desde que llegue me di cuenta de que ustedes ya no eran amigas de Kagome. Y sacando el tema de su plan... ustedes...

—Fue por el plan. Eso es todo.

—Algo esta pasando aquí. Y no descansaré hasta descubrirlo. Y ruego porque ustedes no tengan nad que ver... porque... no voy a dudar un solo momento en ponerme en su contra. Lo que pasó entre ella y yo no le incumbe a nadie. Entiendo que ese odio que veo en sus ojos es porque la abandone sin pedirle explicaciones pero si llegó a saber que algo más sucedió... oh cielos, lo van a pagar caro.

Kagura se reunió con Miroku y Koga. Las cosas no estaban bien. Así que ella debía mantener el control de todo.

—Inuyasha no puede enterarse de lo que le hicimos a Kagome. ¡No puede enterarse!

—Calmate, y también sé que no puede enterarse de nada. Pero nadie va contarle. Nosotros no lo haremos y la escuela entera detesta a Kagome tanto que dudo que alguien le diga. Además todos estabamos de acuerdo en aquel entonces.

—Tenemos que tener cuidado. Sería una lastima perder a un amigo como Inuyasha por cosas que de cierto modo eran para su beneficio. Miroku, tu eres más cercano a él. Si algo sucede...

—Se que si el se entera... perderé su amistad para siempre.

Sesshomaru colocó sus manos en sus bolsillos y agarro su móvil.

—Si las cosas se ponen feas. Perder la amistad de Inuyasha será lo de menos.

Gracias por leer la historia y por apoyarla tanto. De verdad ❤ no se que haría sin ustedes.

Los estaré leyendo ❤📖

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