39°
Agradezco el apoyo inmenso a la historia. Realmente nos acercamos cada vez más al final (aunque ahora mismo no lo parezca 😅)
(Hay una pregunta que me gustaría que contestarán los que quieran al final ❤ así que por favor leer hasta lo último)
-Un año Luego-
El Guardia vio como un auto negro llegaba a la mansión de los Taisho y sonrió al ver que eran sus jefes.
Un año y cinco meses luego habían vuelto.
Cuando el auto llegó hasta la puerta el chofer abrió y el hijo salió. Sintió ciertos sentimientos al regresar luego de un año y cinco meses.
-¿Como a ido todo por acá?
-Bien joven -sonrió -todo a ido muy bien.
-Me alegra oír eso.
-¡Ah! ¡joven!
-Si diga -se giro para ver al chofer.
-¿Es verdad que van a vender la casa? Verá -se sintió avergonzado -yo... mantengo a mi familia gracias a este trabajo. Y...
-No hay duda de que vamos a vender. Hay varios compradores interesados en la casa. Pero tranquilos, nosotros dejaremos referencias de ustedes y hablaremos con su futuro dueño para que los deje trabajar.
-Gracias joven... aunque siendo sincero... esta casa... sin sus dueños verdaderos no será lo mismo -Inuyasha se sorprendió y el hombre se subió al auto para estacionarlo.
Se sintió mal y abrió la puerta. Tenía una gran mudanza y muchas cosas para llevar. Se tomaría un descanso, tanta ahora de vuelo lo habían puesto en mal estado.
Se quito las gafas de sol y tropezó con algo en el suelo.
-¿Y esto? -se agachó y vio la caja -cielos, tiene muchísimo polvo. Se supone que las empleadas debían mantener la casa limpia.
Abrió la caja y una ola de recuerdos llegó a su mente.
-Son las cosas de la escuela -vió su abrigo y sonrió -espera un momento -buscó en el bolsillo el anillo -aquí está -abrió la caja -¿donde está el anillo? -lat cartas estaban allí pero el anillo no -ah... que importa.
Tomó la caja en sus manos y subió a su habitación con ella para dejarla en el cuarto. Un año y algunos meses desde la última vez que estuvo allí.
«¡Espera Inuyasha!»
Entró a su habitación para comenzar a llorar sintiendo como el coraje lo consumía por dentro.
«Mentirosa, ¡eres una mentirosa! ¡te odio!»
Vio la foto de ambos en la mesita de noche y la agarró para partirla por la mitad.
«¡Me mentiste! ¡aún cuando te lo pregunte varias veces!»
Caminó hacia la foto que todavía estaba allí tirada. Se agachó y la tomó en sus manos. Se sintió triste por ver como había terminado todo de una forma tan triste.
-¿Por que no me dijiste la verdad? Tal vez yo... hubiera podido entenderte. Pero tu nunca me amaste... y por eso no fuiste capaz de decírmelo. Porque tu corazón no sentía nada por ti.
Se levantó dejando la foto encima de la cama. Se quedaría hasta encontrar un comprador para la casa. Luego regresaría para continuar con las clases de baloncesto.
-Hay muchas cosas que mudar y limpiar. Me llevará una eternidad.
Decidió tomar el cuarto de sus padres como el suyo mientras estaba allí y llamó algunas sirvientas para que regresaran a trabajar y limpiasen la casa.
-¡Inuyasha! ¡cerdo asqueroso! ¡Hasta que vuelves! -Inuyasha sonrió y abrazo a Miroku con fuerza.
-Miroku ¡eres un culo! ¡no me llamaste casi nada!
-Lo siento pero las cosas no han estado fáciles.
-Venga siéntate -se sentaron en el sofá.
-Vine tan pronto me dijiste que llegarías hoy. Han pasado tantas cosas, ante todo, ¿de verdad están vendiendo esta casa?
-Si, me quedaré aquí hasta que la casa sea vendida.
-¿Y no regresaras a la escuela?
-Mientras este aquí regresaré a la escuela. El director ya está informado de eso. Y por la cantidad que le pagamos para que me dejara volver esta semana no puso resistencia alguna.
-Tu y tu familia son unos pillos -sonrió -pero me alegra que regresaras. Te hemos hechado muchísimo de menos. Especialmente Kagura.
-Me lo sospechaba. Me envió un mensaje precisamente cuando puse un pie fuera del avión.
-Muere por verte. ¡Ah! En la escuela hay uniforme nuevo, ¿lo sabias?
-Pues el director le había dicho algo a mis padres. Entre tantas prácticas de baloncesto y el modelaje no tuve tiempo para hablar con el. Me dijeron que es muchísimo mejor que el de antes.
-A mi personalmente me gusta. Ya lo veras una vez lo tengas.
-¿Y como están los chicos?
-Bien, Sesshomaru y Kikyo terminaron por hacerse novios. Naraku a subido algo de peso y a disminuido el comer tantos dulces. Koga continua siendo el mismo y yo, ya me vez.
-Me alegra saber que todos estén bien.
-Si, todos lo que te queremos y te apreciamos estamos bien -sonrió para luego agachar la vista.
-¿Que pasa Miroku?
-¿Mañana irás a la escuela?
-Pues mañana mismo no puedo. Todavía no tengo el uniforme y tampoco libretas ni mochila. Dentro de una semana estaré allí.
-Tengo que advertirte algo... las cosas... han cambiado muchísimo...
-¿Que hiciste Miroku? Conozco esa cara y es claro que algo malo hiciste.
-Ah... probablemente lo hice... pero una vez llegues a la escuela lo veras con tus propios ojos.
-Oye, oye, me estas asustando -sonrió -¿a podido con los cinco?
-Eso es lo peor... que a podido con nosotros.
La sonrisa de Inuyasha desapareció y comenzó a preocuparse. Si había alguien que podía contra los cinco chicos más ricos de la escuela, debía ser alguien fuerte. Y en definitiva su rival.
-No podré esperar hasta la próxima semana.
Ante el regreso de Inuyasha, Kagura preparó una fiesta donde estaban todos sus amigos invitados. Entre comida y bebida terminaron por emborracharse.
Los días pasaron e Inuyasha se colocó su nuevo uniforme.
-No está tan mal. Parece la vestimenta de un príncipe. -negro con sus toques dorados y el logo de la escuela en su pecho -o mejor dicho, de una escuela adinerada. -Se echó perfume y agarró su mochila.
Salió del cuarto donde sus amigos lo estaban esperando en el primer piso y al verlo salir Kagura se sonrojo.
-Se ve increíble -exclamo con las manos en sus mejillas.
-Como era de esperarse del líder -Miroku sonrió.
-¿Listos? -preguntó Inuyasha a sus amigos.
Todos aceptaron y se subieron al auto de Inuyasha para ir directamente a la escuela.
-Me sorprendió verlas a ustedes. Bueno, Kikyo no tanto, pero tu si Sango.
-Oh, bueno, tus amigos... me aceptaron en su grupo. ¿Te molesta?
-¡No! -negó con las manos -por el contrario, me alegra que al fin podamos ser amigos. Siempre te veíamos pero nunca interactuabamos mucho contigo... -Sango sonrió avergonzada.
Al llegar a la escuela Inuyasha se dio cuenta de que los colores característicos de la misma habían cambiado. Ahora eran oscuros y aburridos a su parecer.
También habían guardias en la entrada cosa que antes no había.
-¿Que demonios le sucedió a este lugar?
-Y eso que no has visto nada -el chofer abrió la puerta y los estudiantes pronto se acumularon en la entrada.
Un grupo de personas miro como bajaban de la auto e Inuyasha se quedó un momento adentro.
-Has regresado... luego de un año... has vuelto de nuevo. Venga, tienes que ser el mismo de siempre. Aún si la vez y tu corazón se sigue acelerando igual... -tomó aire y salió del auto escuchando los gritos y los aplausos de todos sin entender el porqué.
Inuyasha se sintió feliz y como si ese fuese su hogar.
-Bienvenido de nuevo Inuyasha -le dijo Miroku viendo la cara de su amigo.
Allí como hacia un año estaban los cinco enteros y con algunas nuevas integrantes.
«Es extraño... aún estando rodeado de ellos... y de toda la escuela... me siento incompleto»
Su sonrisa despareció y Miroku se dio cuenta.
-Venga -le golpeo la espalda -¡vamos a dentro!
Ellos entraron seguidos por los demás estudiantes. La escuela lo estaba mirando y estaba felices de su regreso.
Subieron las escaleras y llegaron al pasillo. Aquel donde la había conocido.
«Fue aquí... en este lugar... donde la ví por primera vez»
Se quedó en ese sitio recordando todo. Como si de una película se tratase. Ella estaba frente a el mirándolo sin decirle nada.
-¿Que? Tengo que pasar -sonrojada y haciendo una linda mueca el sonrió -¿podrías moverte?
-Kagome...
Intentó acariciar su cabeza cuando ella se desvaneció y vió a su mejor amigo mirarlo triste.
-Inuyasha... ¿todavía la quieres?
-¿Que? ¡no! es solo que fue en este pasillo donde la conocí. Además... yo no puedo querer a una mujer que me utilizó.
-¡Alla vienen! -se escuchó a una chica y Miroku miro algo enojado.
-¿Que pasa? ¿por que todos se están alineando en las paredes?
-Son ellos. Los que han hecho que esta escuela se vaya a la mierda. Pero ahora tu estas aquí.
Vió a todos colocarse en fila mirando al pasillo y pronto un grupo de chicos comenzó a caminar entre medio de todos.
-¿Quienes son ellos? -le preguntó Inuyasha a Miroku.
-Son los nuevos integrantes del consejo estudiantil.
-¡¿Los nuevos?! ¿y los demás?
-Todos renunciaron y el único que quedó fue Hojo pero se graduó.
-No puedo creerlo.
El chico de cabellera negra y ojos rojos se detuvo frente a Inuyasha.
-Muévete -le dijo mientras los otros dos chicos lo miraban de mala forma.
Los amigos de Inuyasha se colocaron a su lado haciendo prácticamente una barrera.
-No me da la gana.
-Bien, chicos -los otros dos chicos lo golpearon en el estómago dejándolo en el suelo.
Nadie fue capaz de decir nada o de hacer nada. Inuyasha se levantó y miro a todos los integrantes son reconocer a ninguno. No había nadie que el conociera.
El Consejo estudiantil se giro y miro hacia el grupo de Inuyasha. Todos menos ella.
-Espera...
En cámara lenta ante sus ojos la chica se giro y miro directamente hacia el.
Inuyasha la miro sin poder reconocerla. Esa mujer que estaba frente suyo... ¡era Kagome!
-Imposible -lo miro de arriba abajo con repulsión caminó con sus compañeros.
-Son ellos... el nuevo consejo estudiantil. Ellos han sido los que han tomado esta escuela en sus manos. -Inuyasha aún no podía caber en su asombro.
-La presidenta del grupo es Kagome... y también escogieron un presidente. Es el chico que mando a los otros a que te golpearan. -dijo Kikyo.
-Ellos tiene muchísimo poder. Más que el que nosotros teníamos en su momento.
Conoció esa mirada en ella. Era el odio y la rabia que la había consumido por dentro. Esa que había visto en sus ojos cuando se había encontrado con su padre.
«Ella no es la misma»
Su sonrisa, sus ojos llenos de cariño hacia el. Esa dulzura que el había visto. No estaba en lo absoluto.
«¡Se supone que quien debía odiar aquí era yo!»
Negó con la cabeza y se dio la vuelta.
-¿Que diablos paso aquí?
La pregunta es la siguiente...
¿A quien apoyan de los dos? ¿A Kagome o a Inuyasha? O también, si no apoyan a ninguno.
•Recuerden que Kagome se enamoró de Inuyasha aunque al principio todo era un plan pero nunca le contó.
•He Inuyasha se enamoró de Kagome sin embargo al enterarse de la verdad escapo sin decirle nada.
¡Los estaré leyendo! ❤📖
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