Kagome tuvo en sus manos el resultado. Era la presidenta nuevamente. Y todos sus amigos, menos Hojo, habían ganado de nuevo.

—No puedo creerlo. Soy presidenta de nuevo. Ahora que lo pienso... estos cinco meses han pasado tan rápidos.

Había encontrado amigas y amigos. Lo que parecía un desastre en el principio por los cinco, ahora era increíble. Pero sobre todas las cosas el estar al lado de Inuyasha era la mejor de ellas.

Era feliz.

—Felicidades mi amor —la abrazo por la cintura —te dije que volverías a ser presidenta.

—¿Como lo hiciste?

—¿Eh? Yo no hice nada. Todos saben que si tu no estás frente a la escuela esta se caería a pedazos.

—Eres un tonto —dejó el papel en el escritorio.

—Me alegra que Hojo ya no se parte del consejo.

—Inuyasha —le pegó con el codo.

—No puedo ocultarlo. Jamás me agrado que estuviera tan cerca tuyo. Siempre estaba interfiriendo entre nosotros. Ahora no hay posibilidad de que lo haga. Aunque...

Miro el papel los nombre y descubrió uno que definitivamente detesto.

—¡¿Como es posible que el este ahí?! —se alejó bruscamente.

—¿Quien?

—¡Yuudai!

—Oh —Kagome sonrió al imaginarse lo celoso de su novio.

—¡¿Oh?! ¿estas contesta de que el este aquí? ¡viene por ti!

—Inuyasha, deja de pensar eso.

—Es cierto —Yuudai entró al salón —lastimosamente este chico tiene razón —le colocó el brazo en la cabeza.

Inuyasha saltó hacia el otro lado como un gato.

—Basura humana

—Hola, mocoso —sonrió y le dio la espalda —hola niña bonita —tomó su mano y le depósito un beso —mucho más hermosa con el uniforme que sin el.

—¡Bastardo no la toques! —se colocó frente a Kagome —no quiero que te le acerques ni un centímetro.

—Shhh, callate. Soy parte del consejo estudiantil ahora.

—¿Te mudaste de escuela?

—No —sonrió —en realidad mi hermana ayudó un poco para que tomara la clase de inglés en esta escuela. Así que estoy matriculado en dos escuelas.

—¿Eso se puede? （￣＾￣）

—¡Claro que no! ⋌༼ •̀ ⌂ •́ ༽⋋

—Bueno, has las pataletas que quieras. Solo quería verte bonita Kag. Nos vemos luego —le tiro un beso e Inuyasha comenzó a gruñir.

—¡Ese imbécil!

Kagome se quedó pensando en como era posible estar en dos escuelas al mismo tiempo. Era algo que en su mente no cabía.

—Es extraño —se colocó un dedo en el mentón.

Por otra parte en el pasillo estaba Kikyo junto con Seshomaru lista para hablar con el.

—Quería que fuese en un mejor lugar pero creo que esta bien para lo que quiero decirte.

—¿Si?

—Sesshomaru... me gustas muchísimo. Pero entiendo que confundí las cosas y... quiero disculparme y dejarte saber que definitivamente voy a olvidarte.

—¿Eh? ¿de verdad?

—Si, yo... quiero poder comenzar de cero. Quiero conocer alguien que sienta lo mismo por mi y esta vez ir despacio. Sin ningún tipo de prisa. Así que... —extendió su mano —seamos amigos de nuevo y olvidemos que todo esto paso.

Sesahomaru miro la mano y la extendió cuando se detuvo y miro a Kikyo.

—No quiero eso.

Abrió los ojos y lo miro impresionada.

—¿Sesshomaru?

—Creo que podríamos darnos una oportunidad. Yo, realmente no se que vistes en mi pero creo que soy afortunado que te fijases en mi. Teniendo a tantos chicos, me has escogido a mi... así que... creo que puedo dejar mis libros por un rato y concentrame más en ti.

—¿Estas hablando en serio? ¿no estas jugando conmigo?

—¿Por que debería? —movió su cabeza hacia el lado.

Kikyo no supo si llorar o reír de la emoción. Debía ser una broma. No podía creerlo.

Sesshomaru recordó por completo las palabras de Miroku y el cual le había llevado a tomar la decisión de darse una oportunidad con Kikyo.

—No puedes dejar que una mujer como ella se vaya. Yo daría lo que fuese porque ella se fijase en mi. Es una mujer sencilla y fabulosa por donde la veas. Si tu... la dejas ir... no creo que des capaz de perdonarte.

—¿Entonces?

—¡Reacciona Sesshomaru! —tomó aire y lo expulso —hazla feliz. Mira... Kikyo es modelo y ella se fijó en ti. Una mujer así como ella no la encontrarás en cualquier parte. Cuídala y hazla la mujer más dichosa del planeta. Ya dos hombres le rompieron el corazón y no pude hacer nada para evitarlo... así que por favor...

Ella lo abrazó con miedo y este no fue capaz de responderle al instante.

Esa semana fue declarada por Kagome como la mejor de su vida. Todo parecía tan perfecto que sentía que en algún momento todo se iría al traste.

—¡Vayamos a comer todos pizza! ¡nosotros invitamos! —exclamó Miroku.

Como dijeron todos fueron a comer pizza juntos. El Consejo estudiantil y los cinco habían logrado ser amigos. Y era un logro.

Un logro estudiantil y para ella misma.

Había logrado abrirse a otros y tener amigos. Todo a su alrededor era increíble.

—¿Que tienes Kagome? —preguntó Sango

—Solo estaba pensando que en cinco meses han pasado tantas cosas. Yo... tengo amigos y me siento muchísimo mejor conmigo misma. Pero ante todo —miro a Inuyasha robarle un pedazo de pizza a Naraku —tengo a Inuyasha.

—Todo lo que tienes es gracias a que te has esforzado mucho por cambiar. Y a Inuyasha que a estado ahí contigo.

—Mis hermanos, ustedes y hasta los mismos alumnos. Todo es tan diferente ahora.

—No lo pierdas —sonrió —momentos como estos no volverán nunca.

Lo supo. Supo que si perdía todo no sería capaz de levantarse otra vez. Ella se había acostumbrado a ello y no sería fácil revólver el pasado y regresar.

—Gracias por traerme a casa —agradeció frente a la puerta.

—Mañana no llegues tarde Kagome. Recuerda que la cena es a las ocho.

—De acuerdo

Se quedó mirándolo como una tonta y el se sonrojo sin saber porque.

—¿Que pasa?

—Solo miraba lo maravilloso que es el mundo y su alrededor cuando estas conmigo.

—¡Kagome! —la abrazó con fuerza —es lo más hermoso que me has dicho. ¡Te amo!, ¡te amo!, ¡te amo!

—Gracias por amarme tanto Inuyasha.

Ese abrazo que lo sintió como una despedida. No supo porque se sintió de esa forma y porque ese abrazo específicamente lo sintió tan especial. Pero no quiso soltarlo.

—Nos vemos mañana —le besó la frente y luego los labios —te estaré llamando.

—De acuerdo —sus manos se se separaron.

Lo vió caminar de forma lenta y perderse en la oscuridad.