Las palabras de Inuyasha se escuchaban claras en su cabeza. El no la conocía, no sabía nada y hablaba como si supiese todo sobre ella.

-Es un idiota -Abrió la puerta de su casa cuando el olor a quemado llegó a su nariz.

Supo que su hermano estaba cocinando.

-¡Bankotsu! -gritó a todo pulmón.

-¡Llegaste Kagome! -salió con un delantal su hermano mayor.

-¡¿Intentaste cocinar de nuevo?! -Preguntó molesta.

-Todo salió mal -Dejó el cucharón cerca de la olla.

La cocina estaba llena de humo y la estufa completamente sucia.

-No sabes cocinar. ¿Cuantas veces tengo que decirlo? -Apago la estufa.

Bankotsu noto que su hermana decaída y algo molesta.

-¿Paso algo? -Preguntó y ella lo observo para negar con la cabeza.

-Nada... subiré a mi habitación. Luego iremos al súper, ¿si? -Este aceptó observandola y claramente preocupado.

Intento que las palabras de Inuyasha no la afectasen. Pero realmente el podía llegar hasta ella.

Después del baño ella y sus hermanos salieron al supermercado. Su mal humor se había ido gracias al baño así que su mente estaba libre para pensar y analizar que hacer en contra de Inuyasha.

-Ese perro y sus compañeros patéticos... -Su cara se arrugó. -El simple hecho de pensar en el...

-Deja de pensar en mi cariño. -Escucho y observo detrás suyo.

-Tu... ¡¿Que diablos haces aquí?! -Exclamó molesta de nuevo.

-¿Que crees que puedo hacer en un supermercado? -Sonrió -Simplemente nos encontramos de nuevo, pura casualidad.

No le creyó, pero quiso mantenerse distante así que comenzó a caminar intentando alejarse lo más rápido posible.

El noto lo que hacia así que decidió seguirla. Realmente le gusto aquella cara molesta suya.

-Deja de seguirme. -Le dijo bastante molesta y el nego con la cabeza.

-Estoy viendo que voy a llevarme. -Le saco la lengua adelantándose un poco.

Sota llegó corriendo con una bolsa de dulces y Kagome nego rápidamente.

-¡¿Puedes comprarlos hermanita?!

-No, sabes que el azúcar te hace mal. -Inuyasha agarro la bolsa.

-Llevalo, yo lo pagaré por ti. -Se colocó frente a el intentó quitarle los dulces.

-¡Ni se te ocurra! ¡no te metas en mi vida ni en la de mi familia! -El la tomó de la cintura y ella se mantuvo quieta.

-Shh cariño -Quiso alejarse pero no pudo.

Prácticamente su nariz rozaba la del chico y pronto su corazón comenzó a latir.

-Sueltame... eres un pervertido... -No pudo evitar mirar sus labios y sus ojos.

Sin que ninguno se diese cuenta Sota fue en busca de su hermano mayor.

-Kagome -Bankotsu aparició y ambos se alejaron de golpe.

-Ahh... si... -Bankotsu observo de mala manera a Inuyasha y este no se quedó atrás.

-¿Que sucede con el? -señaló a Bankotsu, Inuyasha.

-Nada, tranquilo, es solo un compañero de escuela. Nada más. -Sonrió nerviosa.

-No tienes porque darle explicaciones a este tipo. -Habló Inuyasha. -¿Que te importa lo que haga con ella? Mejor este la vuelta y regresa por donde viniste.

-¡Callate! -Le dijo Kagome molesta. -Vámonos Ban, no hace falta que te peleen. -Comenzó a caminar pero su hermano mayor no se movió.

-¿Quieres pelear mocoso? -Inuyasha sonrió y se puso en posición para pelear.

-¡Estoy listo!

Ambos se observaron esperando al primer ataque. Sin embargo Kagome fue capaz de detener a su hermano.

-¡Sucifiente Bankotsu Higurashi! -Lo golpeo en la cabeza.

-¡Kagome! -Comenzó a tocarse. -¡Duele! -Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Inuyasha guardo silencio impresionado. Incluso parpadeo dos veces antes de poder creerlo.

-Bankotsu... ¿eres Bankotsu Higurashi?

-¿No escuchaste? Obvio soy Bankotsu. -Removió sus lágrimas. -¿Algún problema con eso?

Inuyasha sonrió y negó con la cabeza emocionado. La familia pago y salieron del supermercado.

-¿De verdad? ¿conoces todas mis peleas? -Pregunto Bankotsu mientras Inuyasha le hablaba emocionado.

-¡Soy tu mayor admirador! -Sonrió y ambos comenzaron a reír.

Kagome suspiro resignada. De tantas personas en el mundo, Inuyasha estaba allí, y era realmente fan de su hermano.

-Estoy maldita- Susurro y su hermano sonrió.

-Me agrada Inuyasha hermanita. -Ella hizo una mueca de molestia.

-Claro, porque te compró muchos dulces.

-También porque se lleva bien con Ban y conmigo. Creo que harian una bonita pareja.

-No digas tonterías. Aún eres pequeño. No sabes muchas cosas. -Dijo un tanto irritada.

Su hermano corrió hacia Inuyasha y está solo continuo caminando callada. Inuyasha se percató de que ella llevaba muchas bolsas así que decidió ayudarla y llevar otras el.

-No es necesario. -Hizo saber y el la ignoro.

El continuó caminando a su lado callado y ella solo hizo lo mismo. Escucho a su hermano reír y hablar con Inuyasha mientras Bankotsu prácticamente ya lo había aceptado.

Realmente se llevaban muy bien a pesar de ella no soportarlo.

Llegando a su casa Bankotsu tomó las bolsas y dejó a su hermana con Inuyasha.

-Gracias -Le dijo un tanto obligada por la situación.

-Vamos cariño, no tienes que fingir conmigo. -Sonrió

-Hasta mañana. -Se giro cuando este la tomo de la muñeca.

Se sintió algo nerviosa y no supo que hacer. Podía luchar con el mientras no se acercase... pero así... así ers imposible.

-Se que se escuchará loco... pero realmente me estoy interesando en ti. -Ella observo al suelo. -Ya se que no te gusto ni nada de eso. Pero no puedo evitar lo que esta naciendo dentro de mi por ti.

-Será mejor que lo hagas. Olvidate de eso y dejame en paz. -Intento alejar se pero este la tomo de la cintura. -¡Sueltame!

-¿Y si no lo hago? -Le preguntó.

-El único que va sufrir aquí eres tú. -Le dijo y este sonrió.

-Entonces me arriesgare. -Habló cuando sin pensarlo mucho la besó.

Lo golpeo, intentó alejarlo pero este no se alejo de ella.

Sintió la lengua de este rozar la suya y lo golpeo en el pecho para alejarlo. No era dulce. Era una mezcla entre desagrado pero a su vez había otra cosa que la hacia enojarse consigo misma por sentirlo.

"No... él no... esto no debía ser así. ¡Él no podía ser mi primer beso! Algo así... él no puede robarlo... "

Lo apartó cuando sintió la cachetada que se le haría costumbre con el tiempo.

-No hagas eso... -agachó la cabeza -alguien tan repugnante como tu... no tiene el derecho de besarme...

-¿Me consideras repugnante por eso?

-¡Eso es lo que eres! -lo miro fijamente -alguien que toca a las mujeres sin ser nada suyo. Que hace lo que quiera con quien quiera... eres malo, eres un perro que no tiene control de lo que hace. Dice cosa sin saber lo que verdaderamente siente... ¡te detesto! ¡detesto todo de ti! ¡eres el tipo de hombre que más detesto en la vida! ¡y escuchame bien perro Taisho! ¡Yo jamás me fijaré ni caeré en tus redes!

-Oh bien... ya que lo has dicho tu misma... procura recordar tus palabras presidenta. Porque antes de que nos graduemos dejaras de ser presidenta. Y haré que te saquen de la escuela de la misma forma que quieres sacarme tu a mi... a patadas. Nuestra verdadera rivalidad comienza mañana presidenta.

Se dió la vuelta y se despidió con la mano para irse.

Entró a su casa para ti al baño y lavarse la boca pero esa sensación no se iba.

-No se va... -se tocó los labios -eres un desgraciado... pero no voy a caer... no voy a dejar que me ganes. Aún incluso si esta sensación se hace cada vez más necesaria... no voy a caer.

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Nuestra Kagome esta segura de que no caerá en las redes de nuestro perro. ¡No estés tan segura Kagome! ¡amaras a ese perro más de lo que imaginas! ❤

Gracias a los que están apoyando esta nueva historia. Se vienen muchas cosas (๑>◡<๑) nuestro perro va poner a temblar a la fría presidenta.

No olviden apoyar con un comentario y una ★. Me ayudan mucho cuando comentan porque me hacen saber si les gusta la trama y como va todo.

Ahora si nos leemos pronto 📖❤