25°

-Bankotsu...

Después de tantos años allí estaba el hombre que había destruido a su familia por otra mujer.

-Te acabo de preguntar ¿como estas? ¿como han pasado los años en ti?

-No puedo creer que realmente los estoy viendo de nuevo. Todo parecía que jamás lo haría...

-Se suponía que debía ser así. En el orden natural de las cosas, no debíamos encontrarnos nunca. Pero ya vez.

-Co... ¿como esta su madre?

-No lo se, hizo lo mismo que tu pero con la excusa de que se iría del país para trabajar. Al final, como tu, se olvido de sus hijos. Ya tu debes saber de eso.

-Bankotsu, las cosas no fueron así.

-No quiero explicaciones. Más bien, regresa a tu casa y no aparezcas más. Ve con tu mujer. -se dio la vuelta.

-¡Ban! -Sota corrió hacia el -tengo hambre.

-Vale, vamos a comer algo.

-¡Bankotsu! -escuchó y se detuvo mirando a Sota -¿cuanto tiempo se van a quedar aquí?

No se preocupó por Sota. Cuando su padre se fue el era un recién nacido. No tenía idea de que su padre existía.

-¿Para que quieres saber eso?

-Porque quiero hablar con ustedes. Hay cosas que necesito que sepan de todo esto. Ustedes son mis-

-No hay posibilidad. No por mi, si no por Kagome. Definitivamente diga lo que diga, ella no va perdonarlo.

-¿Quien es ese hombre Ban? -pregunto Sota y el mayor sonrió.

-Nadie de importancia. Vamos -lo tomó de la mano y caminaron hacia el restaurante.

Kagome se encerró en el cuarto. Fue un shock volver a verlo después de tantos años. El causante de que su familia se hubiese hecho pedazos estaba de regreso.

-Aome -tocó la puerta Inuyasha -¿podemos hablar?

-Dejame sola Inuyasha.

-Cariño, no se que pasó. Pero quiero que me expliques. A lo mejor puedo ayudarte.

-¡No hay forma! ¡tu eres el culpable! ¡ese hombre de allá abajo... ¡ese es el hombre que me abandono! ¡es mi papá! -dijo molesta pero sin soltar una sola lágrima. -¡y tu lo trajiste aquí! ¡idiota!

Uh, dolía. Le dolía hasta el alma. Tanto que no es capaz de hablar ni decirle algo. El no sabía que era su papá, pero se sentía culpable.

-Hablemos ¿si?

-¡Largate! ¡no quiero verte! ¡te odio!

Se sento en el suelo y tomó aire para expulsarlo.

-No me iré -dijo -me quedaré contigo. Lo siento... no sabía que era él.

La mente de Kagome estaba hecha un lío. Era como si todo su mundo se hubiese caído a pedazos. De ese fondo oscuro del cual le había tocado salir, se había dado cuenta que todavía seguía allí. No se había ido.

-No es justo -susurró cubierta por la gran sabana blanca -pensé que lo había superado... pero... no soy capaz de avanzar. El pasado no me deja caminar.

Bankotsu subió por el ascensor para llevar a su hermano dormido a la cama. Vió a Inuyasha sentado y dormido en el suelo al lado de la puerta de Kagome.

-Kagome -dijo y abrió la puerta de su cuarto para dejar a Sota.

Tocó la puerta pero ella no abrió. Sabía que algo así sucedería si su pasado regresaba.

-Lo siento Kagome -escuchó y miró a Inuyasha hablar dormido. -No me odies...

Noto como este había estado llorando. Y supo que su hermana había hablado de más.

-Kagome, abre -le dijo algo enojado -sal de ahí.

-¡No quiero!

-Ese hombre ya se fue. Si no abres destrozaré la maldita puerta. Y sabes que soy capaz de hacerlo. -Enojada se levantó y abrió la puerta viendo a su hermano.

-¿Que?

-Mira -señaló a Inuyasha -¿que crees que estas haciendo?

-Voy a cortar con Inuyasha.

-¿Y eso porqué?

-¡Porque el tiene la culpa! -regresó a la cama -¡el trajo a ese hombre hasta acá!

-Kagome -Bankotsu entró a la habitación y se sentó a su lado -¿estas escuchandote? Estas diciendo tantas tonterías que comienzo a pensar que de verdad no has cambiado nada. Kagome ¿de verdad crees que Inuyasha conocía a papá? No tenemos una sola foto de el en toda la casa.

Miroku llegó a su cuarto cuando vio a Inuyasha en el suelo y corrió hacia el.

-¡Oye! -lo movió un poco -Inuyasha... -Abrió los ojos -¿estas bien?

-Miroku... vamos a beber... quiero emborracharme...

-¿Te peleaste con Kagome?

-Esa mujer -se levantó -me odia. Y tiene la razón para hacerlo.

-¿Que? No entiendo nada.

-Te explicaré en el camino -miro hacia la puerta y decidió irse.

Daba lo mismo, ella no lo escucharía.

-El lo hizo para lastimarme. Inuyasha lo hizo por que esta dolido por todo lo que pasó con Hojo. ¡Lo odio!

-¡Basta! -la tomó por los brazos -¡¿no fue a ese hombre a quien te le entregaste a noche?! ¡ese hombre te ama más que a el mismo!

-¡Lo estas defendiendo!

-¡Si lo hago! ¡lo hago porque no puedo ver como hieres a otros! ¡Kagome! Inuyasha no es papá, el jamás te haría daño. ¿No crees que esto es una prueba del destino? Que precisamente Inuyasha, el hombre que te ama, ¿se haya encontrado con nuestro padre? ¿No piensas que tal vez pasó porque es el momento de perdonar?

Un balde de agua fría cayó sobre la cabeza de Kagome haciéndola regresar. Su hermano tenía tanta razón. Había visto solo el lado negativo del asunto.

-Bankotsu... me siento mareada.

-Oh cielos -sonrió y la recostó a su lado -debes disculparte con Inuyasha.

-Lo se

Inuyasha bebió y bebió hasta que no podía ni caminar. Y Miroku estaba de la misma forma. Pero él, al menos, podía caminar.

-¡Otro trago! -exclamó mientras se reía -¡vamos a beber hasta que amanezca!

-¡Eso! -brindaron y se tomaron otro hasta el fondo.

-¿Sabes? Hoy, hoy acabo de confirmar que Kagome no me quiere nada -sonrió -esa mujer, tiene mi mundo de cabeza ¿sabes? -le pasó el brazo por el cuello de su amigo -pero yo a esa mujer la amo -le revolco el cabello a su amigo -y no se que hacer.

Miro el lugar donde todos bailaban. Exactamente allí estaba Kagome en las piernas de un hombre.

-¡Kagome! -se levantó tambaleándose -¡tu eres mía! -tomó a la mujer de la muñeca.

-¡Sueltame!

-¡Oye mocoso! -agarró a Inuyasha de la camisa -¿que crees que haces?

-Pues me llevó a mi mujer -miro hacia la dirección y Kagome desapareció -¡oh mierda! ¡esa no es mi mujer! -comenzó a reírse -¿y usted? ¡suelteme! -lo empujó.

Miroku con su vista hecha mierda miro hacia Inuyasha.

-Esa mujer, no le llega ni a los talones a mi Kagome. Esa si es una mujer.

-¡Mocoso ignorante! -le golpeo en el rostro.

Inuyasha tampoco se dejó y golpeo al hombre.

-¡Presidenta! ¡tenemos problemas! -entró Jakotsu corriendo y Kagome se preocupó.

Se vio a Kagome correr hacia la salida cuando tropezó con su padre y este la agarro de los brazos. Su rostro preocupado lo preocupó como nunca en su vida.

Sus amigos no estaban así que temia que ellos también estuviesen involucrados en la pelea.

El Consejo estudiantil salió corriendo hacia el bar que por suerte no estaba lejos. Al llegar todo estaba hecho un caos. Todos estaban agitados y se vió a la policía llevarse algunos hombres.

Vió a los cinco golpeados y se acercó a ellos.

-¡InuYasha! -se agachó hasta Inuyasha -mira como estas. ¿Que hiciste?

-¡Tu no me quieres! -dijo borracho -¡me odias! Yo... ¡yo no sabía que ese hombre era tu papá! ¡si lo hubiera sabido jamás te lo hubiera presentado! Yo sé... yo se lo mucho que te duele el tema de tu papá... -Kagome lo miro y no pudo evitar sentir ternura -yo te amo -se colocó la mano en su corazón -este corazon ya no late por mi... lo hace por ti... y es injusto... porque quiero que el tuyo haga lo mismo.

-Inuyasha -lo abrazo -lo siento -susurro en su oído -lo que dije hace un rato... perdóname... yo no quería lastimarte. Te quiero... te quiero muchísimo.

-Kagome, te vez bonita con el uniforme de la escuela. -dijo mientras le tocaba la falda -te amo -ella se alejó y quiso besarlo pero todos los observaban.

-Oye -Sango se colocó al lado de Miroku -estas sangrando.

-Oh no lo sabía -dijo irónico.

-Toma -le entregó un pañuelo -limpiate.

-¿Y tu desde cuando te preocupas por mi? -pregunto.

-No lo uses entonces, pedazo de idiota. -intentó guardar el pañuelo pero este lo agarró.

-Ven -sus amigos ayudaron a Kagome a levantar a Inuyasha y este le pasó un brazo por los hombros a Kagome -vamos al cuarto.

-¿Vamos hacer el amor? -le agarró un pecho.

-Si lo que tu quieras pero vámonos -dijo avergonzada y comenzó a caminar.

-Vámonos también -habló Sesshomaru.

-Oh, estas sangrando -Kikyo agarró una curita -acercate -Sesshomaru se agachó un poco y esta le colocó la curita.

-Gracias -miro hacia Miroku -ah, Miroku también está herido.

-¿Eh? -caminó y con una sonrisa le colocó una curita -ya no dolerá. Bueno, mantendrá la sangre.

Las mejillas de Miroku se colorearon y miro a otro lado.

InuYasha y Kagome caminaron hacia el hotel mientras el chico cantaba entre medio de gemidos por el dolor de los golpes.

-Tendremos que llamar a un doctor. Hay que estar seguros que no hay hemorragias ni algún hueso fracturado. -Llegaron al cuarto y lo recostó a la cama.

-¿Porque no me curas tu? -dijo con picardía -me quitas la ropa y luego me besas. Así me sentire muchísimo mejor.

-Estas borracho -le quito los zapatos -ven, vamos a que te duches.

-Bañate conmigo -la agarró de la muñeca -no te puedo hacer nada porque estoy herido.

-Tu ni estando así te controlas -sonrió

-Anda -se levantó -¿si?

Kagome miro a otro lado y terminó por bañarse con el. Después de todo InuYasha necesitaba su ayuda y ella con muchísimo gusto lo ayudaría.

Ya en la cama y luego de que el doctor lo chequeara InuYasha quedó rendido y Kagome miro la luna. Sintio a InuYasha moverse y sonrió para cubrirlo con la sabana.

-Para poder amarte... tengo que sanar las heridas del pasado... te mereces que te ame por completo -se acercó y colocó su cabeza en su pecho -eres tan lindo -le beso la cabeza.

Mañana ella y sus hermanos hablarían con su padre. Y sería capaz de perdonar. Aún si le era difícil. Tenía alguien por quien cambiar.

Quiero continuar agradeciéndoles por el apoyo. También decirles que la historia esta por llegar a lo bueno. Y que no tengo un número exacto de cuando acabará. Confirmo que probablemente sea la historia con más capítulos. ¡YEI!

TENDREMOS HISTORIA PARA LARGO ❤

Nos Leemos 📖❤

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