23°
Viaje 3/3
Siete de la mañana.
Eran las diez de la mañana cuando sintió los rayos del sol pegarle en el rostro. Fruncio el ceño y se levantó. Notó que estaba en su cuarto y también vio la maleta de Inuyasha.
-¿Durmió aquí? No recuerdo nada. Pero -sonrió y se tocó los labios -¡el sueño del beso fue hermoso!
Se levantó y corrió al baño para bañarse y lavarse la boca. Se colocó unos jeans y un abrigo color azul. No tenía intención alguna de arreglar su cabello así que lo dejó como siempre. Se colocó un poco de maquillaje y salió del cuarto.
-Bankotsu, Sota, es hora de desayunar -tocó la puerta pero nadie abrió. -supongo que es temprano. -dijo y camino hacia el elevador.
-¡Detenlo! -escuchó y miro como Hojo corría hacia el elevador. -¡Ah! ¡gracias! -entró al elevador.
-Hojo
-Buenos días Kagome-chan. -Ahora que recordaba le había dado una cachetada.
-Ah, lamento la cachetada de la otra vez -marco el piso uno.
-No importa -sonrió -fue mi culpa. Yo intente detenerte cuando debias ir detrás de el.
-Si... es que si no le explico...
-El plan se echaría a perder -sonrió y Kagome lo miro -¿verdad?
-Hojo... respecto al plan...
-Kagome... recuerda que se acerca la reelección. Y no cuentas con suficiente apoyo para que puedas volver a ser presidenta. Yo tu, le pediría ayuda a Inuyasha. -el elevador se abrió -es el único hombre que tiene la popularidad necesaria para que ganes.
Salió y Kagome hizo lo mismo. Hojo tenía razón. Y se le había olvidado por completo la reelección a presidente del consejo estudiantil.
Caminó por aquel grandísimo hotel ya que por el clima era imposible salir. Era temprano y no había mucha gente. Sus pies la llevaron hasta un lugar repleto de sofás y con grandes ventanas dando hacia el exterior.
Estaba prohibido pero Kagome se sentó al lado de la gran ventana y miro los copos de viene caer.
-Que bonito -abrió un poco la ventana y el aire frío le golpeo en la cara. -Ojalá pudiese arreglar todas las cosas que hice mal. Ojalá pudiera regresar el tiempo y no conocer a InuYasha así no tendría estos sentimientos que no me dejan avanzar. Pero no puedo... no puedo dejar de pensar en InuYasha. Esto es malo... ¿que tengo que hacer? ¿como puedo hacer que me crea? Que crea que de verdad quiero estar con el. ¿Que hago?
-Creo que deberías empezar por decírmelo de frente ¿no crees? -alzó su cabeza y allí estaba.
-Inuyasha... -se sentó frente a ella.
Se cruzó de brazos y dejo su cabeza caer en la pared mientras observaba la nieve. Kagome se sonrojo y miro hacia fuera también.
-Nee Kagome -lo miro rápidamente -¿que sientes por mi? -que se lo preguntara así de repente la ponia de nervios.
Pero era ahora o nunca.
-Te... te quiero InuYasha...
-¿Como amigo o como pareja?
-¡Como pareja! -exclamó sin vacilar -no puedo verte como un amigo. -se sintió pequeña ante el.
Como una hija regañada por su padre.
-¿Como se yo que lo que dices es cierto?
-Lo es InuYasha ¿por que no me crees?
-¿Consideras que es posible que te crea luego de que te besaste con otro hombre dos veces? -la miro enojado -los vi Kagome. Dos veces. ¿Tu me creíste a mi cuando te dije que me gustabas la primera vez? ¿o que? ¿no lo recuerdas?
-Claro que lo recuerdo. Y no te creí por el hecho de que apenas nos conocíamos. Yo jamás pensé que le podría interesar alguien. Nadie era capaz de fijarse en mi.
-Pero yo si -dijo -yo si fuí capaz de fijarme en ti. Tal vez la primera vez fue algo sexual pero luego no. Y realmente si tu no me interesaras no estaría aquí.
Sus ojos estaban cristalinos. El realmente estaba hablándole desde lo más profundo de su corazón.
-¿Tan difícil es pedirte que me ames? ¿aunque sea un poco?
Kagome negó con la cabeza y se acercó para pasar sus brazos por el cuello y abrazarlo. No era difícil amarlo, era difícil para ella confiar en un hombre. Pero tenia frente a ella uno que comenzaba a ser diferente ante sus ojos.
-Yo puedo amarte InuYasha. Realmente puedo.
-No quiero que me lo digas Kagome. Quiero que me lo demuestres. -La abrazó también.
-Inuyasha -le beso la mejilla -perdoname. Perdoname por el beso y por haberte hecho sufrir todo este tiempo. Por no ser lo que esperabas... perdoname.
-No -negó con la cabeza -perdoname tu a mi por ser tan egoísta e inmaduro. Yo te necesito tanto -la abrazó con fuerza -no quiero perderte. No quiero volver a sentirme así.
-Inuyasha, te quiero, te quiero muchísimo.
InuYasha sonrió y sintió que su corazón iba a explotar. Volvería a confiar en ella de nuevo. Debía hacerlo.
-Entonces... ¿eres mi novio otra vez?
-¿Eh? Yo nunca hablé de volver -Kagome se apartó para mirarlo a la cara.
-Entonces... somos... ¿amigos?
-Tal vez
-¡InuYasha! -le golpeó el pecho e intentó apartarse pero los brazos de este no la dejaron. -¡dejame ir!
-¿No quieres ser mi amiga?
-¡No quiero! (>o<)
-¿Y que quieres ser? -se sonrojo y se recosto en su pecho.
-Quiero ser tuya Inuyasha. Quiero ser tu novia. -Inuyasha se derritió pero intentó mantenerse "fuerte".
-Siempre has sido mi novia.
-¿Y ser tuya?
-¿A que te refieres? Tu ya eres mía. Siempre lo serás.
-¿De verdad?
-Si, ¿que tal si salimos?
-¡¿Eh?! No podemos salir Inuyasha, el día esta horrible.
-Oh vamos, ¿por un poco de nieve?
-¿Y si vemos una película?
-¿No confías en mi?
-¡Claro que confío en ti!
-Entonces ¿salimos?
Aunque el día estaba terrible Inuyasha y Kagome fueron capaces de tener una de las mejores citas en sus vidas. Entre risas y horas el día paso volando y llegaron cerca de las ocho de la noche.
-¡Kagome! -apareció Bankotsu enojado -¿donde estabas?
-Lo siento Ban -sonrió -lamento no haberte avisado.
-Lo siento cuñado. Me lleve a Kagome un rato.
-¿Sigifica que regresaron?
-Si -Kagome sonrió y acarició los nudillos de Inuyasha -Inuyasha y yo volvimos.
-Cielos mira esa cara -Bankotsu sonrió sin poder reprenderla como lo tenía pensado. -espero que esta vez las cosas vayan bien. Cuida bien de ella Inuyasha. Es una orden.
-¡Si! (。-ω-ヾ(>᎑<'๑)
-Vamos a ver una película, en la habitación. Pero... ¿Ustedes a donde van?
-Según tu amiga los estudiantes decidieron ir a comer a un restaurante todos juntos y fuimos invitados. Me llevaré a Sota.
-¿Eh? ¿vamos Inuyasha?
-Como quieras princesa.
Bankotsu vió como los ojos de su hermana parecían brillar ante las palabras de Inuyasha.
-Ustedes quédense, ahora -se colocó entre la pareja y se alejó con Inuyasha dejando a Kagome confundida.
-¿Que pasa Ban?
-Se van a quedar solos en la habitación. Cualquier cosa, por favor, con protección. ¿Entendido? No quiero ser tío todavía.
-¡No vamos hacer nada! -exclamó sonrojado.
-Si, yo también dije lo mismo y mira como acabe con Yuka ₍⌯́⌓⌯̀ ₎. Se que eres hombre y quiero confiar en ti. No me decepciones. ¿Entendido?
Inuyasha quedó traumado hasta sentir la pequeña mano de Kagome unirse con la suya.
-Estas tenso, ¿Ban te dijo algo?
-¿Que? Ah no nada.
Llegaron al elevador e Inuyasha continuaba igual de tenso. Algo le había dicho Bankotsu y Kagome tenía que averiguarlo.
-Inuyasha
-Dime -dijo mirando fijamente la puerta del elevador.
-¿Me regalas un beso?
-¡¿Que?! -se tensó de nuevo -¡¿ahora?!
-¡Aja! ¡Bankotsu te dijo algo! ¡dime que fue!( ¨̮ 💢) -se colocó frente a la puerta del elevador.
-¡No me dijo nada! o( ›_‹ )o-se cruzó se brazos Inuyasha.
-Mientes ¡me estas mintiendo! ⋌༼ •̀ ⌂ •́ ༽⋋
-¡Mira! Ya se abrió la puerta. Vámonos.
-¡De aquí no nos vamos hasta que me digas que fue lo que te dijo el idiota de Ban!
-¡Oh si nos vamos a ir!
-¿Que? -Inuyasha la cargó en su hombro como una bolsa de papas y camino hasta la habitación.
-¡Bajame Inuyasha!
-¡Quieta! -buscó la tarjeta en su bolsillo -¡mierda! la deje adentro. Kagome ¿tienes la tarjeta de acceso? -Kagome no respondió nada. -De acuerdo -buscó entre los bolsillo de atrás y Kagome se sonrojo -aquí está -ella intentó irse y este le pegó una nalgada.
Paso la tarjeta y abrió la puerta para tirar a Kagome a la cama.
-¡Idiota! -Inuyasha comenzó a reírse y el enojo de Kagome desapareció.
-Lamento lo que hice pero te lo buscaste.
-¡Yo solo quiero saber que te dijo mi hermano!
-¡Ash! De acuerdo te lo diré -se sentó a su lado -me dijo que tuviese precaución. Eso es todo.
-¿Precaucción? ¿y eso?
-Tu hermano piensa que tu y yo vamos a tener relaciones. (≖ᴗ≖ )
-¡Pfff! -ambos comenzaron a reírse.
-Yo le dije que no pero bueno.
-Mi hermano es un idiota. ( ᷇ᵕ ᷆ )
-Oh vamos, no le digas así (>︿<。) Es normal que este preocupado. Aún así nosotros solo vinimos a ver una película.
-¡Cierto! ¿cual te gustaría ver?
-Mmm... no se, cualquiera que tú elijas esta bien.
Kagome buscó en la sinfín variedad de películas una que le interesara. Al final puso una romántica.
Ella se recostó en el pecho de Inuyasha y este, aunque no le gustaban ese tipo de películas, se mantuvo viéndola a su lado. La película duro una hora y media. Ya siendo tarde Inuyasha se levantó para irse. Había logrado quedarse en la habitación de Miroku.
-Gracias -le dijo ella -gracias por quererme Inuyasha. Por luchar por mi.
-Oh cielos -le acarició la cabeza -lo dices como si fuese un milagro. Cualquier hombre que te conozca más a fondo se enamoraría de ti. Solo que yo no tuve que esperar a eso. Yo ya te amaba desde antes.
Frente a la puerta a punto de irse Kagome no fue capaz de pedirle que se marchase. No quería dormir sola.
-Realmente... ¿tienes que irte?
-¿No quieres que me vaya?
-No -negó con la cabeza -me gustaría dormir contigo.
-¿No crees que es peligroso? -Kagome se sonrojo y miro a otro lado. Era peligroso, bastante.
-Tienes razón... pero solo vamos a dormir ¿no? -Si sus ojos hablasen, Kagome estaba en problemas.
Ambos guardaron silencio e Inuyasha comenzo a pensar que de verdad podía quedarse con ella.
-Esta bien -dijo y entró al cuarto donde cerró la puerta detrás suyo.
Kagome caminó hacia el baño para cambiarse y colocarse su bata de dormir mientras Inuyasha solo se deshizo de la correa y el abrigo. Se tiro a la cama y espero a que Kagome saliese.
La vió salir y sus ojos se fueron directamente aquellas curvas marcadas. La estaba mirando de una forma que le preocupaba. Kagome no se dio cuenta pero si sintió una leve sensación de que algo sucedería.
-¿Que pasa? -preguntó mientras se recostaba en la cama.
-No nada... -miro hacia otro lado.
Se acomodó en su hombro y él le pasó un brazo por el hombro. Los corazones de ambos se aceleraron ante el leve contacto de ambos.
-Tu corazón va muy rápido Inuyasha -le dijo mientras le hacia círculos en el pecho con su dedo -puedo escucharlo.
-¿A si? ¿y el tuyo?
-Va muy rápido también. Estoy nerviosa... estar así contigo... solos...
-Mmm...
-Inuyasha -se levantó para sentarse de rodillas a su lado -¿me regalas un beso?
-Me lo pides como si nunca nos hubiésemos besado. Es más, como si fuese la primera vez.
-Bueno -se acercó aún más -es la primera vez que vamos a dormir juntos.
-Eso si -sonrió y sin más la besó en la boca.
Fue suave y lento. Un beso de esos que solo él daba en ocasiones especiales.
Poco a poco la intensidad del beso aumentó. Inuyasha acarició su rostro para descender hasta su cuello y perderse entre sus caderas.
Kagome le pasó los brazos por su cuello y su cuerpo tembló. Este la colocó encima de su cadera sin pedirle autorización y la rodeó con sus brazos.
-Kagome -susurró entre el beso y las caricias que ella le proveía en su nuca.
Se alejaron y Kagome lo miro como si fuese lo más hermoso del universo. Inuyasha agachó la vista hasta aquel escote provocativo y se mordió el labio inferior para luego mirarla como un niño.
Kagome sonrió y sin más lo acercó hacia su pecho. Este besó su cuello dejándole varios chupetones y acarició los pechos de la mujer.
La escuchó gemir su nombre y se sintió feliz de que ella estuviese disfrutandolo. Aún así, escuchando su hermoso gemir tenía que preguntarle.
-¿Quieres continuar? -dijo escondido en su cuello -no quiero presionarte. Ahora mismo siento que si no te pregunto... estoy presionandote. -Kagome abrió los ojos y sonrió para tomar a Inuyasha del rostro.
-Continúa... -le dijo con vergüenza e Inuyasha sintió como se derretía.
La alejó y se levantó de la cama. La azabache lo miro curiosa. No entendió que sucedió con el.
-Debo ir al baño -le dijo y entró al baño.
Kagome espero un rato hasta que lo vio salir y sentarse a su lado.
-¿Que pasa?
-Nada -negó con la cabeza -tu hermano me dijo que si hacíamos algo... debía ser con protección. Tu hermano no quiere ser tío y nosotros tampoco queremos ser padres.
-Es cierto... -supo que tenía razón pero no supo el porqué de sentirse triste.
-En un futuro -le dijo al verla triste -en un futuro te haré muchísimos hijos. -la tomó del rostro -pero ahora... -se acercó a sus labios.
Ambos se besaron dejándose llevar por lo que sentían. La colocó debajo suyo y acarició sus piernas desnudas por la corta bata. Absolutamente todo de Kagome le parecía dulce. Lo apartó de sus labios para quitarle la camisa y mirarlo de forma pervertida.
Le acarició los hombros y bajó la hasta hasta su cintura. Observó sus pechos y sin más los acarició con dulzura.
-Eres preciosa Kagome.
Él estaba mirándolos. Lo hacía y se sentía avergonzada aunque no era la primera vez.
No esperó más e introdujo uno a su boca mientras ella arqueaba su espalda y un gemido salía de su boca. Su lengua y sus dientes jugaron con su pezón haciéndolo endurecer mientras masajeaba el otro.
Ella movió sus piernas rozando la entrepierna y provocando aún más a Inuyasha el cual sonrió de forma diabólica y subió a sus labios para besarlos y morder los hasta dejarlos rojos e hinchados.
-¡Ah! ¡me lastimas! -dijo y lo apartó.
-No me provoques entonces.
Hizo un puchero que al final él hizo desaparecer mientras regresaba y hacia lo mismo con el otro pecho. Se mantuvo jungando con ellos hasta que ella se levantó y de rodillas frente a el lo besó.
Acarició su pecho y le regalo sinfinidad de besos hasta que llegó al fastidioso pantalón. Al querer estar en lo mismo Inuyasha terminó por quitar lo que quedaba de la bata dejándola solo con su ropa interior y saco el pantalón de una vez quedando ambos iguales.
La dejó en la cama y se colocó entre sus piernas moviéndose contra ella. Sus lenguas se movieron mientras se tomaban de las manos.
Inuyasha beso cada centímetro de su cuerpo. Sus manos, piernas, hombros, espalda, se dedicó a contemplar y recordar cada parte de su cuerpo.
Desnudos, Inuyasha besó la frente de Kagome y la tomó de las manos cuando se encontró en el momento de entrar en ella. Lo miro asustada y se sintió mal porque por primera vez veía esa expresión en ella.
Era entre dulzura y miedo.
-Esto... esto duele ¿verdad?
-Un poco pero intentaré ser lo más dulce contigo.
-Inuyasha -cerró los ojos y esperó a que él estuviese dentro suyo.
Unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos ante el dolor cuando el la hizo suya. Fue una mezcla de sentimientos encontrados entre el dolor pero a la vez un sentimiento de egoísmo.
Inuyasha era suyo. Nadie debía tenerlo así como ella. Esa sonrisa y esos besos dulces debían pertenecer a ella.
-Te amo -le susurró en el oído mientras se movía dentro de ella.
Todavía no era capaz de responderle a sus "te amo" pero quso demostrarle lo que sentía a través de su cuerpo. Dejarle saber que lo quería mucho más que antes.
-¡Más Inuyasha! -exclamó entre gemidos y agarrones de cabello.
La noche se fue volando entre gemidos y besos y pronto llegó la mañana donde Kagome se levantó por culpa de los rayos del sol.
-Son las diez de la mañana, Inuyasha levántate (¯―¯٥)-lo movió aún con los ojos cerrados y el se levantó.
-Mmm...
-Vete antes de que se den cuenta.
-Kagome estas siendo fría de nuevo.
Luego de haber pasado una noche maravillosa ( •́ ̯•̀ )-colocó su mentón en el hombro de ella. -Eres mi mujer, se linda conmigo. ᐠ( ᐛ )ᐟ
-Te lo digo para que no te metas en problemas.
-¡Moo! ¡no me iré hasta que seas linda conmigo! (>︿<。)
Kagome se giro y le regalo un besó en los labios.
-Buenos días Inuyasha.
-Buenos días, mi amor-dijo y le agarró los pechos con una gran sonrisa.
Kagome se sonrojó y supo que las cosas entre ellos había cambiado muchísimo. Ahora su relación se había profundizado más. Definitivamente Inuyasha era suyo ahora.
-¿Donde está Inuyasha? -preguntó Hojo al ver que este no estaba en la mesa desayunando con sus amigos.
-Creo que pasó la noche con Kagome. Ella tampoco está con nosotros. -Kikyo le pego con el codo a Jakotsu.
-¿Que? maldición -susurró.
El capítulo más largo hasta ahora. Espero que les guste. No es el mejor lemon del mundo pero ahí voy mejorandolo más. Gracias por apoyar la historia ❤
Nos leemos 📖❤
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