20°
Miró como el sol se ocultaba para dar paso a la noche que entre tantos días lo había hecho reflexionar sobre sus sentimientos.
La mujer de cabellos café lo vió y decidió tomarle una foto desprevenido. La foto se veía increíble. Inuyasha tenía un perfil envidiable que lo hacia verse asombroso.
-Te ves deprimido -se sentó a su lado -¿que pasa? -Negó con la cabeza y miro al suelo.
-Nada en realidad. ¿Como van las fotos?
-Bien, eres muy fotogénico. Sales bien en todas.
-Es es bueno.
-¿Estas así por alguna chica? Aunque no debe ser una cualquiera. Desde Kikyo no veía tanta ¿tristeza?
-Bueno -sonrió -es... es mi ex novia... ella... se estaba besando con otro chico. Y yo... yo días antes la había insultado. Creo que estoy siendo un poco egoísta.
-Hace mucho que no te veía así -le acarició la cabeza -te ves como un perrito -burló y este la miro con una pequeña sonrisa.
-Supongo que es la primera vez que me enamoró de alguien.
-¿Como estas seguro de que la amas?
-¿Eh? Pues... supongo que el hecho de querer estar a su lado para siempre y... querer protegerla es sinónimo de amarla ¿no?
-¿Y ella? ¿te ama?
-No -sonrió -ella... ah... ni siquiera sabe lo que siente por mi.
-¿Y como aceptó ser tu novia?
-Ella... Kagome es una chica que a pasado por muchas cosas. Y... no puedo obligarla a sentir cosas. Yo quiero que nazca de ella. Quiero que me ame por como soy y no por obligación. Aunque mientras más lo pienso... más difícil lo veo.
-Oh vamos -le revolcó el cabello -sabes que eres como el hermanito que nunca tuve. Veras que las cosas con ella irán bien. Te lo digo yo.
-Tu siempre ves una manera de alegrarme. Gracias Midoriko.
-Sabes que te quiero muchísimo. ¡Ah! toma -agarró la foto una vez salió de la cámara.
-¿Que? -agarró la foto en sus manos.
-Así te ves cuando estas triste.
-¿Eh? Me veo terrible. -Midoriko sonrió y le beso la nuca.
-Te vez increíble.
Se miraron sin decirse nada y pronto Inuyasha devolvió su visita a la foto.
«Ojalá Kagome fuese como tu» se dijo mentalmente cuando su teléfono comenzo a vibrar.
-Miroku -exclamó y Midoriko se levantó para dejarlo solo -¿eh? ¿que pasó?
-Tu... ¿cuando regresas?
-Yo hablé con Kikyo. Llegaría directamente a Inglaterra. ¿Paso algo?
-Kagome se fue a los golpes con Kagura.
-¡¿Que?! ¡¿Por que?!
-¿Tu le contestaste algo a Kagura sobre el beso de Kagome y Hojo?
-No, yo no le conte nada.
-Toda la escuela ya sabe y están atacando a Kagome. Ella se defendió de Kagura pero no podrá con tantas personas.
-Mierda ¿pero quién demonios le contó?
-Nosotros tomamos la decisión de llamarte porque pensamos que era lo correcto.
-Buah...
-¿Que hacemos?
-Se que Kagome es fuerte pero... ¿podrían protegerla hasta que yo regrese?
-De acuerdo
-Ella ¿como esta?
-Sacando el tema de que ya la escuela lo sabe todo... pues últimamente esta despistada. También... dijo muchas cosas sobre ti...
-¿Eh? ¿de verdad?
-Si -Miroku sonrió -ella le grito a todos que todos los fines de semana iba a tu casa. Y que te llamaba todos los días a la misma hora. Pero... dijo que no importaba lo mucho que tu la ignoraras ella continuaba sintiendo cosas por ti y... que ella no es capaz de ver su vida sin ti.
InuYasha sonrió como un idiota mientras sus mejillas lo deletaban. Pese a que no era a capaz de creerlo su corazón latía con fuerza. No podía imaginarse a Kagome decir tales palabras frente a sus amigos.
-¿Inuyasha? ¡Oye! oh vamos no te desmayes ahora.
-¿De verdad? ¿de verdad ella dijo eso?
-Si, y creo que fue sincera. Deberías llamarla. Hablar con ella y arreglar lo de ustedes.
-Gracias por la información. Y por favor, no permites que la escuela acabe con ella. Se que tan difícil es.
-Bien, la vamos a cuidar hasta que llegues.
Midoriko volvió a mirarlo y sacó otra foto mientras este sonreía. Le daría una a el pero conservaría otra para ella.
Kagome caminó entre los abucheos de la escuela e insultos. No podía pasarse el día contestandole a todos. Debía recojer todos los papeles pegados en las paredes.
Cuando el día escolar terminó se dedicó a recojer todos los papeles aunque sabía que mañana estaría peor cuando se terminara de enterar la escuela a su cabalidad.
Paso una semana entre insultos a la presidenta. Las cosas se habían salido de control tanto que el los cinco tuvieron que ser sus "protectores".
-Ah -miro su cara en el papel con la palabra "zorra" en rojo. -Esto es horrible.
A su mente llegó el rostro de Inuyasha luego de su beso con Hojo. Y supo que aquello no era nada comparado a el con el corazón hecho pedazos por su culpa.
-Ojalá pudiera verte. Esperar tanto para poder decirte que lo siento...
-Kagome -se giro para ver a Hojo.
Camino hacia el pasillo donde luego de un saludo pregunto por ella.
-¿Kagome? Ella estaba en el pasillo hace un rato. Venga te acompañaremos a buscarla.
-Cielos -Hojo agarró el papel -se han pasado con esto.
-No se quien les dijo. Pero ellos tienen razón.
-Eso no es cierto. Tu... te dejaste llevar. Kagome -la tomó de los hombros -no eres lo que dicen esos mugrosos papeles. Eres la mujer fabulosa que tengo frente a mi.
-Hojo -agachó la vista y este la agarró del rostro -no es así. Soy una zorra...
-No dejes que ellos te ven así. Eres una chica increíble que tenia el novio equivocado pero que ahora puede volver a renacer al lado de alguien que te quiere.
-Hojo... yo quiero a Inuya- no pudo concluir la oración cuando este la besó en los labios.
-¡Presidenta! ¡Inuyasha esta aquí!
Hojo se apartó de golpe cuando vio a los cinco. Allí estaba Inuyasha y Kagome comenzó a temblar al verlos a todos.
-Inu... Inuyasha...
-¿Que demonios?
-¿Para esto me llamaron?
-¡No es lo que parece Inuyasha! -corrió hasta el pero sus amigos la detuvieron.
Se colocaron frente a el y la observaron cómo al comienzo. La detestaban.
-Lo sentimos Inuyasha. -se disculpó Miroku cuando se dio la vuelta.
Inuyasha tomó aire y lo expulsó para girarse y caminar hacia la salida. Se sintió estúpido.
Una semana desde la llamada y no había dejado de sentiese emocionado por le hecho de que cuando regresara podría arreglar todo con Kagome.
-No otra vez -intentó llegar hasta el pero Hojo la detuvo.
-Basta Kagome, déjalo.
-¡Sueltame! -le dio una cachetada -¡no vuelvas a besarme!
Hojo cayó al suelo mientras se tocaba la cara. Kagome salió corriendo hacia Inuyasha.
-Maldita, vas a pagar esto. Se te olvida que yo lo se todo. Haré que pagues por esta cachetada y por haberte enamorado de se infeliz.
Corrió con todas sus fuerzas hacia la salida pero no había nadie. El se había ido y ella no podía hacer más.
Otra vez estaba en la misma posición.
Pero esta vez ella había sido besada. No le había respondido porque le desagradó. Ella no quería otros labios que no fuesen los de Inuyasha.
-¿Que haces Kagome? -se preguntó frente a la salida donde había empezado a llover -¿desde cuando te importa alguien más que no seas tú? ¿desde cuando estoy dudando tanto de mi misma? Todos son iguales...
"¡¿Eh? ¡tu corazón va muy rápido ahora! ¡mentirosa!"
«Basta... ya no te tortures más»
"Yo... quiero estar siempre así contigo."
«Olvidalo. Inuyasha es igual que todos.»
"No soy capaz de ver mi vida al lado de otra mujer que no seas tú."
-¡Basta! -gritó cuando se agachó y oculto su rostro entre sus piernas-ya no más. Ya no quiero seguir sintiendo esto. Solo quiero regresar a mi antigua vida. No puedo continuar atrasando mis sueños ni mis metas por el.
Pese a que dijo eso y por un momento lo creyó cuando se levantó y miro a su alrededor entre tanta soledad supo que sus sueños eran grandes, pero que sus sentimientos por Inuyasha eran superiores.
Lo supo cuando cerró los ojos e intentó pensar en su mayor sueño. Y solo apareció el sonriendole como siempre lo hacía.
-Es él... no hay nadie más para mi-se dijo mientras miraba como la lluvia caía.
La noche de nuestros protagonistas esta por llegar.
Espero el capítulo les haya gustado ❤
Nos leemos 📖❤
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