17°
InuYasha y Kagome habían quedado en una cita. InuYasha se había encargado de que no surgiera ninguna cita ni nada parecido. Pensaba que nada podía salir mal. Ella se había encontrado bien todos esos días. Pero...
-¡¿Enferma?!
-Si, la lleve al médico y me dijo que debía estar en cama. Su fiebre es muy alta así que no puede salir.
-¡Esto debe ser una broma! Con lo mucho que me costo que no tuviera ninguna cita para hoy. Ah... que le vamos hacer.
-Si es una lastima. ¿Porque no la visitas?
-¡Claro! (*゚▽゚)ノ ¡tambien puedo verte a ti! ٩( >ヮ<)۶
-Si, claro ( -᷄ω-᷅ )
Tenia tanta suerte de que Kagome fuese su novia y ante todo ella fuese hermana de su mayor idolo.
Llegó con muchísima comida cosa que Bankotsu agradeció junto con Yuka. Era la primera vez que estaba en casa de su novia y se sentía cálido.
-La habitación de Kagome es la primera puerta blanca.
-¡Bien! -subió las escaleras y abrió la puerta suavemente.
No escucho nada. Solo sintió el frío de la habitación por el aire acondicionado. Su sonrisa desapareció al verla dormida y con las mejillas rojas. Se colocó a su lado y le movió el cabello que caía por su rostro.
-Eres muy bonita Kagome... -susurro queriendo no despertarla -ojalá pudiera tenerte así en mi casa. Kagome... estoy aquí... ¿me escuchas?
Ella abrió sus ojos y lo miro creyendo que era una ilusión. Tal vez era la fiebre, no había posibilidad de que el estuviese allí.
-¿Que haces aquí? -se levantó
El se sentó a su lado para ayudarla a levantarse. Su cuerpo estaba caliente y le preocupaba que la fiebre fuese muy alta.
-Deberías ir al médico.
-No hace falta. Estaré bien en unos días.
-Oye ¿por que no me lo dijiste? Me entere por tu hermano. Es injusto.
-Todo paso ayer. Así que no me dio tiempo a escribirte.
InuYasha hizo un puchero como un niño pequeño.
-¿Quieres algo?
-¿Eh?
-Alguna fruta o algo. Cualquier cosa.
-Esta bien. Me gustaría saber ¿porque estas aquí?
-Estaba preocupado Kagome, es normal que una vez me enterase viniera corriendo a verte.
-Entiendo -sonrió -lamento haber arruinado la cita. Se que te esforzarte mucho porque todo saliera perfecto.
-Olvida eso, descansa, ya podremos salir luego.
-Mi papá era como tu -le dijo e Inuyasha la observó -por eso te odie desde el primer momento en que te ví.
-¿Me parezco a tu papá? ¿en que sentido?
-Físicamente no... pero...
-Kagome...
-Inuyasha... yo... quiero que conozcas mi pasado. No para que entiendas mi comportamiento o para que intentes entenderme, si no para que sepas quien soy yo.
-Sea lo que sea -la tomó de las manos -no me hara cambiar la visión que tengo de ti. Ni ahora, ni nunca, ni en un millón de años.
Kagome sonrió y comenzó a contarle lo que sería su pasado. Hablar de ese tema todavía le costaba mucho y le dolía.
Inuyasha supo el porqué de su comportamiento tan frío y hostil hacia el. Le pareció extraño que ella no derramó ni una sola lágrima aunque su rostro se veía triste. Y quiso consolarla por algo del pasado.
La mujer que consideraba fuerte era una débil en el fondo. Que había tenido que crear para ocultar su dolor. Y el decidió protegerla de todos, ella jamás sufriría a su lado.
-¿Lo entiendes? Por eso no puedo cambiar del todo. Y me aterra que esto pueda afectarte a ti.
-Kagome, por favor -la abrazo -no vuelvas a poner esa cara nunca. No quiero verte otra vez así. No tenías que contarme algo tan importante y doloroso.
-Esta bien -no supo como reaccionar a su abrazo -tengo a mis hermanos... y... también te tengo a ti...
-Kagome -se apartó y la agarró del rostro -quiero que conozcas a mis padres. Sé que van adorarte una vez te conozcan.
-Pero todavía es muy repentino. Debemos esperar un poco más.
-No quiero, no quiero esperar más que te conozcan. Aunque habrá un pequeño problema. Ellos... conocen a Kikyo, tal vez les sorprenda que me haya fijado en otra chica.
-InuYasha
-Yo quiero que me ames Kagome. Quiero que te enamores de mi. Deseo protegerte de todo... es algo así como con tus hermanos. Quieres protegerlos de todo... pues yo también quiero protegerte a ti. ¿Crees que puedas enamorarte de mi?
Lo miro fijamente y supo que esa pregunta era fácil de contestar. Ella tarde o temprano lo amaría. Sería imposible negarse a eso mientras el fuese así con ella.
-¿Y tu? ¿también podrías enamorarte de mi?
Inuyasha le sonrió de forma instantánea sin dudarlo mucho aceptó y ella sintió como su corazón se aceleraba el doble.
-Definitivamente
Quizás había sido mala idea el plan de tenerlo a su lado enamorandolo pero en ese punto ella no era capaz de contarle porque lo había hecho. Y era mejor que el no se enterase nunca.
-Se que estas enferma pero... ¿me dejas besarte?
-Vas a enfermar si lo haces. Ya luego no podremos salir si te enfermas.
-Mmm... tienes razón. -Lo vio hacer un puchero y sonrió.
-Ven -se acercó más a ella y lo tomó del rostro para depositarle un beso en la mejilla.
Eso no fue de mucho ya que Inuyasha giro el rostro y terminó por recibir el beso en los labios.
Su sonrisa malévola apareció y la abrazo cayendo en la cama encima de ella. Ninguna mujer excepto Kikyo lo hacía sentirse así de feliz. Kagome había llegado en el momento exacto de su vida. La mujer de su vida era ella, no había nadie más.
-¡Buah! ¡Tokyo esta increíble! Han pasado años desde que no estaba aquí.
-Señorita por favor lleve su abrigo. Sabe que no puede tomar mucho frío.
-¡Ya dejalo Myoga! Yo no vine hasta aquí de visita. Yo vine a quedarme con las pasarelas del país y no sólo con eso, si no con Inuyasha. ¡Ese papasito es mío!
-Señorita, el joven Inuyasha está-
-Carga mis maletas Myoga, tenemos mucho que hacer una vez lleguemos al hotel.
Myoga tomó aire y lo expulsó mientras seguía a la mujer.
Gracias a todos los que están leyendo la historia, y por sus comentarios para que regresara de nuevo ya que tenía pensado guardarla y no publicar más. Gracias 🙏💕 no tenía ni idea de que hay muchísimas personas leyendola.
IxKF📖♥
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