12°
Se tiro a la cama sintiéndose horrible. Esa no era ella. ¿Como había podido meterse al baño con un chico?
-Esa no soy yo... -quería llorar pero no podía. -¿que estoy haciendo?
Bankotsu vió a su hermana y decidió entrar.
-¿Como te fue con la declaración?
-Todo salió mal... hice todo lo que no debía haber hecho...
-¿Que hiciste Kagome?
-¿Prometes no enojarte?
-Prometo no gritarte.
-Ah... me... me metí en la ducha con un chico... desnuda...
-¡¿Que hiciste que?! -se levantó de golpe.
-¡Estaba desesperada! El me rechazó y yo... yo necesito que el sea mi novio. Es importante.
-¿Te estas escuchado Kagome? ¡Por Dios!
-¡Pero es la única manera!
-¿De que?
-La escuela puede cambiar si Inuyasha me apoya. Haciéndolo mi novio podré hacer lo que quiera con la escuela.
Bankotsu no podía creer lo que estaba escuchando. Escuchaba a su hermana mientras más lo hacía más ganas sentía de pegarle una bofetada.
-¿Quién demonios eres tú? ¿y que mierdas le hiciste a mi hermana?
-Bankotsu entiendeme yo-
-La Kagome que conozco se esforzaba por dar el ejemplo. Era digna, correcta, era una chica impecable. Mi hermana jamás se metería al baño de un chico con novia para seducirlo. Mi hermana no es así. La única mujer en el mundo por la cuál siento respeto no es así. Lo que has hecho Kagome es terrible. Lo que estas planeado hacer con Inuyasha esta mal. ¡No puedes utilizar a una persona para tus planes! ¡es injusto y es cruel! ¿sabes lo decepcionado que estoy de ti?
Kagome agachó la cabeza avergonzada. Ya no podía hacer más y se sentía fatal.
-Lo siento Bankotsu... lo siento...
-Eres mi hermana pero no quiero que te rebajes a ese nivel para conseguir cosas que tu sola puedes hacer. Eres como una madre para mi Kagome. Has cuidado de nosotros aún siendo la del medio. Me das consejos como si fueses nuestra madre y ahora como hermano te hablo. No continues con lo que estas haciendo. -se sentó a su lado -tu eres Kagome. La mujer más increíble y fuerte del mundo... no necesitas seducir a nadie ni jugar con nadie para lograr tus objetivos.
-Bankotsu -lo miró y lo abrazó con fuerza -me siento muy mal. Me siento sucia...
-Mañana vas a ir a disculparte con Inuyasha. Incluso con la misma Kikyo...
-Gracias -sonrió -y lamento haberte decepcionado.
Bankotsu la abrazó queriendo que su madre estuviese allí. El tenía a Sota y a Kagome que lo balanceaban. Pero Kagome estaba prácticamente sola. No había ninguna mujer que pudiera sostenerla.
Inuyasha llegó a su casa junto con Miroku para subir a su habitación. Se acostó en la cama y Miroku se sentó a su lado.
-¿Que pasó?
-La presidenta se me declaró.
-¡¿Que?!
-Todo fue hoy. Ella me llamó para que fuese hacia la terraza y me dijo que le gustaba... luego...
-Si ya se que pasó -rodo los ojos -tienes suerte que entre antes que Kikyo. De lo contrario los hubiera pillado.
-No se que hacer. No se si creerle o no. Es que todo fue tan repentino.
-Esa mujer esta loca -se cruzó de brazos -¿que harás?
-No tengo idea alguna. Tal vez y si este hablando en serio.
-Por favor Inuyasha. Claramente esta jugando contigo. ¿No lo ves? Es raro que ahora se esté fijando en ti. Ella esta tramando algo.
-¿Y que hago? ¿la rechazo?
-¡Se metió en el baño contigo! ¡por favor!
-¿Me estas diciendo que por eso ella no vale la pena?
-Digo que una mujer que hace ese tipo de cosas es porque esta buscando algo. No es la indicada cuando uso un plan como ese para conquistarte. No te dejes llevar por que se veía hermosa o porque besaba increíble. Piensa en Kikyo. Ella te quiere Inuyasha...
-Lo se... tengo la cabeza hecha un lío. Mierda... pero creo que tienes razón. Esa no era la forma correcta... yo... no voy aceptar a Kagome. Me quedaré con Kikyo.
-Es lo mejor
Sus sentimientos eran muy diferentes. Kagome sentía atracción por Inuyasha. Lo consideraba atractivo pero no lo amaba. El en cambio sentía algo especial por ella.
Ella era diferente ante sus ojos.
A la mañana siguiente Kagome se encontró con Sesshomaru leyendo como siempre. No fue capaz de mirarlo a los ojos.
-¿Como te fue presidenta? -le preguntó sin despegar la vista del libro.
-Voy a renunciar a mi cargo como presidenta. La mujer de ayer... no soy yo.
-Entiendo -se levantó -entonces si no puedes con Inuyasha. ¿Por que no empezas con nosotros? Intenta llevarte bien con nosotros.
-No... no quiero hacerles daño. No quiero utilizar a nadie para logra lo que quiero. Yo... no puedo... -se sonrojo -Inuyasha... es rebelde y mujeriego... pero es humano. Es mucho más humano que yo. El no es capaz de hacer sufrir a Kikyo. El jamás sería capaz de utilizar a otra persona para lograr sus propósitos. Ayer me rechazó pero no lo hizo por el mismo... si no por Kikyo. Que cosas ¿no? El chico que parece frío y rebelde... es mucho más increíble y humano que yo.
-No soy capaz de entenderlo pero si esa es tu decisión adelante.
Kagome sonrió y caminó hacia el salón donde estaba Kikyo sentada leyendo algunos papeles.
-Kikyo... necesito hablar contigo.
-Claro dime -sonrió con dulzura -hace tiempo no hablamos.
-Si -se sentía fatal -veras lo que tengo que decirte es :'::::::::: ]]... así que...
-¡Presidenta! -abrió la puerta Miroku enojado -necesito hablar contigo.
-¿Debe ser ahora?
-Ahora -ordenó y ella salió para hablar con el.
-¿Sucedió algo?
-Yo e intentado mantenerme al margen de lo que hace Inuyasha con su vida. Creo que resta decir que nosotros no nos llevamos bien contigo y que tu tampoco lo haces. Así que voya decirte esto porque veo que las cosas van por mal camino. Inuyasha es mi mejor amigo. Es como mi hermano. Y no quiero verlo tan confundido por tu culpa.
-Espera un momento...
-Dejame hablar a mi primero -Kagome se mantuvo callada -no se que es lo que planeas hacer con Inuyasha pero no te lo permitiré. No creo que seas la mujer que el necesita. Eres fría y calculadora. Aunque tu no lo creas Inuyasha es demasiado ingenuo con las mujeres. Si es popular y si a estado con muchas pero es la primera vez que lo veo así. Y lo detesto. Tu no lo conoces a fondo. No sabes las cosas tan terribles que a vivido a través de su niñez. Desconoces gran parte de su personalidad. Y no quiero que una mujer como tu lo lastime.
-Yo no quiero lastimar yo-
-¿Que sientes tu por el? ¿lo quieres como lo hace Kikyo? ¿lo protegerías como lo hacemos nosotros? ¿lo apoyarías como lo hago yo? ¿lo detendrías cuando quiera cometer alguna estupidez? -Guardó silencio sin tener respuesta alguna. -Es aquí cuando te das cuenta de que no puedes estar con el porqué no lo quieres. Y por eso te exijo que abandones tu idea de mantenerlo a tu lado. A ti no te esta doliendo ni te esta confundiendo como lo esta haciendo con el. Si tu no lo quieres entonces mantente lejos.
-Yo... como dices... no lo amo como lo hace Kikyo. Tampoco soy consiente de lo que hago cuando el esta cerca. No se si seré capaz de hace todas esa cosas que hacen ustedes y mucho menos conozco su pasado. Pero... yo... quiero disculparme con el por lo que hice ayer. Se que tienen una terrible impresión de mi... pero si pudieras decirle que lo siento.
-¿Y porque no se lo dices tú?
-Ni siquiera podría mirarlo a los ojos. Solo... quiero disculparme... yo... tengo que disculparme con Kikyo y debo hablar con los chicos de consejo estudiantil.
-De acuerdo
-Por favor... dile... que lo siento.
Se giro para entrar al salón cuando Miroku suspiro.
-Ya la escuchaste -Inuyasha salió detrás de la pared -¿que vas hacer?
Kagome entró al salón viendo a Kikyo y decidió contarle casi todo. Al principio Kikyo se sorprendió pero luego comenzo a captarlo todo.
-Por eso me estoy disculpando contigo... el es tu novio y yo... hice algo terrible.
-Dime Kagome... ¿te gusta Inuyasha? -preguntó tomándola de las manos.
Si sentía atracción pero no llegaba al gusto. Lo quería como alguien que siempre estaba ahí para molestarla. Se había acostumbrado mucho a que el estuviera cerca.
-No... no lo se...
-¿Como puedo dejarte a Inuyasha si no sabes lo que sientes? Yo se que el siente algo por ti. Y se que le hizo muy feliz que tu le dijeras que sentias lo mismo. Pero si no eres capaz de decírmelo a mi... que soy su novia... ¿como puedo dejar que estas con el? Yo quiero que el sea feliz. Aunque no lo creas Inuyasha es muy dulce y necesita alguien que lo cuide. La verdad -sonrió -es como un niño pequeño en el cuerpo de un hombre.
-Ya no importa... solo quería que supieras lo que había hecho. Me sentía mal... y quería sacarlo todo. Además... hoy voy a renunciar a mi cargo como presienta... así que...
-¡No! No hagas eso Kagome, deja que hable con Inuyasha...
-Es que no es por el... es por mi...
-No hagas nada hasta mañana. ¿De acuerdo?
-Pero...
-Anda, deja que yo hable las cosas con Inuyasha bien ¿si?
Kagome sin más aceptó e hizo caso a lo que Kikyo le dijo. Tocaba esperar a mañana para saber que pasaría.
En la tarde Inuyasha recibió un mensaje de Kikyo diciéndole que tenía que hablar con el.
-Esta bien... darle su libertad... esta bien -dijo Kikyo mientras sonreía.
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