Capítulo 70: Nueva vida
Sasuke Uchiha
Me había asustado ver a Gray en esas condiciones pensando que había perdido a su hijo, por suerte todo salió bien. También pude aprovechar en una vez en su habitación para preguntarle cosas sobre mí, sobre Naruto principalmente y es que aunque mi mente quería recordar, aún le costaba un poco fijar la información.
Natsu me comentó que iba a pedirle que se casasen y no sé si lo hacía por formalizar lo del niño que esperan o porque de verdad quería, supongo que era una mezcla de ambas. Querría hacerlo en un futuro pero lo del niño le había hecho adelantarlo, aún así, cuando se lo pidió, me llegó al oído que Gray había rechazado casarse, al menos de momento. Quería esperar a ser más mayor aunque eso significase que naciera el niño antes. A mí en lo personal me pareció una excelente idea, porque no habían tenido tiempo de conocerse y convivir como Dios manda, me parecía que tomarlo con calma era una muy buena opción y ya en el futuro verían cómo saldrían las cosas. Las circunstancias personales de Gray le habían hecho llevar una vida demasiado rápida y compleja, tomarse un poco de tiempo ahora que disponía de él, me parecía estupendo.
Pasaron dos años de todo aquello y por lo menos no habíamos vuelto a saber nada de la gente del orfanato. Lo último que se escuchó de aquel caso era que habían sido condenados con cincuenta años de prisión. Los abogados comentaron la desproporción de la condena, pero muchos jueces vieron en sus actos algo tan depravado y abusivo que prefirieron asegurar que no volvieran a hacer algo así. Mi padre además como nuevo dirigente político había movido algunos hilos para aumentar la condena y lo habían tenido en consideración.
En cuanto a mí... recuperé finalmente toda la memoria aunque tardé varios meses en recuperarme del todo. Naruto había tenido mucha paciencia conmigo y nuestro hijo nación sin problemas, bueno... con cesárea pero era algo normal en chicos como Gray y Naruto, no había otra forma. Muchas veces cuando me acostaba con Naruto, me gustaba acariciar su cicatriz porque en el fondo para mí era algo precioso, había traído al mundo a nuestro hijo y eso era un don que él tenía.
Habíamos llamado a nuestro hijo Toushiro aunque nadie de la familia le llamaba así, todos preferían abreviarlo a Hiro. Aunque había tratado de explicarles a todos que me gustaba el nombre completo, habían pasado de mí y seguían llamándole por la abreviación, al final ya sólo sonreía y pasaba del tema. ¡Qué le llamasen como les diera la gana! No iba a discutir con ellos por un nombre.
El que estuvo mucho tiempo en cama de reposo fue Gray y es que su embarazo fue complicado. Le hicieron hacer mucho reposo para evitar que el feto pudiera recibir algún daño y es que tras lo que había pasado con Kabuto, la placenta que Gray generó para su niño estaba muy débil. Al menos le dejaban moverse para ir al baño.
Su hija nació un mes después que el de Naruto aproximadamente. Era una niña muy extraña, de cabello rojizo y supuse que había salido un poco a Natsu y a Gray. La llamaron Erza y menudo genio había sacado, no sé a quién se parecía. Aunque era muy tranquila y obediente, era de armas tomar cuando quería algo, muy cabezota como Gray pero a la vez muy dulce y alegre como Natsu. Muchas veces la traían a jugar a nuestra casa con Toushiro.
De Gaara, lo último que supe de él es que estaba estudiando y vivía con su hermana. Dicen que estaba mejorando poco a poco. Aún seguía en tratamiento y visitando a psiquiatras pero es que la experiencia que había vivido no era algo fácil de asimilar. Había visto como asesinaban a sus padres, había perdido a su hermano y había sido secuestrada por aquellos tipos, a saber las cosas que le habrían hecho viviendo allí con ellos tantos años. Poco a poco todos esperábamos que se fuera recuperando y al menos, ahora a veces hasta sonreía.
Sai seguía viviendo con ellos, trabajaba con mi padre en su empresa y estudiaba en sus ratos libres. Lo poco que había hablado con él cuando coincidíamos por la universidad es que la convivencia les iba muy bien. Tampoco creí que tuvieran muchos problemas con el sexo, lo único que les preocupaba era la condición de Temari, que aún no había podido recuperar una vida completamente normal, no había estudiado aún pero sí había buscado algún trabajo para intentar ir integrándose después de todo lo que sufrió.
Por los demás... Laxus seguía siendo profesor de educación física en el instituto aunque nosotros ya hacía un año y algo que lo habíamos abandonado. Ahora conocían su relación con Jellal... de hecho... ¡Cómo para no saberlo! Se habían casado y yo mismo había acudido a la ceremonia con Naruto. Tuvieron el detalle de esperar hasta que Gray pudo moverse después de su embarazo así que estuvimos todos juntos en la mesa del convite.
No fue una gran ceremonia, invitaron a las personas justas y necesarias, no quisieron gastarse mucho en el acto, pero estábamos todos los amigos y la familia de Laxus, creo que éramos los suficientes para pasarlo bien y celebrar con ellos, era su día al fin y al cabo. Naruto y yo no habíamos hablado nada de todo esto, pero era algo normal, éramos muy jóvenes aún.
Jellal seguía haciendo deporte, era un buen deportista y seguramente llegaría lejos. Laxus seguía siendo su entrenador personal, algo normal. Esos dos se compenetraban muy bien, yo creo que les iría muy bien en la vida estando juntos.
Me encontraba en la cama mirando a Naruto dormir abrazado a nuestro hijo, últimamente le había dado por venirse a nuestra habitación a dormir y como aún era pequeño le dejábamos. A mí me tocaba algunas noches llevarlo de vuelta a su cuna, pero hoy lo había dejado con nosotros.
- ¿Por qué me miras todas las mañanas? – me preguntó Naruto sonriendo sin abrir los ojos.
- Porque me encanta verte dormir – le dije.
- Hay que preparar el desayuno a Toushiro.
- Ya preparo yo la leche, descansa un rato más – le comente.
Hacía unos meses que había dejado el biberón y había cogido con ganas eso de tomarse un cuenco de leche. Sonreí y me levanté para preparar los desayunos. Ya estaba casi acabando cuando Naruto apareció por la cocina con nuestro hijo en brazos y nos sentamos los tres a desayunar. Esa mañana también vinieron Gray y Natsu a vernos con la pequeña Erza, habíamos quedado para ir todos al parque acuático aunque claro... a las piscinas para niños.
Fue un día divertido y a mí me alegraban dos cosas sobre todo... haber recuperado la relación con mi hermano biológico y ver lo bien que nos llevábamos ambas familias, era lo mejor que podía esperar y estaba seguro de que esto iría a más. Las navidades las pasábamos juntos, cada vez quedábamos más para hacer cosas en común y supongo que deseábamos que nuestros hijos se llevasen igual de bien y congeniaran como nuestras familias lo habían hecho.
No se podía pedir nada mejor que vernos juntos a todos. Incluido a nuestros amigos, a quienes ya deseábamos ver que adoptasen para que pudieran estar todos nuestros hijos juntos, pero eran un poco más reacios. Jellal y Laxus eran los únicos con algo más de ganas pero no creí que lo fueran a hacer de inmediato, ahora mismo estaban en plena luna de miel, para ellos su relación era eso... todos los días era una luna de miel, estaban enamorados y querían disfrutar todo lo que pudieran el uno del otro antes de añadir niños a la relación. También lo entendía, eran formas diferentes de vivir. Yo no renunciaría a mi hijo, pero también era cierto que a veces pensaba que haber disfrutado de más tiempo para Naruto y para mí a solas sin hijos... era un privilegio que no tuvimos.
Sólo podíamos disfrutar de nuestros momentos a solas cuando Gray y Natsu se llevaban a nuestro hijo a dormir a su casa, hacíamos intercambio muchas veces para poder disfrutar ambas parejas y me daba la sensación, de que Gray estaba superando su miedo al sexo, poco a poco lo haría, de eso estaba seguro y me alegraba muchísimo por él, porque podía rehacer su vida y hasta había empezado a sonreír.
Fin
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top