Capítulo 67: Recuerdo vano
Naruto Uzumaki
No podía creerme lo de Sasuke pero al menos tenía algo claro, creo que era muy posible que pudiera recordar algo, me había mirado extraño cuando le sonreí en la fiesta. Quizá había recordado algo o puede que sólo fueran mis ganas porque lo hiciera. Puede que pensase que me conocía de algo aunque no me reconociera con exactitud. Al menos eso ya era un paso importante.
Lo único malo que jugaba en mi contra era esa bruja de Sakura que se hacía la inocente y la buena chica frente a Sasuke intentando ser como era cuando salía con él meses antes de conocerme a mí. Era increíble. Sasuke ni siquiera había visto cómo se comportaba su "novia" cuando él no estaba presente. Eran tan diferentes. Sasuke era un buen chico, intentaba siempre ayudar a la gente y luego estaba Sakura, que mentía y engañaba con tal de salirse con la suya.
Toqué el vientre con mis manos, llevaba al hijo de Sasuke en mi interior y toda su familia estaba encantada de ello, pero ahí estaba Sakura interponiéndose en mi camino. Aquel mes después de la fiesta, prácticamente no hablamos porque estuve ocupado intentando encontrar a Gray, aquello me desesperó más que otra cosa, había desaparecido y yo lo busqué todos los días, fui a comisaría todos los días a preguntar por noticias acompañando a Natsu, hasta la familia Uchiha se unió y le explicaron la situación a Sasuke. Al menos coincidí algo más con Sasuke sin tener a Sakura de por medio, aunque no pude hablar mucho con él. Supongo que tras contarle sus padres que Gray era su hermano biológico, se había preocupado.
Fugaku me prometió que el siguiente dato en cuanto Sasuke preguntase, sería decirle sobre mí. Eso me alegró un poco el día. Por lo menos después de tanta búsqueda, Natsu me llamó para informarme de que habían encontrado a Gray. Mi embarazo ya empezaba a notarse y aunque llevaba días sintiéndome mareado y agotado, quise ir al hospital a verle.
Salí tan rápido de la casa que ni desayuné, tenía demasiadas ganas de ver a Gray, de saber que estaba bien. Cuando llegué me lancé a abrazarle y él me sonrió. Natsu me comentó que tuviera cuidado, Gray estaba embarazado de un mes, algo menos que yo. Mentiría si negase que no me preocupaba, porque si algún desgraciado le había hecho daño pagaría muy caro esa osadía, yo mismo me ocuparía de él, pero por suerte, Natsu me confirmó que el niño era de ambos.
Al salir fuera de la habitación de Gray, me quedé hablando con Natsu, quería pedirle matrimonio a Gray y aunque era joven para casarse, al menos quería dejar la propuesta hecha y ya casarse uno años más adelante. Yo creo que lo hacía para la seguridad y tranquilidad de Gray, eso sería una gran estabilidad emocional y creo que era lo que mi hermano necesitaba en ese momento, estabilidad y tranquilidad.
Dejé descansar a Gray y Natsu comentó que se quedaría un rato más con él y seguramente, hasta pasaría la noche durmiendo allí en el hospital en la habitación de Gray para asegurarse de que no estuviera solo ni le ocurriera nada. Yo me alegré de que lo hiciera, era un buen chico que se preocupaba por mi hermano, seguro que ambos serían una gran familia junto a ese nuevo ser que iba a nacer. Quedé con él para mañana ir a ayudarle a elegir un anillo de compromiso y me marché a casa a descansar.
Ya salía del hospital cuando mi móvil sonó. Era Fugaku y él sólo solía llamarme para temas importantes. Cuando me dijo que Sakura tenía previsto pedirle a Sasuke que se casasen, me preocupé y me fui directo hacia allí, era el momento de dejar las cosas claras, yo era quien tenía que casarse con Sasuke, no esa bruja que utilizaba artimañas para quedárselo. Al menos yo contaba con el apoyo de la familia Uchiha y estarían allí para ayudarme.
Cogí un taxi hasta la casa de los Uchiha y bajé corriendo dirigiéndome a la puerta donde Fugaku ya me esperaba. Fue él quien al final pagó al taxi aunque yo le dije que llevaba dinero. Entramos por el salón, todos estaban allí reunidos y Sakura parecía radiante cogida del brazo de Sasuke, aquello me cabreó y me dio igual que estuviera la familia de Sakura reunida, no iba a permitir que se quedase con Sasuke aprovechando que un maldito accidente le había hecho olvidar unos meses de su pasado.
- Sasuke... - le llamé y él me miró extrañado.
- Naruto... ¿Qué haces aquí? – me preguntó con una sonrisa – mira... voy a casarme – comentó sonriendo.
- Sasuke, no puedes casarte con ella.
- ¿Por qué no? – me preguntó con dudas.
- Porque no la quieres, rompiste con ella hace meses, ni siquiera está embarazada de ti.
- Pero... ella dijo...
- Miente, no sabe hacer otra cosa que mentir, por favor, créeme. Tienes que recordarme, por favor.
- Entonces... ¿Nos conocíamos?
- Sí, me conociste en un parque y me enseñaste a leer. Me contaste tantas cosas de tu vida, me ayudaste mucho Sasuke y nos enamoramos. Estoy esperando un hijo tuyo.
A Sasuke parecía dolerle la cabeza de nuevo y Sakura se levantó enfadada llamándome mentiroso aunque la única que mentía era ella. Sé que esto podía ser malo para Sasuke, que no debería de recordar todo en cuestión de segundos, que no podía darle tanta información de golpe pero se me acababa el tiempo. Había tenido paciencia con él y Sakura lo aprovechaba para arrebatármelo.
- Aquí la única que mientes eres tú. Rompisteis y te acostaste con a saber quién para quedarte embarazada y al verte sola decidiste cargarle el muerto a Sasuke. Eres una arpía y una bruja asquerosa que sólo trata de quitarle el padre a mí hijo.
Sakura vino hacia mí enfadada dándome un bofetón por los insultos y supongo que me lo merecía pero yo la cogí del pelo cabreado haciéndola chillar, estaba harto de tener que aguantar esto y creo que fueron las hormonas lo que me hizo comportarme así, porque yo nunca pegaría a una chica aunque Sakura no era una chica, era una víbora de lo peor.
Los padres de Sakura y de Sasuke vinieron a separarnos y al final uno de los médicos que estaba en la sala al ver a Sasuke tan afectado por ese agudo dolor de cabeza, nos mandó que nos retirásemos todos y le dejásemos descansar. No me quedó más remedio que irme por donde había venido y atravesé los jardines de los Uchiha pasando por la piscina.
No sé muy bien qué me ocurrió, supongo que me mareé porque empecé a perder el equilibrio hasta que sentí como me hundía. Me había caído a la piscina de eso no había dudas pero no era lo peor... lo peor es que yo no sabía nadar, no había tenido la oportunidad de aprender. Supuse que nadie me ayudaría, nadie sabía que estaba aquí y traté de salir hacia la superpie pero el aire empezó a faltarme hasta que sentí como alguien cogía mi muñeca con fuerza desde el borde y empujaba de mí hacia fuera, pero no conseguía fijar mi vista para ver bien de quién se trataba.
Al salir a la superficie cogí aire a grandes bocanadas tratando de escupir el agua que había tragado. Creo que estaba encima de alguien, notaba un cuerpo blando bajo mí respirando también con dificultad y cuando conseguí abrir los ojos una vez conseguí recobrarme un poco del susto, me fijé en Sasuke también asustado.
No podía creerme que fuera Sasuke, él debía estar descansando y no aquí conmigo, pero estaba bajo mi cuerpo, yo estaba en medio de sus piernas casi tumbado encima de él y me miraba con esos ojos dulces. No me dio tiempo a decir nada cuando se lanzó a abrazarme llorando.
- Lo siento – me dijo – me has dado un susto de muerte idiota.
- ¿Te acuerdas de mí? – le pregunté sonriendo.
- Eres un poco bruto para decir las cosas pero sí, aún no recuerdo todo pero recuerdo lo más importante, el día que te conocí, el día en que mi padre me dijo que estabas embarazado y salí a buscarte. Creo que tuve el accidente ese día.
- Sí – le dije sonriendo.
- Aún tengo detalles borrosos...
- Te los recordaré cuando quieras Sasuke, mientras no te cases con Sakura todo estará bien, te amo Sasuke y sé que tú también me amas a mí.
- Sí, te amo – me dijo sonriendo – A Sakura la he mandado a su casa. Odio que intenten manipularme. Sólo espero tener todo el tiempo del mundo para estar contigo. Si no consigo recordar... por favor... creemos nuevos recuerdos, te invitaré de nuevo a las citas, haremos cosas divertidas, te llevaré a la feria y comeremos... - se quedó bloqueado unos segundos, creo que no recordaba mi comida favorita aún.
- Ramen – le dije – me gusta el ramen.
- Vale, comeremos Ramen – me dijo sonriendo justo antes de besarme con dulzura.
- Te estoy mojando – le dije sonriendo.
- No me importa, no me importa nada excepto poder besarte de nuevo. Te he echado de menos.
- Eres un mentiroso, ni siquiera te acordabas de mí.
- Ya bueno, pero en el fondo te echaba de menos.
- Yo sí te he echado de menos, me has hecho mucha falta.
- No volveré a separarme de ti, Naruto.
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