Capítulo 23: Preocupado

Natsu Dragneel

No había dormido en toda la noche, sólo me dedicaba a dar vueltas y más vueltas. Para colmo... hoy sentía una presión muy extraña en el cuerpo, sentía que algo malo estaba ocurriendo o iba a suceder, pero quizá era una leve impresión. Miré el despertador... aún eran las cinco de la madrugada y el despertador no sonaría hasta las siete. Suspiré cansado y seguí moviéndome intentando cerrar los párpados para descansar, pero nada, no había forma. Giré la cabeza hacia Lucy, ella dormía plácidamente y no pude evitar pensar en la cantidad de discusiones estúpidas que teníamos últimamente.

Quizá yo le hablaba demasiado de Gray, pero es que ese chico tenía algo que hacía que no pudiera evitar preocuparme por él. Tenía algo que misteriosamente me atraía hacia él sin poder explicar un motivo. ¿Qué tenía ese chico huérfano para atraerme tanto? Ya no hablaba de una atracción física, que también había algo, era un chico muy guapo, no podía negarlo pero... era más una atracción hacia su forma de ser, me gustaba ese chico misterioso, ese chico que no parecía querer mostrar ni su pasado ni sus sentimientos, me gustaba cuando parecía no prestarme la más mínima atención en clase pero cuando le preguntaba... siempre tenía la respuesta perfecta, era un chico realmente inteligente pero ese carácter... esa actitud. No sabía cómo sacarlo de los problemas que pudiera tener, sé que no debía ser fácil criarse sin padres, criarse en un lugar que no conocías, con personas que no tienen relaciones afectivas de parentesco, sólo eran niños al servicio de lo que el estado quisiera hacer con ellos y eso me deprimía.

No puedo negar que me había planteado adoptar a Gray, pero preguntarle algo así a Lucy en este momento sería un desastre, ella estaba harta de que le nombrara a ese chico, por lo que sospechaba que menos gracia le haría tenerlo en casa porque yo quisiera adoptarle. Además... no creo que fuera solo a Gray, tendría que haber adoptado también a su hermano pequeño, esos dos siempre iban juntos, yo no quería separarles, eran la única familia que les quedaba, ellos se sentían como una familia y ese nexo de unión no podía rompérselo, sería destrozarles aún más a ambos.

- Duérmete de una vez Natsu – escuché a Lucy – no paras de moverte.

- Siento haberte despertado, creo que voy a ducharme ya.

- Es muy pronto para que te vayas a trabajar.

- Iré a ver algo en la televisión y te dejo dormir – le dije dándole un beso en la frente – descansa.

Salí de la cama y me fui al baño del pasillo a ducharme por no hacer ruido desde el del interior de la habitación. No quería tener que molestar más a Lucy y es que ella tenía que trabajar también temprano. Tras la ducha y vestirme, me fui al salón a oscuras y encendí una pequeña lámpara encima de la mesilla para iluminar lo menos posible. Me preparé un desayuno y coloqué la televisión en tono bajo para evitar despertar a Lucy. Echaban noticias.

Yo no era muy partidario de ver las noticias, era de la opinión de que solían siempre hablar de sucesos trágicos o nos daban malas noticias, así que no tenía por costumbre verla, pero no tenía otra cosa que hacer ahora mismo. Estaba dando el primer bocado a un croissant con aceite y sal cuando vi en la televisión al padre de Sasuke en una rueda de prensa hablando sobre la importancia de la escolarización de los menores. Quizá había pasado algo y por eso lo decía.

No podía creerme que aún en estos tiempos hubiera niños en nuestro país sin escolarizar, lo veía tan irreal, yo siempre había creído que todos estaban escolarizados pero al parecer... no era así aunque la educación era obligatoria hasta los dieciséis años. Cuando Fugaku comentó que revisaría caso a caso incluido a los orfanatos para asegurarse de que esa norma se cumplía... supe que ocurría algo que yo aún no sabía.

Me tomé el café y tras dejar todo en la cocina, cogí las llaves del coche para irme a trabajar. Lucy aún no se había despertado, supuse que hoy entraría algo más tarde de lo normal, su horario a veces era extraño y anoche se quedó hasta tarde terminando un artículo.

Cuando llegué al instituto, aparqué el coche y nada más salir al patio para ir al edificio, me crucé con Sasuke hablando con un chico rubio que no había visto antes... o bueno... sí lo había visto, era aquel chico que una vez cruzó la calle frente a mí con Gray, aquel chico que sonreía sin parar y por el que Gray había sonreído, fue la primera vez que vi a Gray sonreír y sentí que le importaba algo, le importaba ese chico.

Me acerqué para avisarle a Sasuke de que debería entrar en clase, ya había sonado el timbre y sólo faltaba él por entrar. Todo estaba muy silencioso y me acerqué a ellos para comprobar como Sasuke trataba de animar a ese chico diciéndole que le avisará en cuanto viera a Gray, que seguro que estaba dentro ya, pero ese chico rubio trataba de decirle que no estaría con una voz de preocupación.

- Cálmate Naruto... estará, ya lo verás.

- No lo entiendes Sasuke, él siempre viene a despedirse de mí y no lo ha hecho, ha pasado algo.

- Creería que te llevaría tarde al parque o algo, enserio... estará bien, entraré en clase y lo buscaré.

- Por favor Sasuke... créeme... no estará. Además, mi hermano siempre llega tarde a la primera hora porque está demasiado cansado por las mañanas como para levantarse, acaba de sonar el timbre, no estará – le decía el chico rubio.

- Sasuke – le llamé y ambos chicos se giraron – deberías entrar en clase.

- Es que... falta Gray – me dijo – éste es Naruto, su hermano pequeño, lo está buscando y me gustaría ayudarle ¿Puedo ir? Por favor – me pidió.

Qué Gray llegase tarde a primera hora era algo normal, lo tenía muy asumido, pero que su hermano pequeño conociendo como debía conocer a su hermano pensase que algo había ocurrido me preocupaba, él lo conocía mejor que nosotros, quería creerle y más después de que esta mañana hubiera sentido ese escalofrío de que algo sucedería hoy, algo malo, así que quería encontrarle para quedarme tranquilo de que ese chico estaba bien.

- Iremos todos a buscarle, no puedo quedarme tranquilo sabiendo que me falta un alumno y podría estar metido en algún problema – les dije – venga vamos a mi coche.

Caminamos los tres hacia el coche y cuando arranqué saliendo del parking de los profesores para incorporarme a la carretera, me di cuenta de que no le había preguntado a Naruto su motivo para estar aquí, se supone que debería de estar en clase también igual que su hermano y Sasuke.

- Oye Naruto... ¿Dónde estudias? – le pregunté – nunca te he visto por el instituto.

- Yo no voy al instituto – me dijo mirando por la ventanilla de atrás tratando de encontrar a su hermano por la calle.

¿A eso se refería Fugaku esta mañana? ¿A niños como Naruto que no habían podido ir al instituto y tener una mínima educación por a saber qué motivo? No me lo podía creer que hubiera tenido a un chico con estos problemas tan cerca y no me hubiera dado ni cuenta.

- Déjame bajar aquí – me dijo Sasuke – cubriremos más si lo busco en esta zona, iré hacia el parque por si ha ido a ver a Naruto, dad vosotros una vuelta por los alrededores del instituto – me comentó Sasuke y yo paré el coche para que bajase en la acera.

- Oye Sasuke... si lo encuentras llama a mi móvil, si no lo ves, nos vemos en media hora aquí y nos iremos al orfanato.

- Vale – me dijo cerrando la puerta y saliendo corriendo hacia el parque.

Tras quince minutos en coche, decidí aparcar cerca del parque y seguimos la búsqueda andando, preguntando a la gente por si le había visto. Naruto estaba muy preocupado y a mí me dio curiosidad.

- ¿Por qué estás tan preocupado Naruto? Quizá esté en el orfanato.

- No... el nunca quiere quedarse allí – me dijo muy seguro.

- ¿Pasa algo en el orfanato? ¿Gray se mete en líos?

- No, mi hermano jamás se ha metido en peleas ni cosas de esas como otros del orfanato, es un buen chico – me dijo – pero... no le gusta el orfanato, tampoco me ha querido dar sus motivos. Yo con tal de que él esté bien estoy conforme, dice que cuando tenga los dieciocho años nos iremos de ese lugar y viviremos en una casa para nosotros, que podré ir al instituto y podré comer Ramen cuando quiera – me dijo sonriendo.

Entendía una cosa... Gray cuidaba de este chico, pero ni siquiera le contaba las cosas a él ¿Qué ocurría? ¿Por qué el orfanato no iba a permitir que este chico fuera a clase? No entendía nada excepto que algo ocultaba ese siniestro lugar al que fuimos.

Entramos por una de las calles laterales, una de las menos concurridas y tras varios pasos... vi a Gray tirado en el suelo. Naruto fue el primero en salir corriendo a por él cogiéndolo entre sus brazos llamándole y tratando de despertarle. Me acerqué a ellos corriendo y tuve que apartar a Naruto para que me dejase examinarle. Estaba frío, demasiado frío, inconsciente, descalzo y mojado. ¿Cómo era posible? ¿Había pasado toda la noche fuera con esa lluvia? No me lo podía creer ¿Cómo no se habían dado cuenta el orfanato de esto? o es que... ¿Ellos habían permitido esto? Estaba en pijama y descalzo por lo tanto, había llegado al orfanato para cambiarse de ropa, tendría que haberse ido a dormir y no estar aquí en la calle.

Me quité la chaqueta pasándosela por encima y lo cogí en brazos llevándolo hacia el coche. Le di el teléfono a Naruto y le comenté que llamase a Sasuke quien llegó enseguida preocupado al ver a Gray tal y como estaba.

- Está helado – dijo Sasuke tocándole.

- Hay que llevarlo al hospital.

- Su respiración es muy débil – me dijo Sasuke.

- Lo sé – le comenté con una mirada para que se callase, no quería preocupar más a Naruto pero yo mismo sabía que estaba perdiendo a Gray, se moría.

Lo metí en el asiento de atrás con Sasuke, a Naruto preferí tenerlo delante para que no viera la situación de su hermano, aunque no hacía más que girarse para comprobar que seguía respirando y lo hacía... pero con dificultad.

- No puedes llevarlo al hospital – me decía Naruto – no tenemos dinero para pagarlo, harán preguntas.

- Lo pagaré yo y les diré lo que sabemos, que estaba fuera en la calle tal cual. Si tienen quejas pueden ir a preguntar al orfanato que hacía un chico de diecisiete años solo en la calle, con una tormenta, en pijama y a esas horas – le dije enfadado con el orfanato que había permitido esto.

Llegué al hospital y saqué a Gray en brazos sintiendo su cabeza golpear contra mi pecho. Estaba muy preocupado por él aunque intentaba camuflarlo por no tensar más la situación. Los médicos cogieron a Gray de mis brazos y lo subieron a una camilla llevándoselo mientras a mí me pedían rellenar papeles y Naruto y Sasuke se marchaban a la sala de espera preocupados.

Cuando vi a Gray en la camilla... sentí una opresión en mi pecho y es que creo... que me gustaba ese chico, me sentía atraído por mi alumno y eso era malo, era muy malo. Era mi primer año como profesor y me iba a enamorar de un alumno... no podía permitirme esto, podrían echarme de mi trabajo si se enteraban y decidí guardar mis sentimientos. Lucy tenía razón... hablaba mucho de Gray y ahora me daba cuenta, estaba empezando a enamorarme de ese chico huérfano que tenía un cerebro brillante. Si se moría aquí... no podía soportarlo, tenía que vivir y me agobiaba estar en esta sala de espera sin hacer nada, esperando a que alguien saliera a darme noticias y cuando lo hicieron... lo único que comentaron es que tenía pulmonía, que estaba grave y se lo habían llevado a cuidados intensivos para vigilarle las veinticuatro horas. No nos dejaron entrar a verle, pero podíamos estar en el pasillo y mirar por el cristal su evolución. A mí me desesperaba verle enchufado a todas esas máquinas y con la mascarilla puesta.


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