Capítulo 13: ¿Cita?

Naruto Uzumaki

Que no viniera hoy Gray a recogerme al parque era extraño, pero cuando Jellal me dijo que se había marchado con Sasuke... me sorprendió el doble, esos dos no se llevaban nada bien por lo que tenía entendido. ¿Qué había cambiado entre esos dos? No lo sabía, pero Jellal y Sai estaban preocupados, supongo que no les gustaba que gente extraña entrara en nuestro pequeño grupo cerrado y Gray estaba metiendo a Sasuke en este momento.

- ¿Qué le ocurre a Gray? – preguntó Sai extrañado mientras cogía de la mano a Gaara para llevarlo tras él.

- Ni idea – dijo Jellal aún caminando y yo les seguía por detrás escuchando.

- Tú eres su novio, algo sabrás.

- Lo único que sé es que ayer estuvo muy raro – comentó Jellal – creo que alguien le dijo que era un doncel.

- ¿Qué es eso? – pregunté yo extrañado y todos se giraron a mirarme.

- No estoy seguro – dijo Sai – pero creo que algo escuché a los directores del orfanato diciendo algo sobre niños.

- Creo si no me equivoco... que puede quedarse embarazado – yo me reí.

- Venga ya... eso es imposible, Gray es un chico – les dije.

- No Naruto... es un doncel, es algo diferente.

- No lo entiendo, Gray no es una chica, ni siquiera se comporta como una... es borde, poco afeminado y dios... miradle bien, es un chico al completo.

- Tiene órganos femeninos Naruto.

- Que raro, nunca me lo dijo.

- Ni él lo sabía – dijo Jellal – yo me enteré el otro día – comentó.

- Yo no lo sabía con seguridad... de niño me dijo que le daban una pastilla y ahora sé que era para que no se quedase embarazado, me resultaba extraño y luego me enteré escuchando un día tras una puerta que hablaban de él, de que era un doncel. Supongo que era esto lo que significaba... Gray puede quedarse embarazado.

- Es un problema – dijo Jellal hacia Sai – para su trabajo es un problema serio.

- ¿Para su trabajo? – pregunté.

Gaara apretó más fuerte la mano de Sai y éste trató de calmarle. Salimos del parque sin que ninguno me contestase y yo estaba harto de que me ocultasen lo de su trabajo ¿Qué narices hacían? ¿Era algo malo? ¿Por qué me lo ocultaban? Yo quería saber si Gray tenía problemas, era mi hermano y quería ayudarle si estaba en apuros, pero no me contaban nada. Sé que Gray era muy protector conmigo pero quería saber...

Gray llegó tarde pero aún pudo venir un rato a la habitación conmigo antes de tener que irse a trabajar, tenía unas pocas horas antes de que se fuera. Yo me alegré mucho de verle pero él dijo bastante serio que tenía que hablar conmigo y le acompañé a un lugar más solitario, creo que era importante lo que quería comentarme.

- ¿Qué pasa Gray? – le pregunté – si es por lo de Sasuke... lo siento, enserio, no le veré si es lo que quieres, pero no te enfades.

- No es eso Naruto – me dijo – tú eres libre de ver a quien quieras Naruto... a veces no estaremos de acuerdo con los amigos pero eso no tiene por qué impedirte ver a alguien, son tus amigos y tú los eliges, confío en tu criterio.

- Entonces... ¿Qué es?

- Yo... he descubierto...

- Que eres un doncel, sí lo estaba hablando Jellal y Sai, ya lo sé, pero yo te quiero igualmente, eres mi hermano.

- Lo sé Naru... pero lo que tengo que confesarte... es que creo que tú también lo eres.

- ¿Yo? – le pregunté y me eché a reír – yo no soy una chica – le grité – mira

Me bajé los pantalones delante de él enseñándole perfectamente que todo lo que había en mi cuerpo era de chico, yo era un chico, un hombre, un tío...

- Por dios Naru, súbete el pantalón – me dijo intentando subírmelo – que no me refiero por fuera, sino por dentro.

- ¿Por dentro? – le pregunté.

- Sí Naru, por dentro. Estoy tan confuso como tú ¿Vale? Pero al parecer podemos tener niños y no es una idea que me haga mucha ilusión y más cuando el orfanato nos lo ha estado ocultando. De momento no digas nada, mantenlo en secreto y no vayas bajándote los pantalones a la primera de cambio Naru... yo no te he educado así.

- Vale – le dije – lo siento.

- No pasa nada. Oye Naruto... ¿Te gustaría aprender a leer? – me preguntó entristecido.

- Sí – le dije – pero sé que no tienes mucho tiempo, no pasa nada.

- Te doy permiso.

- ¿Qué?

- Sé que me estabas ocultando que veías a Sasuke y sé que quiere enseñarte a leer... te doy permiso, puedes ir con él Naruto, pero hazme el favor de tener cuidado, no quiero que te pueda pasar nada malo.

- Lo tendré – le dije - ¿Sabes que tiene guardaespaldas? – le comenté emocionado y Gray sonrió.

- Sí, lo sé. Es el hijo de un político Naru, es alguien importante, viene de buena familia.

- Se siente solo y agobiado, él me lo dijo, le siguen a todas partes y no puede hacer lo que quiere.

- Lo sé, pero al menos tiene gente que se preocupa de su seguridad, que le quieren.

- Tú también tienes gente que te quiere Gray – le dije intentando animarle – yo te quiero... y Gaara, Sai y Jellal... nosotros te queremos. – él sonrió y me abrazó.

- Yo también te quiero Naru.

Orochimaru apareció por la puerta y con aquella lengua asquerosa que tenía paseándola por sus labios, llamó a Gray para que fuera a trabajar. Gray me mandó a dormir. No me gustaba como Orochimaru miraba a mi hermano pero no dije nada.

- Vete a dormir Naruto... a menos que quieras seguir los pasos de tu hermanito – me dijo y fui a hablar cuando Gray se adelantó.

- Él no quiere – le dijo – ve a dormir Naruto, te veré luego.

- Mientes – le dije y él abrió los ojos mirándome – tú nunca vuelves por las noches a dormir, siempre me dices eso para que me quede tranquilo, pero no vienes en toda la noche.

- Naruto... a dormir – me dijo – mañana hablaremos.

Me fui a la cama pero me costó mucho dormirme, sólo pensaba en Gray, en qué hacía o por qué nunca venía a dormir. Miraba hacia su cama y no estaba, daba igual a la hora que mirase, él nunca estaba allí, su cama permanecía perfectamente hecha. Cuando me desperté a la mañana siguiente, estaba allí y me tumbé a su lado pero cuando le pasé el brazo por la cintura para abrazarle, se removió del dolor y me pidió que no le tocase. No me dejó ver su abdomen y me echó de la cama preocupado.

- Gray... háblame.

- Vete ya Naruto – me dijo

- Pero Gray... déjame ver eso.

- Naruto, lárgate – me gritó enfadado y entonces se dio cuenta de que me estaba tratando mal – lo siento Naru. Estoy bien ¿Vale? Déjame descansar sólo un poco más, me levantaré a para ir a clase.

- Vale – le dije

Me marché de allí para ir al parque a empezar con mi trabajo, pero cuando Sasuke llegó, supongo que hoy no estaba de humor para sonreírle después de haber visto así a mí hermano. Él se acercó hasta mí y viendo mi cara, me abrazó con suavidad.

- ¿Quieres hablar? – me preguntó.

- Es Gray... sé que le ocurre algo, que no está bien, hoy se ha levantado con mucho dolor pero no me deja acercarme. No sé qué me esconde.

- No te preocupes Naruto, luego iré a clase y lo buscaré ¿Vale? Te prometo que le ayudaré.

- Gracias, Sasuke.

- Ahora anímate y límpiate las lágrimas que voy a invitarte a una cita.

- ¿Una cita? – pregunté limpiándome las lágrimas.

- Sí Naruto, una cita conmigo, vente, te enseñaré la ciudad.

Me fui con Sasuke y por fin dibujé una sonrisa. Caminamos hasta el coche y yo nunca había subido a un vehículo de estos, realmente nunca había tenido nada, prácticamente ni siquiera tenía ropa y los del orfanato sólo nos daban de comer, a veces ni siquiera eso... todo dependía de nuestro trabajo, por eso tenía que vender todos los periódicos.

A Gray solían ponerle bastante comida, de hecho era el que solía repartirnos a los demás cuando nos daban menos y no sé por qué era... creo que si funcionaba como con Gaara y yo... sería por su trabajo ¿Qué hacía él? Intenté no pensar en él, quería estar con Sasuke, era mi primera cita... ¡Una cita con un chico! ¿Quería decir que sentía algo Sasuke por mí? ¿Quería decir que nos estábamos conociendo? No lo sabía, pero me gustaba estar con él.

Subí al vehículo y no podía dejar de mirar por la ventanilla mientras Sasuke le indicaba al conductor dónde quería ir. Sus guardaespaldas no nos perdieron el ojo de encima y empecé a saber lo que Sasuke sentía todos los días, era agobiante, pero aún así... él podía moverse, podía hacer cosas, yo vivía para trabajar... vendía periódicos y volvía al orfanato, no tenía más vida que esa.

Sasuke me llevó al centro de la ciudad y me enseñó lo que era un centro comercial, incluso me compró algo de ropa cuando le dije que yo no tenía prácticamente nada. Yo me quedé fascinado por la cantidad de cosas que había, la gente que estaba por allí comprando y mirando cosas, yo nunca había estado en un sitio así.

Pasamos por una cafetería y al ver los bocadillos que hacían, mi estómago empezó a hacer ruidos y Sasuke no pudo evitar sonreír. La verdad es que pasábamos bastante hambre en el orfanato, pero yo no quise decírselo a Sasuke, no quería que me tuviera lástima, odiaba que la gente lo hiciera. Pasé de largo de la cafetería ante de que mi estómago volviera a rugir y salí fuera del centro comercial. Sasuke salió poco después de mí y me comentó con una sonrisa que ya sabía dónde llevarme. Qué raro me sentía al ir por el centro de Londres, casi nunca venía por aquí.

Sasuke me llevó al Támesis y cogimos un barco para dar una vuelta por el río. Si no había subido en coche... menos aún en barco, pero me gustó la experiencia, no dejé de sonreír ni un segundo y es que me encantaba. Sasuke me miraba de vez en cuando y a veces... hasta sonreía viendo mi vitalidad. Cuando me relajé un poco, aprovechó para acercarse a mí y ofrecerme algo envuelto en papel, un bocadillo.

- Toma, come algo – me dijo.

- Pero...

- Lo cogí antes en el centro comercial, vamos – me comentó con una sonrisa y sonreí.

Fui a darle el primer bocado al bocadillo cuando me di cuenta de que Sasuke no tenía ninguno y entonces me detuve en seco. Quise partir el bocadillo para compartirlo con él pero se negó.

- ¿No quieres? – le pregunté.

- No Naruto, acabo de desayunar – me dijo – es para ti.

- ¿Todo para mí? – me sorprendí.

- Sí Naruto, todo para ti – me dijo sonriendo y no pude evitar empezar a comer, tenía mucha hambre.

Terminé de comer mientras hablaba con Sasuke... creo que también estaba algo triste, supongo que porque nunca podía hacer lo que él quería, siempre estaban esos guardaespaldas siguiéndole, siempre estaba vigilado, los periodistas le perseguían a donde fuera y estaba un poco cansado de tener que ser el hijo perfecto y no poder ser él mismo. En parte le entendía, otra parte de mí... no lo hacía.

- ¿Cómo es tener una familia? – le pregunté entristecido y él se sorprendió – por mucho que te persigan, que tengas que ser perfecto... por mucha restricción que tengas... ¿Cómo es tener una familia? Supongo que te querrán.

- Sí Naruto – dijo mirándome atentamente – me quieren y yo les quiero a ellos.

- Tus padres sólo se preocupan por ti, porque estés bien, yo no tengo esa suerte, sólo tengo a Gray y él sólo tiene diecisiete años, hay muchas cosas que no puede hacer por mí, no podremos irnos del orfanato hasta que no cumpla los dieciocho años y después de irnos... ni siquiera sé cómo viviremos, Gray quiere trabajar pero eso implicaría que no tendría tiempo para estudiar, la vida en Londres es demasiado cara y yo no sé como ayudarle. Tú tienes un buen respaldo detrás – le dije – puede que no entienda mucho de tu vida... pero sé que tienes opciones de salir adelante, ni Gray ni yo tenemos muchas opciones, tú puedes elegir hacer lo que quieras Sasuke... tus padres lo entenderán, te querrán y te apoyarán.

- Sabes qué... sí hay algo que estaba deseando hacer desde hace mucho tiempo Naruto, ven conmigo – me dijo sonriendo y me cogió del brazo llevándome tras él corriendo hacia el interior del barco.

Sasuke me metió tras una de las puertas perdiendo de vista por unos segundos a sus guardaespaldas y me tapó la boca con la mano para evitar que nos escuchasen dónde estábamos. Estaba muy cerca de Sasuke quien apoyaba su espalda en la puerta. Podía sentir su respiración, su pecho subir y bajar nervioso porque no le encontrasen y yo le miraba... miraba sus oscuros ojos, su boca fina y delineada, su nariz... y él miró hacia mí entonces chocando casi su nariz con la mía. Estábamos tan cerca que me puse nervioso... jamás había tenido a alguien tan cerca de mí, mi corazón latía desenfrenado y no sabía por qué, yo nunca me ponía nervioso ¿Por qué lo estaba ahora con él?

La mano que retenía mi boca fue bajando con suavidad y sentía la respiración de Sasuke cada vez más cerca de mí, golpeando contra mi mejilla, sentía sus labios demasiado cerca de los míos... se rozaron con suavidad hasta que Sasuke metió su labio inferior entre los míos cogiendo mi labio superior. No pude evitar coger el labio inferior de Sasuke con suavidad mientras Sasuke empezaba a moverlos a un ritmo lento y seductor... ¡me estaba besando con Sasuke Uchiha!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top