Prologo

—Tengo hambre...

Si soy sincero, casi no puedo ni quiero recordar nada de mi vida pasada, nací como un vagabundo y morí como uno, sin poder siquiera tener la más mínima oportunidad de cambiar nada, menos cuando en esta vida tengo un dueño que me mima mucho y que encima es millonario.

¿Molestarme ser una mascota? Para nada, saber que no tengo que preocuparme por nada, es un sueño.

—¡Irmyl!

Mi tamaño todavía es pequeño y ni siquiera sé a que especie pertenezco, aunque es muy probable que sea un dragón rojo, es decir, de fuego.

Sea lo que sea, estoy feliz ahora y daré todo de mí para mantener este estilo de vida tanto como me sea posible.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top