Capítulo 31.-Padre e hija
Caminé con padre por la academia, hasta estar en una parte considerablemente alejada del edificio. Padre observa con atención los detalles de la academia, parece ser que no tuvo demasiado tiempo para observarlos cuando llego. Aunque de cualquier manera ¿Cuándo lo hizo?
—Así que esta es la academia —murmuró, dejando escapar un suspiro leve.
Sentí que apretó el agarre, como si no quisiera soltarme, como si fuera a perderme si lo hiciera, pareciera que tiene bastante en mente, y no solamente lo relacionado con ese cazador de dragones.
—¿Es tu primera vez aquí? —pregunté suavemente, intentando comenzar una conversación con él, después de todo, no sé hasta cuándo podremos volver a vernos.
Asintió levemente, todavía sin mirarme, lo que para ser honesta, me llegó a molestar un poco, pero lo dejaré pasar. Pero, sé que como soy una niña todavía, no es como que pueda contarme todos sus problemas, y tampoco creo tener la forma de ayudarlo a superarlos.
Entonces, una voz familiar resonó detrás de nosotros.
—No sabía que eras una niña de papá, Irmyl —susurró Alysanne, con un tono un poco juguetón que me hizo dar un pequeño respingo.
"Ah..." Pensé, al tiempo que sentí una leve oleada de calor subir a mis mejillas.
Pero, no soy ninguna niña de papá ¿Verdad? Solamente me distraje porque llevaba tiempo sin verlo. No suelo ser así, así que no soy ninguna niña mimada ¿De acuerdo?
De cualquier manera, no solté la mano de padre, y Alysanne, me mira con una sonrisa amistosa, casi pareciendo disfrutar de la situación.
Le devolví una sonrisa tímida, todavía avergonzada. Padre, al notar el comentario, pareció percatarse de nuestra relación y sonrío tras verme hablar con otras personas.
"¿Por qué pareces verlo como si fuera un gran suceso? Siempre he podido hablar con otras personas."
—¿Son amigas? —preguntó, antes de extender la mano hacia Alysanne con cortesía—. Un placer, soy Edmond Lomannes.
Alysanne no dudó en estrechar su mano, parecía bastante emocionada de poder conocer a mi padre.
—Sí, está en lo correcto —respondió con una sonrisa respetuosa—. El placer es mío, Lord Lomannes. He escuchado mucho sobre sus hazañas.
Padre normalmente actúa bastante reservado respecto a su pasado, por lo que en realidad no sé exactamente lo que hizo, ¿O fue lo de ese monstruo suficiente para ponerlo a la altura del gran héroe?
Mi padre, Edmond Lomannes, hincó el pecho de orgullo, mirándome de reojo, a lo que lo miré con curiosidad.
—¿Padre es famoso fuera de Ikronia? —pregunté.
Alysanne me miró como si acabara de hacer una pregunta estúpida, ante lo cual tuvo una expresión en blanco que me dolió más de lo que esperaba, ser tratada como tonta es peor de lo que imaginé.
—¿Bromeas? Lord Lomannes es conocido como el único hombre a la altura del gran héroe —respondió ella con un tono casual, casi diciendo que esto es cultura general.
—Aunque, yo todavía era un niño al momento que el gran héroe subyugó al rey demonio —declaró—. Afortunadamente, desde entonces, no ha ocurrido ninguna otra guerra, los demonios parecen estar conformes con el resultado. Por ello, no hay forma de saber si soy de verdad comparable al gran héroe o no.
Ambas asentimos.
De repente, una voz aguda y alegre interrumpió la conversación.
—¡Irmyl, Alysanne! —exclamó Selene desde el otro lado del sendero.
Ambas volteamos, notando de inmediato a Selene, parada en el camino, mirándonos con una expresión alegre. Aunque al ver a padre, su sonrisa se desvaneció casi en su totalidad y adoptó una expresión cautelosa. Se acercó a paso firme, aunque notablemente más reservada de lo usual.
—Ah, lord Lomannes —murmuró con un tono forma, que a estas alturas, me es extraño escuchar de ella.
Padre, al reconocerla, inclinó levemente la cabeza en un gesto respetuoso.
—Es un gusto volver a verla, princesa Selene —dijo con una sonrisa.
—Claro, debí suponerlo, es "Lomannes" después de todo —murmuró Selene.
Observe la interacción con curiosidad. Es raro ver a Selene siendo cautelosa con alguien, ¿Pasó algo con padre en el pasado? Quizás no deba preguntar, pero realmente me intriga saberlo. Aunque, sabiendo que la expresión de padre no es precisamente la más suave de todas, puede que la haya traumado de alguna manera.
"No ahondemos en eso mejor."
Hubo un silencio incómodo por unos cuántos segundos, antes de que Alysanne interviniera tomando a la princesa de la mano.
—Ah, princesa... hay un lugar al que quiero que vayamos —dijo ante la ahora confundida Selene.
Aunque no le permitió decir algo, ya que hizo una reverencia hacia padre y hacia mí, mientras me guiña el ojo.
"Se la está llevando a rastras.... a una princesa."
Padre tenía un expresión de orgullo.
—¿Qué hay con esa sonrisa, Lord Lomannes? —pregunté, soltando un suspiro.
Padre levantó una ceja, fingiendo sorpresa.
—¿No me vas a llamar padre, Esmeralda? —dijo con una voz un poco burlona.
Al escuchar ese nombre de nuevo, un leve escalofrío recorrió mi espalda, no es particularmente malo, pero simplemente no me gusta.
—Ugh... está bien. Sabes que no me gusta ese nombre —respondí, con un puchero.
Padre soltó una leve carcajada.
—Vas a romper el corazón de Isaac —dijo.
"Ah, ciertamente fue idea de él ponerme ese nombre."
—¿No se ha rendido con llamarme así?
—Es demasiado terco cuándo se lo propone —agrega padre.
—¿A quién habrá salido? —musito burlonamente.
Padre se rasca la mejilla con algo de incomodidad, entonces, me ofreció su mano y comenzamos a caminar juntos.
En poco tiempo, nos alejamos aún más del festival, hasta tal punto que el bullicio apenas se ha convertido en un murmullo. La luz de las linternas poco a poco se difuminan mientras avanzamos por los senderos de piedra.
Padre en algún momento, compró un par de snacks de frutos secos y me ofreció uno, por lo que nos sentamos en un banco de piedra mientras observamos los fuegos artificiales formar figuras en el cielo.
—Entonces... —dijo, como intentando encontrar las palabras adecuadas—. ¿Qué hay con tu apariencia actual? Ciertamente sigues siendo Irmyl, pero si no te hubiera visto con detenimiento, no podría haberte reconocido.
La pregunta ciertamente me tomó un poco por sorpresa, mi apariencia actual es algo que salió de mi mente por completo. Es hasta normal que tenga esa duda.
—Ah, eso... um... ¿Cómo debería decirlo? —Alcé la vista, pensando cómo explicarlo—. Realmente no entiendo del todo qué es, pero... —Levanté tres de mis dedos, como para reforzar mi punto— puedo cambiar de forma a esta, a mi forma de dragoncito, o a la apariencia que normalmente tengo. Parece que también puede transformarme en otras cosas, pero... en esos casos hago uso de maná para mantener la forma y mi maná se agota demasiado rápido. También parece que no puedo alejarme mucho de lo que soy realmente... Creo.
Padre mi miró con una mezcla de sorpresa y fascinación, se ve realmente interesado en el tema, a la par que tan confundido como yo.
—Bueno... eso es algo nuevo... y tampoco hay precedentes de otro caso como el tuyo... después de todo, eres la única dragona doméstica que ha adquirido forma humana... en todo caso, si ocurre algo más, por favor cuéntamelo —dice mientras revuelve mi cabello—. Quizás, algún día consigas dominarlo.
—Me despeinas —murmuro, aunque no hago nada para detener su mano.
Me quedé en silencio por unos segundos, mientras padre termina de comer su snack.
"¿Debería contarle?"
Padre se levantó para buscar un cesto de basura.
—P-Por cierto... —musité—. T-También pude recordar algo sobre mi vida pasada.
Padre no se volteó, pero, pareció petrificarse en el lugar.
—¿Lo hiciste? —preguntó en un tono suave, su voz parece oscilar entre la preocupación y la curiosidad.
Tragué saliva antes de hablar, sentí mis labios temblar y simplemente conseguí asentir ante su pregunta en primera instancia. Aunque quiera, son recuerdo que no puedo simplemente olvidar ahora mismo.
—Sí —dije con una voz débil, apenas audible—. Gracias a eso, he vuelto a recordar cuan afortunada he sido en esta vida. Yo... hice algo imperdonable, tanto que no sentí ser merecedora de seguir viviendo. Nunca logré perdonarme a mi misma lo que hice aquella noche.
Las palabras continuaron saliendo de mi boca, pareciendo querer evadir decir la verdad.
—E-Ella, era tan mala, pero aun así ¿Por qué hice eso? No lo entiendo, simplemente pasó antes de darme cuenta. Padre, yo... destruí mi antigua familia —musité—. A mi propia madre...
—Sinceramente... no sé cómo reaccionar a este —declaró padre—. Pero, aún así, cuéntamelo todo... yo, quiero entenderte.
Padre volvió a sentarse a mi lado y me tomó de las manos con calidez, me miró con preocupación genuina.
—Yo... era una noche confusa, al igual que siempre, mi hogar estaba lleno de una cierta sustancia que parece alterar el comportamiento de las personas... madre era adicta eso, ella... me golpeaba, día tras día.... Aquella noche, simplemente algo se quebró en mí y antes de saberlo, madre estaba muerta en el suelo —Mi voz tiembla—. Padre me tomó con él, huimos de la escena y cuando creyó que estaba lejos, se mató, dejándome solo en aquel lugar. Nunca conseguí perdonarme a mí mismo.
Hubo silencio por unos segundos, por lo que miré el rostro de padre, quién parece estar procesando mis palabras, escogiendo cuidadosamente que decir.
—No puedo decir que lo que hiciste estuvo bien, bajo ninguna circunstancia... pero, por lo que dijiste ¿No estarías también bajo los efectos de esas sustancias? —sugirió—. Y aún así, más allá de todo... ahora mismo tienes una segunda oportunidad, no digo que olvides lo que hiciste y que todo el mundo debería perdonarte, pero al menos a ti misma, que has cargado con esa culpa hasta otra vida ¿No crees que ya es suficiente? Ya no eres más esa persona.
"Creo que llegamos a una conclusión parecida."
Sonreí ante sus palabras.
—Gracias —murmuré—. Realmente, me preocupaba como reaccionarías, pese a que creí haberlo aceptado. Tenía tantas dudas, pese a que intenté convencerme que todo estaría bien.
—Es normal —respondió afectuosamente—. Todos tenemos dudas en algún momento.
—Pero, pese a todo, ahora mismo puedo decirlo: Soy feliz.
Padre sonrió tras oírme decir eso.
—Me alegro, porque si hubiera escuchado que eras infeliz, estaba dispuesto a cortarle la cabeza al príncipe Konath —dijo con una sonrisa y expresión tranquila.
Tanto que lo hacía parecer como una simple broma.
"¿Eh?"
Una broma, es cierto, debe tratarse de eso, él nunca diría enserio algo como decapitar al príncipe heredero de una nación aliada.
¿Verdad?
—Sobre eso, estaba considerando la posibilidad... de quizás negarme —comenté casualmente.
—¡¿En serio?! —exclamó padre, incluso poniéndose de pie de un salto.
"Nunca lo vi tan animado."
—S-Sí, pero es algo que quiero hablar con Konath frente a frente —digo algo divertida por ver su emoción.
¿Tan preocupado estaba?
No dije nada más, simplemente me puse de pie y lo abracé, tomándolo por sorpresa.
—¿Irmyl? —pregunta, mirándome con desconcierto, aunque ciertamente no intentó apartarme.
—¿No puedo? —pregunté hundiendo mi rostro en su pecho.
—Por supuesto que puedes, es sólo que nunca antes habías sido tan afectuosa —dijo mientras corresponde mi abrazo.
Nos mantuvimos abrazados por un buen rato, antes de separarnos.
—Bueno, parece que es el momento de despedirnos, tengo asunto que atender en Ikronia, y tu en la academia —dijo con orgullo.
Asentí, siendo comprensiva, aunque con algo de tristeza en el fondo.
Nos dirigimos de regreso a la plaza principal, caminamos tomados de las manos sin decir una sola palabra.
—¿Estás segura que estarás bien? —preguntó.
—Sí, lo estaré —respondí sin dudar—. Por supuesto quiero volver a casa, pero, también quiero volverme una buena maga.
Padre volvió a sonreír por mi respuesta, acarició cariñosamente mi cabeza.
—Si necesitas algo, pídele al subdirector que me contacte —dijo con una sonrisa.
Con esas últimas palabras, padre se da la vuelta y se despide de mí, lo seguí con la mirada hasta que se desvaneció de mi campo de visión.
"Estoy bien."
***
—En realidad... ¿Qué hacen? —se preguntó Karla.
La sombra se deslizó por las paredes.
—Nada, esperar, sólo esperar ¿No te lo dije? —respondió.
—Eres un demonio... no puedo confiar en tu palabra —susurró—. Ni siquiera me has dicho tu nombre, simplemente forzaste tu entrada a mi sombra... ¿Qué clase de magia es esa?
La sombra sonrió.
—Bueno~ La cosa es que... no tengo un nombre como tal ahora mismo... Pero no, no es magia, aunque podrías decir que es idéntico, hay una diferencia fundamental entre las habilidades y la magia. Bueno, también depende de otros factores.
—¿Ah? Eso no tiene sentido —murmura.
—Oye, sirvienta.
Uno de los siete héroes, Ivan Volkov, caminó hasta toparse con Karla.
—Bien, esto es perfecto —dijo la sombra.
—¿Eh?
—¿No me escuchaste? Necesito que me guíes de regreso a la plaza principa- ¡¿Qué es esto?!
Ivan miró con sorpresa como dejó de moverse repentinamente.
—Mujer ¿Qué me hiciste? —preguntó con una mirada amenazante.
—Y-Yo no hice nada —dijo mientras levanta las manos.
Las manos de Ivan se dirigieron hacia su cuello.
—¡Haz algo! —rogó Ivan.
Y así, el destino comienza a seguir su curso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top