Capítulo 21.-Un héroe particular

—...

"No quiero levantarme"

La cama es demasiado cómoda, quizás deba saltarme el almuerzo y dormir.

"No, no puedo, esas chicas tuvieron la amabilidad de invitarme"

Debo de ser un caballero y no dejarlas esperando, así que, debo tomar la difícil decisión de ponerme de pie.

Mientras me estiro frente a la puerta, vuelvo a ver mi reflejo.

"¿Qué parte de un caballero queda en mí?"

—.....

Tengo la intensa necesidad de posar, pero si hago eso, siento que perderé la ya escasa masculinidad que me queda... si es que me queda algo todavía.

"Voy a resistir el impulso, al menos por ahora"

Con eso en mente, salí para encontrarme con las chicas, mismas que están frente a mi puerta con la mano extendida, como si estuvieran a punto de tocarla.

—Ah... Um... lo siento, no quise hacerlas esperar —respondo.

—No es nada —dice Selene mientras toma mi mano—. ¿Nos vamos?

"¿De verdad solamente escuchar que prácticamente soy una recién nacida pudo cambiar tanto su actitud?"

No es que dude de su buena voluntad, y para empezar, tampoco tenía motivos para odiarme, pero ¿De verdad pudo cambiar su opinión de mí tan rápido?

Cómo sea, no es algo que me preocupe particularmente en estos momentos.

—Ahora, ¿Vamos al comedor? —pregunta la princesa, mirando hacia Alysanne.

La "héroe", solamente asiente, siguiéndonos silenciosamente desde atrás en todo momento. Me dejé llevar por la princesa, misma que lideró alegremente el camino, casi pareciendo que se lo ha memorizado en su totalidad.

"¿Es la primera vez que está aquí o se trata de una genio aún mayor de lo que pensé?"

Sea como sea, no es algo de lo que deba de preocuparme ahora mismo. Caminamos hacia el comedor, obteniendo bastante notoriedad de los estudiantes de años superiores, aunque sus ojos parecen estar viendo con admiración a mis dos compañeras y con cierto recelo a mi persona.

—¿Una dragona en Durkiz? Tienes que estar bromeando.

—Encima, dicen que viene de Ikronia... un lugar tan... desagradable.

—¿No habrá solamente seducido al príncipe?

Selene agarró con fuerza mi mano, ya que, sin darme cuenta, me detuve por completo.

—Vamos —dice con una sonrisa y gran calidez.

Alysanne miró de reojo a las estudiantes que murmuraron tales cosas, aunque no parecieron intimidadas en lo absoluto.

—S-Sí —respondo.

Reanudando el camino, Selene lideró con una naturalidad, ignorando las miradas y susurros sobre nosotras.

—Lo siento —musito.

—¿Por qué te disculpas? No es tu culpa —Me dice la princesa, sin dejar de caminar.

—...

No dije nada, al final, solamente fue algo que me nació decir, no es que lo haya pensado.

"No, no, soy la hija de una familia noble..."

Pero, el ambiente aquí es muy pesado. Casi puedo sentir que todas las miradas se centran en mí, como si no fuera digna de pisar esta tierra santa.

"Aunque, se supone que es una escuela para todas las razas"

Pero, he de decir, que no he visto más que humanos por aquí, al menos hasta ahora.

"..."

No, no, quiero decir, no hay forma que un dragón pueda ser discriminado ¿Verdad? Suena demasiado estúpido si me lo preguntas. Aunque, también es cierto que eso es sólo desde la perspectiva de alguien que no lleva ni un año en este mundo.

Por ende, han de ser solamente imaginaciones mías ¿No es así?

—Si alguien se mete contigo, no dudes en decírnoslo ¿De acuerdo? —Me pide la princesa con una notable preocupación en su rostro.

Ante las miradas tanto de ella como de Alysanne, solamente pude asentir, antes de finalmente llegar al comedor, una puerta de tamaño considerable y que está custodiada por un par de estatuas vivientes, que nos vieron de pies a cabeza.

—Estudiantes de nuevo ingreso, entendido —declaro una de las dos.

Tras ese breve intercambio, las puertas se abrieron solas y nos dejaron dar un vistazo a las instalaciones.

El comedor es impresionante, es lo único que puedo decir. Todas las mesas están organizadas con una precisión impecable, la decoración es cuanto menos curiosa, ya que si bien me recuerda a la edad media, también hay detalles que te hacen sentir como en un cuento de hadas. Las candelas flotan sobre nosotras, bañando todo el recinto con una suave y cálida luz.

—Woah...

No pude evitar sentirme asombrada, aunque de inmediato me sentí avergonzada al notar que no éramos las únicas en el comedor, además de nosotras, hay cerca de diez alumnos de diferentes grados por todo el lugar.

Eso sin contar al personal.

—Lo siento —musito.

—¿Por qué te disculpas por todo? —Me pregunta Alysanne.

—...Yo...

La princesa Selene me tapó la boca.

—No vuelvas a decir "lo siento".

En todo caso, caminamos hasta una de las mesas vacías, aunque al principio llamamos la atención, no tardó mucho para que comenzaran a ignorarnos.

"Gracias a dios"

Más allá de eso, me sentí como una princesa al ser atendida por tantos sirvientes, incluso más que en la casa de los Lomannes.

La comida luce tan deliciosa que si no me concentro, creo que voy a comenzar a salivar y eso sería no solamente desagradable, sino irrespetuoso y más cuándo tengo a una princesa de un gran reino frente a mí.

—...

No diré nada más de la comida, solamente diré que casi me desmayo de la felicidad, nunca antes pensé que podría disfrutar tanto cada bocado ¿De verdad soy digna de tales manjares?

Estando completamente satisfecha, no noté la mirada de uno de mis superiores, pero lo increíble no era tanto que me estuviera mirando, sino que... es otro dragón.

—¿Lo conoces? —pregunta Selene casi en un susurro.

—Princesa, Irmyl nació en Ikronia, y considerando lo joven que es, dudo que conozco mucha gente más allá de la allegada a su familia —declara Alysanne con un tono serio.

Pero, su seriedad se arruina al ver sus mejillas llenas de comida.

"¿Eres una protagonista de shonen o algo?"

—....

"Ugh, ya me estoy poniendo nerviosa por ser vista fijamente por un extraño ¡¿Qué es lo que quieres?!"

Me pone los pelos de punta pensar en las posibilidades, desde que un príncipe me pidió la mano, no puedo confiar tan fácilmente que voy a salir de cualquier situación.

Afortunadamente, nada pasó ese día.

Pude regresar sana y salva a mi dormitorio o eso pensaba, antes de que justo frente a mi puerta, un chico corpulento y de aspecto rudo, patea a otro.

—¡¿DEL REINO DE LOS DUENDES?! Que estupidez, mira que permitir a tal escoria en este lugar....

El joven solamente se sobó la cabeza, aunque en cuanto a corpulencia no se queda atrás de quién le está molestando, su rostro luce más bien amable.

—¿Por qué hiciste eso? Diablos, aunque prometí no causar problemas por su bien —declara el chico de pelo negro azabache.

Alysanne, Selene y yo, nos quedamos mirando con ojos fríos la situación.

"¿Qué clase de idiota se mete en problemas en su primer día?"

Aunque quisiera ayudarlo, prefiero no meterme en problemas por ahora.

—Um, ese chico... es de cuarto año —Señaló Alysanne, mirando en dirección al abusón.

"Menos motivos para meternos"

—¿No deberíamos ayudarlo? —pregunta Alysanne.

—...

Tanto Selene como yo, desviamos la mirada.

Antes de que una sirviente extrañamente familiar interrumpa el conflicto entre ambos.

—Tsch...

Aunque parecía reacio, al final, terminó por hacer caso a la sirviente e irse del lugar.

—Gracias, gracias, no quería meterme en problemas —dice el chico.

—Descuide, sé que no fue su culpa —declara antes de que nuestros ojos se encuentren.

"Ah, ¿No es la chica de la fiesta del té?"

—¿S-Señorita Lomannes? —pregunta tan sorprendida como yo.

Sobre todo desde que se acuerda de mí.

—¿Eras K-Karin? Lo siento, soy muy mala con los nombres.

—No, no, es un honor que me recuerde, sobre todo desde que solamente nos vimos una vez —dice con una sonrisa.

Al voltear hacia Selene y Alysanne, ambas están boquiabiertas.

—Crecen tan rápido —dicen al unísono.

—....

"¿Eh?"

—Disculpen~ ¿Pueden decir dónde está mi habitación? —dice el chico visiblemente apenado por interrumpir nuestra conversación.

"..."

¿No se suponía que tenía que estar acompañado de algún sirviente?

—Ah, por supuesto, su habitación tendría que estar en el ala opuesta, aunque he de advertir que aunque esté permitido ir por todo el campus, a partir de que cae la noche, está tajantemente prohibido salir de sus habitaciones —explica Karin.

—Ya veo, lamento la confusión... Yo soy Darwin Everhart —dice mientras nos hace una reverencia.

Alysanne lo mira con frialdad.

—Tú... Eres un héroe ¿No es así? —pregunta Alysanne.

—¿Eh?

"¡¿Cómo se dio cuenta?!"

Miro de forma alternada entre Alysanne y Darwin, esperando algún tipo de explicación.

—¿Cómo lo supiste? ¡¿También eres una?! —pregunta con unos ojos demasiado brillantes.

—Eh, ah... sí —responde Alysanne, quizás incapaz de saber cómo responder ante una persona tan entusiasta como parece ser Darwin.

—Señor Darwin, pronto será el toque de queda, así que será mejor que vaya a su habitación cuanto antes —Dice Karin.

El entusiasmo de Darwin se apaga por completo, como si las palabras de Karin hubieran sido una especie de balde de agua fría.

—Ah, es cierto... bueno ¡Nos vemos! —exclama con una sonrisa—. Pero, esta es la primera vez que veo a una chica dragón.

—¡Señor! —Le reclama Karin.

—Ah... lo siento...

Así, fue mi primer encuentro con otro de los siete héroes de la generación actual.

—Eso fue... raro —musita Selene.

Ante su observación, tanto la señorita Alysanne como yo, solamente asentimos al no tener nada más que agregar. No parece un mal tipo si me lo preguntas, pero tampoco creo que seamos demasiado compatibles en términos sociales, no creo que lleguemos a ser demasiados cercanos.

"..."

Pero tendré que hacer el esfuerzo, pero, lo primero es conocer mejor a la señorita Alysanne.

—Entonces, aquí nos separamos, nos vemos mañana ¿De acuerdo?

Asiento ante las palabras de Selene.

—Que descansen —musito antes de volver a mi habitación.

Entrando a mi habitación, me recargo en la puerta y me deslizo hasta quedarse sentada, mirando hacia el techo.

"Qué día tan agotador"

—...

¿Por qué me siento más cansada aquí que en el palacio? Es extraño, demasiado extraño. Debería de haber algún tipo de explicación, pero no puedo estar del todo segura como para poder decir cuál es.

Vuelvo mi mirada hacia el espejo.

"¿En qué parte de ahí estoy yo?"

Debería acostumbrarme a esto, esta soy yo ahora... es el rostro que me acompañará por el resto de mi vida, así que ¿Por qué no puedo aceptarlo?

¿Por qué me sigo aferrando tanto a esa vida? Si no tengo ni un solo buen recuerdo de ese entonces. No había nada que valiera la pena, pero... ¿Qué es esto? El pensar en olvidar todo eso, me asusta.

Quizás solamente debería de irme a dormir, seguro que para cuando vuelva a despertar, estaré mejor. Además, esa cama es demasiado cómoda como para no aprovecharla y dormir tanto como pueda.

Con eso en mente, vuelvo a acostarme, mirando nuevamente hacia el techo, hasta que en algún momento me quedé dormida.

Aunque, justo en ese instante, aparecí en un lugar extraño.

Un espacio en blanco, pero, estoy rodeada por incontables libreros. Los libros están escritos en un variedad inimaginable de idiomas que desconozco. Por lo que, no sólo no puedo leerlos, sino que tampoco puedo saber de qué tratan.

—¿Qué es este lugar?

[ADVERTENCIA: Sal de ese lugar, AHORA]

"¿Eh?"

Pero, ni siquiera sé cómo llegué aquí para empezar, así que ¿Cómo debería salir?

Mientras pienso en eso, camino entre los libreros, hasta llegar a lo que parece el centro, dónde hay una pequeña mesa con algunos libros abiertos, una bebida que parece ser té y una variedad de muebles.

En uno de ellos, está una mujer rubia de ojos rojos, con un cabello tan largo que me pregunto como hará para caminar sin tropezarte.

—Irmyl de Lomannes, un placer conocerte —dice con voz calmada—. Me preguntaba quién era la rata que estaba en mis aposentos, pero veo que solamente era una linda lagartija, nada de qué preocuparse.

Por alguna razón, mi cuerpo quedó inmóvil ante esa mujer, sentí como si cada palabra fuera una afilada cuchilla sobre mi garganta. Lo que es más, incluso ni siquiera mira en mi dirección, como si no fuera ninguna amenaza.

—Yo... bueno....

—"¿Quién soy?" Bueno, no te culpo por preguntar eso, es normal que un mundo de clase C en el que vives no sepa de mí.... Aunque me molesta un poco, pero ¿Qué se le va a hacer?

"¿Clase C?"

No, eso no es lo importante ahora.

—Mi nombre es Anane, soy la guardiana de la biblioteca de la eternidad y una de los pocos primigenios que viven en esta realidad —dice con tranquilidad mientras continúa leyendo uno de sus libros.

Trago saliva, aunque no comprendo del todo, es una persona realmente importante ¿No es así?

—....

No dije nada más, como esperando que continuara con su relato, explicándome la razón de que quisiera hablar explícitamente conmigo, pero no lo hizo.

—E-Entonces, S-Señora Anane ¿Por qué me llamó?

La mujer sonrió, sin apartar la mirada de su libro, antes de cerrarlo y mirarme fijamente, de un momento a otro, estoy sentada frente a ella.

"¿Eh? ¿Cómo?"

—Mi poder es el control de la realidad —dice con tranquilidad—. Podría decirse que soy la tercera más poderosa entre los primigenios, aunque no es por presumir.

Pese a querer que vaya directo al grano, no me atrevo a decírselo por miedo a ser borrada del mapa.

—Bueno, pareces ser bastante tolerante~ —dice mientras se ríe entre dientes—. Entonces ¿Vamos directo al grano?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top