Capítulo 10.-Planes a futuro

[Cualquier error con el tiempo, por favor díganmelo XD]

"Siento que mi infancia pasó demasiado rápido ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Seis meses?"

No falta mucho para graduarme de la educación básica, quizás salté demasiados años, lo que es más... llamé tanto la atención que ahora mismo tengo que tomar clases en casa y separadas de mis hermanos.

Lo cual es hasta un favor, no soy especialmente buena lidiando con desconocidos, esa vez también fue por pura suerte. No soy ninguna clase de heroína, fui totalmente superada e incluso pude perder la vida.

Pensándolo en frío, ¿Cómo fui capaz de soportar tanto? El hecho de que los dragones seamos inmunes a la magia, es algo que nunca habría esperado para ser honesta.

—¿Qué haces? —Me pregunta padre.

Por cierto, no he visto al hermano mayor en todo este tiempo y mucho menos al segundo príncipe, aunque por lo que he oído, siguen viajando juntos buscando una manera de levantar la maldición que le atormenta.

"La batalla por el trono parece molesta"

Aunque por lo que vi, el extraño primer príncipe parece ir a la cabeza, por algún motivo ¿Este país estará bien? El tercer príncipe también parece algo extraño, como si una extraña presencia estuviera con él.

De hecho, ¿No me miraba con demasiado disgusto? Si al menos lo hubiera disimulado un poco, pero, no creo que haga nada tampoco, quiero aferrarme a esa vana esperanza, pero estoy segura de que pocas cosas van a salir como quiero.

"Todos en el palacio saben que soy una reencarnada, aunque ¿Niania se lo contó a Isaac? No estoy segura, no es que hablemos mucho últimamente"

De hecho, ¿Con cuantas personas he hablado en los últimos días? ¿No soy prácticamente una NINI? No, sigo estudiando.

Aunque de todos modos, sigue siendo preocupante apenas haber hablado con un puñado de personas en los últimos días.

El primer príncipe dijo que quería que charlemos, pero supongo que debió de estar ocupado en estos últimos meses, aunque para ser sincera, prefiero que se quede así... no me gusta hablar demasiado de mi vida pasa, no es que tengo algo que contar tampoco.

—Esme, ¿Estás libre?

—Hii...

Ante la repentina irrupción en mi cuarto, no pude evitar sobresaltarme e incluso apretar demás a madre, quién respondió con un quejido.

—L-Lo siento madre —digo mientras reviso si no tiene heridas.

Quién entra a la habitación no es otro que Isaac.

—Ah, ¿Maestro? ¿Amo? ¿Isaac? ¿Hermano? —digo con dudas de como referirme a él.

—Sólo Isaac está bien —dice con una sonrisa—. Papá quiere verte, me dijo que viniera a buscarte.

—Ya veo...

Hubo un silencio, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos.

—Um... ¿Cómo lo estás llevando? —pregunta sin pasar más allá de la puerta de entrada.

—Supongo que bien, sigue siendo algo confuso, pero prácticamente he pasado más tiempo en esta forma... así que ¿Normal? —respondo con tranquilidad.

Madre duerme tranquilamente sobre mi regazo mientras la acaricio.

Vaya que está cansada, últimamente duerme demasiado, quería llevarla conmigo, pero lo mejor será acomodarla en mi cama.

—Entonces... ¿Vienes de otro mundo?

—...

Me quedé en silencio mientras dejo a madre en la cama y luego volteo hacia Isaac.

—¿Niania te lo dijo? —musito.

—Sí.... Pero que mientras estés distraída hables en una lengua extraña no ayuda —Comenta Isaac.

"...no sabía qué hacía eso..."

—Ya veo... te debe parecer raro ¿Verdad? —musito cabizbaja.

—¿Por qué? Eso no cambia que seas mi hermanita y mi antigua mascota, aunque por el bien de mi reputación por favor omite eso último —declara visiblemente nervioso.

"Tampoco es que sea algo que vaya a contar así como así"

—Si estás bien con ello... —respondo con una sonrisa.

—¿Cómo era tu otro mundo?

"Era obvio que preguntaría ¿Cierto?"

Miro a madre entre mis brazos.

—No lo sé, no tuve oportunidad de disfrutarlo... antes de saberlo, estuve solo y tenía que arreglármelas como pudiera, no todos son tan amables ¿Sabes? Simplemente aquí tuve la suerte que no tuve antes —respondo.

—...

"No debí haber hablado tanto"

—P-Pero, estoy bien ahora ¿De acuerdo? No es algo que tenga importan...

—¡Por supuesto que la tiene! Pese a que ya no tengas heridas, debió ser doloroso ¿Verdad? Yo no sé que haría sin mamá y papá... —declara con lágrimas en las comisuras de sus ojos.

No pude evitar sonreír.

—Isaac... gracias —musito.

—¿Por qué? —me pregunta, confundido.

Dejo escapar una risilla.

—Por nada en particular, ¿No decías que padre me llamaba?

Parecía acordarse finalmente de ello y su ánimo se fue por los suelos.

—B-Bueno, ya lo verás —dice extrañamente nervioso e incómodo.

"¿Qué pasa con esta atmosfera de repente?"

Al llegar a la oficina/sala/cuarto de padre, noté que mamá también está ahí... pero no mi mamá dragona, sino la humana ¿Cuál era su nombre? Bueno, incluso el de padre se me escapa a veces.

Ambos se sobresaltan al verme, aunque padre logra disimularlo.

—¿Pasa algo? —pregunto.

Hubo un silencio demasiado incómodo mientras ellos se dedican miradas.

"La curiosidad a comenzado a matarme ¿De qué demonios se trata?"

—E-Eh, I-Irmyl ¿Por qué no te sientas? —dice mientras me ofrece sentarme a su lado.

Asiento y hago lo que se me pide, actúo tranquila pero esta curiosidad ha comenzado a matarme.

—Seré directo, sé que eres lo bastante madura para tomar una decisión... aunque para ser honesto, quisiera negarme, pero tu eres la de la última palabra, ya que eres la implicada.

"¿De qué se trata para que le cueste tanto decírmelo?"

Toma aire, mamá parece darle ánimos, y finalmente soltó la bomba.

—El primer príncipe del imperio de Durkiz ha pedido tu mano...

"¿Eh?"

—¿El primero? —pregunto estupefacta.

—El primero.

—¿El príncipe heredero?

Ante mi pregunta, padre suspira, casi como esperando que preguntase aquello.

—Sí, no el segundo ni el tercero, el príncipe heredero a solicitado que seas su tercera esposa... tiene veinte años...

Me llevo la mano a la barbilla.

"Si pese a ser tan reacio, ha tenido que decírmelo, es que será algo muy importante"

—¿Te meterás en problemas si rechazas? —pregunto con seriedad.

—Por supuesto que no —dice sin mirarme a los ojos.

—Acepto, al menos verlo, no soy especialmente reacia a casarme y menos si es por el bien de la familia —musito—. Aunque que se haya interesado en mí, siendo todavía una niña... me da escalofríos.

Padre se quedó en shock.

—...

—¿Estás segura, Irmyl? Puedes rechazar si quieres, nosotros asumiremos cualquier consecuencia, los niños no tienen que preocuparse por eso...

Sonrío ante la preocupación de mamá, mientras padre sigue como una estatua.

—Mamá, gracias... pero está bien, estoy bien ¿Sí? Por ahora volveré a mi cuarto —respondo tras un suspiro.

"Ser una esposa ¿Eh?"

No me he parado a considerarlo, pero, si de alguna forma sirve para ayudar a los Lomannes... no me importa intentarlo, además ¿No es Durkiz dónde está la academia de magia? Además es la nación más grande del mundo.

Si llegara a rechazar, no quisiera ni imaginar lo que podrían hacer con padre y el resto.

"Esto es lo mejor para todos"

Tampoco es que tuviera algo en mente para hacer con mi futuro.

"Aunque ser la esposa de un rey... eso definitivamente no es algo que estuviera en mi cabeza ni siquiera en la más loca de mis fantasías"

Pero lo hecho, hecho está, no hay nada que hacerle.

—...

—Mañana tendrás que ir a verlo, ¿Está bien? Será una entrevista matrimonial —declara mamá.

Asiento, sin dar más respuestas antes de irme a la cama.

"Para empezar ¿Cómo es que supo de mí?"

Son cosas que supongo que no tiene sentido pensar ahora.

Para la mañana siguiente, me llevaron al palacio real, y me guiaron a una habitación dónde hay una mesa bastante grande con sólo dos platos y varios sirvientes apostados a los lados.

Tengo puesto un vestido rosa bastante brillante, zapatillas y algunos aretes.

"¿No me veo rara con todo esto?"

Mamá y padre dicen que me veo muy bien, aunque no sé a qué clase de belleza se refieran, no es lo mismo una mujer que una niña y por el bien de mi salud, espero que todos piensen en mí como una niña y no como una mujer.

Volviendo al tema en cuestión, ahora estoy justo frente al príncipe heredero de Durkiz, Konath de Durkiz.

Un hombre joven de buena apariencia, cabello negro corto y ojos verdes, de complexión delgada y piel ligeramente bronceada.

—Es un honor conocerlo, su alteza —digo mientras hago una reverencia—. Todavía no he estudiado demasiado la etiqueta, así que pido una disculpa por adelantado si llego a cometer algún error.

—No te preocupes, fui yo quién hizo tan irracional petición de vernos tan pronto —dice antes de besar mi mano—. Pero, eres más hermosa de lo que pensé.

"Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo"

Sólo espero que no malinterprete que es porque estoy nerviosa o algo, es más porque me siento perturbada que por otra cosa.

"No tengo ni siquiera un año aún ¿Sabes?"

—Gracias, su majestad —respondo manteniendo una sonrisa.

—No es nada, ¿Tomamos asiento?

Hago lo que dice y nos sentamos uno al lado del otro, esto más que nada porque se adelantó y me indicó que me siente a su lado.

"Por lo menos no parece un pervertido, pero, no es buena idea juzgar un libro por su portada"

—¿Has pensado en la solicitud? Aunque si viniste, supongo que es un sí —dice mientras agarra mi pelo.

"Vamos a evadir la pregunta, sin que parezca forzado"

—Su majestad ¿Por qué yo? —pregunto—. No mucha gente sabe de mí, incluso dentro del reino.

—Realmente, sólo sabía de tu existencia, hasta el día de hoy jamás te había visto... —dice tocándose la barbilla—. En todo caso, ¿Ya decidiste? Ser mi esposa o no, prometo tratarte gentilmente y esperar a que crezcas antes de intentar cualquier cosa.

"Por lo menos es consciente que sigo siendo una niña, pero ¿No está siendo demasiado insistente?"

—No me niego, es sólo que... no tengo ni siquiera un año ¿Sabe? No nací como una humanoide después de todo.

De repente se quedó congelado, de hecho, parece haber perdido el color e incluso se levantó de golpe para alejarse tanto como sea posible.

—¿Qué pasa, majestad? Parece haber visto un fantasma.

—N-No hay forma de que eso sea posible...

—Espero no se vaya a echar para atrás, la respuesta le fue comunicada por carta ¿No es así? —digo con una sonrisa.

Asiente, habiendo perdido cualquier rastro del entusiasmo de antes.

"Al menos así, me aseguraré de que no me toque"

No creo estar lista, mucho menos ahora, en unos años no lo sé.

Sea como sea, estuvo como muerto viviente por el resto de la cena, la boda se llevará a cabo en su país en un año. Aunque habrá que iniciar los preparativos antes y se me concedió un permiso especial para prácticamente hacer lo que quiera, aunque no sin antes comunicárselo al señor Konath.

"Ahora soy la prometida de un futuro emperador, como vuela el tiempo ¿Eh?"

Me pregunto que cara hará el actual emperador o las esposas del señor Konath cuando sepan de mi edad.

"Aunque si voy a casarme ¿No significará eso una luna de miel? Espero cumpla su promesa o tendré que castrarlo..."

Suena demasiado problemático, aunque me aseguraré de que por lo menos, mantenga su palabra.

Por cierto, parece que el señor Konath es bastante popular con las mujeres... es definitivamente bastante afortunado a su manera.

Sin embargo, todavía me queda la pregunta... pese a que nunca antes me había visto ¿Pidió mi mano? Incluso parece ser consciente de que dada su posición, prácticamente no me quedaba de otra que aceptar.

—¿Cómo te fue? —pregunta mamá.

Padre parece haber envejecido varios años de golpee.

—Bueno, parece ser que revelar mi edad, hizo que los sirvientes le miren mal y por ello no podrá ponerme ni un dedo encima, pero el acuerdo se hizo con normalidad... así que soy la prometida de su majestad desde ahora —declaro con tranquilidad.

"..."

No es algo de lo que esté particularmente feliz de cualquier modo, pero, prefiero evitar cualquier problema si es que puede arrastrar a mi familia conmigo.

"Ya no estoy sola"

Cuando comprendí eso, me empezó a aterrar la idea de negarme y de alguna manera provocar a los del imperio.

—¿Estás segura? —pregunta mamá, insistente.

Asiento, con una sonrisa tan tierna como puedo.

***

—Una niña... una niña....

El príncipe heredero de Durkiz, dijo aquellas palabras mientras se recuesta sobre su carruaje.

—¿Ya te vas? —preguntó Abélard con una gran sonrisa.

—Debiste advertirme de antemano —Le reprendió con notable molestia.

—¿De verdad es mi culpa?

Konath miró de reojo al príncipe de Ikronia.

—Pero vaya que eres cruel, mira que usar a otra niña para que tu querida hermana menor no se vea involucrada ¿No fue quién salvó su vida? Aunque no soy precisamente mejor si fui quién aceptó esto, como sea... con esto, finalmente tenemos la excusa perfecta para una alianza de iguales —responde antes de subirse a su carruaje.

Abélard suspiró, antes de sumergirse finalmente en sus pensamientos

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top