Capítulo 7

—Wow, han expandido el centro comercial. Esa fuente no estaba antes.—dijo Iori.

—Sí, sí, sí qué bonito... —dije de mala gana. —¿Nos vamos ya?

—Pero si ni siquiera hemos visto las tiendas. —se excusó. —¿Por qué estas enojada?

—Me has engañado... —dije entre dientes. —Te aprovechaste de mi inocencia de querer estar contigo en tu día libre, pero aún así me has traído aquí. —me crucé de brazos. —Te había dicho que no quería venir.

Iori rió ante mí comportamiento.

—TN, tu padre te ha enviado dinero para que te compres ropa.—sonrió. —Recuerda que no tienes mucho.

—Sí, ya sé que cuando me despidieron de mi trabajo en Inglaterra, tuve que devolver mucha de mi ropa porque era de la compañía... —bufé. —¡Pero sobrevivo con lo que tengo!

—Esa blusa la usaste ayer...

—¡Pero esta limpia!

—Y esa chaqueta me las robado a mi...

—Es porque quiero... ¿Tener tu aroma de cerca? —dije, mas bien, pregunte. —Oye, no te burles de mi. —hablé, cuando me fije que me dio la espalda y vi como sutilmente, temblaba en relación de risa.

Sip, llegué al punto de robarle ropa a mi novio. No me malinterpreten, tengo un poco de conjuntos aún, pero, normalmente le robo como sudaderas o chaquetas, por lo que entiendo, es común.

Hoy iba vestida de con mi único jeans negro, tenía ya varios rasgones. Mi blusa, de color amarillo pastel, la cual use ayer... Mis botines de tacón favorito negros, y por último, una chaqueta negra de Iori, la cual me queda enorme, pero la he enrollado a nivel de los codos.

Como dije, no quería venir. El simple hecho de que papá aun quiera hacerse cargo de mi economía me da pena. No es que sea mala agradecida o  algo por el estilo. Es que mi padre invirtió mucho en mi y en mi educación cuando estaba más pequeña. Ahora casi tengo veintiuno, no quiero seguir siendo dependiente o simplemente extender la mano cuando quiero dinero. Pero claro, el pequeño hecho es que yo no tengo empleo actualmente...

Por lo que claramente, mi padre, el terrón de azúcar que puede llegar a ser, y demasiado cariñoso... No iba dejar a su única hija este limitada. Papá aún no gana ni por cerca lo que ganaba hace un año atrás. Pero, a poco meses de trabajar con Rintarou-san, esta generando un buen, buen, salario.

Pero no me gusta que gasten en mi...

—Mira, hay descuentos en esa tienda. —bufé ante su comentario. —los vestidos están en rebajas de verano~... —cantó.

—No debí haberte puesto Frozen... —susurré.—Prefiero las faldas. ¿Nos vamos ya?

Iori suspiró renegado, mientras nos subíamos al elevador.

—¿Nunca te ha gustado esto?

—No me gusta los lugares que son concurridos por muchas personas al mismo tiempo. —balbuceo mientras él presiona el botón y suelta una risa vaga.

—Recuerdo como te llevaba, prácticamente, arrastrada Akira-san cuando te obliga a ir de compras.—comentó con una leve sonrisa.

Yo me quedé en silencio recordando esos momentos. Si hubiera sabido, que perdería contacto con ella, hubiera aceptado con una sonrisa cada una de esas salidas.

Un sentimiento de culpabilidad me invadió, al recordar la sonrisa triste y melancólica de Akira la última vez que la ví.

—¿Todo en orden?

Iba a contestar, pero otras voces se hicieron presentes en el elevador.

—Tía, que el helado sea de durazno.—Entró primero un chico, que no pasa de 13 años, después le seguían una mujer y una chica de como 16.

—Claro, cariño.—la mujer le contestó, a la vez 1ue la chica recriminaba.

—¡Mamá, pero ese sabor es fatal! ¿Por qué lo concientes tanto?—chilló la chica, su madre, solo suspiró avergonzada.

—Hoy debemos de cuidar de él, no hay de malo en consentirlo.

—¿Antes que a mí?

—¡JA, no te quiere!—le contestó el chico.

—Cállate, dientes de conejo.

—¡Niños!

No pude soltar una risita, para que luego la mujer se disculpara y a regaños se encaminaron en el siguiente piso.

Sonreí al recordar a las personas más importantes en mi vida... Mi tía Hikari y mi primo Ryo.

—¿TN?—Iori preguntó, haciendo referencia que aún no había contestado su anterior inquietud.

—Oh, no es nada...solo...—desvié la mirada, apenada.—Extraño mi vida de hace cuatro años. Sabes, acabo de recordar a mi tía y a Ryo. De la misma forma, mis padres me enviaban dinero para que me comprara ropa o lo que necesite. Como nunca me gustó esto, mi tía amaba comprarme vestidos y Ryo nos alegraba con sus tonterías.—rei—Fui una tonta al dejarlos...

Recordé cierta vez, que de la misma forma, estuvimos aquí hace cinco años.

¡Te queda bellísimo, TN, querida!—chilló mi tía.—Siempre quise una niña.

Gracias tía... Pero, ¿Estas segura de las margaritas en el vestido?—dije con pena—Se ven raras.

—Baby, tu siempre estas rara, cari...—Una voz extremadamente aguda y falsa en el vestidor de a la par se hizo presente. Con un golpe, se apartaron las cortinas y de ahí salió Ryo, usando el mismo vestido y una camiseta en la cabeza simulando un cabello largo. —Lo siento, pero a ti no te luce, cielo. En cambio a mi, ¡Me  veo di-vi-na!

—Ryo, harás que nos expulsen de otra tienda.—Mi tía se quejó mientras Ryo y yo nos estábamos partiendo de la risa.

Sonreí, mientras nos bajamos del elevador en el tercer piso.

—Fueron lindo momentos...

—¿Por qué no vas a verlos?—preguntó Iori.

—Se lo pregunté a papá incluso antes de venir. Quería que fuera lo primero en hacer cuando pusiera un pie en Japón...—suspiré— Pero me comentó que mamá se había puesto como perro, con las orejas bajas, llegando a la casa de mi tía a pedirle posada. Ahora viven juntos. También dijo que no creía que estuviera preparada en verla...

Tenía razón por el hecho de que me desmayé por oír su ruda voz...

—Sé que se dará el momento en que se encuentren.—dijo Iori tratando de hacerme sentir mejor.—Lamento si no puedo igualar la experiencia de venir con ellos...

—¿De qué hablas?— paré mi caminar, para mirarle y sonreírle.—Extraño a mi tía y a Ryo, demasiado. Pero, no desearía estar con nadie más en este momento.

Iori sonrió, como siempre lo hace, con suavidad me acercó a él y plantó un beso en mi frente, lleno de ternura.

—Gracias por estar conmigo.

—No me robes las palabras, Iori.—por su parte, sonrió nuevamente, tomó mi mano y nos adentramos a un local de ventas.

**

—¿Qué te parece?—salí del vestidor, usando una blusa blanca manga larga, que dejaba al descubierto mis hombros y era holgada, junto a un overol de shorts negros.

—Te ves hermosa.—contestó Iori, mirándome con cariño y ojos brillosos.

—Eres un asco, en esto.—solté a la vez que desde a una distancia prudente escuchaba como sus ilusiones eran rotas.

—Oye...

—Es que siempre dices lo mismo, deja de actuar como un novio mimoso y dime qué algo se me ve mal.—bufé.

—Pero si es verdad que te ves bien con todo.—se defendió.—Si no le quieres creer a tu "novio mimoso", mira como detrás de mi, todos esos trabajadores te están acosando con la mirada desde hace ya un rato...

Miré, tal y como él lo dijo, y sí, esos chicos me miraban, pero dos segundos después, su rostros se pusieron pálidos y se fueron alejando poco a poco.

—Creo que los asustaste con tu sombría mirada...—dije.

—¿Pero de qué hablas?—Iori rápidamente dirigió su suave mirada hacía mí.—Yo solo protejo a mi novia.—se levantó de su asiento, mientras tomaba de mi mano, y en mi muñeca plantaba un delicado beso.—De verdad, te ves hermosa, sin importar que uses...o que no.

**

Mi rostro estaba rojo, no sé si de la vergüenza o de la rabia que Iori me hizo pasar.

—¿Te gusta avergonzarme?

—Sí.

—Idiota...

Íbamos a pagar, hasta que recordé que también debía comprar más cosas en el otro departamento de ropa.

—Oh, Iori, vamos por ahí.

Tomé de su mano y lo dirigí, sin pena alguna. Me sentí satisfecha al ver que el departamento de ropa interior estaba relativamente solo; necesito nuevos sujetadores.

—Están en oferta...—susurré con cierta tranquilidad.

—Ahm... ¿De verdad debemos de ir?—preguntó Iori, no tan decidido como antes.

—Sí, vamos.

—Es que, es que...—Iori parecía incómodo.

—¿Qué?

—¿No sería raro? Me refiero, yo, ahí.

—Es algo normal...—le resté importancia. —Vamos, mientras más rápido, más rápido nos iremos.—lo tomé de la mano pero el puso resistencia.

—P-pero...

—Vamos, dije.—puse más fuerza arrastrándolo a la entrada del departamento.

—¿No pensaran que soy un pervertido?—me detuve a ver su rostro sonrojado.

—Por supuesto que no...—ahogué mi risa al verlo en tal estado, decidí retornar el camino.—Vamos.

—Pero es que no estoy listo p-para ese tipo de relación, yo no creo que deba de ver... Que usas...

¿Me hace mala persona burlarme de él? Suspiré profundo y nos acercamos a un pequeña silla. Cómo si fuera un niño pequeño, se dejó guiar a mi voluntad y lo senté en la silla.

—Bien, si tanto te incómodo, quédate aquí.—dije con una sonrisa mientras él hacía una cara muy adorable.—¿Ves ese estante?—hasta la otra esquina del departamento, apunté. Iori asintió.—Yo iré a ver mis cosas ahí.

—¿Me dejarás solo?, No sé cómo funciona esto, pero ¿No puedes ver algo más de cerca? Digo... Para no perderte de vista...

—Eres adorable.—reí con algo que se parecía más una burla.—Donde iré hay de mi talla y en oferta.—levanté el rostro y una sonrisa malévola apareció en mi, dándome una idea un poco mala.—Oh, pero que gustos Iori, ¿enserio quieres que busque algo de aquí?—dije tratando de sonar un poco más coqueta.

Iori levantó el rostro y se enteró que nos encontrábamos en la área de lencería. Su cara torno un enorme color rojizo que se esparció por todas sus mejillas.

—Yo...Yo...—al pobre de Iori le explotó su computadora mental.—No... quise...—sonreí con aires de grandeza.

—Qué bueno no ser la avergonzada está vez...—hable al aire.

—¡TN!

—Iré a ver las promociones, nos vemos~—poco a poco comencé a caminar dejando a Iori con varios tonos rojizos que pigmentaban su rostro.

En mi cara se refleja una enorme sonrisa, tengo que admitir que ser mala me gusta. Reía yo sola hasta llegar al estante de las promociones.

Es lindo poder tener a alguien a quien te acompañe siempre, que te haga avergonzar pero te sientas bien. Es lindo... Amar alguien, es lindo ser amado.

Es increíble que me perdí de esto por cuatro años...

—¿Necesita ayuda señorita?—la voz de un chico a mi espaldas resonó.

—No, gracias.—me límite a decirle, sin siquiera darle mi rostro, ya que estaba concentrada en un buscar una copa correcta.

El color durazno está lindo...

—¿Está segura?—oí que preguntó de nuevo, yo asentí sin mirarlo.—Podría ayudarte a ver cómo se te ven puestos...

¿Qué?

Sabes,—sentí su presencia más cerca de mi espalda y su voz en mi oído.—Te ví de lejos y pensé que podríamos gustarnos, ahora de cerca, estoy seguro.

¿Pero que demonios? Esto es literalmente, directamente, y cualquier cosa que termine en "mente" acoso.

—Oh, ¿Disculpa?—hablé con cierto enojo—¡¿Acaso todos los empleados de aquí son unos malditos acosadores y unos per...!—me di vuelta para encarar al tipo, y así, pude ver su rostro.—Ver...ti...dos...

Y en ese momento, todo se volvió blanco. Sentí como si el tiempo se detuviera, las personas, nuestro alrededor, el mundo entero, quedó en silencio. Mi respiración desapareció y juro que ví a un fantasma, y creó que él también piensa lo mismo.

Me quedé estática, con un terrible frío que me abrazaba. Él dió varios pasos retrocediendo hasta tener una distancia prudente. Suspiró y luego con una sonrisa amargada, negó con su cabeza sarcástico.

—Oh, vamos, ya van dos veces que intento ligarme a mi propia prima.—posó su mano en su frente decepcionado.—A la próxima voy a vomitar, lo prometo.

Cerré y abrí los ojos varias veces. Era como al cerrarlos, recordaba su versión de hace cuatro años; y al abrirlos nuevamente, miraba su versión actual. Más alto, cambiado...

—En....¿En verdad, eres tú, Ryo?—un pequeño nudo en mi garganta me impedía hablar con tranquilidad.

Y entonces, sentí varias lágrimas reabalandose en mis mejillas al verlo sonreír, como sólo el sabe hacerlo.

—Te extrañé, primita.

Capítulo 8: "Jesús en tacones"

Hey listen!

AHHHH RYO SUPREMACY 🛐✨

Qué no se note el favoritismo.

Holiii. Serenacast sigue viva XD. Iba a publicar ayer pero, ayer fue uno de los días más estresantes de mi vida en el trabajo. En fin tuve dos ataques de pánico ✨

Me gustó tardarme casi 15 días en este capítulo xdxdxd en verdad disfruté escribirlo. Y pos, acabamos de entrar en el primer "arco" del libro xdxdxd

Btw, que les pareció?👀
Este mes ha Sido muy movido para mí. Compré nuevo teléfono y estoy mejorando en pintura y dibujo, tanto que hasta mi docente en pintura me ha felicitado en diversas ocasiones ✨ y en dibujo, se que jamas recibiré un elogio de ese señor, pero he subido mis notas ✨

Estoy felíz.

See you in the next time,

Serenacast; A

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top