Capítulo 2

Capítulo dos: "Familia".

—¿Segura que estarás bien? —preguntó Iori, mientras claramente se le veía desconfiado.

—Tranquilo. Sin embargo, no me molesta la idea de que te quedes un poco más conmigo. —le contestó con una pequeña sonrisa. Me sentí satisfecha al ver como desviaba la mirada con vergüenza.

—No digas eso, deberías descansar. —contestó con un leve sonrojo en sus mejillas. —Es más, necesitas volver a la cama.

Sin contestar, tomé su mano y me acerqué más a él.

—Quería despedirte, es lo menos que puedo hacer después que me haya desmayado y luego me quedara dormida sobre tu brazo, arruinando nuestra cita de almuerzo. —hablé para luego hacer un puchero.

—En primera, nada de eso fue tu culpa. —habló con tranquilidad. —En segunda, si, se me durmió el brazo derecho.—rió un poco. —Y en tercera, no era una cita oficial. —terminó mientras me miraba con una amplia sonrisa.

—Ah, ah. Tengo entendido que para los príncipes, TODAS son citas oficiales. —sonreí burlonamente. —Siempre hay que estar presentables.

—¿Siempre? —mi querido novio, habló con burla mientras me miraba de pies a cabeza.

Traía un pantalón holgado rosa, junto a una camisa extremadamente grande gris y mi cabello a puras penas estaba agarrado por una liga, dejando varios mechones sueltos y despeinados.

Sin siquiera reaccionar, me sonroje al ver su mirada sobre mi con una chispa juguetona.

—E-en mi defensa, me desmayé. —la risa que dio Iori me hizo avergonzarme más.

Por su parte, sujetó con su ambas manos, y depositó un pequeño beso en mi mejilla. Y eso que me sonrojara más.

—Vamos, hay que entrar al elevador.

Tal vez no lo diga como tal, pero la verdad es que si me hace sentir un poco de pesar el hecho de que no pudiera almorzar con Iori. Sí, pasé un tiempo muy lindo y agradable con él, abrazados en mi habitación. Pero quería pasar más tiempo con él, después de todo, nos quedamos dormidos rápido y no sentimos el tiempo cuando le tocaba a Iori a regresar al trabajo.

No es que me quejé o sea muy mandona por querer acaparar el tiempo y atención de Iori, solamente, quiero recuperar el tiempo perdido.

La verdad es que, aún cuando ya tenga dos meses de haber vuelto a Japón y dos meses de mi relación con Iori, nosotros no acostumbramos a tener citas demasiadas eleboradas o exageradas, ya saben, de esas de típica novela juvenil.

Nosotros no hacemos citas de ir a una cena increíblemente elegante, preferimos cenar en un restaurante tradicional un ramen. No somos de querer un llamativo viaje en un globo aerostático, optamos por un pequeño paseo en el parque cercano de Sunshine Resident. Rechazamos la idea de ir a jugar un cursi juego de golf, aceptamos jugar videojuegos o ver una película en una de nuestras habitaciones.

Somos muy tranquilos, en todo sentido.

Además, normalmente rechazo muchas cosas por una excusa muy clara...

"—Oye, no gastes tanto. "

Me siento culpable. A diferencia de Iori, yo no estudio o trabajo, no por el momento. Si bien, Iori no gana para mal, no me gusta la idea de aprovecharme de él y dejar que me invite a todo. No quiero ser una molestia para él.

Pero quitando eso, la otra razón es que, no necesito algo enorme, me basta tener un momento con él. Debido a su trabajo, es un modelo muy codiciado, por lo que tiene diversas sesiones de fotos constantemente. Por lo que, a veces desearía pasar todo el tiempo posible con él, sin importar la situación.

En verdad estaba entusiasmada pasar un almuerzo con él, eso casi nunca pasa.

—Oye, en compensación de no haber almorzado juntos, ¿hacemos algo mañana? —preguntó mientras con su pulgar acariciaba mi mano.

—¿Qué tienes en mente? —cuestioné a la vez que lo miraba con una pequeña sonrisa.

—No lo sé, ¿cena y una película en el cine? —sonrió de lado, mientras jugaba con delicadeza con mis dedos.

—Si me dejas ayudarte a pagar algo, acepto. —reí internamente al ver su expresión de cansancio.

Y ese el único dilema que tenemos por el momento: yo no quiero que gaste mucho en mi, pero él quiere siempre invitarme.

—Aquí vamos de nuevo. —murmuró con poco paciencia. —Déjame consentirte, TN.

—Uh, creo que no se va a poder. —hablé con fingiendo un rostro serio.—Eres de mi edad, por lo que no puedes ser un sugar daddy.

El rostro de Iori fue lo mejor, su combinación de sorprendido, agarrandolo con la guardia baja, para luego verse un poco avergonzado, me dio miles de años más de vida.

—Como...que tienes una gran imaginación, TN-san. —dijo sonriendo con incomodidad. Eso hizo que me derrita de ternura.

Me acerqué más a él hasta abrazarlo. Estar en sus brazos es como si fuera mi fuente de energía, es tan renovador.

Levanté un poco mi rostro para mirarlo, y a la vez sonreírle.

—Si me sigues sonriendo así, no querré apartarme de ti y no iría a trabajar. —comentó mientras me atraía más a él, mientras me miraba con sus ojos brillantes.

Entonces, su rostro comenzó a acercarse al mío, no necesitaba ser tan inteligente para captar su intención de besarme. Lo cual, se está haciendo muy frecuente. Posé mis ambos brazos sobre su hombros, mientras que el me sujetaba de mi cintura con delicadeza. Intenté ponerme de puntitas para acercar cada vez más mi rostro...

—Ugh. Para eso existen las habitaciones. —claramente, lo dijo con disgusto.

Tanto Iori como yo nos sobresaltamos y dirigimos nuestra mirada hacia la izquierda. No sentimos el momento de que el elevador llegó al piso más bajo y detrás de él nos esperaba con una mirada de desaprobación de Fuuto.

—Por favor... —susurré totalmente avergonzada y sonrojada, mientras giraba mi rostro, escondiendolo de la mirada de Fuuto.

No me mal entiendan, no me avergüenza estar con Iori así. Solamente me avergüenza que justamente Fuuto lo haya visto, eso significa que tiene repertorio para sus molestias.

—Tengo que irme. —Oí como Ioir habló cerca de mi oído con suavidad, haciendo salir de mi subconsciente.

—Eh...sí, te acompañó. —Iori nuevamente tomó mi mano y caminé con él hacia la salida del elevador, a la vez que Fuuto se adentraba en el.

Cabe aclarar que baje mi rostro, evitando contacto... Un momento, esperen un segundo.

—¡Fuuto! —paré mi caminar y nuevamente dirijo mi mirada hacia él.
—Esperame, subiré en el elevador.

Ni siquiera esperé su respuesta.

—¿Estarás bien? —preguntó Iori. Yo asentí.

—No te preocupes. —le sonrio. —Que te vaya bien en el trabajo, asegúrate de comer algo en el camino.

—Lo mismo te digo. —sonrió. —Cualquier cosa, no dudes en llamarme. —levantó mi mano que estaba sosteniendo y plantó un delicado beso en ella, no pude evitar sonrojarme. —Nos vemos más tarde.

Asentí ante su respuesta, entonces, él prendió rumbo hacia la salida, mientras que seguramente le veía con una sonrisa boba.

—¿Esperas una invitación formal o que regrese por ti? —su sarcasmo me hizo volver a la realidad.

—Qué mal genio. —susurre mientras volvía al elevador.

—Lo siento, la verdad es que no me llama la atención ver como comparten saliva.—okey, eso me avergonzó.

—Tonto... —Suspiré.—Por cierto, ¿Fuuto?

—¿Qué? —su voz era un poco altanera.

—Okaeri. —dije tranquila mientras le daba una pequeña sonrisa.

Por uno segundos se quedó totalmente callado, mirándome, hasta que después, giró su rostro y con voz suave me contestó el saludo.

—T-Tadaima.

Sonreí ante su respuesta, para luego presionar el botón de mi piso.

—También quiero agradecerte por cargarme hasta mi habitación. —me incliné un poco en forma de gratitud. —Lamento causarte problemas.

Oí como suspiró y luego sentí como posaba con suavidad su mano sobre mi cabeza.

—No eres un problema. —dijo como si de un susurro fuera. —Digo, Ukyo estaba en una crisis en pánico sin saber que hacer, mientras intentaba llamar a Iori o Masaomi. Prácticamente pasaste varios minutos sobre el piso sin que alguien te ayudara.

No puede evitar soltar una risa ante ello.

—Pobre Ukyo-san, debió haberlo pasado mal.

—Ni te imaginas, caminaba por toda la cocina con las manos temblorosas, a nada de empezar a llorar... —Fuuto también soltó una pequeña risa. —Oh, no le digas que te dije.

Debo admitir que es agradable no estar discutiendo con él. Después de unos segundos, volvió a su estado normal, con su semblante superior y molesto. Como si usara una máscara.

—Pero... ¿Estas bien? —preguntó.

—Oh, si, sólo fue un pequeño problema. —intenté restarle importancia. —Por cierto, quería invitarte a ver una película en mi habitación, como compensación por ayudarme.

—¿Eh? No quiero.

A ver... Ten paciencia.

Suspiré —Vamos, es la película "El eterno Cero". —Fuuto al escucharme, abrió más los ojos y acercó su rostro más al mío, con una chispa de emoción.

—¡¿"El eterno Cero"?! ¿Es la película que se trata del piloto Japonés de la segunda Guerra Mundial? —Su sonrisa era muy amplia. —Sé que se estrenó hace dos años en cines, pero no pude ir a verla por una gira. Después no he tenido la oportunidad de encontrarla para rentarla.

—Exacto.—asentí. —Yo tuve la oportunidad de verla en un cine de Inglaterra, realmente me gustó la película; por lo que no perdí la oportunidad de rentarla. —le sonreí, fue entonces que él reaccionó y volvió a tomar distancia.

—¿Por qué no le pides a otro?

—Porque te estoy invitado a ti. —respondí mientras me encogia de hombros. —La verdad es que quisiera recompensarte con algo.

—No lo necesito. —se cruzó de brazos mientras dirigía su mirada hacia otro lado.

Realmente él puede ser muy infantil.

—También, no me molestaría llevarme mejor contigo. —me sincere. —La verdad, ahora la familia Asahina, son muy importantes para mí.

Entonces, llegamos a mi piso. Salí del elevador y lo que me sorprendió fue que Fuuto me acompañó.

—¿Qué?

—Sí. —contesté mientras paraba frente a la puerta de mi habitación. —Cómo te habrás dado cuenta, yo no soy muy abierta a las personas en un principio. Me costó demasiado trabajo ser como soy en la actualidad. —Suspiré. —Cuando era niña, vivía sola en una enorme casa, me educaba en el hogar y controlaban mis relaciones personales. Soy hija única, por lo que siempre fue muy solitario para mi.

Y así, una pequeña imagen se pasó por mi cabeza, se trataba de aquella niña, sin amigos y que pasaba días sin compartir alguna palabra con alguien.

—Fue hasta que en la primaria, que fui a mi primera escuela y a la vez tuve mi primera amiga... Quién no fue necesariamente la mejor...

Fuyuka...

—Cuando tuve trece años, me mudé con mi tía y mi primo, por lo que por primera vez ya no estaba sola.

Una pequeña sonrisa nostalgica apareció en mi rostro, recordando a esas dos personas que amaba con mi vida.

—Eres muy afortunado por tener una familia muy grande y genial, Fuuto.—hablé con tranquilidad. —Sé que en un inicio fui un poco fría o ajena a ustedes, pero, al ver que nunca han dejado de ser amigables y amables conmigo, me hacen muy feliz. —le sonreí ampliamente a Fuuto, quien me veía en silencio.

No es sólo porque ahora soy la pareja de Iori, sino que todos siempre se han comportado excelentes conmigo.

—Por lo que, quiero agradecerles y agradarle. Y llegar a ser aceptada en su familia. —al decir eso, Fuuto desvió la mirada y bajó su rostro.

—¿Cómo puedes decir eso aún cuando te trato mal?

—Ouh, la verdad no me molesta mucho. —pensé unos segundos. —Me divierto, me recuerdas a mi primo. —sonreí al recuerdar a Ryo. —De hecho sentía un poco de pena pensar que te desagradaba...

—¡No! —se apresuró a decir, luego aclaró su voz. —N-no eres tan molesta... ¡Pero, aún te falta mucho para aceptarte!

No pude evitar reír.

—Entiendo. —sonreí negando con mi cabeza. —Tampoco pretendo hacer el papel de tu "Onee-san". —moví mis dedos haciendo comillas. —Ese ya es el trabajo de Ema. Simplemente quiero que lleguemos a llevarnos bien o ser amigos.

Fuuto no contestó, solo se cruzaba de brazos y miraba a otra dirección, con su ceño fruncido. No puedo evitar soltarle un broma.

—Aunque, si quiere puedo decirte: "Onii-chan"

Y su rostro se volvió demasiado rojo.

—¡Eres un dolor de cabeza! —chasqueó la lengua con cierta molestia, yo reí en tono bajo.

—Entonces, ¿entras? —pregunto jovial, mientras abro la puerta.

Créanme que ver su cara de pérdido, sin darse cuenta que me siguió desde el elevador no tiene precio.

Me dijo: "fea" y luego a paso fuerte se fue hacia el elevador, nuevamente.

—¿Eso se significa que no quieres? —pregunté elevando un poco mi voz con burla.

Su rostro se mezcló con un suave rosa en sus mejillas, para luego decir con la voz baja.

—Llego en... Cinco minutos...

Vaya, el penúltimo de los Asahina puede ser muy difícil de manejar.

Capítulo tres: "Problemas."

HEY LISTEN 🌠

Disculpeeeeen 🥺, se que me tardé mucho, pero es que tuve varios bloqueos y la verdad es que el capítulo quedó totalmente diferente a lo que esperaba jsjsjs.

En esto podemos ver como es un poco más la relación de TN-chan e Iori, quiero una, por favor u.u. Y sobre cómo quiere que TN-chan sea su relación con sus guapos cuñis uwu. Pero hey! TN solo tiene ojos para Iori 💙

En otras noticias, ayer inicié mis clases en la universidad :0, en verdad es otro mundo, y me ha gustado, pero lo único que odio es levantarme temprano JAJAJAJA. También, posiblemente comience a trabajar en el negocio familiar :)

Creo que no tendré tiempo ni para respirar JAJAJAJA, pero no se preocupen, seguiré actualizando SOY SERENACAST SÉ HACER TODO MUAJAJAJA. (Tal como Hori-san wuw)

Casi todo xd.

Btw, que les pareció? 👀
Cómo es nueva la historia, compartan con sus amiguis para que tengan mayor alcance 🥺

Las amo mucho, mucho.

See you in the next time,

Serenacast; A

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