Capítulo 12

Capítulo doce: "Hogar, no tan dulce, hogar"

—Llegamos.

Yo me ahorré todo tipo de comentarios. Miraba por la ventana la casa donde pasé prácticamente toda mi adolescencia.

—¿Desde cuándo es de color amarilla?—dije mientras me cruzaba de brazos—Mi tía Hikari odia el amarillo, la casa era de color rosa.

Iori solo me sonrió con un poco de pena, sabe que no me puede responder a la ligera ahora, no me alegraría que me llevará la contraría. Cuando nos bajamos del auto, sentí el golpe de la realidad. Me encontraba aquí. Justamente, aquí. Mi hogar.

Aún recuerdo cómo sentía de nervios el día que me mudé. Era similar la situación. Solamente que aquella vez, no tenía idea a lo que me enfrentaba.

Está vez, le tendría que dar cara a cierto problemas que deje a medias.

Bueno... No a todos.

Antes de venir, Ryo me aseguró que mi madre había salido a hacer unos trabajos, por lo que ella no se encontraba. Tengo que admitir que me dijera eso me hizo decidirme en venir, y bueno, que Iori está aquí para acompañarme también ayudó. Pero aún no me sentía del todo lista.

—Creo que es mala idea...—dije mientras nos encontrabamos enfrente de la puerta.

—No pasa nada, TN.—Iori sonrió. Ah no amigo, con tu sonrisa de ángel no me va a convencer esta vez.

—Eh, no y no. Me largo de aquí.—y dí media vuelta. Venga ya, está idea me aterra.

Pero me quedé en seco cuando mi querido novio hizo sonar el timbre de la casa. Cuando el muy asqueroso giró su rostro para mirarme y sonreírme, solo me hizo odiarlo. Claramente borró su sonrisa.

—¡Ryo, abre la puerta!

Sentí que mi corazón dejó de latir. La voz de mi tía sonó por toda la casa, e incluso logré escucharla. Me hizo recordar a una típica tarde de cuando vivíamos juntos.

Recordé de como literalmente se definía quien abría la puerta por un piedra, papel ó tijeras. Luego el grito de mi tía pidiéndole a Ryo que abriera. Recordé todas esas mañanas desayunando juntos. Cada vez que Ryo y yo nos íbamos al instituto juntos. Cuando nos sentamos en el pórtico a tomar limonada en los días de calor intenso. Las noches de película y las cenas llenas de anécdotas graciosas.

Y también recordé como nuestra armonía prácticamente se destruyó en los meses antes de mi partida.

—¡Estoy en el baño!—escuché a Ryo responder.

De la misma forma, los pasos de mi tía se escuchaban a través de la puerta.

—Siempre debo hacer todo yo...ah, pero la niña quería consentir a su hijito—se quejó, para segundos después abrir la puerta.—¡Buenas tardes!

Y ahí estaba ella. Mi tía Hikari. Su cabello estaba más largo, sus facciones del rostro se veían más formadas. Sonreía con los ojos cerrados, como solía hacer para aparentar inocencia. Al mirarla por primera vez en cuatro años, sentí una gran presión en mi pecho y me ardían los ojos.

La extrañaba demasiado.

Al no recibir respuesta, ella abrió los ojos extrañada. Primero vio a Iori. Se detuvo a analizar su rostro por unos segundos tratando de recordar a dónde lo había visto. Luego como si de una cámara lenta se tratará, sus ojos se dirigieron en mí. Sentí mi garganta seca.

Sus ojos color miel se agrandaron al verme, dio un pasó hacía atrás mientras cubría su boca con su mano. Pude apreciar como en segundos, su mirada se cristalizaba y después varias lágrimas salían se desbordaban de sus iris.

—¿TN?—su voz era quebrada, suponía que preguntaba por mí para asegurarse de no ser un sueño.

—Hola, tía.—ni supe en que momento mis mejillas también estaban húmedas.

Mi tía Hikari no dijo palabra más, porque se lanzó a abrazarme y soltaba todo el llanto mientras aplicaba toda la fuerza en sus brazos.

—Te extrañaba demasiado.—dijo en un tono tenue. Se separó unos segundos, a la vez que sus manos se posaban en mis mejillas limpiando unas lágrimas—Estas hermosas.

—Yo... —no pude contestar porque prácticamente me tiré a llorar en su pecho como niña pequeña.

Estuve un par de minutos mientras me trataba de calmar de tantas emociones. Escuchaba su corazón, su palpito acelerado pero a la vez tranquilo.

—¿Asahina-kun?—la voz de mi tía sonó, yo me separé un poco para lograr a ver el rostro de mi tía, quien miraba con asombro a Iori.

—Es bueno verla de nuevo, Hikari-san.—mi tía sonrió con cortesía y luego se separó de mi y me tomó de los hombros.

Pensé que me abrazaría de nuevo, que me daría un beso en la frente o que tocaría con cariño mi cabello... pero no. Ella dejó de sonreír para luego comenzar a agitarme de un lado a otro.

—¡TN, te he dicho que no me hagas sorpresa! ¡Casi me das un infarto!—ella seguía moviéndome con cierta fuerza.

—Lo, lo siento—trate de decir sin morderme la lengua.

—¡Por Dios, en mi mente te hacía en Europa!

—¿Eso se significa que no te agrada que haya regresado?—pregunté esta vez con un poco de gracia.

—Claro que me agrada.—me dejó de agitar para poner un mechón de mi cabello detrás de mi oreja—Es el regalo más hermoso que me podrías dar. Te extrañé cariño, no tenía idea que estabas de regreso.

—Yo...

Estaba lista para soltar la excusa de mi vida pero ella me interrumpió.

—¿Estás mejor? ¿Te encuentras bien?—su mirada de preocupación hizo que se me ablandara el corazón.

Sonreí ante su cariño. Ahora me doy cuenta que tuve que venir a verla desde el primer momento. Mi tía me adora como si fuera su propia hija. Su preocupación es real.

Nunca tuve que haberme ido.

—Sí, creo justo ahora me siento más completa. —sonreí al mirarla directamente a sus ojos color miel. Ella sonrió y desvió un poco su mirada hacia Iori.

—Él también ha influenciado, ¿verdad?—esta vez el rubor cubrió mis mejillas mientras sonreía asentí.

—Yo diría que nos complementamos en conjunto—dijo Iori mientras tomaba de mi mano y sonreía.

Compartí una mirada rápida con mi tía, de esas que no se necesitan palabras para saber que se significa. Esa mirada de complicidad que decía: me alegra saber que decidiste amarlo.

Mi tía se aclaró la garganta para hablar —Bien, sé que es mi cumpleaños, pero muero por ver la reacción de Ryo al ver tu llegada, ¡Será todo una sorpresa!

—Sobre ello...—quería explicarle que mi llegada había sido idea de él, pero nuevamente me interrumpió.

—¡Ryo, deja de estar mirándote en el espejo y baja ahora!—gritó desde la entrada— Pasen, pasen. Ryo me compró un pastel de galleta que estoy segura que está delicioso—dijo mientras nos tomaba de las manos a Iori y a mi y nos adentraba la casa que alguna vez fue mi hogar.

Pero no puedo negar que esa vibra ya no era tan dulce a como lo recordaba...

Capítulo trece: "Sorpresa"

PERO BUENO ESTOY VIVA
la universidad me ha consumido como no tienen idea 👁👁 además que estoy teniendo ciertas dudas en mi futuro.

Saben estudio artes, pero no se elegir entre pintura o escultura. Send help.

Por ciertooooo hace meses en mi cuenta secundaria A-cast subí un capítulo de un nuevo libro que le trabajo lentamente.

Oigan esto lo escribo de a poco y más los bloqueos no ayuda mucho.

Pero bueno, sinceramente me gusta y a la vez no tanto este capítulo. Me refiero esta nostalgia esta ON.

Btw, que les pareció? 👀
Aun hay alguien que me lee? XD

See you in the next time,

Serenacast; A

SPAM DE MI BANDA FAVORITA PORQUE SI :DDD

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top