Capitulo 44
— ¡Volvieron!— alargue mientras bajaba corriendo las escaleras — ¿Por que no llamaron o avisaron?— pregunte mientras abrazaba a cada uno de los integrantes de mi familia
—Decidimos darte la sorpresa— dijo mi padre
— ¿Estabas llorando?— pregunto preocupadamente mi madre
—Eh... es que ya los extrañaba, me gano la emoción— mentí
— ¡Hay hija!— agrego enternecida volviéndome a abrazar
— ¡Hiccup!— saludo mi padre a Hiccip quien venia bajando las escaleras — ¿No te ocasiono problemas?—
—No, ninguno en absoluto— mintió, claro que le había causado muchos problemas
— ¿Seguro?— pregunto incrédula mi madre —Esperemos que así siga, sin causar problemas—
—Bueno, iré a tomar mis cosas...— dijo Hiccup con una forzada sonrisa
— ¿Por que no nos acompañas a comer?— le dijo mi padre en tono de invitación
— ¡No!— lo interrumpí rápidamente, ocasionando que mis padres voltearan a verme sin comprender mi reacción —Su novia lo esta esperando, creo que será mejor que se valla— claramente no hablaba de mi —No quieres hacerla esperar ¿cierto?
—S...Si será mejor que me valla...— pasó su mano por su cabello despeinándolo con cierto nerviosismo, dio la media vuelta y volvió a subir las escaleras.
Me destrozaba, me aniquilaba, me rompía aun más el corazón que se fuera. Deseaba tanto tomar todo mi orgullo y enterrarlo bajo tierra, y así poderme lanzar a sus brazos sin importarme lo que había hecho. Mas me era completamente imposible intentar hacer eso.
— ¡Ya me extrañaban!— me dirige a Los trillizos mientras le revolvia el cabello — ¡Por eso regresaron!— ellos solo gritaban y se reían a carcajadas
— ¡Claro que no!— decían entre carcajadas — ¿Sabes que nos dijo mami?— dijo mientras les dejaba el cabello en paz-.
— ¿Que? ¿que les dijo?— les pregunte mientras caminaba con ellos a la sala
— ¡Nos va a comprar un perrito!— dijieron emocionados
— ¿Un perrito?— les pregunte fingiendo mucha emoción ya que así ellos se emocionaban aun mas
— ¡Si!— sonreían de oreja a oreja — ¡Y le vamos a poner Mor'du!— solté una carcajada — ¡Hey! ¿Por que te ríes?— fruncieron su pelirrojo ceño
—Pues porque yo creo que es nombre algo raro ¿no creen?— les dije aunque que nombre se podía esperar de unos pequeños niños de seis años
— ¡A nosotros nos gusta Mor'du!
—Esta bien,Mor'du es un nombre lindo— les dije riendo, si otras fueran las circunstancias, seguramente los habría hecho enojar. Pero no tenía ánimos ni siquiera de molestarlos.
— ¿Merida puedes ayudarme con las maletas de tus hermanos?— me llamo mi madre, solo le respondí que si
Fui a la entrada para tomar las maletas negras y subirlas a su habitación las tome mientras que ellos no paraban de hablar sobre la que seria su nueva mascota.
Camine hacia las escaleras con las maletas y me tope con Hiccup quien ya traía la suya, su mirada se encontró con la mía.
—Merida por favor...— olímpicamente lo ignore y seguí subiendo las escaleras.
El dolor en mi pecho era incontenible, respirando profundamente deje las maletas en la habitación de mis hermanos.
Pase toda la tarde con mis padres y los trillizos, me platicaron de como la habían pasado allá, y que ahora podrían manejar la empresa desde acá, sin necesidad de abandonarme o cambiarme de colegio.
Cerca de las diez de la noche, cada quien fue a su respectiva habitación. Me cambie y me senté en la cama, me sentía sola. Por tres meses no nos habíamos separado, más que por el tiempo que estaba en el colegio. Pero fuera de ahí siempre estábamos juntos. Subí mi mano a mi pecho y tome el pequeño dije con la letra 'H', no pude evitarlo y una lágrima volvió a caer.
Era increíble como seguían saliendo. Por un momento pensé en quitarme la cadena, mas no lo hice. Acomode las sabanas para meterme debajo de estas. Me estire para apagar la lámpara que estaba en la pequeña mesa de noche, y no pude evitar mirar las fotos que hace poco nos habíamos tomado en el parque de diversiones. Todo parecía ponerse intencionalmente para recordarme a el. Tome la tira de fotografías, y en automático las acaricie.
La regrese a la mesa de noche solo que esta vez debajo de un libro y así evitar volver a verla.
Tome una almohada para envolverla con mis brazos, me hacia tanta falta. Me había acostumbrado tanto a él. Sus grandes brazos envolviéndome haciéndome sentir segura, Su respiración chocando con mi cabello y su delicioso aroma inundando mis pulmones. Lo amaba más de lo que creía.
Pero todo había terminado. Tal vez para el ni siquiera había comenzado. Tal vez había sido una forma para entretenerse por el tiempo que estaría aquí. Sin darme cuenta había dejado la almohada llena de lágrimas, limpie mi rostro y gire la almohada. Cerré mis ojos y de un momento a otro caí en un profundo sueño...
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