Capítulo 7

Narrador omnisciente

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Mientras tanto Saga estaba bebiendo, una tras otra, hasta que por fin se acabó la botella, estaba mareado, ¿enserio se habia puesto borracho en su empresa? Tal vez era por preocupación de ser "padre" se arrepentía el haber ido esa noche a ese bar, ahora tenía esos problemas, después de pensar eso llegó Milo, quién se puso enfrente de él dándole los papeles.

—esos son.

—Milo, ¿crees que hice mal? Es decir, no se si Kanon ya te lo dijo.

—¿a qué te refieres? ¿Sobre esa chica?

—si.

—mira Saga, ahorita estas un poco pasado de copas —dijo mientras tiraba la botella que estaba en el escritorio del mayor a la basura.

—por favor, dime —trato de pararse mas las piernas le fallaron.

—¡Saga! —Milo fue a tratar de levantarlo.

En ese momento Saga trató de besar a Milo, más este último lo empujó hacia atrás.

—¿por qué? —preguntó confundido Saga.

—no te hagas el desentendido, hace dos años pudiste estar conmigo, incluso todavía hace un año, sabías que yo te quería, mas por tus salidas me ignoraste. hoy me voy temprano, nos vemos mañana Saga.

Milo salió rápido de la oficina de Saga para la suya, recogió sus cosas y se fue, dejando a Saga pensativo, todo lo que dijo era verdad, más no podría retroceder el tiempo para que eso no pasara, se trató de levantar para su asiento.

Mientras tanto, Milo se encontraba ya a la salida de la empresa, en eso vio que Kanon había regresado.

—¡hey! Hola Milo—saludo el gemelo menor.

—Hola Kanon —cambio su cara seria y después respondió al saludo con una sonrisa.

—¿qué sucede? ¿Te iras más temprano?

—hoy salgo temprano.

—oh, cierto, lo había olvidado, disculpa.

—no te preocupes, nos vemos mañana.

Sin más Milo se fue a su casa, dejando a Kanon continuar su camino hacia la oficina de su hermano.

—no me acordaba que salía temprano Saga.

Entró directamente a la oficina sin tocar.

—te diría algo, pero tampoco me acorde de tocar la puerta, ¿que haces aquí, no se supone que estabas con Sorrento?

—lo has dicho, estaba, ¿por qué estas en el suelo?

—estaba tomando y cuando me iba a tratar de levantar, Milo me quiso ayudar y casi lo beso.

—con razón venia serio, ¿por qué?

—no se, solo me dio ese impulso.

—tal vez solo sea pasajero, ven te ayudo —jalo a Saga de la mano para poder ayudarlo a levantar.

—gracias. ¿Por qué ya no estas con Sorrento?

—fui a la casa, y me dijo que solo había sentido un mareo, casi cae de la escaleras.

—¿pero está bien?

—si, fuimos al doctor, pero nos dijo que era normal, ya que su cuerpo se está acostumbrando.

—lo bueno es que ya está bien.

—claro, lo deje en el sillón dormido.

Los gemelos siguieron platicando, Milo se estaba dirigiendo a la casa de  Camus, pero en eso choca con una persona.

—¿Aioros? ¿Eres tú?

—si, me da gusto volver a verte Milo.

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𝓢𝓽𝓮𝓹𝓱𝓪𝓷𝓲𝓮𝓥𝓮𝓵𝓪𝔃𝓺𝓾𝓮𝔃

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