Capítulo 14
Narrador omnisciente
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Entro y el primero en recibirlo fue el mayordomo.
—buenas tardes joven.
—buenas tardes wilkins.
—¿desea que le preparen la comida ya?
—no gracias, esperare a Milo, en lo que sale iré a trabajar en algo que quedó pendiente — subió las escaleras para continuar.
—como guste.
La hora pasó rápido, sin mas, salió para la empresa en la cual su pareja trabajaba, lo espero a fuera y lo vio salir con una sonrisa.
—hola Camus, gracias, aunque no hacía falta que vinieras.
—no me molesta en lo absoluto venir por ti.
En el trayecto a su casa todo fue tranquilo, llegaron y entraron.
—Wilkins por favor, sirvan la comida.
—como ordene, es un placer verlo joven Milo.
—buenas tardes Wilkins
—iré a preparar la mesa.
La Cena fue exelente, más Camus debía de decirle que tendría que salir a España.
—Milo, tengo que hacer un viaje a España, ¿Quieres ir? Ya sabes, puede ser como parte de nuestro aniversario.
—lo siento Camus, no puedo ir, tengo que estar en la empresa.
—¿estas seguro?
—si, de todas maneras muchas gracias por la invitación.
—entonces, ¿por qué no te quedas aquí en la casa?
—¿no habrá problemas?
—no, por mi parte no, puedes quedarte, solo le tendré que decir a Wilkins que te quedarías.
—claro, ¿pero cuando iras?
—mañana.
—¿tan pronto?
—sí, tratare de regresaréel viernes en la tarde.
—bueno, te esperare.
Al terminar vieron una película recostados en el sofá, después decidieron ya irse a dormir.
—puedes dormirte en la habitación de al lado.
—está bien, buenas noches—se metió en aquella habitación.
—descansa Milo.
Fue a su habitación y callo dormido.
En la mañana siguiente Camus despertó más temprano, eran las 05:00 am, se despertó y fue a darse una ducha, su vuelo salía a las 06:30 am.
Se vistió y bajó al comedor encontrandose con Wilkins.
—ya está listo su desayuno —hizo una pequeña reverencia.
—ya voy, gracias.
Terminó, Camus le dejó instrucciones a él mayordomo, quien le deseo buen viaje, se quería despedir, mas Milo seguía dormido así que solo le dejó una nota, tomó su maleta y fue al aeropuerto donde espero a que el vuelo llegara, el viaje sería un poco largo solo esperaba volver pronto.
Milo se despertó una hora después de que Camus tomará el avión, solo encontró una nota en la mesita de noche que había en aquella habitación.
Vuelvo el viernes en la noche, te quiero.
Camus
Se sonrojo un poco al leerla, bajo las escaleras encontrándose con Wilkins.
—joven, ¿desea desayunar ahora?
—ah, si claro, pero me iré a preparar primero.
—como guste, su desayuno estará aquí cuando acabe —señaló a la mesa.
Milo tomo una muda de ropa que tenía en aquella habitación, ya se había quedado ahí unos días, así que Camus le dijo que se podía traer aunque sea algo de ropa, salió de la ducha y se cambió un traje, bajo a la planta baja y vio su desayuno preparado.
—gracias Wilkins —agradeció mientras se sentaba.
—no es nada —sonrió y salió del comedor.
El desayuno fue excelente, preparo sus cosas y salió hacia la empresa, vio que el reloj marcaban las 09:50 am, Saga ya venía con su bebé es sus brazos.
—Hola Milo —saludo mientras se dirigía a su oficina.
—buen día Saga —entro junto a él.
—¿te puedo pedir un favor?
—sí claro, ¿qué pasa? —preguntó el menor viendo a Saga.
—¿puedes cuidar a Seiya? Él padre de Camus vino, y quiere hablar conmigo.
—claro no hay problema, yo lo cuido —sonrió mientras tomaba al bebé entre sus brazos.
—gracias Milo, en un rato regreso pequeño —salió sin antes ver a su bebé una vez, tanto lo quería.
Milo llevó al bebé a su oficina y en lo que no tenía algo por hacer jugó un poco con este.
A los pocos minutos entró un señor que conocía muy bien, se levantó rápido con el bebé.
—buen día señor Dean —saludo.
—buen día Milo, veo que estas ocupado —saludo mientras veía al bebé.
—si, bueno, lo estoy cuidando.
—Camus salió temprano, ¿cuando regresará?
—me dijo que volvería mañana, viernes, por la noche —respondió con una sonrisa.
—ya veo, un gusto verte Milo.
—el gusto es mío señor.
Si que daba un poco de escalofríos, Camus le había contado que era más serio, incluso que él. Después de eso entró Saga a esa oficina.
—no es por nada Milo, pero es más serio y estricto que Camus —tomó al bebé en sus brazos el cual estaba dormido.
—lo sé, pero Camus no es tan serio.
—no lo será contigo, pero a veces su mirada intimida.
—¿enserio? Nunca me a mirado así.
—bueno, gracias por cuidarlo, apenas en la mañana me llego el mensaje de que venía.
—sabes que no debes preocuparte.
Saga le asignó trabajo a Milo, este lo terminó más rápido que de constumbre, salió de la oficina a las 17:20 hrs pm, fue hacia la casa de Camus, llegó y vio a una señora sentada en el sillón de la sala.
—Hola Milo.
—oh, señora Amelie, un gusto verla.
—el gusto es mío Milo, no sabía que estuvieras aquí.
—Camus me pidió que me quedara.
—entiendo, siéntate.
—si claro —se sentó mientras la madre de Camus le hablaba de algunas cosas para entablar una conversación y llegar a un punto.
—Camus nunca tuvo hermanos, casi todas las tardes al regresar del colegio estaba solo, y ahora que nos fue a ver, nos comentó que quería un heredero.
—¿un heredero? Osea un... —se quedó en silencio pensando en eso.
—así es Milo, como lo escuchas, pero no tiene por ahora oportunidad, de echo, al viaje que fue se encontrará con alguien. Él estaría feliz por tener un bebé.
—no... No sabía eso —nunca se lo había dicho.
—en fin. —suspiro—espero lo sigas haciendo feliz, hasta pronto Milo.
—hasta luego señora Amelie.
Salió de la casa de su hijo mientras tomaba su celular.
Listo, lo hice, ¿estas feliz?
Tenemos dos opciones, Milo se va de la vida de Camus, y este acepta comprometerse con Shura, o Milo le da su heredero.
Espero sea la segunda, me agrada ese chico.
Cualquiera está bien.
Ya voy a la casa.
Te espero.
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𝓢𝓽𝓮𝓹𝓱𝓪𝓷𝓲𝓮𝓥𝓮𝓵𝓪𝔃𝓺𝓾𝓮𝔃
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