Dos semanas más tarde

Narra Jade

Termino de vestirme, está mañana regresamos a San Juan, Ray quiere ver cómo están las cosas en el taller, los chicos deben hacer unas prácticas.

Veo como mi sobrino me mira triste sentado en el banco de la entrada principal, no me gusta verlo así, ellos se quedarán hasta mediados de febrero, quieren que célebre mi cumpleaños con ellos en la hacienda.

Raymond termina de subir la última maleta al auto, Melvin y Nomar no quieren regresar, se han encariñado tanto con mis sobrinos que ya los extrañan.

— Ronaldo quiere llorar — habla Ray abrazándome viendo a Ronaldo.

— No quiero dejarlo así — suspiro — verlo triste me da ganas de partirme en dos —

— ¿Por qué no lo llevamos? — me mira — regresamos en tres días, ellos estarán aquí — lo veo dudosa

— ¿Estás seguro? — pregunto, no quiero que se queje cuando Ronaldo no quiera dejarlo solo ni un segundo.

— Por supuesto, vamos — caminamos — ve a decirle a sus papás.

Asiento — veré si me dejan llevarlo — me adentro a la casa — Oye Lu — llamo a la madre de Ronaldo — ¿Puede ir con nosotros Ronaldo?, sabes que odio dejarlo mal —

— No quiero incomodarlos, vendrán en tres días y él lo entenderá — ambas miramos al niño — pero, si quieres hacerlo hazlo —

— ¿Segura? — pregunto y ella asiente

— Claro, haré su maleta — la veo subir a las habitaciones.

Lucia me entrega la maleta pequeña de Ronaldo, la tomo y me despido por última vez de las personas que están allí.

Raymond tiene a Ronaldo sentado en el capo de la camioneta, al parecer tienen una plática muy interesante, cuando ambos me miran con la maleta comienzan a celebrar.

— ¿Nos vamos? — pregunto feliz — es tarde

— Claro amor, subiré la maleta — se la entrego — Melvin y Nomar ya están dentro del auto.

— Ven cariño — tomo en brazos a mi sobrino, saludo a los chicos — ¿Pueden llevar a Ronaldo? — pregunto al ver el lugar vacío en medio de ambos

— Claro, hay un lugar vacío — Nomar lo toma en brazos y lo sienta en el lugar vacío — deja que te pongo el cinturón — le abrocha el cinturón de seguridad, le ofrece de las gomitas que come.

— Gracias — las acepta Ronaldo —

— ¿No se olvidan de nada? — pregunto subiendo al auto, los tres niegan y Raymond se sube al auto — si quieren agua me dicen, o quieren algo más — los tres asienten.

— ¿Nos vamos?— pregunta Ray encendiendo el auto.

— Si amor — me pongo los lentes de sol.

Durante el camino los chicos venían platicando con Ronaldo, Melvin y Nomar jugaban con los autos que mi sobrino traía en sus manos.

Cuando estábamos rumbo a San Juan, la lluvia se soltó de golpe, Raymond conducía lento para evitar algún accidente, veo por el retrovisor que los chicos lleven sus ventanas cerradas, todos duermen acurrucados.

— No traje una manta para abrigarlos — murmuró a Ray.

— Toma mi chaqueta que está en el asiento, abriga al niño — asiento y trato de abrigar a los tres

— Creo que es costumbre que se duerman a mitad del camino — me río bajo.

— Creo que están agotados de tanto jugar — sonríe sin quitar la vista del camino — ¿Iremos a tu casa o la mía? — pregunta

— La mía queda más cerca, vayamos allí — asiente — tengo dos habitaciones extras para Melvin y Nomar —

— Creo que el clima se puso como loco —

— Significa que no debe llover en estás fechas, me sorprende que suceda — bajo el volumen de la música.

— Amor, los tiempos están locos — me sonríe —

•••

Llegamos a San Juan, la lluvia sigue fuerte y al parecer no tiene planes de parar. Raymond conduce a mi edificio, al llegar despierto con cuidado a Melvin y Nomar.

— La lluvia está fuerte, tengan cuidado al bajar — advierto

— Bajaré a Ronaldo — Melvin lo abriga con la chaqueta a Ronaldo.

— Con cuidado, bajaré a Ronaldo, bajen la maleta con su ropa mañana bajamos el resto — asienten

— Bajaré la maleta del niño — bajo del auto y corro con cuidado a la puerta de Melvin.

Tomo en brazos a mi pequeño, lo abrigo mejor y camino sin dejar caer mi bolso, me aferró al pequeño cuerpo de Ronaldo, al entrar al edificio veo a los chicos traer unas maletas.

— ¿Traen las maletas con ropa? — pregunto y ellos asienten.

Subimos al ascensor, presiono el botón de mi piso y de inmediato en cuestión de minutos ya estamos en mi piso.

— Pónganse cómodos chicos, iré a dejar al niño en mi habitación — camino a mi habitación.

— Jade les dirá sus habitaciones, vayan con ella — ordena Raymond.

— Está bien — responde Nomar

— Aquí hay dos habitaciones, elijan cuál quieren — asienten

Entro a mi habitación seguida de Raymond, dejo suavemente a mi niño sobre la cama dejo la chaqueta sobre el sofá, abrigo bien con las colchas y almohadas a mi bebé.

— ¿No se mojo la ropa? — pregunta Ray preocupado.

— No se mojo tanto, solo son por partes — le sonrió — no le pasará nada — cierro bien las cortinas — iré a preparar un poco de café —

— Amor, debes cambiarte de ropa — miró mi vestido mojado — puedes enfermar — besa mis labios.

— Ahora vuelvo — tomo una pijama de invierno — mientras revisa que los chicos estén cómodos.

•••

Sentados en mi habitación, mientras bebemos café caliente viendo "Cars", así podría resumir todo desde que llegamos.

La lluvia estaba calmando, todos se estaban quedando dormidos en mi habitación, cuando menos lo espere, me quedé dormida.

°°°°

Veo a Ronaldo correr feliz por el taller, está mañana estaba soleada y Raymond tenía una promesa por cumplir.

— Esto es muy cool tío Ray — mira detenidamente todo el lugar.

— Podrás venir las veces que quieras — tomo el brazo de Ray — incluso si traes chicas — le guiña el ojo

— Deja de decir eso — gruño — mi bebé está chiquito —

— Solo le recuerdo que aquí tiene a su tío Ray — lo toma en brazos — el que le dará consejos de como traer locas a las chicas.

— No pienso dejar que mi pequeño sea un mujeriego — amenazó — él será hombre de una sola mujer — beso la mejilla de Ronaldo.

— Si Nina — asiente

— Por cierto, quiero que Ronaldo me acompañe — me mira — iré a revisar un auto en casa de un amigo —

— Claro, de paso iré  hacer el super — ambos asienten

— Nos iremos en unos minutos, ¿quieres adelantarte? — pregunta

— Claro, nos vemos más tarde — beso la mejilla de Ronaldo, dejo un beso en los labios de Ray y salgo del taller.