Narra Raymond

Terminamos de ducharnos, me visto por un traje negro con camisa blanca sin corbata, me calzo los zapatos y arreglo mi cabello.

Mi dulce chica termina de ponerse el vestido negro (imágen en galería) se calza los tacones para verse un poco más alta, ella es pequeña y apenas puede llegar un poco a mi pecho.

— ¿Estás lista nena? — pregunto al verla ponerse labial.

— Solo termino de aplicar labial — responde sin quitar la mirada del espejo, escucho que alguien toca la puerta y puedo ver unos zapatos pequeños por la rendija — ¿Quién es? — pregunto con voz grave, se perfectamente quien es, solo quiero jugar con él.

— Soy yo tío Ray — responden detrás de la puerta.

— ¿Quién yo? — pregunto tomando la perilla

— Ronaldo tío Ray — abro la puerta y allí está parado, tiene un pantalón color negro con una camisa color blanca, unos Jordan air force 1 color blanco, está peinado y perfumado.

— Hola campeón, ya estamos listos — lo dejo pasar — ¿Cierto amor?— pregunto a mi chica.

— Claro, que guapos — me guiña el ojo — ¿Nos vamos? — toma nuestras manos, Ronaldo va a su izquierda y yo a la derecha, bajamos las escaleras escuchando las risas de los adultos.

— Te miras hermosa Nina — Ronaldo le habla a la castaña, le deja un ruidoso beso en la mejilla antes de responder.

— Te miras perfecto, así como el tío Ray — me mira.

— Gracias Nina — responde escondiendo su rostro, está sonrojado.

— Mujer, hiciste que el pequeño se sonrojara — la miró — te miras preciosa — le susurró antes de besarla.

— Gracias cariño — murmura — vamos con los demás — caminamos a la cocina — ¿Quieren ayuda en algo? — se ofrece.

— ¿Puedes ayudarle a Jess en acomodar la mesa? — asiente y se dirije a Ronaldo y a mí — vayan a la sala si quieren, o al jardín ayudaré aquí —

— ¿No quieren ayuda en algo? — me ofrezco

— No amor — me sonríe — Cariño, lleva al tío Ray a conocer la casa — el niño asiente y toma mi mano

— Vamos tío Ray — me lleva fuera de la casa — ¿A dónde quieres ir? — ofrece.

— ¿Qué te gustaría hacer? — le pregunto al pequeño

— Me gusta ver las estrellas, también me gusta hablar de autos y jugar — subimos las escaleras — ¿Quieres ver mi habitación? — abre la puerta.

— Por supuesto, me agrada la idea — veo la habitación con muchos juguetes

— ¿Quieres jugar con mis autos? — me muestra los autos pequeños — mi Nina me enseñó sobre los autos clásicos — se sienta en el tapete gigante lleno de autos.

— Eso es bueno, ¿Cuál es tu favorito? — me siento en el suelo a su lado.

— Es este — me muestra un Valiant de 1954 — mi tío Martín tiene uno y es fabuloso — toma más juguetes — ¿Cuál es tu favorito? — pregunta

— Mi favorito es un Corvette de 1967 — le muestro el auto — es muy veloz —

— Los dos chicos que juegan con mis primos, ¿Son tus hermanos? — pregunta

— Son mis hermanos menores, a ellos les gusta los autos y también las motocicletas —

— Se miran que son agradables — comienza a ordenar los autos — ¿Quieres jugar a las carreras? — asiento —

— ¿Te parece una carrera de aviones, de dinosaurios, autos y motocicletas? — asiente

— También de peces — muestra unos peces de juguete — elige tu equipo

— Te ganaré — lo reto tomando un auto

— Yo te ganaré — responde seguro de sus palabras — ¿Ya tienes tu equipo? — mira los juguetes en mis manos

— Ya tengo lo mio, te toca — comienza a elegir, hace un lado el resto y deja los juguetes a un lado, trae una pista de carreras armadas y la deja frente a nosotros.

— ¿Autos? — pregunta dudoso

— Suena bien, elige tu carril — asiente y toma su auto.

•••

Hemos reído tanto que me duele la barriga, me agrada mucho convivir con él.

Hemos perdido la noción del tiempo, Ronaldo juega a ser un dinosaurio y yo un humano que no quiere ser devorado por ese T rex.

Ronaldo grita entre risas, mientras corro por la habitación, él me persigue con el dinosaurio gigante entre sus manos, caigo rendido en el suelo, me siento para respirar y calmar la risa, Ronaldo se abalanza contra mí y me abraza.

— Te gane tío Ray — se ríe haciendo sonidos de lo creo es el dinosaurio devorando su preza.

— Pido misericordia — ruego entre risas — ya no aguanto —

— Está bien tío Ray — besa mi mejilla — es divertido jugar contigo — lo abrazo.

— Eres un gran niño, ya confirme todo lo bueno que tu tía me habló de ti — acarició su cabeza — ¿tienes sed? — me levanto con él en brazos —

— Si tío, también tengo hambre — salimos de la habitación — soy un dinosaurio hambriento — bajo las escaleras.

Llegamos a la cocina, sirvo dos vasos de agua, le entrego el suyo y al mismo tiempo dejamos los vasos vacíos sobre la mesa, regresamos a la sala donde mi novia charla con dos personas.

— Amor, los estaba buscando — besa mis labios — están rojos — nos mira preocupada.

— Estábamos jugando Nina, yo era un dinosaurio gigante que estaba persiguiendo al tío Ray — habla emocionado.

— Eso suena genial, Ray te presento a mis padres — me acerco con el niño en brazos — Papá, él es Raymond mi novio, Ray mi padre — extiendo mi brazo libre

— Raymond Ayala — me presento

— Martín Russel — corresponde el saludo.

— Alía de Russel, madre de Jade — responde el saludo — nos alegra conocerte

— Es un gusto, Jade me ha hablado muy bien de ustedes — abrazo a mi castaña.

— No te habías visto — habla su padre

— Estaba jugando conmigo tío Mar — responde Ronaldo — es un tío muy cool — alza los brazos — sabe de autos — me mira

— Veo que le agradaste — mira al niño recostado en mi hombro — es raro ver qué le agraden personas —

— Eso me comentó Jade, me siento halagado — confieso

— Ese niño es especial para nosotros, si le agradas quiere decir que eres buena persona, iremos a saludar a los demás —

— Claro, estaremos aquí — responde Jade — ven amor — tomamos asiento en el sofá

— Les agrade — sonrió — ¿Nomar y Melvin? — pregunto al no ver el rastro de ellos.

— Están con los niños, andan viendo dibujos animados — se recuesta en mi pecho — Ronaldo se está quedando dormido — miró de reojo al niño — cariño no te duermas — lo despierta

— Estoy cansado Nina — habla con su voz apagada

— Ya falta poquito para dormir — acaricia su mejilla — solo espera poquito, ya casi es hora de abrir los regalos — lo siento asentir con la cabeza.

•••

Todos tomamos asiento en la sala donde está el árbol, debajo hay muchos regalos.

Los niños miran ansiosos el reloj, faltan exactamente cinco minutos para que marque media noche, en mis brazos tengo a Ronaldo y en mi pecho a mi chica.

— Parecemos familia — susurra Ronaldo — ¿ya casi habrá boda Nina? Quiero llevarte al altar muy pronto — juega con las manos de Jade.

— Eso dile al tío Ray — sonríe —

— Tío Ray, ¿Ya casi habrá boda? — pregunta viéndome — estoy ansioso por ver a mi Nina con un vestido de princesas.

— Muy pronto, serás el primero en saberlo — beso su frente.

— Muy bien familia, falta un minuto — habla una de las tías — tomen sus posiciones —

— ¿También puedo estar a tu lado ese día tío Ray?—

— ¿Quieres ser parte de la corte real? — le pregunto y el asiente — muy bien, aún no hay boda pero ya tenemos al primer caballero — nos reímos

— Me agrada ser el primero — nos sonríe — me hace sentir especial.

— Eres muy especial cariño — Jade le besa su mejilla — Feliz navidad nene — abraza a Ronaldo — feliz navidad amor — besa mis labios

— Feliz navidad amor — le respondo el beso — feliz navidad a ti pequeño — beso la cabeza de Ronaldo, le doy un abrazo y por segunda vez, siento ese pequeño sentimiento extraño

— Feliz navidad Nina, feliz navidad tío Ray — nos damos un abrazo los tres.

— Feliz navidad chicos — comienzan los abrazos

No hay ningún familiar que se quede sin su abrazo, los niños nos dieron un gran abrazo antes de ir corriendo por sus regalos, Nomar y Melvin se acercan tímidos a Jade.

— Feliz navidad — Nomar mira tímido a Jade

— Feliz navidad Nomar — ella toma la iniciativa del abrazo — que sean por muchas navidades juntos — Nomar me mira

— Feliz navidad hermano — lo miro antes de abrazarlo — saben que aún siendo unos pendejos los quiero — lo abrazo y él corresponde

— Gracias por todo hermano, perdón por los malos ratos — nos soltamos — a veces no medimos nuestras acciones.

— Feliz navidad Ray — Melvin me abraza — ha sido una navidad maravillosa, me agrada mucho la familia de tu novia — veo a Jade sonreír — si tú no le pides matrimonio, lo haré yo — me susurra

— vete a la mierda — respondo molesto — les falta el abrazo a Ronaldo — les señaló al pequeño.

— Feliz navidad pequeño — Melvin lo toma en brazos, le da un beso en la mejilla y se unen en un abrazo, Nomar hace lo mismo.

— Es hora de los regalos — nos mira emocionado — iré por el mío — Nomar lo baja y vemos correr al pequeño

— Es muy lindo — comenta Melvin — a él no lo vi con los demás —

— Ronaldo no es muy de convivir con tantos niños, y soy su tía favorita, cuando estoy con él prefiere estar conmigo — lo vemos tomar sus regalos.

— ¿Cómo van con los niños? — pregunto burlón

— Ya somos parte del equipo, mañana será nuestra ceremonia de integración — comenta Melvin emocionado —

— Seremos parte del Equipo alfa buena maravilla onda dinamita escuadrón lobo. Soy su esposo Shrek! — comenta Nomar.

— ¿Qué no eso es de Shrek? — pregunta Jade en tono divertida

— Respeta el flow cuñada — responde Melvin

— Está bien — se ríe — ya viene Ronaldo — miramos al niño correr

— Hay una caja gigante, no puedo traerla Nina — se queja

— Iré por él, vamos — tomo su mano para ir juntos.

Narra Jade

— Raymond ya le queda ser papá — habla Nomar — se mira bien — los tres miramos a Raymond caminar tomado de la mano con mi sobrino.

— Échale ganas cuñada, tal vez así deje de ser un gruñón mi hermano — agrega Melvin —

— Nosotros tendremos al niño, pero, ustedes mi cuidarán — bromeó

— Estamos aún en proceso de como cuidar de niños, mejor vayan con paso lento — nos reímos

Vemos a Raymond traer una caja gigante entre sus manos, Ronaldo lo sigue emocionado con su mano aferrado al saco de Ray.

Dejan la caja frente a nosotros, Ronaldo comienza abrir el regalo viendo la caja de un auto a tamaño escala para él, es un Corvette de color negro, lo mandé hacer especialmente para él.

Comienza a brincar de emoción, Raymond se ofrece para armarlo juntos.

Melvin y Nomar van al auto por unas herramientas, tomo asiento en el sofá viendo a los dos hombres sacar las piezas de la caja, los dos chicos regresan con las herramientas y entre los cuatro arman el auto.