Capitulo 2

Unos minutitos más tarde


--señorita Louise, ya hemos llegado— dijo Albert abriendo la puerta para mí.

—gracias, Albert— dije al salir. Albert me contestó con una reverencia y dijo:

—Que tenga un buen día— antes de volver a entrar a la limosina.

—gracias e igualmente— le respondí y vi cómo se alejaba.

Avancé lentamente hacia la entrada de la escuela, aferrando fuertemente a Fred contra mí. A mi paso, todos se alejaban para dejarme pasar y yo intentaba agradecerles con la mejor sonrisa que les pudiera dar, pero al verlos apartaban la mirada lo cual me entristecía. Simplemente seguí con la cabeza agachada.

—Louise, arriba el ánimo— dijo Freddy dándome palmaditas en el hombro.

—Si— le contesté con una ligera sonrisa.

—Bien, ahora levanta la cabeza— me pidió con una media sonrisa.

—De acuerdo— le dije levantando la mirada.

Mientras caminaba hacia la entrada de escuela sentí unas manos en mi espalda, empujándome, provocando que cayera al suelo.

--oh my gosh! Que torpe eres jajajaja-dijo Jennipher burlándose de mí para luego marcharse con sus amigas mientras se reían de mí. Me levanté lentamente, sentía como mis ojos se ponían llorosos y mi nariz empezaba a picar pero me aguanté y limpié mi vestido con ambas manos...

--(e-espera)-- pensé --(¿con... ambas manos...?)-- miré mis manos y noté la ausencia de algo --(¡¿Fred!?)-- empecé a buscarlo por el suelo desesperadamente, pero no lo encontraba y comenzaba a ponerme nerviosa. Odio estar sin él o sin Freddy.

--oye-dijo alguien llamándome. Levante la vista y me encontré con un chico de pelo negro y ojos marrones mirándome --¿esto es tuyo?-- me preguntó el chico apuntando a Fred, al cual sostenía con una mano.

--s-si, en mío-- dije tímida.

--bueno, aquí tienes-- dijo volteando a mirar hacia otro lado y extendiéndomelo bruscamente, mientras que con la otra mano se tapaba parte de la cara. Tomé a Fred, estrechándolo entre mis brazos, y bajé la mirada.

--(seguramente mis ojos le han incomodado, igual que a todo el mundo)-pensé pesimista, aunque, bueno, era mas bien realista ya que parecía ser que mis ojos eran extraños y d-desagradables para las demás personas. Pero mi teoría se desmoronó cuando el chico volteo los ojos para mirarme, y así nos quedamos mirándonos a los ojos por unos segundos o minutos quizás... a decir verdad sentía que el tiempo se había detenido.

--¡hey, cuidado!-- gritó alguien y como si esa frase hubiera desecho un hechizo los dos regresamos a la realidad para darnos cuenta de que habíamos llamado la atención de manera tal que un gran grupo de personas se había reunido a nuestro alrededor.

--¡¿Qué quieren, montón de chismosos?!-- gritó el chico molesto, yo, por mi parte, me sonroje a mas no poder por la vergüenza que me provocaba la reciente atención que acababa de recibir.

--¡a-adiós!-- dije y salí corriendo mientras apretaba fuertemente a Fred contra mí, para evitar que se me cayera de nuevo.

--¡no! ¡Espera!-- me gritó el chico, pero ya era demasiado tarde, yo ya me encontraba dentro de la escuela, mezclándome como podía entre el tumulto de gente.

Llegué hasta la puerta de mi aula agitada y con la respiración entrecortada, a decir verdad no tengo muy buena condición física, aparte de que es difícil correr con esta ropa y el salón está bastante lejos de la entrada. Una vez recuperé el aliento entre al salón y me acerqué a mi mesa que se encontraba en el fondo de este, dejando mi lonchera en el cajón de esta y vi como Freddy se ponía de rodillas y apoyaba sus codos en la mesa, yo lo imite con la única diferencia de que yo estaba sentada en mi silla.

--¿estás bien? ¿Estás herida?-- me preguntó Freddy preocupado.

--no, estoy bien-- respondí con una pequeña sonrisa.

--ok, pero de todas formas, esas chicas... alguien realmente debería enseñarles modales—dijo con calma, aunque podía notar que bastante irritado.

--está bien, además nadie salió herido y eso es lo bueno— contesté.

--pero tu pudiste haber salido herida— dijo aun irritado.

--pero no fue así, además, aunque hubiera sido así, solo tendría un par de rasguños-- dije con calma. Freddy suspiró y lo vi apretar el puente de su nariz, tratando de calmarse.

--eres demasiado buena— dijo y comenzó a acariciar mi cabeza.

--gra-gracias-- dije levemente sonrojada. Puede que lo conozca desde que nací, pero aun así el sonrojo es algo que no puedo evitar.

--ow~ ¡que te tierna te ves!-- dijo con una gran sonrisa mientras me jalaba una mejilla.

--Freddy, e-eso duele-- dije y me soltó.

--perdón, perdón-- dijo entre risas. Yo por mi parte me dedique a sobarme la mejilla que él me había dejado bastante roja y adolorida, pero sonreí al ver que el recuperaba su usual buen humor.

--(menos mal)-- pensé aliviada.

--¿v-viste eso?-- dijo una chica de mi curso, asustada.

--si, que miedo ¿no?-- dijo otra chica de la misma manera.

--deberíamos ir a otro sitio, a uno más-- dijo Freddy y las miró por un momento --privado-- finalizó.

--s-si—dije, me paré de mi silla y tomé a Fred entre mis brazos. Entonces, Freddy volvió a ligar su alma con el peluche haciendo que este se estremeciera.

--¿lista?--

--si, vámonos-- dije y salí de mi salón para dirigirme al patio, hasta mi lugar de la paz.

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Soy la autora, mucho gusto,

AngeCat09.

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