CAPÍTULO 15
Ya han pasado 3 días desde la tarde a la que fuimos al IFEVI.
Nos dirigimos de vuelta a casa de Azanee, lo se porque se lo oí decir a mis padres.
Desde el viernes cuando le hice daño y se enfadó conmigo no la volví a ver, aunque se que seguirá enfadada.
Llegamos a nuestro destino y mi madre me baja del coche para llevarme hasta la puerta de la casa de Azanee.
Mis primos no tardan en aparecer con sus risas chillonas y sus pisotones tan dolorosos para mis oídos.
Al cabo de un poco de haber timbrado la puerta se abre dejándome ver a la madre de la niña.
-- Hola, ¿que tal todo?
Veo como se saludan sin mostrar mucho interés.
-- Peter si quieres puedes ir arriba a jugar con Azanee, está en su cuarto.
La ignoro por completo al igual que su comentario y simplemente subo las escaleras para dirigirme a la que fue mi habitación la última vez que estuve allí.
Se que ella no querrá jugar conmigo, al menos no así como así.
***
Me encuentro frente a la puerta de su habitación. Puedo escuchar como habla sola jugando seguramente con sus muñecas.
Abro la puerta algo tímido y, en cuanto queda abierta de par en par, puedo ver como ella aparta la atención de sus juguetes y posa su vista en mi.
Hace una mueca de desagrado y enfado que me desilusiona, pero no me voy a ir sin pedirle perdón.
-- ¿Qué quieres? Ya no quiero jugar contigo. Eres malo, Vete.
Miro al suelo mientras me mentalizo intentando ignorar sus palabras.
Ya mencioné antes que odio hablar, más delante de las personas y no es fácil evadir ese miedo.
-- Lo... Lo siento. -- lo he dicho tan bajo que ni siquiera se si me a oído.
Sin embargo me percato de que lo a hecho cuando alzo la cabeza puedo ver la sorpresa en su rostro. Se que ella pensaba que no sabia hablar al igual que lo insinuó mi primo Michael. No se esperaba que fuera a decirle nada, nadie lo hace.
Me giro y salgo de la habitación cerrando la puerta tras de mi. Sonrío sin poder contenerme al volver a pensar en esa expresión tan graciosa y vuelvo a mi cuarto.
Pasa un rato hasta que mi madre hace presencia en la habitación mostrándome una gran sonrisa.
Pero se que si mamá viene a verme así de repente es porque me va a decir algo importante que pasará, y no se si eso será bueno o malo.
Se agacha poniéndose de cuclillas para quedar a mi altura y me agarra la cara con delicadeza para cerciorarse de que le presto atención.
-- Peter vamos a ir a la cabalgata de los Reyes Magos. Podrá parecer algo desagradable para ti, pero puedes acabar pasándotelo bien. Quiero que te portes bien ¿vale?
Yo asiento algo confuso. ¿Cabalgata de Reyes Magos? ¿Que es eso?
La miro de forma interrogante pidiéndole así una explicación. Ella capta enseguida mi pregunta.
-- Los Reyes Magos vendrán montados en carrozas a veros a los niños y daros caramelos. Eso es la cabalgata.
Yo asiento aunque no lo he entendido del todo.
Una vez acabada la explicación me da un beso en la frente y se va dejándome allí solo, cosa que agradezco.
***
Salimos del coche y puedo ver como mis primos y Azanee hacen lo mismo.
Nuestros padres nos guían por un camino de edificios y carretera que no parecen terminar nunca.
Voy lo más tranquilo que puedo llevado de la mano de mi madre.
De pronto noto que alguien da toques en mi hombro con un dedo y me giro a ver sorprendido a Azanee.
-- Peter ¿Quieres jugar a las carreras?
La miro sin comprender. ¿Ella quiere jugar conmigo? ¿Y como se juega a las carreras?
-- Venga, hay que ver quien es el más rápido. Te hecho una carrera hasta aquella farola.
Señala una farola que está a unos pocos metros. Ella sale corriendo y entonces entiendo el juego. Suelto la mano de mi madre y hecho a correr detrás de Azanee intentando alcanzarla.
Acabamos llegando al mismo tiempo a la farola y ella ríe divertida.
-- ¡Empatamos!
-- ¡Yo también quiero jugar!
Nos giramos a ver a Justin que viene corriendo seguido por su hermano pequeño.
-- Vale, ahora hasta esa señal. -- Anuncia Azanee.
-- ¡El último en llegar es un huevo podrido! -- Exclama Justin antes de echar a correr.
Justin es el primero en llegar, yo el segundo, Azanee toca la señal justo detrás mía y el último por mucho más tiempo es Michael.
-- Eres un huevo podrido.-- Se ríe Justin.
Veo como Michael hace una mueca y empieza a llorar de forma caprichosa.
-- ¡Sois todos unos tramposos!
Su actitud me pone nervioso y su berrinche me provoca un dolor insoportable en los oídos y no tardo en tapármelos con desespero.
-- ¡Eres tú que no sabes perder!-- El grito de Justin me desgarra los tímpanos.
-- No, sois unos tramposos, además Peter me empujó.
-- ¡Eso es mentira! -- Azanee se une a la discusión que tanto me daña los oídos.
-- ¡Es verdad!
-- ¡Pero si él iba justo detrás mía y tu ibas de último! ¡No pudo empujarte!
Suelto un grito desgarrador que provoca que todos se callen de golpe. Ahora puedo notar sus miradas de incomprensión puestas en mi.
-- ¿Pero qué le pasa?
-- A Peter no le gustan los ruidos fuertes, me lo dijo la tía.
La respuesta de Azanee me sorprende hasta a mi, no sabia que ella lo supiera, aunque supongo que eso es bueno.
Me destapo las orejas y miro a todos ya más relajado porque la discusión halla acabado.
-- ¿Se puede saber que está pasando aquí? -- La voz autoritaria de mi padre nos pone a todos alerta.
-- Nada. -- Dicen los tres al unísono.
-- No hagáis ninguna trastada que ya os veo venir, y tened cuidado de vuestro primo Peter. Vamos o nos perderemos la cabalgata.
Lo último incita a todos a echar a correr de nuevo llevados por la emoción.
-- ¡Vamos Peter!
Azanee vuelve atrás para cogerme de la mano y llevarme con ella.
-- ¡Niños tened cuidado no os alejeis tanto!
Seguimos corriendo haciendo caso omiso a sus palabras hasta que empiezo a escuchar un estruendoso retumbar de música fuerte y bullicio de gente que me hace frenarme en seco.
-- Vamos Peter ¿que pasa?
Azanee me mira preocupada y a la vez nerviosa por querer seguir corriendo tras mis primos.
La miro desesperado, el ruido se escucha cada vez más fuerte. Es demasiado desagradable.
-- Oh, el ruido. -- Comprende entonces.
Se queda pensando un momento hasta que salta entusiasmada.
-- ¡Ya se! ¡Juguemos a algo!
La miro incrédulo sin entender en que podrá solucionar eso mi problema con el ruido.
-- ¡Mira, juguemos a que somos dos magos y estamos en una burbuja mágica donde no entra el ruido y podemos hacer lo que queramos con nuestros poderes!
Me quedo algo desconcertado ante semejante argumento sin embargo el juego me parece divertido.
-- Vamos mago Peter usa tu magia para llevarnos hasta donde está la cabalgata.
Me río ante su comentario y echamos a correr con los demás.
-- ¿Ei seguimos jugando a las carreras? -- Justin aparece de nuevo frente a nosotros.
-- Lo siento pero ahora no podemos oírte, estamos en una burbuja mágica donde no se escucha nada de afuera.
-- Pues entonces yo también quiero estar en esa burbuja, que me aburro.
-- Tienes que ser un mago para entrar.
-- Pues soy un mago entonces.
Los tres nos echamos a reír y cuando menos me doy cuenta me encuentro saltando de un lado para otro con Azanee y mi primo, con un palo en la mano moviéndolo de vez en cuando y sin parar de reír.
Estoy tan concentrado en el juego, en este mundo de fantasía de magos, brujas y burbujas insonorizadas que no me entero de lo que pasa a mi alrededor.
Se que ahora estoy rodeado de gente, bullicio por todos lados, pero no los siento. No me molestan. Soy un mago en una burbuja mágica en la cual no entra el dolor.
-- ¡Mago Peter, mago Justin, tenemos que abrir esa puerta para entrar al mundo de Nunca Jamás y salvar a los niños!
Ambos corremos junto a Azanee y movemos nuestras varitas para abrir esa puerta mágica que da a Nunca jamás.
Pensé que hoy pasaría otro día horrible, sin embargo está pasando todo lo contrario. No quiero que el día se acabe nunca, quiero seguir siendo un mago sin dolor por siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top