La rubia se quedo leyendo toda la noche el libro que los niños le habían entregado.

-creo que por fin entendí lo que debo hacer- musito cansada por casi no haber dormido

-MAMA- grito su hijo, mientras entraba corriendo a la habitación

-mmm?- 

-¿podemos ir al parque?, es que Nath dijo que iria, y que si quisiera podríamos reunirnos a jugar- explico el niño 

-¿no jugaron ya ayer después de la escuela?- pregunto curiosa

-si, pero últimamente unas niñas de mi curso descubrieron que dibuja bonito, y se la pasan siguiéndolo- contesto algo celoso el pequeño

La mujer se rió por la actitud de su hijo, pero asintió y el niño salio alegre. Se encontraba pensando en ello cuando escucho como el rubio, le hacia la misma pregunta a Nathalie.

-SIII- celebro el chico, ya que, la que el quería que fuera su futura madre, había aceptado con una sonrisa tranquila

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Los tres salían de manera tranquila de la mansión, el pequeño sujetaba las manos de sus acompañantes, y las mujeres caminaban tranquilas, la mayor con un sonrojo poco notorio en su cara y la otra desviando la mirada con su rostro igual. 

-Nath- exclamo el niño con una sonrisa al ver al nombrado en el parque y avanzo hacia el, mientras el pelirrojo le sonreía.

-veo que no pierdes el tiempo- susurro con una sonrisa al ver a las dos mujeres sentadas en la banca juntas

-es que sin ayuda esto se alargara infinitamente- respondió con una  media sonrisa el rubio, su acompañante solo asintió igual.

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Luego de un rato, la mayor fue a comprar helados, dejando a los pequeños jugando en el césped y a la otra mujer leyendo en la banca.

- ¿por que tan sola alguien tan bonita?- pregunto un joven de unos 27 años a la pelinegra con una sonrisa coqueta, ella solo alzo su mirada 

-veo que le gusta leer- dijo mientras se sentaba cerca y sujetaba la mano de esta, quien se estaba incomodando por la cercanía

La rubia, que estaba regresando con los helados, al ver esto sintió una punzada de celos en su pecho, y se quedo quieta.Los niños al percatarse hicieron un plan.

-mami, mami, mama ya regreso- dijo el rubio jalando la camisa de la de lentes y apuntando a la mujer parada

-tie..enes razón, vamos a ver a mama- le siguió la corriente, agarro la mano del niño y se dirigieron hacia la rubia

-sígueme la corriente- susurro la mas joven el oído de la mas alta, para después colocar un beso suave en su mejilla con un pequeño sonrojo, esta se sonrojo un poco antes de entender, y sujetar posesivamente a la mas pequeña por la cintura.

-vamos a casa- dijo con una sonrisa el niño rubio sujetando su helado.

 Las dos adultas asintieron, y caminaron como una familia, el pequeño de la mano de la pelinegra y la rubia sujetándola por la cintura.

-bye Nath- sonrió el rubio

-bye kitty- contesto el pelirrojo sonriendo