¿Qué haces aquí?

Acababa de llegar a Madrid y estaba por recoger mi maleta cuando vi una silueta masculina que se me hacía familiar. Pensaba que estaba soñando, es decir. Me había quedado dormida en el vuelo y todavía estaba un poco somnolienta. Según me fui acercando a la cinta de las maletas, me di cuenta de que no estaba soñando, que a quien estaba viendo era real.
—¿Francesco?
—Amelia, qué alegría verte aquí.
—Lo mismo digo, ¿qué haces aquí?
—Em, he venido a pasar unos días de vacaciones por Madrid antes de la vuelta a la rutina.
—Que guay.
—¿Han venido ya tus padres?
—Seguramente estarán fuera, ahora voy en cuanto coja la maleta. Que por cierto es esa.
—Dije apuntando a su equipaje, entre todas las maletas rojas había una negra con un montón de pegatinas.
—Esta es mía Amelia.
—Ay dios, perdóname. Es que yo tengo una igualita, con pegatinas de arte y alguna más.
—¿Alguna más?
—Tiene una pegatina con tu número y el GoFree, que me regalaron mis padres.
Pecco empezó a mirar sus maletas y se dio cuenta de que él tenía en una maleta suya la misma pegatina que yo en casi el mismo sitio.
—Dios mío Amelia, perdóname tú a mí. He visto la pegatina y no me he fijado en él resto. Como ves yo tengo la misma.
—Ay madre jajaja. No te preocupes Pecco.
-Bueno esta graciosa confusión me hace acompañarte a buscar a tus padres.
—No hace falta Pecco, además te van a reconocer. No te puedo dejar admitir toda esa ansiedad.
—Tranquila Amelia, estoy camuflado. La verdad es que no sé cómo me has reconocido.
—Hombre ese perfil es reconocible en cualquier parte... -Dejé de hablar en cuanto vi su cara de asombro y como él sonreía aún más.
—No te avergüences mujer. Venga vamos. —cogió mi mano y salimos a la puerta de embarque para buscar a mis padres.

Cuando les encontré, les llamé a gritos y solté a Pecco, corriendo hacia ellos. Pecco tenía una expresión de ternura en su cara y decidió presentarse dando la mano a mi padre y dos besos a mi madre. Mi pobre padre no se lo creía. Francesco Bagnaia le estaba dando la mano y estaba hablando con él como si fueran vecinos de toda la vida.
Pecco se despidió diciendo que ya tenía que marcharse y me separó un poco de mis padres.
—Me he alegrado muchismo de verte Amelia. Que pases felices fiestas y feliz año. Nos vemos en Turín.
—Me ha encantado verte Pecco, nos vemos en Turín.
Nos despedimos con un abrazo superfuerte y él agarró mi cara para dejar un beso muy cariñoso en mi mejilla. Cuando se fue, me giré hacia mis padres y como no mi padre pedía una explicación a todo esto.

....

Llevaba 2 días en Asturias y me había pasado estos el rato viendo a la familia y amigos, aparte de estudiar. Mis noches estaban completas viendo películas con Angelo por videollamada y jugando con Luccia y Nicola. Estos últimos fliparon cuando les conté lo de Pecco en el aeropuerto, y la verdad es que a mí también me había impactado el verle allí. Lo que me dejó más descuadrada fue ese beso. Aún podía recordar con muchísima precisión su mano agarrando mi mejilla izquierda, sus dedos abrazando mi cara de manera firme para evitar que me escapara, sus labios haciendo el clásico muack mientras impactaban con mi mejilla y la textura de su bigote, que raspaba levemente mi piel. Creo que me estaba obsesionado con ese momento. Luccia definitivamente era una sabia en estas cosas del corazón y era cierto, Pecco había dejado una huella en mí desde el primer momento que no imaginaba que llegaría a sentir.

Quería seguir intentando las cosas con Angelo, por él había sentido atracción y visto lo visto, él me correspondía y estaba dispuesto a seguir intentando algo. En estos días habíamos hablado largo y tendido sobre nuestros sentimientos y habíamos pactado empezar algo para conocernos y conocer lo que sentíamos. Según él, ponerle nombre era muy pronto y la verdad es que para mí también suponía un paso bastante arriesgado, dado que lo conozco desde hace 2 semanas.
Comentando esto con Luccia y Nicola ambos coincidieron en estar para mí siempre que lo necesitara y obviamente me iban a escuchar. Eso sí, me dejaron claro que no se fiaban mucho del secretismo que quería mantener Angelo y aunque al principio yo también tuve miedo, acabé accediendo. Nicola amenazó con pegarle si me hacía algo y en un arrebato se levantó y juró que defendería a cualquiera de las dos si un hombre o mujer se atrevía a hacernos daño.

....

Mis padres alucinaron cuando les conté lo de la exposición y como Pecco perjura que se ha leído mi trabajo entero. Según mi madre si me hacía amiga suya mis escritos llegarían más lejos, pero mi padre y yo enseguida quitamos esa idea de su cabeza. No pensaba aprovecharme de alguien como Pecco, de otra persona tampoco claro está, pero de él... De él no podía.

....

Me quedaban dos días estando en España, así que decidí pasarlos en Madrid con unos amigos. Me despedí otra vez de mis padres hasta verano y cogí un tren que me dejaría en Madrid para el principio de la tarde. Mis amigos me recogieron y me llevaron a su casa para luego prepararnos para salir de fiesta. No es algo que a mí me encante, pero de vez en cuando es algo que me gusta. Me puse una camiseta un poco ajustada y unos pantalones de pata ancha con unas zapatillas blancas, es cómodo y divertido, como a mí me gusta. De maquillaje no me lo curré mucho, un clean look y a disfrutar.
Salimos primero a un bar a tomar unas cervezas y mientras todos nos contábamos nuestras vidas, algunas nos fuimos al baño. Mis amigas entraron primero porque el local solo tenía un cubículo así que me tocó esperar. En vez de volver a salir, saqué el móvil y vi que tenía varios mensajes de Angelo, les contesté y estuvimos un poco hablando, hasta que pude entrar. Una vez lista para volver a salir, quise hacerme una foto. Me veía guapa y en el ambiente de ese baño, quedaría un foto chulísima. Tras subirla a stories, mis amigos reaccionaban como locos. Angelo le dio me gusta a la historia y reaccionó con un fueguito, pero hubo un mensaje que definitivamente me alegró la noche.

pecco63 : Amelia, mamma mia, che bellezza, sei una scultura degna di un museo.

Este chico iba a matarme.

Ay Peccoooo, que tienes a Amelia loca. Espero que os guste esta dualidad entre Angelo y Pecco. Como veis Pecco pone un poquito más de interés aunque Amelia no se acaba de creer que Pecco quiera algo con ella y quiere intentar algo con Angelo para ser más "realista". Tengo unas ganas locas de continuar esta historia, espero que vosotrxs también. Os quieroooo

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