Necesito rescatarte
Enero 2023
Los trabajos eran cada vez más abundantes y yo estaba cada vez más saturada. Algunos días ni aparecía por la facultad y me tiraba desde las 8 de la mañana a las 22 de la noche estudiando, haciendo trabajos y viendo las clases online. Nicola era quien se encargaba de la compra y en la limpieza, yo solo ayudaba los findes. Lo habíamos hablado y a él no le importaba, nos podíamos repartir nuestras evaluaciones así, ya que en su carrera no hacían tantos exámenes.
Al final la salida con Pecco no fue posible y en el único momento que tenía libre, aprovechaba para estar con Angelo ya fuera comiendo o hablando de la academia. Nos habíamos distanciado un poco pero lo entendíamos por el estrés de los exámenes y los trabajos. Estábamos a tope.
Como otro día más, me levanté y mientras desayunaba, organicé mi día en la agenda que uso para temas personales y de clase, como exámenes, días de médico... Esta tarde tendría que llamar a mis padres, que no les llamo desde que volví de Madrid. De verdad, me voy a volver loca, menos mal que ya solo queda un trabajo más y por fin seré libre.
Luccia y yo llevamos organizando este fin de semana durante 2 semanas, queremos ir a dar un paseo por el parque y pararnos a hacer un picnic mientras leemos y escuchamos música, por fin un día de relax entre todo este caos. Luego iremos a mi cas y pediremos la cena para ver películas con Nicola y además poder ponernos al día. Eso sí, al día siguiente me tocará limpiar y encargarme del piso todo lo que no he hecho este mes.
Todavía estamos a miércoles y por desgracia queda mucho para el finde. En este pequeño rato de descanso entre tema y tema, estoy mirando Instagram y me llega un mensaje:
@pecco63: Buenos días Amelia, ¿podrías hoy quedar para tomar un café? Llevamos tiempo haciendo planes y estas últimas semanas me has estado cambiando el plan. Si ha pasado algo lo siento y sabes que te voy a escuchar, si quieres confiar en mi.
@Amelart_: Pecco no pienses que es por tu culpa, por favor, eso no. Estoy muy agobiada con la universidad y por eso he estado rechazando tu quedada.
@pecco63: Ya lo siento Amelia, pero insisto. Sal de casa, seguro que tienes tanta ansiedad porque estás todo el día en casa.
@Amelart_: Pecco no puedo, de verdad.
@pecco63: Por favor, te prometo que no te tendré entretenida mucho tiempo. Dame 2 horas. Te voy a buscar a casa y te traigo de vuelta. Quiero ayudarte, necesito rescatarte.
@Amelart_: Me has convencido. A las 16 en mi casa, como llegues tarde me quedo en casa.
@pecco63: Prometo ser puntual, gracias por aceptar. Hasta luego bellisimma.
Genial, ahora tengo 3 horas para ponerme algo decente y parecer una persona. Me duché y salí corriendo para vestirme y maquillarme, normalmente no me gusta mucho pero no tenía yo mucha buena cara.
—Pero nena, para de correr.
—No puedo, he quedado con Pecco en 2 horas y media.
—Uy madre con el piloto. ¿No se supone que te queda un trabajo de los gordos?
—Razón no te falta pero me ha prometido que a las 2 horas me vuelve a traer a casa.
—Yo que tú aprovechaba y salía más, llevas aquí 1 mes sin salir casi. Sal a recibir la luz del sol por lo menos.
—Ya voy a salir, no me hace falta estar toda la tarde fuera.
—Vale vale, voy a mi cuarto. Cualquier cosa me dices.
-Gracias guapo.
—Se lo voy a contar a Luccia —oí de fondo mientras cerraba la puerta de su habitación.
—Nico, me voy ya.
—Pásalo bien y no os volváis locos.
—Recibido —reí mientras salía por la puerta.
Había decidido esperarle en el portal mientras miraba las redes y me ponía al día. Luccia me escribió corriendo sobre si era verdad que iba a salir con Pecco y me dijo que lo pasara bien, que ya llevaba mucho tiempo aplazando esta salida y que intuía que me iba a hacer bien estar un rato con él.
—¡Bella sal! —oí como Pecco me llamaba desde la puerta.
Salí corriendo y en cuanto le vi no pude evitar abrazarle. Necesitaba contacto humano, aparte de estar con Nicola. Además, después de él encuentro en Madrid nuestra confianza había subido.
—Te he echado de menos Pecco.
—Yo también, hacía ya 3 semanas que no nos vemos.
—Ya lo siento, esto de la vuelta de vacaciones me está matando.
—Tranquila es normal. Además es una de las razones por las que dejé de estudiar. Pero bueno, sube a la moto que no quiero perder más tiempo.
—Vale vale jajaja. Dame un casco.
Partimos hacia una cafetería en la que él ambiente era muy familiar, la decoración era clásica y olía a casa de una abuela antes de una gran comida. Sin duda, una gran elección por parte del turinés. Pedimos en la barra y tras esperar un poco entre risas, llevábamos nuestras cosas a la mesa más alejada, en parte para respetar la privacidad de Pecco y para poder hablar sin problema.
—Dios me encanta esa anécdota. No me dijiste que fueras una chica tan rebelde.
—Era solo cuando tenía 4 años y no fue para tanto.
—Amelia, le robaste los juguetes a tu primo y para que no te pillara les tiraste por la ventana, me da a mi que para él si fue para tanto.
—Vale la verdad me pasé, pero no se me ocurría otra cosa.
—Madre mía jajajja.
—¿Y tú? No me creo que el pequeño Francesco no hiciera nada malo.
—Yo era y soy un chico encantador.
—No me lo creo.
—Puedes preguntar a mi madre si no te fías. Un día te llevo a su casa y se lo dices.
—Me da a mí que voy a tener que hacerlo.
....
—Me dijiste solo 2 horas así que será mejor que nos vayamos ahora.
Empecé a darle vueltas a lo que me dijeron los chicos y siendo sinceros ya tendría tiempo mañana para hacer el trabajo que faltaba.
—No me lleves a casa. Mejor enséñame un museo y déjame explicarte las obras.
Pecco me cogió de las mejillas buscando si lo decía enserio o me estaba riendo de él, y cuando entendió que lo decía de verdad, me abrazó.
—No me puedes hacer más feliz ahora mismo.
—Vámonos anda.
El capitulo 9 ya está aquí. Siento que ayer no hubiera capítulo pero esta semana habrá capítulo el jueves y el domingo. Espero que os esté gustando este acercamiento entre Pecco y Amelia, ya dije que Angelo no iba a ser tan importante y la verdad es que esta salida le va a separar mucho más de Amelia. Os quierooooo
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