Mi lugar es a tu lado
Hacía casi dos meses de el GP de Portugal, y a decir verdad, la última vez que vi a Pecco. Al empezar la temporada, las carreras eran prácticamente cada poco y tenían entrevistas, pruebas y mantenimiento de la moto que le hacían estar todo el día en la pista o de viaje y no pude acompañarle a todo por las clases, si que es verdad que algún fin de semana le habíamos pasado en su casa, pero el tiempo con él pasaba muy rápido y cuando me quería dar cuenta, se tenía que ir otra vez. Hablábamos todos los días sin falta y una videollamada, aunque no era lo mismo, algo hacía. Le echaba muchísimo de menos y los días se hacían muy pesados sin su apoyo y su cariño mi lado.
—Ameliaaa, buenos días guapa.
—Hola Luccia, ¿qué necesitas?
—Oye, que venga a verte no quiere decir que necesite algo.
—Ya, claro. Dime reina.
—Nos vamos de compras, coge todo lo que necesites —se levantó del sofá y agarró mi sudadera, que en realidad era de Pecco, para meterme prisa.
—¿Ahora? Pero Luccia.
—Luccia nada, nos vamos. Eres preciosa, vas a encontrar algo seguro.
....
Ya en el centro, entramos a algunas tiendas y un par de chicas me pidieron una foto y me regalaron una pulsera que ponía "Bagnaia 63", se lo agradecí un montón y las di un abrazo muy fuerte. Lo bueno de la fama era eso, las fans que son muy buenas personas y se toman el tiempo de hacer un detalle para los pilotos o sus novias, en este caso.
—Tía, menuda revolución has causado. Menos mal que te tratan bien, que si no, les reviento —ambas reímos.
—Tía no, además que vergüenza, que dijo que me iba a subir al podio y por sus cojones lo hizo, y cuando dijo que se la sudaba la prensa. Mira, casi me desmayo.
—Es que Francesco es mucho Francesco.
—Ya te digo.
—Y por lo que me has dicho no solo es buen piloto, sino que en la cama también te pone a mil revoluciones.
—Cállate la boca por favor —mi cara empezó a ponerse roja y noté como mis piernas temblaban de lo nerviosa que me había puesto.
La agarré de la mano y nos fuimos corriendo para salir del establecimiento. Andamos como 3 calles hasta que decidimos ir a por algo para cenar y volver a casa.
....
Un día más en casa, disfrutando de la paz que me proporciona estar aquí, vivir mi sueño de estudiar lo que quiero y en el lugar que quiero, por fin tener un novio que me entiende, que me escucha, que me trata genial y no me deja como segundona, sino que me tiene como lo más importante. Estaba en el sofá jugando videojuegos y aprovechando el tiempo libre antes de las vacaciones de verano, donde no sabía si volver a España todo el periodo o quedarme aquí un tiempo e irme con Pecco a cualquier sitio. Mi madre insistía en que cogiera un avión en cuanto saliera de clase el primer día, pero sinceramente, no me apetecía mucho. Me iba a atosigar con el tema del beso e iba a insistir de que quería conocer a Pecco y que le llevara para una comida familiar, y no, lo siento pero no me llevo tan bien con mi familia como para presentarle ante todos, que decir de que he considerado a Carola como una hermana por el contacto tan estrecho que hemos tenido estos meses. Me hizo mucha gracia el día que me escribió sin haberlo hecho nunca antes:
Holaaa, soy tu cuñada favorita, y la única jajajaj
Hola Carolaaa
Te escribo para decirte que Pecco te llamará en media hora, le han entretenido con la prueba del motor y no sabía que excusa poner para librarse.
Dile por favor que no haga eso, se va a meter en un lío.
Oído cocina jajajaj, qué tal bella?
Mejor ahora que no tengo trabajos pendientes jajaja, tú?
Evitando que tu novio se mate con la moto.
Me parece perfecto, sigue así guapa.
Bueno, te dejo que Pecco ya está volviendo. Te quierooo
Y yoooo
Ese te quiero me hizo mucha ilusión, me había conocido hace 2 semanas y ya me había dicho que me quería. La verdad es que la madre de ambos les había educado maravillosamente. Los dos eran atentos, amables, buenísimas personas y muy, muy, muy cariñosos. Madre mía, por muy tranquila que estuviera en mi casa, echaba muchísimo de menos a Pecco. Su voz, su risa, sus besos, sus abrazos... Es perfecto y no puedo superarlo.
....
—¿Amelia? Hola cielo, necesito que vayas a mi casa con la copia de la llave que te di antes de irme. Me llega hoy un paquete para una campaña y si no hay nadie para recogerlo, me van a reñir.
—Tranquilo amore, salgo ahora para tu casa. En media hora en bus estoy allí.
—Muchísimas gracias, te amo. Ten cuidado.
Me había dicho te amo, por primera vez desde que somos novios, ay madre Amelia, contéstale.
—Y yo Pecco, yo también.
—¿Tú también que Amelia? —preguntó con una tonito insistente y gracioso.
—Yo también te amo cariño.
—Mucho mejor, bueno ciao.
—Ciao.
....
Cogí mi bolso y una chaqueta para salir corriendo. El bus pasaba en 2 minutos y mi parada estaba cerca, por favor que llegue, no quiero esperar 15 minutos más. Por fuerza del destino, el autobús paró antes de la parada por un semáforo y eso me permitió llegar a tiempo. En el trayecto no paraba de pensar en Pecco, después de todo, tenía ganas de verle e ir a su casa y que él no estuviera, era raro. Me bajé y llegué a su portal en 10 minutos, al entrar miré en los buzones y no había nada, pregunté al portero y dijo que tampoco había recibido nada así que decidí esperar en su casa. Ya en la puerta me llegaba un olor a rosas bastante fuerte, supongo que sería un ambientador o alguien de otro piso. Abrí la puerta y...
—¡Sorpresa amore! Feliz 3 mes juntos —no me lo podía creer, estaba allí, en el salón con pétalos de rosa por el suelo y con un ramo enorme de la mano, cerré la puerta y fui corriendo a sus brazos.
—Estás aquí, no puede ser verdad —cogí su cara con mis manos—. ¿No te has metido en líos por venir? Dios, te amo tanto, llevo 3 meses siendo la más afortunada.
—Tranquila que nos han dado vacaciones, te amo.
Nos besamos y recorrimos el cuerpo del otro hasta acabar en el sofá, yo sentada encima suyo y acariciando sus rizos mientras su mano no se separaba de mi cintura.
—Eres lo mejor que tengo Amelia. Gracias por aparecer en mi vida.
—¿Gracias yo? Gracias a ti por ser como un ángel de la guarda. El ángel más guapo, caballeroso, detallista y mejor piloto de todos.
—Te amo y me encanta decir que te amo, si por mi fuera lo gritaría a los 4 vientos.
—Ay madre mía Pecco.
—Espera— me apartó de su regazo y corrió al ventanal de la terraza para abrirlo y salir, al ver sus intenciones, me levanté corriendo para pararle, pero ya era demasiado tarde.
—Yo, Francesco Bagnaia —empezó a elevar el tono de su voz a cada palabra—. Amo a Amelia González con todo mi ser. La amo muchísimo —me abracé a su pecho e intenté tapar su boca—. La amo —finalmente, conseguí tapar su boca y él me miró—. Te amo Amelia, eres mi lugar seguro.
—Te amo Francesco Bagnaia, con todo mi ser —y tiré de él para besarle.
Otro capitulito fresco, que ganas de avanzar con la novela. Quiero que el calendario de 2023 sea la base del argumento y hay veces que se me bailan las carreras jajajajaj. Gracias por el apoyo, que cada vez es más gente la que se anima a leer esta historia, no sabéis lo feliz que me hace eso. Os quieroooo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top