Feliz Navidad, supongo

Diciembre 2022

Ya estábamos apunto de empezar las vacaciones de Navidad y por una vez no tenía ganas de irme. Quería quedarme aquí con Luccia y Nicola pero mis padres ya habian organizado todo para irme a buscar a Madrid y de allí ir a Asturias. Supongo que les puedo convencer para volver la última semana y por lo menos la primera semana del año, donde todavía no hay clase, poder pasarla aquí.

Pecco y yo habíamos seguido hablando por Instagram. Hablábamos de todo, de estudios, de películas, de libros... Incluso se ofreció para ir a museos para que le enseñara cada una de las piezas. Cuando cogí más confianza con él le pregunté si era verdad que se había leído todo mi trabajo y él aseguraba que sí, se había leído las 20 páginas sobre la Ducati 60 y varias veces. Resulta que en su casa tiene una maqueta de la moto la cual es de sus tesoros más preciados porque se la regalaron de pequeño.

....

Estábamos Luccia y yo camino de la universidad cuando escuchamos que alguien gritaba mi nombre desde lejos. Al girar nos vimos a uno de los compañeros que me llevó a la exposición, su nombre era Angelo, si no recuerdo mal.
-Amelia, por fin te encuentro. Siento habernos ido así el otro día. El resto me estaban metiendo prisa y no me dejaron avisarte. Dime que llegaste bien a casa.

Luccia le cortó. -Ya te digo yo que llegó bien a casa. -lo dijo con cierto tonito dando lugar a lo que ambas sabíamos, que Pecco Bagnaia me había llevado a casa ese dia después de 3 horas hablando.
-Llegué bien Angelo. No te preocupes. -Di un codazo a mi amiga por lo que acababa de decir.
-Me alegra mucho oír eso Amelia. ¿Te gustaría quedar conmigo hoy después de clase? Ya sabes para estudiar y hablar un poco. -miré a Luccia y ella me animó.
-Genial Angelo, ¿quedamos aquí a las 16?
-Si quieres puedo ir a buscarte a casa, como te venga mejor.
-Muchas gracias Angelo, pues a las 16 en mi casa.
-Hecho. -se despidió de mi con un abrazo y a Luccia le dio dos besos para después marcharse.
-Bueno Amelia, esta es tu primera cita.
-¿Tú crees?
-Efectivamente amiga, tu primera cita en Turín.
-Ay madre.

....

Después de clase me fui corriendo a casa para comer algo rápido y así poder preparar la mochila con las cosas necesarias para esta tarde. Estuve revisando a ver si tenía todo. Los libros, un cuaderno, el portátil y el estuche con un par de bolígrafos y subrayadores. Me había tirado toda la mañana pensando en Angelo. En estas semanas no me había fijado en él pero desde que me pidió salir hoy, le estaba viendo de manera distinta. Era obvio que no le conocía, habíamos hablado un par de veces, pero me atraía de cierta manera y no podía evitar tener ese interés que me hacía llegar a conocerle aún más.

Antes de irme estuve un rato hablando con Pecco, él estaba esperando fuera para poder entrenar y yo le dije que estaba esperando porque había quedado con Angelo. Se despidió diciendo que le gustaría verme en las fiestas, cuando yo regresara de España. No podía asimilar todo lo que estaba pasándome. Primero mi piloto favorito me había dado la enhorabuena por mi trabajo, me había llevado a casa, estábamos hablando y decía que quería volver a verme y ahora otro compañero me pedía una cita. No tenía tanto revuelo con las relaciones desde hacía años. Nunca he sido alguien a quien le haya importado tener pareja y las que he tenido, que han sido dos, ninguna duró más de medio año.

A los 10 minutos, Angelo estaba en mi puerta quemando el timbre, haciendo que Nicola se acordara de su madre mientras le gritaba que se callara desde el balcón. Bajé avergonzada por la escena y él respondió que desde abajo el timbre no se oía y que pensaba que estaba roto. El pobre se había puesto rojo y no sabía como salir de ese marrón.
Fuimos a una cafetería de las afueras que contaba con un gran espacio con mesas para poder estudiar. Ambos pedimos un café y para compartir unas galletas de chocolate. Empezamos a charlas mientras sacábamos los apuntes, sobre la universidad, los profesores y cualquier aspecto académico. En ciertas ocasiones se acercaba a mi cuando tenía una duda y rodeaba mis hombros con su brazo. La verdad es que no me incomodaba su brazo para nada y a ratos dejaba un vacío a mi lado cuando volvía a su sitio que dejaba ese costado de mi cuerpo muy frío.
Volvimos a mi casa e invité a Angelo a tomar algo en mi casa, él aceptó un poco vergonzoso, pero acabó subiendo a casa. Estuvimos compartiendo música para estudiar y comentando nuestros gustos musicales, coincidíamos en muchos de ellos y ya de ahi partimos a otro tema distinto. Así durante horas. Finalmente, se acabó marchando a las 21 diciendo que iba a llegar tarde a casa de sus padres para cenar. Empezó a irse por el pasillo hasta que se dio la vuelta y me abrazó.
-Lo he pasado muy bien Amelia. Gracias por aceptar mi invitación.
-Me ha encantado quedar contigo Angelo.
Algo en los dos hizo que nos armáramos de valor y nos diéramos un abrazo aún más fuerte y cuando nos íbamos a separar acabamos dándonos un pico, ninguno lo esperábamos y surgió. Tendría que haber pensado más en vez de lanzarme, pero ya era tarde.
-Adiós. Buenas vacaciones.
-Adiós. Igualmente.

Empezaba las vacaciones yendo en el coche de Nicola con este y Luccia mientras me acompañaban al aeropuerto y hablábamos de lo que pasó ayer.
-¿Y ahora que pasa con Pecco?
-Yo por Pecco no siento nada chicos.
-Eso dices, pero tú no ves tu cara estas últimas semanas que habéis estado hablando. Antes admirabas a Pecco de MotoGP, pero es que ahora te estás enamorando de Francesco Bagnaia, la persona.
Luccia tenía razón. Sentía que Pecco no era un ídolo que me contestaba a los mensajes. Estaba conociendo a la persona que hay detrás de este deporte y la verdad es que Francesco es un ser tan bonito por dentro y por fuera que es imposible no sentir algo por él.
-Creo que voy a probar con Angelo si después de esto vuelve a hablarme. No creo que Francesco se fije nunca en alguien como yo. Tiene miles de modelos en las que fijarse y no creo que yo sea su tipo ideal.
-En la exposición se fijó en ti.
-Vamos a dejarlo ya, porfa.
-Tienes razón.

Llegamos al aeropuerto y empezamos los tres a llorar como magdalenas. Les iba a echar muchísimo de menos. En poco tiempo se habían convertido en personas muy importantes para mí y el hecho de tener que separarme de ellos en este momento me estaba rompiendo. Espero que estas semanas se pasen rápido.

Nuevo capítulo. Pensaba subir este capítulo mañana, en honor a que es el cumpleaños de Francesco pero como no sale en este capítulo, me parecía un poco desconcertante.
Espero que os guste este nuevo giro de guión en el que Amelia conoce a Angelo y se centra en dejar a Pecco de lado. No es que vayan a alejarse y no ser endgame, pero como es obvio ella siente inseguridad por la nube de famosos de la que Pecco se rodea. Os quierooo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top