—¡¡¡¡¡Que te dijo qué!!!!! —Luccia y Nicola estaban flipando, les mandé una captura de la conversación con Pecco y no se lo creían
—No puedo creer que haya tenido las narices de decirme eso. Bueno chicos voy a intentar disfrutar de la noche. Nos vemos en 2 días, os quierooo.

Al llegar a casa, preparé todo para irme a la cama y no puede evitar mirar la notificación del mensaje de Pecco. No me había atrevido a entrar en el chat. No quería dejarle en leído sin saber que contestar. ¿Qué se contesta en esta situación?
Encima yo quería intentar las cosas con Angelo y que se metiera ahora Pecco en mi cabeza no era nada favorable, creo que tendré que hablar con él. Me fui a dormir pensando en todo lo que había vivido en 2 meses y como mi vida en Turín era todo lo que había soñado, ver museos, tener amigos increíbles, conocer a mis ídolos y sobretodo empezar a explorar el mundo del amor en mi país favorito.

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Este último día había sido un paño de lágrimas, volver a separarme de mis padres era algo que me dolía muchísimo, iba a echarles mucho de menos. Las risas con mi padre y el ayudar a mi madre en cualquier loca idea de decoración decoración pasara por su mente. Mi padre dejó mi maleta en el control y se acercó a mí.
—Cariño, disfruta mucho de esta etapa. Te voy a echar de menos como nadie, pero tu sitio está en Turín. Has nacido para ser una gran historiadora y algún día trabajarás en todos los museos posibles. Aprovecha el viaje para aclarar esa cabecita tuya. —empezó a tocar mi pelo y me atrajo en un abrazo, le quiero tanto.
—Adiós papá. Te prometo que intentaré aclararme.
—Si te tienes que alejar de Pecco no dudes en hacerlo, por mucho que te encante haberlo conocido.
—Te quiero papá.
—Y yo cielo, anda ve.
Fui a la puerta de embarque con el corazón corazón un puño. Mi padre tenía razón. Tenía que hablar con Pecco y si él no lo entendía, lo mejor sería alejarle de mi vida.

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Durante el vuelo busqué el valor de hablar con Pecco, aunque fuera por mensaje, además de que todavía no le contestaba:

@Amelart_ gracias Pecco, ¿eres así con todo el mundo? No sé, se me hace raro que de conocernos casi un mes me digas estas cosas jajaja. No me molesta, solo pregunto. Felices fiestas ❤

El vuelo había sido de lo más ameno, aproveché para hacer unos apuntes y leer algunos temas para la vuelta a clase. Cada poco miraba Instagram a ver si Pecco respondía pero nada. Entiendo que es porque estaría ocupado así que me tocaba esperar hasta que me contestara. Para ser justos yo estuve 2 días sin contestarle.

Al llegar a Turín, Angelo me estaba esperando. Le dije que estaba de camino y se ofreció a venir a buscarme y no le pude decir que no. Lo que más me sorprendió fue que una vez en el coche, cogió mi cara y me besó. Me dijo que me había echado mucho de menos y que lo había hablado con sus amigos y no quería que lo nuestro fuera un secreto.
—Amelia, quiero dedicarte cada minuto de mis días. Me he dado cuenta de que la vida es una y si tú te has cruzado en mi camino será por algo. Eres maravillosa y no quiero desaprovechar mi tiempo contigo.
—Madre mía Angelo. Me has dejado a cuadros. Llevaba 2 semanas haciéndome a la idea de llevar todo esto en secreto y que ahora me vengas con esto me deja sin habla.
—Déjame demostrarte que puedo hacerte feliz. —este chico es bastante adorable.
—Está bien Angelo. Vamos a intentarlo.
Me abrazó tan fuerte que casi sentí como mis costillas se comprimían.

Llegamos a mi casa y subimos al piso dados de la mano. Nicola al verme entrar se quedó flipando y cuando me abrazó me dijo que ya hablaríamos porque estás dos semanas ambos habíamos tenido mucho lío lío nuestras vidas.
—Tía, ¿qué es esto de ir de la mano con Angelo?
—Me ha venido a buscar al aeropuerto y me ha pedido intentarlo sin llevarlo en secreto.
—¿Y con Pecco has hablado?
—Le envié un mensaje y no sé si me ha contestado la verdad. Me he pasado el vuelo estudiando y no me he fijado en él móvil.
—Bueno cielo, sabes que Luccia y yo te vamos a apoyar en lo que necesites y más y si tú eres feliz con Angelo no podemos hacer nada más que cuidarte y apoyarte.
—Os quiero mucho. —me levanté de la cama y le abracé. —Que suerte tengo de teneros.
—Te quiero pelirroja.

.....

Llevábamos ya 3 días en las clases y mi grupo de amigos había aumentado. Los únicos que me importaban eran Luccia y Angelo, pero como Angelo ahora se pasaba el día con nosotras, sus amigos se habían unido con él. Angelo y yo estábamos bien, quedábamos algunos días para estudiar y también comíamos juntos los días de prácticas prácticas la Academia. Lo que me hizo más ilusión fue que Angelo se esforzaba por llevarse bien con Luccia, y aunque esta aseguraba que me veía siendo feliz con Pecco y no con él, ella estuvo muy abierta a darle una oportunidad.
Hablando de Pecco, me contestó al mensaje ayer por la noche. Me encontraba recogiendo los libros para las clases y mi móvil se iluminó:

@pecco63 Feliz Año Amelia. Espero que mi mensaje no te incomodara, solo pretendía ser buen amigo y quitarte un poco de esta timidez, para nada pretendía que pensaras que soy un tío tan poco noble. No es mi estilo. Vamos hablando, buonasera ❤.

Le contesté enseguida y estuvimos hablando sobre nuestras vacaciones. Me preguntó por mis padres y yo por los suyos. Hablando y hablando me mencionó que en su estancia en Madrid había visitado bastantes museos pero que sintiéndolo mucho, no había entendido la mitad de las obras. Me pidió que si algún día quería quedar para tomar un café, le explicara algo de aquellos museos y sin dudar le dije que sí. Hablar con Pecco era algo que me encantaba y obviamente no iba a desperdiciar esa oportunidad.

Otro capítulo que llega a su fin. En dos capítulos ya es el número 10 y no puedo estar más orgullosa de mi progreso hasta aquí. Más que nada agradeceros a todas las personas que dedicáis vuestro tiempo a leer cada capítulo y en ocasiones dejáis vuestros mensajes de apoyo. Estoy muy emocionada por seguir con esta historia y aunque veáis que Amelia tiene novio en estos momentos, ya os aseguro de que Pecco y ella van a ser endgame, porque sino no habría historia JAJAJJAJA. Os quierooooo