Cataluña, aquí llega Ducati
Principios de septiembre de 2023
Ya estábamos aquí. El Gran Premio de Cataluña iniciaba en el momento en el que los pilotos llegan al circuito para empezar las prácticas, pruebas y tests de la moto. Entre cada resultado veía como Pecco hablaba con el equipo y de vez en cuando me guiñaba un ojo o me sonreía. Este chico sabe cómo ponerme sensible con una mirada. El fin de semana no pintaba muy favorable pero estaba contento con lo que hacía, más o menos.
—Salgo un momento para una llamada de la universidad.
—Vale amore, con cuidado que las motos salen como locas.
—Si Pecco, tranquilo.
Empecé a caminar por la pista mientras contestaba al teléfono, no era de la uni, era Nicola y se le oía muy agitado.
—¿Nicola? Dime
—Ay tía, que disgusto. Joder que mal.
—¿Qué pasa? Nicola me estás asustando.
—Joder Amelia, que me voy de Italia. Que no tengo dinero, que me voy de la universidad y del piso —dijo entre sollozos.
—No puede ser Nicola, tiene que haber una manera.
—Que no tía. Que no me queda pasta. Da gracias que la casera me da hasta final de mes para irme y me ha dejado quedarme más en lo que pienso que hacer.
—Pero Nicola... —el hecho de que se fuera me estaba dejando devastada, es tan buen amigo y todo lo que hacía para vivir aquí y esforzarse. —No puede ser, ¿cómo te vas a ir?
—A ver tía no de Italia, que habré sido muy exagerado, pero si de Turín. Mi madre tiene un conocido en Toscana y pues allí me quedaré. No te veré todos los días ni veré a Luccia o a Pecco. Os voy a echar mucho de menos.
—Tenemos hasta final de mes Nico... Por favor, en cuanto acabe este finde vuelvo a casa y no me separo de ti y te ayudo en todo.
—Vale amor. Llamo a Luccia y se lo digo. Así me podré despedir de todos.
—Te quiero Nico.
—Y yo Amelia.
Vuelvo al garaje con una cara muy baja, los ánimos por los suelos y apenas noto quien está dentro. Me siento junto a quien creo que es Pecco y él se preocupa como nunca.
—Amore, ¿qué pasa?
—Nicola se va.
—¿Cómo que se va?
—Que no puede pagar la uni y el piso y se pira.
—Joder Amelia... Ya lo siento cara mia —abraza mis hombros y como siempre, sabe sostenerme, sabe estar ahí. Sabe que le necesito y no permite que me caiga.
....
Pasado el día nos preparamos para el domingo de carrera. Este sábado estaba siendo la mar de extraño, era agridulce. No solo por Nicola, mi grupo de amigos se estaba perdiendo pero también en el ambiente había algo chungo, no se sentía del todo bien estar en la pista o ver como las pruebas avanzaban. Pecco no había acabado mal sus resultados pero todos teníamos la sensación de que algo no iba a estar tan bien como prometía.
De camino a la habitación, ya en el ascensor, el señorito Bagnaia quiso ser el más pícaro del momento. Mi corazón se paró al oír el sonido de las poleas frenar.
—¿No me jodas! Vaffanculo. Ay madre, no no no.
Me estaba dando algo. No me jodas que nos habíamos quedado encerrados. Pero no todo es lo que parece, veo a Pecco sonreír muy amplio y aparto su cuerpo para ver que había sido él quien había apretado el botón.
—¿PERO TU ESTÁS MAL?. Casi me da algo.
Él se empezó a reír y no dejó de mirarme.
—Francesco ni puta gracia, se me ha parado el puto corazón. Te lo digo completamente enserio. No puedes parar un ascensor porque a ti te de la gana y sea gracioso. No lo es Pecco, no lo es para nada.
Mientras seguía despotricando como una loca en aquel ascensor, el piloto se acercaba a mí con una amplia sonrisa en la cara, se contoneaba dejando claro que no le importaba nada lo que estuviera diciendo y yo empecé a dirigirme a la pared hasta que me aprisionó entre el frío material y su pecho, najó su cabeza y su lengua entró en mi boca. Calló mis palabras y dejó claro una vez más que sus besos eran perfectos, que hiciera lo que hiciera mis rodillas temblaban en su presencia y podía callarme con un simple beso.
Pero eso no era un simple beso. Eso era EL BESO, era ese beso de película que avanzaba a "50 Sombras de Grey" y no paraba de ser más pasional, menos cariñoso y con más saliva. Agarró mi cara y profundizó el beso. Sus labios en los míos, comiendo mi boca literalmente y sin dejar un mínimo tiempo para respirar. Mis manos estaban en su pecho, en ese pecho no tan musculado pero si fuerte y lleno de lunares, esos lunares que tenía hasta en la cara y que me volvía loca recorrer con los labios, lengua, dedos o con la mirada.
—Amore... ¿No te mola el rollo de liarnos en el ascensor? Porque desde que lo he pensado y he empezado a hacerlo me está poniendo muy burro.
Yo seguía en shock con el beso que me había dado y no sabía bien como responder.
—Amelia, preciosa. ¿Tan bien beso?
—Be... Besas genial Pecco. Me encanta esta idea del ascensor. Pero mañana es la carrera no deberías excederte.
—Me das tantas ganas de excederme...
—Pecco...
—Amelia...
—Pecco...
—Amelia —rió.
—Voy enserio.
—¿Y tú crees que si te digo "te quiero comer el coño" no va enserio?
—Arranca el ascensor —empiezo a hablar como si tuviera un piloto automático puesto.
—Pero yo pensaba que...
—Pon en funcionamiento el ascensor... Y cómeme el coño en nuestra habitación.
—Dios sí. Gracias Amelia, gracias.
—Pero no hasta muy tarde que mañana es un día importante.
—Sin problema la mia bellissima dea.
—Mio dio Francesco. No digas esas cosas tan a la ligera.
—¿Por?
—Porque no quiero mojar el ascensor.
—Vale vale vamos. —tras reír un poco pulsó el botón y pudimos volver a la habitación.
....
Nada más cerrar la puerta, arrojé todas mis cosas al suelo y desesperados nos empezamos a desnudar. No era que tuviéramos prisa, pero esto lo necesitábamos ambos. Él para relajarse ante la carrera de mañana y yo para pensar solo en él, para dejar todos los líos de mi mente atrás y centrarme en el pedazo de italiano que tengo delante.
—No, la ropa interior no. Eso te lo quiero quitar yo.
Si ya Francesco Bagnaia en moto era un espectáculo, en la intimidad tenía todos los mundiales ganados. Me quedé de pie delante de la cama esperando que él se quedara en calzoncillos. Cuando levantó la cabeza no dudó en correr hacia mí, agarrarme del culo y lanzarme hacia el colchón cayendo encima de mí.
—Dios Pecco...
—Te voy a comer hasta las bragas...
—Que burro por favor —me reí.
Nos besamos y enseguida empezó a recorrer mi cuerpo, a tocarme, a desabrochar el sujetador con una lentitud tortuosa. Su mano apretaba mi pecho izquierdo y su lengua rodeaba mis pezones ya duros por el contacto, dejando pequeños mordiscos de vez en cuando para provocar una reacción diferente.
—Pecco...
—¿Hm? —seguía concentrado en lo suyo.
—Sono molto bagnata adesso. E' per te...
—Per me?
—Sì...
—Amelia... Necesito ver eso.
Sin más demora se arrodilló ante la cama y deslizó mis bragas hacia mis pies para luego agarrarme por los muslos fuerte y con decisión y poder mirar lo que había causado. El verme ahí con los labios rojos, palpitantes y necesitados causó en el un quejido de dolor.
—Este puto calzoncillo me está matando. Joder. —se quitó la prenda y volvió a fijar su mirada en mi cuerpo. —Amelia... Esto no es estar mojada, estás goteando... No me puedo creer que yo haga esto. Que yo, te haga estar así, es un sueño.
Sin esperar ni unos segundos a que cogiera aire, dejé de ver su cara y para sentir su lengua limpiándome, succionaba y admiraba su trabajo para luego volver a su cometido.
—Pecco... Dios. PECCO SISISI AHÍ
—Gime más por favor... —su mano empezó a tocarse a sí mismo para poder llegar juntos al deseado orgasmo que nos hemos prometido para mañana poder empezar la carrera con la mente despejada.
—Me... Me... Joder...
No hiceron falta más de dos minutos para que acabáramos cansados sobre el colchón, cansados, sudados y mentalmente en un estado de relajación plena.
—Te amo... Cada vez lo haces mejor.
—Ti amo Amelia, con tutto il cuore. Sei la cosa migliore che ho sperimentato negli ultimi anni.
Ha vuelto a publicar la escritora que menos mantiene una historia de todo Wattpad. Bueno si habéis llegado hasta aquí y habéis vuelto a confiar en mí después de subir capítulo cada mil años, muchas gracias. Espero que hayáis tenido una buena salida y entrada de año y que 2025 os traigo muchas cosas buenas. Este año entre mis propósitos está retomar esta novela como hacía antes, empezaré con a lo mejor forzarme a una vez cada dos semanas para luego ya coger el ritmo que tenía antes de una vez por semana. Además de no tener esto tan abandonado cuando es una historia que me encanta y encima como yo uso las carreras reales como línea de tiempo pues que en marzo vuelva a empezar la MotoGP no me ayuda a continuar la historia porque me vuelvo loca con la trama y mil ideas.
Mi primer propósito va a ser terminar por fin la temporada 2023 porque mis ideas para la trama 2024 con la pérdida del mundial de Pecco y la victoria de Jorge Martín pues es un argumento que me apetece explorar.
Espero que estéis todos bien que os siga gustando la historia y que si aparecéis aquí de nuevas pues bienvenidos a un fanfic de Pecco Bagnaia y disfrutad mucho. Os quierooo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top