año nuevo
Cuando despiertas, yo estoy sentado en el comedor; no logré dormir.
Se ha terminado el dinero; es poco el que tengo, quizás lograríamos subsistir otros días pero, ¿y luego?
— ¿Qué te pasa? —tienes la voz cargada de azúcar. Colocas tu mano en mi hombro, intentando sustraerme de los problemas y por un momento, revivo entre tus dedos.
—Lo...Lo siento —sonrío a medias; sé que no soy un buen actor, y también sé que eso no te molesta—. Pero se me ha terminado la plata. No...No creo que podamos volver a casa.
Te quedas en silencio largo rato, mirándome sin ninguna expresión. ¿Estarías enojada? ¡Lo había arruinado! Entendería si me hubieras gritado. Pero en vez de eso, me diste unas palmaditas en la espalda, y despeinaste mi cabello con ternura. Yo no entendía de que se trataba.
Hasta que hablaste.
—Mi casa está donde estés tú —me robaste un tierno beso en los labios. No pude hablar, estaba sorprendido.
Sin embargo, al ver que ibas a salir de la habitación, me paré por instinto:
— ¿A dónde vas?
Me miraste con un brillo pícaro titilando en tus ojos, tomando el pícaporte.
—Este hogar no se mantendrá solo. Iré a buscar trabajo. Vuelvo pronto. Te quiero.
Saliste sin titubear. Decidida a darlo todo por...Nuestro hogar...
Sólo ahí me convencí de que eras la mujer de mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top