Me volteé hacia mi mejor amigo, y un segundo después ya lo tenía abrazándome.
Empecé a llorar sobre su pecho.
No podía abrazarle, no podía secar mis lágrimas, no podía ni levantarme de la cama para poder ir al baño...
Tengo la sensación de que para mí, esta experiencia va a ser muy dura, tanto que no sé si podré salir adelante sin derrumbarme por el camino.
Ethan se fue a casa para ducharse y cambiarse de ropa, ya que había estado dos días durmiendo en el hospital para poder estar presente cuando yo despertara.
Me quedé sola en la habitación y me paré a pensar, a ordenar y asimilar toda la información.
No podré saludar a nadie cuando vaya por la calle, no podré abrir la puerta de mi casa, no podré comer sola, no podré meterme en la cama ni arroparme con las sábanas, no podré abrazar a alguien para darle ánimos ni tampoco podré vestirme sin ayuda.
Realmente, hasta que me acostumbrara iba a ser muy duro.
Y no, no voy a hacerme ninguna pregunta como, ¿ Por que a mí ? ¿ Qué he hecho mal para que me pase esto ?
No, porque sé que no me pasa esto porque yo haya hecho algo mal, sino poque a alguien le tiene que tocar y esta vez, me ha tocado a mí.
Por eso, desde hoy, 29 de marzo, me propongo esforzarme para poder sacar esto de la mejor manera posible.
No me voy a rendir.
Voy a dar todo lo que tengo, voy a luchar.
No voy a renunciar a mis sueños.
Lo conseguiré.