XVIII. Cuidados y alimentación posteriores a la cirugía
El día después de mi cirugía bariátrica ya me fui a casa. Con muchas instrucciones que seguir, y con muchos miedos de sufrir alguna complicación y, quizás, tener que volver al sanatorio, pero también feliz de poder estar de nuevo en casa y tranquila. Todo bien, pero en ningún lugar se duerme como en casa.
Ese primer día solo podía beber líquidos claros, así que en casa tomé té, agua y un par de cucharaditas de gelatina. Me saciaba con nada, y sabía que corría riesgos de deshidratarme si no me esforzaba por consumir el mínimo de líquidos necesario.
Debía que beber todo en sorbos muy muy pequeños, por lo que podía estar una hora y media para acabarme un vaso de agua. No, no exagero. Por lo general beber agua me generaba gas en el estómago, que eliminaba como eructos. Ya de por sí tenía gas en mi organismo, por el gas que usan para inflarte el estómago en las cirugías laparoscópicas. Así que esta era una pequeña molestia constante que demoró unos días en pasarse.
A partir del tercer día comencé a incorporar lácteos (leche y yogur) con polvo proteico (Whey Protein). Y podía consumir vitina con el caldo. Después del quinto día ya podía tomar sopas de verduras licuadas, y compotas licuadas. Hoy día no puedo ver una compota ni a tres metros xD. También empecé a añadir queso untable light y claras de huevos a las sopas, y esta dieta líquida me duró hasta los 15 días después de la operación.
Todo iba bastante bien y toleraba todo lo que debía ingerir, aunque costaba ingerir suficiente líquido y por eso mi orina estaba algo oscura. Debía también tomar mi medicación:
- Un protector gástrico.
- Un antibiótico asqueroso.
- Unos calmantes sublinguales.
Debía despertarme para esto, y a veces estaba media hora luchando con el antibiótico, o lo mismo para tomar el protector gástrico (que se diluía en agua). Por suerte fueron solo unos días.
En general me sentía muy bien, aunque sí necesitaba varias siestas al día porque al estar recuperándome de una cirugía y al consumir tan pocas calorías no tenía suficiente energía. Tengamos en cuenta también que medicarme me insumía mucho tiempo, y que me pasaba básicamente el día intentando tomar líquidos xD. Eso era lo más complicado, y la razón por la cual no pude trabajar en mi PC hasta pasada una semana.
Dormía pocas horas de corrido (no más de dos) ya que al beber poca agua por cada toma, mi cuerpo estaba siempre al borde de la deshidratación, así que me despertaba con la boca y la garganta secas, muerta de sed. Además, estaba recostada sobre varias almohadas ya que debía tener el tronco algo elevado, y esa postura me llevaba a dormir con la boca un poco abierta. Vaya uno a saber por qué. No era algo que pudiese controlar.
No sentía dolor, sí un poco de molestia en el estómago si hacía algún movimiento raro. Tenía un drenaje que debía vaciar y limpiar cada tantas horas, el cual debía llevar oculto en mi ropa, y debía desinfectar los puntos con frecuencia. Me sentía muy bien, pero sí debía encargarme de varias cosas y necesitaba adaptarme a mi nueva vida y los cuidados que debía tener para mí misma.
Cuando estaba por empezar a consumir sopas salí de casa por primera vez (acompañada, por si sufría alguna descompensación). Pasé por la farmacia y me pesé. ¡Ya había pasado la barrera de las 3 cifras! Y había bajado más de 4 kilos en menos de una semana de operada. Después fui a la verdulería y compré verduras para mis sopas, y manzanas para hacer compota. Mis ojos son más grandes que mi estómago. No entendía que con un pequeño (muy pequeño!) trozo de calabaza podía hacer una sopa, y que no necesitaba tantas cosas. Terminé regalando la mayor parte de la compra, ya que no iba a consumirla ni en un mes entero.
Los días iban pasando y me sentía cada vez mejor. El 27 de enero mi médico me sacó el drenaje (¡qué libre me sentí!) y los puntos, y el 2 de febrero vi a la nutricionista, quien me dio indicaciones para la segunda fase post operatoria. Estaba pesando 95 kilos, y había bajado 8 desde la cirugía. ¡Una locura bajar todo eso en tan poco tiempo! :O
Ya pude empezar a comer puré de verduras y carne hervida procesada (pollo, pescado, cerdo). Procesaba un poco de atún en lata con queso untable y hacía puré de calabaza la mayor parte del tiempo, porque no eran tantas las verduras que podía consumir. La nutricionista me pedía priorizar las proteínas, y en ese momento me llenaba con tanta facilidad que no terminaba mi plato de 100 gramos! (50 gramos de carne y 50 gramos de verdura). No fue hasta terminado el primer mes que pude comer el plato completo. Podía comer polenta con queso día por medio, eso me gustó bastante.
Después del mes ya podía comer la carne y las verduras cortadas en trozos pequeñitos y empecé a comer fideos o arroz día por medio en el almuerzo o la cena, con verduras. Para el mes y medio pude empezar a comer verduras crudas (primero tomate pelado, sin semillas y cáscara, y zanahoria rallada) . ¡No saben cuánto disfruté mis primeras ensaladas! También empecé a comer frutas crudas.
Poco a poco fui incorporando más alimentos. Para cuando cumplí dos meses y medio de operada ya tenía mi plan definitivo. La única recomendación era no probar más de un alimento nuevo por día. Por ejemplo, si un día comía brócoli por primera vez no podía comer frutillas si no las había probado antes. Era importante también comer todo MUY lentamente. Comer rápido no nos hace bien a los pacientes bariátricos.
No pude tomar mate cebado por tres meses. Al mes ya tomaba café, pero suave y con leche. Debía cuidarme de las cosas picantes (y en teoría debería seguir haciéndolo para evitar desarrollar gastritis). A los dos meses comí mi primera porción de pizza y la disfruté muchísimo.
Esos primeros meses fueron los más difíciles. Luego fue mucho más sencillo y pude añadir más sabor a mis comidas. Lo que les cuento quizás es un poco escueto, pero la idea es que noten que la alimentación se fue dando de forma progresiva, de líquido a sólido, como si hubiera sido nuevamente un bebé. ¿Será porque fue una especie de renacer?
Las primeras semanas bajé mucho de peso, sumando 11 kilos el primer més. Los demás meses bajé un promedio de 5 kg por més (a veces más, a veces menos).
Ahora ya voy cinco meses y medio y he llegado al peso que quiero mantener, aunque me cuesta bastante dejar de bajar. Parece que mi cuerpo está demasiado acostumbrado al descenso. Pero sí voy manejando mi alimentación para evitar seguir perdiendo peso, y mantengo los buenos hábitos porque de eso se trata, de poder mantenerse bien en el tiempo y haber aprendido a comer bien. No me privo de las cosas que quiero comer, pero ya he aprendido a incorporarlas dentro de mi alimentación manteniendo un balance entre lo saludable y lo que se sale un poco del plan.
¿Y qué sobre el ejercicio?
Comencé a ejercitar nuevamente pasado el primer mes (a las dos semanas ya hacía caminatas). La nutricionista quería que complementara musculación y ejercicios aeróbicos. La idea era hacer natación dos días a la semana e ir al gym tres días. Por cuestiones de cambios de horario en el trabajo tuve que dejar natación, pero salía a caminar siempre que podía y hacía gym. Tuve que cuidarme con los abdominales por algunas semanas, pero no había restricciones respecto a los demás. Debía empezar con poco peso y muchas repeticiones, nada más.
Actualmente he vuelto a las clases de natación (en otro horario) y hago tres horas de natación semanales y dos de gimnasio. Sé que con el tiempo la intensidad deberá aumentar. Esto es porque nos acostumbramos a los ejercicios y ya dejan de tener el mismo efecto que al principio. Por ejemplo, a mí ya no me sirve salir a caminar, aunque si corro mi cuerpo sí trabaja.
Es importante recordar que la alimentación y el ejercicio van de la mano. Debemos comer bien, de forma saludable al menos el 80% del tiempo, y debemos ejercitar en promedio 30 minutos diarios... Si es posible más. Muchos no llegan a la meta porque no logran coordinar esto. A veces el ejercicio es algo que se nos complica hacer (por problemas de salud, por horarios, etc.) pero muchas otras veces debemos ser honestos, simplemente nos ponemos excusas (yo lo hice durante trece años).
Si hay dudas...
No quise que esta parte quedara demasiado larga, pero entiendo que pueden llegar a tener algunas dudas sobre lo que les conté. No duden en dejarme en comentarios todas las preguntas que tengan. ¡Un abrazo! Y los dejo porque me voy al gym! :D
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