Una Promesa para el Futuro

En una bella noche de Navidad, en donde la luz de la luna llena iluminaba el vasto océano de la ruta 106 de Hoenn, en una de las habitaciones del Centro Pokémon de Pueblo Azuliza se encontraban 2 jóvenes mirándose el uno al otro sin creer del todo que la persona en la que más pensaban estuviera frente a ellos.

—Feliz Navidad Serena —dijo el entrenador nativo de Kanto, quién no podía evitar sonrojarse e incluso se imaginaba una cálida reacción similar a la del aeropuerto de Ciudad Luminalia, pero la chica no mostraba ninguna reacción y agachó su cabeza desilusionado cuando...

Un par de delicados brazos lo atraparon en un fuerte y cálido abrazo, Serena se había levantado de su lugar y lo abrazaba con fuerza, sintiendo de nuevo esa sensación tan familiar de estar junto a la persona que amaba, todo era tan perfecto cuando cayó en la cuenta de que tal vez su reacción podría haber incomodado a Ash e intentó soltarse.

Por su parte la desilusión del entrenador rápidamente se convirtió en felicidad al recibir aquel gesto tan simple y lleno de afecto, ni el con toda su densidad podía negar lo mucho que extrañaba estar cerca de Serena y cuando sintió que la chica aflojó su abrazo sin pensarlo colocó sus brazos alrededor de su cintura sorprendiendo a la joven de Kalos.

Ambos se miraron nuevamente mientras una sonrisa radiante aparecía en sus rostros, antes de apoyar sus caras en el hombro del otro, era un momento perfecto para ambos chicos cuando el sonido de algo cayéndose los devolvió a la realidad.

Al verse privados de su lugar favorito para dormir Rowlet y Nebulilla decidieron continuar su siesta sobre uno de los estantes de la habitación, pero al no haber espacio para los 2 juntos terminaron por derribar la caja rosa en donde la chica de cabellos miel guardaba sus accesorios.

Mientras que los jóvenes se separaban bastante avergonzados y sonrojados para recoger todo lo que se cayó de la caja. Lycanroc y Litten veian muy sorprendidos a su entrenador mientras que Pikachu fulminaba con la mirada a sus dormilones compañeros, los cuáles en ese momento sintieron el verdadero terror al ver la aterradora expresión de furia que puso el roedor mientras una serie de amenazantes chispas salían de sus mejillas.

Al sentir la molestia del tipo eléctrico Nebulilla comenzó a llorar con fuerza dirigiéndose a los brazos de Ash, quien en vano trataba de calmarlo, mientras Pikachu se disculpaba, pero todo era en vano hasta que la pequeña nube morada sintió un suave roce.

—Tranquilo pequeño, ya no llores, estoy segura de que Pikachu no quería asustarte ¿Verdad Pikachu? —comento Serena sonriéndole con dulzura al pokémon que estaba en los brazos de su amado, mientras que Pikachu asentía mansamente. Nebulilla se sorprendió un poco por aquel contacto, pero no tardó en dejar de llorar y reír con la chica para sorpresa de Ash y sus pokémon.

—Así esta mejor pequeño, además eres bastante bonito —dijo la performer haciendo que el aludido saltará feliz a sus brazos y que Ash viera fascinado el como Serena cargaba a Nebulilla de una forma tan dulce e incluso maternal, hasta que la voz de la chica lo saco de sus pensamientos.

—¿Que clase de pokémon es Nebulilla, Ash?

—En realidad no lo sé, solo se que una noche soñe con Solgaleo y Lunala, los pokémon legendarios de Alola, y ambos me pidieron que cuidara de él y al día siguiente lo encontramos de camino a la escuela —respondió Ash.

Cualquier otra persona hubiera creído que Ash estaba loco o que mentía, pero Serena sabía que su amado le decía la verdad  mientras que los recuerdos de sus aventuras con Diancie, Hoopa, Volcanion y Magearna volvían a su memoria, sin duda Ash sabía ganarse el cariño y el respeto de los pokémon legendarios, aunque una parte de la respuesta del chico le causó más curiosidad.

—¿Así que ahora estás viajando por Alola? —pregunto y el asintió mientras le mostraba una pulsera de color blanco y comenzó a contarle las curiosas circunstancias que lo llevaron al archipiélago tropical y como para sorpresa de la performer decidió entrar a una escuela de Entrenadores.

—Cierto, olvide presentarlos, ellos son Rowlet, Lycanroc y Litten —comento el chico señalando a sus compañeros —Chicos ella es Serena, mi mejor amiga —al oír esas palabras los pokémon saludaron a la chica, quién tuvo un sentimiento encontrado al ser llamada la "mejor amiga".

"Tal vez ya olvidó lo que pasó en el aeropuerto" penso Serena un tanto desilusionada mientras saludaba a los nuevos compañeros del chico y Pikachu se subía a su hombro.

—Serena ¿Estas bien? —pregunto Ash sorprendiendo a la joven, quién rápidamente afirmó con la cabeza.

—Estoy bien Ash, no te preocupes. Pero si hay algo que aún no me explicó ¿Como fue que llegaste aquí?

—Bue-bueno eso fue gracias a Nebulilla, el es capaz de teletransportar a las personas o pokémon que este tocando —respondió Ash señalando a la nube morada que ahora dormía tranquilamente en los brazos de Serena.

—¿Entonces este pequeño es capaz de llevarte a cualquier clase de lugar? —pregunto asustada al imaginarse a Ash cayendo de un precipicio, nadando en el mar mientras era perseguido por una manada de Sharpedo hambrientos o estando solo en una casa embrujada.

—Sí y no. Al lugar al que Nebulilla te lleva es en el que estés pensando en ese momento —respondió adivinando lo que ella pensaba al ver la adorable expresión de preocupación que se formó en su rostro.

—Si eso es cierto ¿En que estabas pensando para llegar aquí? —pregunto lo más tranquila posible, cuando en verdad estaba muriéndose de nervios por su respuesta.

—Bu-bueno y-yo... —por un momento Ash pensó en inventar alguna excusa, pero al ver aquellos ojos azules que tanto extrañaba desecho esa idea, él nunca le había mentido a Serena y no iba a comenzar ahora así que se armó de valor para decir la verdad.

—E-en... tí... —confesó mirándola a los ojos mientras su rostro se teñía de un notorio color carmín, al igual que el de ella, mientras hacía su habitual gesto de nerviosismo de llevarse un dedo a la punta de la nariz.

—¿Que... fu-fue... lo... que... di-dijiste, Ash? Repitelo por favor —dijo ella titubeante, su rostro había alcanzado un color rojo nunca antes visto y su corazón latía con tanta fuerza como el momento en que lo besó, por más que lo pensaba creía lo que escuchó era sólo producto de su imaginación y por eso quería estar segura de que escucho bien.

Al notar la incredulidad de la chica se acercó lentamente y sin dejar en ningún momento de mirar aquellos orbes de color zafiro antes de contestar —Serena...y-yo... estaba... pensando... en... tí... Yo... te... —pero Ash no pudo seguir hablando al recibir otro cálido abrazo de la chica, quién recargo su cabeza en su hombro.

—No me sueltes por favor, déjame estar así un rato más —pidio al sentir que las manos de Ash se movían, ella quería disfrutar de aquel momento lo más posible, pero sólo una de las manos del de Kanto se movió.

—No lo haré Serena —contesto sujetando su cintura con la mano izquierda y comenzó a acariciar su cabello con la mano derecha.

Ambos permanecieron abrazados de esa manera por unos cuantos minutos, no había necesidad de palabras, tan sólo con sentir la calidez de sus cuerpos los 2 sabían cuanta falta le habían hecho al otro, finalmente se sentían completos.

A pesar de sentirse tan a gusto con aquel abrazo ambos se separaron al darse cuenta de que sin querer estaban aplastando a Nebulilla, quién se despertó de nuevo, y aunque estaban algo apenados no dejaban de sonreír.

—¿Y que tal estás pasando la Navidad? —preguntó Ash con interés aunque de inmediato notó que su pregunta hizo que el rostro de la chica se ensombreciera un poco  —Serena ¿Todo está bien?

—Eto... Pues no había sido una Navidad muy buena como no pude felicitar a mi mamá ni a Clemont y Bonnie la pasé junto a mis pokémon... Aunque ahora que apareciste me siento mucho mejor —confesó la chica con una sonrisa, aunque Ash pudo notar un poco de tristeza en su voz.

Algo que Ash no soportaba era ver a Serena triste, el siempre quería ver a la peli miel con aquella hermosa sonrisa que tanto adoraba y era capaz de hacer cualquier cosa para hacerlo, fue entonces cuando se le ocurrió una idea brillante.

Aprovechando que la joven de Kalos estaba distraída Ash rápidamente le hizo señas a sus pokémon para que volvieran con él y una vez que lo hicieron tomó la mano de Serena, quien lo vio sorprendida por su repentina acción.

—Ahora Nebulilla —y de inmediato la pequeña nube uso nuevamente su Teletransportación, mientras que Ash y Nebulilla sonreían, Serena estaba aterrada y se aferró con fuerza al brazo del chico, al ser la primera vez que viajaba de esa manera y unos momentos después ambos jóvenes y sus pokémon aparecieron en un inmenso jardín bajo la luz de las estrellas.

La performer veía atentamente a su alrededor tratando de identificar en donde se encontraba,  pero no era capaz de reconocer el lugar, por el tipo de vegetación suponía que se encontraba en algún lugar tropical y la suave brisa marina que acariciaba su rostro parecía confirmarlo, sin embargo también noto que no se encontraba en un lugar natural.

—¿Ash, a donde me trajiste? —pregunto extrañada y aún observando el amplio y bien cuidado jardín en donde vio a algunos pokémon que no había visto antes.

—Estamos en el Paraíso Æther en Alola y quiero que conozcas a unas personas —exclamó Ash alegremente aún sujetando su mano antes de comenzar a correr, justo como aquella ocasión en la que pasearon a solas en Ciudad Luminalia, lo cual sonrojo aún más a la chica.

En pico tiempo Serena vio que se dirigían hacia una carpa en donde había mucha gente aunque en la entrada de esta se encontraban los chicos y algunos adultos, todos parecían querer reñir al entrenador, pero al ver que venía tomando de la mano a una hermosa chica que la mayoría no conocía la pregunta de "¿Donde estabas?" fue sustituida por la "¿De quién es ella?"

—Ella es Serena, es mi amiga que me acompañó en mi viaje por la región Kalos —respondió el chico sin notar las expresiones de asombro que se formaron en el rostro de casi todos sus amigos, a excepción de un chico castaño, que le sonreía con orgullo, y de su madre quién sonreia entusiasmada.

"Vaya, así que ella es Serena. Parece que Ashi-boy ya creció, tiene muy buen gusto y esta avanzando muy bien" penso Gary antes de acercarse a saludar y dar inicio a las respectivas presentaciones.

—Esto más que Navidad parece Día de los Enamorados, primero Gary con Lillie y ahora Ash con Serena ¿Verdad, Mallow? —comento Lana con picardía, sonrojando a los aludidos mientras los demás reían.

—Tienes razón Lana, tal vez debamos dejar un rato a solas a los nuevos novios, pero antes de eso hay que enseñarle a Serena como se celebra en Alola —comento la morena, siguiéndole el juego a su amiga, para entrar nuevamente a la carpa.

—Pero antes de eso chicos ¿Podrían dejar que Serena respire un poco? —intervino Delia al ver como la chica estaba ligeramente abrumada al ser bombardeada por las preguntas de todos los amigos de Ash en Alola al mismo tiempo.

—Muchas gracias, señora Ketchum —agradeció la performer un poco más tranquila.

—No hay de que querida, pero dime Delia, que me digas señora Ketchum me hace sentir vieja.

—Esta bien... Delia —respondió la originaria de Kalos antes de explicarle a los demás que era una performer y coordinadora pokémon.

—Parece que tu mamá y Serena se llevan bien —le comentó Gary a lo que chico asintió feliz.

—Eso es muy bueno, después de todo la señora Delia debe de conocer bien a su futura nuera ¿No es así? —intervino Lana de nuevo codeando al chico, haciendo que un tenue sonrojo apareciera en su rostro.

Pero el sonrojo de Ash no era nada comparado con el de Serena. No solo había conocido a los nuevos amigos y la madre de su amado, sino que todos la trataban como si fuera la pareja de Ash y ese pensamiento la hacia muy feliz.

Después de algunos minutos en los que la joven de cabellos miel respondió a la mayoría de las preguntas de los presentes, los adultos decidieron volver a su mesa y dejar que los chicos disfrutaran de la fiesta.

—Tu también fuiste al campamento de verano en donde conocí a Ash ¿Verdad, Gary? —pregunto Serena, mientras caminaban recorrían la carpa, a lo que el chico asintió —En verdad has cambiado mucho, me alegro de que ya no seas el tipo odioso y presumido que se la pasaba molestando a todo mundo.

Aquel comentario dejo en blanco al investigador, pero antes de que alguien pudiera preguntar algo al respecto el estómago de Ash comenzó a rugir solicitando alimento así que se apresuraron a ir hacia los puestos de comida.

—Le debo una a tu estómago, amigo, pero te agradecería aún más que le dijeras a tu novia que no me haga quedar mal frente a Lillie —le susurró Gary al oído.

—Serena... no es... mi... no-novia, no... todavía —tartamudeo el entrenador poniéndose totalmente rojo y muy nervioso.

—Entiendo Romeo, aunque como no has soltado su mano desde que llegaron es natural que todos piensen eso Ashi-boy —comento el investigador haciendo que su despistado amigo se diera cuenta de aquel detalle.

Después de que Ash comiera y de que Mallow le mostrará a Serena todos los platillos típicos de Alola, era tiempo de que todos se unieran a la celebración.

En el centro del escenario los Marowak danzantes de los montañeros seguían deleitando a los presentes con su actuación, mientras que el Marowak de Kiawe y el resto de los pokémon de los chicos trataban de imitarlos, lo cual daba resultados muy divertidos, como que un somnoliento Rowlet terminará como una especie de pelota de playa al ser atraído por el Dulce Aroma de Steenee y ser golpeado por esta, y que los demás lo mantuvieran en el aire.

Pero los chicos no se quedaban atrás ya que todos se habían unido a un baile tradicional de Alola el cual estaba acompañado sobre la historia de cuando Tapu Lele creo el Volcán Wela. Antes de comenzar las chicas fueron a cambiarse sus ropas por un vestido de color azul con detalles de flores y de un Exeggutor de Alola junto con un collar de cuentas, unas muñequeras y una corona de flores sobre su cabello, (igual que las Bailarinas de los juegos Sol y Luna) al ver aparecer a sus amigas con aquellos atuendos los chicos se sorprendieron bastante, pero nadie mas que Ash y Gary quienes abrieron la boca mientras sus rostros se teñían de un intenso color carmín al ver a unas sonrojadas Serena y Lillie. 

La danza empezó y para sorpresa de los nativos de Alola Serena era capaz de seguir el ritmo a la perfección a pesar de ser la primera vez que bailaba de esa manera, aunque había alguien que no corría con la misma suerte. El baile en realidad no era muy complicado, pero parecía ser imposible de realizar para el singular ritmo propio de Ash, quién a cada minuto estaba a punto de derribar a algún otro invitado.

—Había olvidado lo especial que era tu ritmo —comento Serena con ternura al ver los nefastos intentos de su amado por tratar de seguir la coreografía antes de llamar su atención —Mírame y trata de hacer lo que yo hago —antes de comenzar a mover sus brazos suavemente al ritmo de la canción.

Ash obediente trato de hacer lo que Serena le pedía, aunque era mucho más interesante verla a ella que seguir tratando de bailar, así que grande fue su sorpresa al notar que el truco estaba funcionando. El entrenador aún no era capaz de seguir el ritmo de los demás bailarines pero al menos ya no golpeaba a nadie en el intento.

—Has mejorado mucho desde la última vez —dijo la performer sonriéndole con ternura.

—No lo creo, lo que pasa es de que tengo a la mejor y más hermosa maestra de baile de todo Kalos —respondió Ash, quién al cabo de unos segundos proceso lo que acababa de decir, mientras que una sonrojada Serena perdió el ritmo por unos momentos.

"Me dijo hermosa, cree que soy hermosa" penso alegramente la chica viendo a su avergonzado compañero antes de decirle —Gracias por el cumplido Ash, eres muy lindo.

Una vez terminada la canción el público estallo en aplausos y ambos chicos hicieron más fuerte el agarre en sus manos viéndose fijamente a los ojos mientras esbozaban una sonrisa, sus rostros lentamente se acercaban uno al otro aunque unos cuantos silbidos les recordaron que aun estaban en el escenario.

En toda su vida Serena jamás había tenido una Navidad tan divertida como esta, sin embargo aun faltaba algo para que fuera totalmente perfecta y en cuanto pensó en aquel pequeño detalle su rostro perdió la hermosa sonrisa que había mantenido durante toda la noche.  

—¿Sucede algo Serena? —pregunto Ash preocupado al notar el cambio de expresión de la joven, lo cual también llamo la atención de los demás, quienes se acercaron a la pareja

—Solo extraño a mi mamá y nuestros amigos —respondió ligeramente apenada, haciendo que Ash tomará su mejilla con delicadeza para devolverle la sonrisa.

—Si quieres hablar con tu mamá puedes usar el videófono que está en el salón, Serena —intervino Lillie un tanto apenada por interrumpir aquella linda escena, pero la expresión de felicidad de la pareja le hizo saber que hizo lo correcto y todos entraron a la mansión.

—Bueno, los esperaremos aquí tórtolos, pero no tarden demasiado —comentaron Lana y Mallow a coro en cuanto llegaron a la puerta del salón antes de seguir molestando a Gary y Lillie mientras ambos se dirigían a hacia donde Lillie les indico que estaba el aparato.

Sin tardanza Serena comenzó a marcar el número de su casa, sonaron unos cuantos timbrazos antes de que la imagen de Grace, la madre de Serena, apareciera en la pantalla ligeramente molesta.

—Veo que finalmente te acuerdas de que tienes una madre y te dignaste a llamar señorita, y por tu ropa veo que te la estás pasando en grande.

—No es lo que crees mamá, yo estaba... —trato de decir Serena pero fue interrumpida por su madre.

—Divirtiéndote en una fiesta mientras yo llamaba a todos los Centros Pokémon de Hoenn para saber si mi hija estaba bien y desearle una Feliz Navidad —continuo la mujer mientras la chica agachaba su cabeza de manera triste, lo cual no le agradó nada al chico que la acompañaba.

—Discúlpeme señora Grace, pero Serena no tiene la culpa de nada, ella estaba muy triste por no poderse comunicarse con usted y ahora que por fin puede llamarla usted sólo la regaña —dijo Ash con una seriedad nada propia de él sorprendiendo a ambas mujeres por su repentina intervención.

—¿Ash? ¿Desde cuando? Díganme que es lo que está pasando —pidio la mujer con un tono un poco autoritario y el entrenador comenzó a contarle de forma resumida los acontecimientos de la noche y el rostro de Grace fue enterneciendose a medida que avanzaba el relato.

—Serena, discúlpame hija, yo no sabia. Es que... Bueno es la primera Navidad en que no estamos juntas y te extraño demasiado—confesó la ex-corredora Rhyhorn poniendo una de sus manos sobre la pantalla, como si quisiera traspasarla y tocar a su hija.

—Tranquila mamá, yo solo quería desearte una Feliz Navidad y decirte que también te extraño mucho —dijo la chica recuperando su sonrisa e imitando el gesto de su madre.

—Aunque te agradecería que la próxima vez me escucharás antes de empezar a regañarme y sacar conclusiones —aclaro la chica después de unos momentos haciendo un puchero que hizo reír a la mujer y que a Ash le pareció en extremo adorable.

—Cuidate Serena y de nuevo discúlpame hija, pero procura llamarme más seguido —pidio la ex-corredora Rhyhorn después de hablar con su hija por varios minutos antes de dirigirse al chico —Ash, muchas gracias por preocuparte tanto por Serena —agradeció guiñendole un ojo mientras que el de Kanto hacia su habitual tic de nerviosismo.

"Ahora veo por qué Serena lo adora, es un chico muy distraído pero en el fondo es bastante lindo, aunque ya no es tan distraído como antes" penso la mujer al ver a ambos en la pantalla.

—Bueno, espero que ambos tengan una Feliz Navidad y sigan disfrutando de la fiesta, pero les advierto que no vayan a divertirse demasiado —se despidió la mujer justo a tiempo para no escuchar como una Serena muy avergonzada comenzaba a gritarle.

—Imagino que ahora siguen Clemont y Bonnie —comento Ash una vez que la performer se calmó, y quién seguía sin entender el último comentario de Grace, ella asintió y comenzó a marcar el número de la casa de los rubios y después de un momento una voz robótica los atendió.

—Buenas noches, la familia Miare les desea una Feliz Navidad y lamenta no poder atenderlos en... —recitó Clembot pero al notar de quienes se trataban se detuvo —Joven Ash, señorita Serena por favor esperen un poco.

Tras decir eso el robot salio corriendo y en cuestión de breves instantes volvió acompañado de los hermanos rubios, o al menos de Bonnie, quién estaba tan sorprendida de ver a sus amigos juntos que olvidó incluso regañar a su hermano por su lentitud.

—No tan... rápido Bonnie... el videófono no se irá —mascullo un agotado Clemont, antes de ver a sus amigos bastante sorprendido mientras su hermana lo jalaba del brazo.

—Ves hermanote, Bonnie te dijo que ni Ash podía ser tan denso después de ese beso ¡Ahora págame! —exclamó la pequeña triunfante y su hermano sacó varios billete y se los entregó a la rubia ante la mirada sorprendida de sus amigos.

—¿Acaso... Ustedes apostaron sobre nosotros? —pregunto la performer un tanto sorprendida por la reacción de los hermanos, quienes comenzaron a reír de manera nerviosa cuando el bolso de Bonnie se abrió y un pequeño pokémon salió de el para saludar y romper la incomodidad del momento.

—Feliz Navidad chicos ¿Como están? —pregunto Ash y de esa manera comenzó una amena conversación llena de familiaridad en donde los chicos se hablaban acerca de lo que habían hecho desde su despedida hasta que llegaron a la parte de cómo Serena y Ash se reencontraron.

—Que lindo. A Bonnie le gustaría conocer a sus nuevos pokémon —exclamo la pequeña con los ojos brillando de emoción —¿E imagino que ahora volverán a viajar juntos, verdad?

Sin embargo en lugar de alegrarlos esa pregunta los hizo dudar, los 2 estaban tan concentrados en disfrutar de la noche a lado del otro que a ninguno había querido pensar en lo que pasaría cuando terminará la fiesta.

—Bonnie deja que Ash y Serena disfruten de la fiesta, recuerda que nosotros tenemos que ayudar a papá con la cena —intervino Clemont para evitar que respondieran esa pregunta, recibiendo una mirada sorprendida de su hermana —Pero manténganse en contacto más seguido, tengan una Feliz Navidad.

Tras eso ambos hermanos dieron por terminada la comunicación mientras Ash y Serena se miraron fijamente, aunque la pregunta de Bonnie los había devuelto a la realidad, los 2 estaban más decididos que nunca a estar juntos el mayor tiempo posible.

—Regresemos o los chicos se preocuparan —dijo Ash tomando nuevamente la mano de la joven, antes de sonreírse y salir del salón. Tras disculparse con los nativos de Alola y explicar el motivo de su tardanza, todos los chicos fueron directamente a la celebración.

Para fortuna de Ash las danzas tradicionales ya habían terminado, pero habían sido sustituidas por otras actividades como jugar al limbo, en donde Lana ganó fácilmente y a Chris no le fue tan bien, o al hula-hula, en donde para sorpresa de todos Ash fue de los pocos capaces de hacer girar el Aro por más de 2 minutos.

Después de haber terminado de jugar con el pobre de Rowlet los pokémon volvieron con sus entrenadores para participar en los juegos junto a ellos, poco tiempo después usando uno de los balones de Popplio los chicos jugaron al volley ball.

Cerca de las 2 de la mañana y después de un reñido partido de béisbol, en donde Gary y Serena conocieron los movimientos Z al ver una titánica colisión entre la Hecatombe Pírica de Turtonator y el Gigavoltio Destructor de Pikachu, la fiesta se dió por terminada y todos los invitados serían llevados a sus casas por empleados de la Fundación Æther.

—Gary ¿Y en donde se quedarán tu y tu abuelo? —pregunto Lillie algo apenada, la rubia no quería que el chico de Kanto se fuera no tan pronto.

—Reservamos habitaciones en el hotel de Melemele —respondió el investigador mientras sacaba una tarjeta de su camisa —Mi número de Holomisor está ahí, pensé en dársela a Ash para seguir en contacto con el, pero es mejor que la tengas tú —la rubia asintió y tomo la tarjeta, antes de darle un abrazo al castaño y depositar un beso en su mejilla,

Bastante cerca de ellos el resto de los estudiantes de la Escuela de Entrenadores se estaba despidiendo de su nueva amiga.

—Espero volver a verte Serena y que la próxima vez podamos cocinar algo juntas y que me enseñes a hacer los famosos pokelitos —exclamo Mallow.

—Si llegas a ver al Kyogre que pesque cuando era niña saludalo de mi parte —bromeo Lana antes de añadir —Y recuerda que Alola es un buen lugar para pasar la luna de miel.

Después de despedirse de la joven los chicos fueron subiendo al helicóptero que los llevaría de vuelta a Melemele, a excepción de Lillie que se quedaría con su madre en el Paraíso Æther, cuando el vehículo despegó dejando a la rubia en el jardín, sin embargo no estaba sola.

Ash y Serena veían el inmenso océano de Alola, salpicado por la luz de la Luna y las estrellas, veian aquella enorme distancia que estaba a punto de separarlos de nuevo.

Los pokémon del entrenador habían vuelto junto con su madre y el Profesor Kukui, a excepción de Pikachu quién estaba en su hombro y de Nebulilla, quién había pasado casi toda la fiesta dormido para recuperar energías.

Sabiendo que era el momento la nube morada se acurrucó los brazos de los chicos antes de que la luz de la Teletransportación los devolviera a la habitación que Serena ocupaba en el Centro Pokémon de Pueblo Azuliza.

La idea de invitar a Serena a Alola y seguir juntos sonaba muy tentadora en la mente de Ash, pero el entrenador la descarto de inmediato. Por más que le doliera ella debía volver a Hoenn y hacerse más fuerte para cumplir su sueño de llevar alegría a todo el mundo, esa fue la razón por la que la dejo marchar en Kalos y por la que debía hacerlo ahora y como su meta el debía aceptar eso.

—Serena esto no es una despedida, nos volveremos a ver —dijo tomando con más fuerza las manos de la chica, quién asintió esbozando una sonrisa a pesar de que sus orbes azules trataban de contener las lágrimas.

Ella no quería dejarlo ir, no de nuevo, pero no había otra alternativa. El debía seguir su viaje por Alola y ella por Hoenn, ambos seguirían luchando para cumplir sus sueños y en un futuro el mismo destino que ya se había encargado de unirlos varias veces lo volvería a hacer.

—Lo se Ash, recuerda que te prometí que sería aún más hermosa y fuerte cuando nos volviéramos a ver y estoy decidida a lograrlo —afirmo la chica sacándole una sonrisa al entrenador, el admiraba que ella quisiera mejorar, aún cuando a sus ojos ya era perfecta, pero... El aún no lo era.

—Lo recuerdo muy bien, pero también hay algo que quiero decirte —dijo mientras tomaba su menton suavemente —Por mucho tiempo estuve viajando el mundo y conocí a muchas personas, pero ninguna fue capaz de dejarme una huella en mi corazón como lo hiciste tú.

—Yo quiero cambiar, al igual que tú voy a ser mejor de lo que soy ahora, alguien de quien te sientas orgullosa, alguien digno de estar a lado de una persona tan maravillosa como tú.  Serena, tú no sólo eres mi meta, eres una parte del sueño que siempre busque.

Al escuchar esas palabras los ojos de la performer se iluminaron y una gran alegría invadió su corazón, mientras sus rostros se acercaban y sus labios finalmente se unieron.

Pero a diferencia de aquella vez en el aeropuerto de Ciudad Luminalia ahora no había ninguna escalera eléctrica que los separará, en esta ocasión ambos se correspondían sintiendo como una agradable mezcla de sensaciones que ninguno de los 2 querían que terminará invadian sus cuerpos.

—Volveré Serena, te prometo que voy a volver por tí —dijo un sonrojado y sonriente Ash cuándo se separaron para recuperar el aliento.

—Te estaré esperando Ash —respondió dándole su mejor sonrisa, mientras sus manos se separaban y el se dirigía hacia donde estaban unos muy sorprendidos y alegres Pikachu y Nebulilla.

—Ash ¿Puedo decirte algo último? —preguntó llamando la atención del chico, quién al momento de voltear recibió otro dulce beso en los labios.

—Gracias por la mejor Navidad de todas —ella sonrió por última vez antes de que el desapareciera de la habitación, no sin antes devolverle la misma sonrisa y alzar su puño.

Sin embargo en sus corazones ambos sabían que el brillante rastro de luz que Nebulilla dejo era solo la señal de inicio para una hermosa y futura conexión, una que resistiría cualquier tensión o distancia y que el día en que sus manos se unieran de nuevo ambos brillarian juntos.

Fin

Bueno chicos se que me tarde demasiado en terminar esta historia, aunque fue por razones escolares y falta de tiempo, pero al fin está el desenlace y espero que sea de su agrado, especialmente de AxelHernndez7 y SakuraZala

En la parte final del capítulo hice varias menciones a una de las pocas cosas que me han gustado del anime de Sol y Luna y si alguien las encuentra y sabe a que me refiero dejaré que me diga cuál es la temática que quiere ver en la siguiente historia.

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