T2-4-El celo de Enid
Enid estaba mirando como a una presa a Tn mientras se mordía un poco el labio inferior. Y justo cuando parecía que el chico iba a ser besado, recibió un golpe en el rostro haciendo que cayese de la cama para enseguida levantarse.
—¿Qué ha ocurrido?—preguntó Tn sorprendido y prendiendo la luz.
Miró a su lado, Miércoles tenía un periódico enrollado y le había dado en la nariz a la loba quien se tocaba pero los miraba con unos ojos que no parecía humana. El celo se había apoderado de ella y no era consciente de lo que estaba haciendo.
—¡Atrás!—exclamó la pelinegra—será mejor que te quedes a un lado Tn—dijo seria.
El chico miraba a la loba y sintió algo de lástima. Realmente estaba cambiada, pero vio un brillo en sus ojos. Enid estaba derramando lágrimas, parecía una lucha interna entre su humanidad y su estado salvaje.
—Deja que yo me haga cargo—dijo de pronto Tn tranquilo.
—No dudo de tu fuerza, pero ella está muy...—él colocó su mano en el hombro de ella.
—Yo me ocupo.
Se fue acercando poco a poco a su amiga, ella gruñía y sacaba sus garras cuando de pronto, el chico la rodeó con los brazos.
—Tranquila Enid...—susurró—puedes controlar tu cuerpo, sé que puedes, eres la reina de los chismes después de todo.
La loba agarró al chico como para morderlo cuando aumentó las lágrimas. Él acarició su cabello mientras le susurraba que todo estaba bien, que no se preocupase por nada. Lentamente, los ojos de la loba fueron volviendo a la normalidad ante la mirada de Miércoles quien pareció sorprenderse de que estuviera ahora un poco mejor.
—Tn...Miércoles...—la voz era la de siempre—lo...lo siento....—abrazó fuerte al chico—¡de verdad que lo siento mucho!.
—Ey, no te preocupes, no es tu culpa—le dio un beso en la frente—nos tienes aquí—le tomó de las manos—ahora, solamente no pienses en ello.
—¡Pero he podido hacer algo...algo...!—se ruborizó—algo muy malo...
—Has vuelto en ti, eso importa más.
Miércoles se acercó y le dijo a Tn de hablar, por su cara, algo tenía en mente. Enid se fue a su cama donde se sentó en el borde a secar sus lágrimas porque recorrían toda su cara. La pelinegra le susurró a Tn que tenían que ayudarla, pues el verla de esa manera le dolía demasiado porque era su mejor amiga.
—¿Crear una poción más potente?—preguntó él preocupado.
—No, hablé con su madre y sobre su historial médico. Al parecer, en ciertas lobas esto ocurre durante su primer celo y luego ya pueden controlarlo mejor. Enid necesita que...se...acuesten con ella y tengan relaciones o de lo contrario algo malo pasará—explicó.
—Podemos decirle a Eugene, seguro que se apunta—replicó éste.
—No, se necesitan...unas manos expertas y...ejem...ya sabes...—por la mirada, Tn no podía creer lo que le estaba pidiendo.
—Ah, no, no puedes pedirme eso Miércoles...soy tu pareja
—Lo sé, y nunca comparto cosas que son de mi propiedad. Pero esto es un caso de emergencia. Si Enid no se recupera de una vez, tendremos serios problemas y me incomodará teniéndola en mi habitación para escribir—replicó ella.
El chico miraba a Enid secándose las lágrimas, nunca la había visto así de deprimida. Le dolía verla de esa manera.
—De...de acuerdo—dijo finalmente, además, ella no pararía hasta conseguir su objetivo.
—Toma—le dio protección y un beso—deja a esa loba tan seca que no vuelva a tener el celo durante años.
El chico se sonrojo, a pesar de los modales y su personalidad, aquello era algo completamente diferente a lo que normalmente hacia, salvo con Miércoles. La pelinegra salió a dar una vuelta ya que era escurridiza por si aparecía algún vigilante o algo, se llevó el teléfono para avisarla cuando él terminase.
—¿A dónde vas roomie?—preguntó la loba sin obtener respuesta de ella—¿Tn?.
El joven se acercó lentamente mientras se quitaba la parte superior del pijama provocando un sonrojo en ella. Tragó saliva, sentía el celo inundar su cuerpo como una fuerte corriente y miró embobada.
—¿Qué vas a hacer?—ella se sentía acalorada.
—Bueno Enid, a grandes males...grandes remedios...esto es una orden de mi señora...así que...—se quitó toda la ropa y Enid abrió la boca mientras miraba la entrepierna del chico.
En unos minutos, Enid estaba desnuda, el chico la tumbó y le dio una almohada para morderla.
—Dios...no puedo creer que vaya a hacer esto...—pensaba ella roja pero su cuerpo no ofreció ninguna clase de resistencia.
Al cabo de un buen rato, Miércoles regresó tras leer el mensaje. Tn estaba en la ducha mientras Enid tirada sobre la cama, cubierta por una fina sábana y durmiendo muy tranquila.
—Hola—saludó tras salir de la ducha.
—Gracias por ello...—dijo antes de acostarse—ahora vamos a dormir.
En la mañana siguiente, no vieron a Enid quien se había marchado temprano. En el desayuno, la loba miraba de reojo a Tn. También le daba las gracias a ambos. Y al ser preguntado por ello por parte de Divina, le explicó que la ayudaron con unas tareas de una asignatura.
Ya en el cuarto, Enid estaba distante y muy avergonzada.
—Bueno Enid, ahora que estamos tú y yo—dijo porque Tn tuvo que ir a por unas cosas a Jerichó por encargo de ella, aunque en realidad quería hablar con Enid a solas—¿vas a seguir evitándonos de esa manera?, lo ocurrido es un secreto. No hay más. Y controla más tu celo.
—Gracias...lo siento, es que no sé como mirar a los ojos a Tn
—Con los los ojos—dijo bromeando—aunque no me gusta compartir, ahora sabes lo que me como yo cada cierto tiempo—le esbozó una sonrisa.
—No sabía que eras tan...pervertida...
—Como todos tengo mis gustos. Además, desde que llegué aquí he cambiado mucho. También le he encargado a Tn comprar una almohada, la has roto con los colmillos—dijo señalando la suya.
—Ah, es que aún no transformándome suelen salir cosas como las garras o dientes...y...Tn es muy cariñoso en la cama. Y me trató como a una dama—comentaba sonrojada.
—Le pedí que te dejase seca—sonrió.
—Lo hizo—contestó muy roja—¡hablemos de otra cosa!.
—Está bien...
Al cabo de un buen rato acudió Tn con todo y saludó a Enid quien estaba sonrojada, no iba a poder olvidar todo lo sucedido. Se acercó y le dio un beso en la mejilla.
—Gracias por todo, de verdad. Sois los mejores amigos—les dio un abrazo que duró hasta que la pelinegra dijo basta.
Con todo el tema solucionado, ahora tendrían tiempo para estudiar y seguir con la vida normal allí...o eso pensaban pues pronto llegarían los problemas. Era lo que tenía Nevermore desde la llegada de Miércoles...ningún curso podía resultar tranquilo.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Ya viene la trama preparada :D
Deseadme suerte para plasmarlo bien jajaja.
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