T2-2-De nuevo en Nevermore

El coche se detuvo y ambos salieron del vehículo, el resto de alumnos iban llegando poco a poco a la academia. El chico sentía que a pesar de solamente dos semanas, había pasado demasiado tiempo pues le había cogido cariño al lugar. Miércoles con su semblante frío, observaba todo y algunos de los compañeros la saludaron. Ella devolvió el saludo, desde las peleas y demás cosas que habían sucedido, había hecho muchos amigos.

Tn cargó con todo hasta llegar a la habitación, dentro, se encontraron a una Enid muy diferente, o mejor dicho, su cabello. En esas dos semanas, debido al cambio hormonal y un estado de celo en ella, el cabello le había crecido hasta la cadera, llevaba ahora una larga melena.

—¡Roomie, Tn!—exclamó alegre y lanzándose a sus brazos—os he echado mucho de menos.

—El sentimiento en está ocasión es mutuo—dijo la pelinegra fría.

—Si, se echaba en falta tus chismes—Tn la abrazó—¿y ese pelo nuevo?.

—Ah, ya os dije que por el celo y eso me ha crecido mucho...debo ir a la peluquería—respondió ella recogiendo su pelo en una coleta.

—Igualmente, te queda bien en ti—comentó el chico ganándose un sonrojo por parte de la loba.

—¿Sabes?, me gustaría tener también un mayordomo—dijo feliz—pero me gusta la libertad de no tener a alguien detrás de mí.

—Me enteré de que te tocó la lotería, podría alquilarte a Tn—Miércoles miró a Tn—aunque hay cosas prohibidas.

—Señorita Addams—dijo Tn—cuando se hace un alquiler de mayordomo, las únicas reglas ya sabe cuales son; torturar, violar y matar.

—¿Entonces si te alquilo y ella dice de acostarte con ella tendrías que obedecer?—él asintió—he cambiado de idea. Antes me daría igual, pero ahora...no.

Los tres estuvieron charlando en la habitación ya que tenían todavía unos días libres. Enid les comentaba lo bien que se lo había pasado durante las vacaciones. Miércoles le dijo que había aprendido a manejar un poco sus poderes aunque faltaba bastante para dominarlos. La loba por su lado también hizo algo similar porque quería transformarse a voluntad.

—Bueno, voy a terminar de organizar todo—dijo Tn mientras marchaba a su rincón a colocar todas las maletas bien.

—Oye roomie—le susurró Enid—¿habéis podido hacerlo en la mansión?.

—Enid, es mi vida privada...pero sí...—ella le dio un abrazo.

—Que suerte tienes, ojalá tener a alguien así yo también.

A la que fue a decir algo, Tn se acercó para organizar ahora el contenido de las maletas de Miércoles quien le miraba. Le gustaba verlo vestido como un mayordomo, recordando los momentos tan buenos que tuvo con él, e incluso deseando repetir allí mismo. En ese momento sintió algo en su muslo y al voltear, vio la mano de Enid apretando mientras las pupilas de la loba mostraban un estado de celo. Las uñas no se le clavaban, pero notaba como se alargaban y retrocedían varias veces. 

Enid se tomaba algunas pastillas para el celo pero para cada persona era más o menos efectiva, y en el caso de ella no era demasiado efectivo. Miércoles le dijo que se debía tranquilizar y fuera a darse una ducha fría.

La loba asintió y se marchó avergonzada por la faceta que acababa de contemplar. Miércoles suspiró, entendía perfectamente a la loba, consideraba a Tn un chico atractivo, de lo contrario no estaría con él. Además de las habilidades ya mostradas.

—Tn, quiero hablar contigo de algo—dijo.

—Tú dirás—se sentaron—¿qué ocurre?.

—Pues...

A la tarde, Enid se marchó a Jerichó para poder cortarse el pelo pues según había calculado, su pelo no crecería de nuevo hasta la siguiente etapa de celo. Quería hacerse un nuevo look.

Miércoles estuvo un rato leyendo un libro, mientras, Tn limpiaba la habitación del polvo, en esas dos semanas había una capa de polvo. Y Cosa no estaba allí para ayudarlo.

—He terminado, voy a ducharme—se empezó a desvestir ante la mirada de Miércoles quien no perdía ojo de lo que estaba sucediendo—¿podrías no mirar tan fijamente?—le preguntó a ella con una sonrisa.

—Te recuerdo que debes obedecerme

—Si, lo sé muy bien.

Ella cerró el libro, se puso en pie y fue hasta él antes de besarlo.

—Enid estará fuera unas horas, luego ya con el curso en marcha será más complicado tener estos momentos a solas—los ojos no dejaban de mirar los suyos.

—Tienes razón querida—la besó antes de que ambos tuvieran un encuentro sexual y luego se fueran a dar una ducha para quitarse el sudor de sus cuerpos.

La oscuridad pronto apareció en el cielo apagando toda la luz que había. Miércoles adoraba ese clima y escuchaba unos truenos, pronto llovería. Ambos estaban tumbados, leyendo tranquilamente mientras ella estaba en su regazo y de vez en cuando recibía alguna caricia por su parte. Esa debilidad que tanto odiaba ahora había desaparecido cuando lo hacia él.

Escucharon el ruido de la puerta y vieron aparecer a Enid un poco tímida.

—Ah, estáis aquí...no quería hacer mucho ruido para no molestar a Miércoles ya que por la hora, siempre está escribiendo—ambos se le quedaron viendo.

Ella cerró la puerta antes de dar unos pasos y acercarse a ellos con su nuevo look.

—Y bien, ¿qué os parece?—volteó unas veces—quería algo más colorido.

—Te queda horrible—Miércoles volteó a mirar su página—propio de tu estilo.

—Te queda muy bien Enid, resalta tu belleza y personalidad—comentó Tn haciendo que la joven loba se ruborizase.

—Gracias a los dos por vuestras palabras—entendía el lenguaje de su roomie, quería decir que estaba bien.

Escucharon unos truenos y pronto apareció la lluvia. Cenaron pronto para luego regresar y no tener que escuchar el ruido del comedor. Allí, en la habitación Enid con los cascos puestos revisaba su red social pues tenía muchos likes. De vez en cuando miraba a Tn y su roomie.

Miércoles era consciente de que Enid estaba pasando por una etapa difícil, y más para alguien quien era débil en sus emociones. Adoraba escuchar la tormenta mientras sentía a su chico abrazarlo cuando al voltear un segundo, captó los ojos de la loba.

—Enid, estás mirando mucho—dijo ella.

—Lo siento, es que yo...

—Estás con tu celo. Tn, vas a tener que hacerte cargo de ello, por más que me guste ver sufrir a la gente por sus sentimientos...no quiero ver a Enid mal.

La loba abrió los ojos.

—¿Qué?, no, no...yo...estoy bien—dijo enseguida.

—Enid—éste se acercó—los medicamentos no funcionan. Pero tengo algo que sí—sacó un frasco—lo hemos elaborado Miércoles y yo, no ha sido difícil, pero creemos que te ayudará a controlar tu estado de celo.

—Yo...—tenía ganas de llorar—me siento una carga.

—No lo eres, nunca lo has sido...excepto por los chismes aquel día—ambos se rieron—aunque ella no lo exprese de manera normal, eres importante para nosotros.

Enid lo abrazó mientras lloraba, se sentía muy bien estando con ellos. Luego, se tomó el frasco para calmarse un poco. Tardaría en hacer efecto pero calmaría un poco su estado. Tn regresó con Miércoles y se tumbaron para continuar leyendo.

No muy lejos de allí, la lluvia caía también sobre un pequeño pueblo. Un hombre mayor, barba larga y blanca debido a su avanzada edad tomaba algo de cerveza mientras estaba junto al fuego. El bar estaba ya cerrado y era de un amigo suyo, por lo cual se quedaba allí.

—¿Esto dónde queda?—preguntó el hombre señalando una foto.

—¿Nevermore?, a unos cinco días de aquí—contestó su amigo—¿vas a ir?.

—Si, tengo ciertos asuntos...y ya llego algo tarde...—se terminó su cerveza—mañana empezaré el camino. No pensé ver a tu descendiente...Goody, ambas tenéis la misma mirada—observaba la foto antes de arrojar el periódico al fuego.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

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