Tenían dos semanas de vacaciones hasta el regreso a Nevermore donde de vez en cuando la joven pelinegra y de mirada fría chateaba con Enid. Tn le había enseñado y resolvía sus dudas respecto a ello. También empezó el entrenamiento con su abuela quien la hacia meditar para concentrar su poder. Ella trataba de canalizar su energía por su cuerpo y cuando lograba estar en armonía por llamarlo de alguna forma, la abuela le daba alguna prenda de ropa. Era de algún miembro de la familia Addams. Eso la hacia tener visiones del pasado.

Veía a su abuela joven con sus amigas haciendo fechorías o teniendo citas, e incluso teniendo peleas con otras mujeres provocando sangre en estas. Descansaba quince minutos entre visión y visión hasta que obtuvo una en donde vio a su antepasada, Goody.

En la visión, la veía un poco más adulta y frente a sus ojos tenía a Crackstone tendido en el suelo, herido y con mucha sangre, a punto de morir. Alrededor, había unos cuantos marginados, eran del primer grupo de excluidos que formaron más tarde un pueblo. 

—No te daré una muerte placentera...—comentó la chica acercándose—voy a encerrar tu alma para toda la eternidad y que jamás puedas regresar por tus propios medios.

El hombre fue a decir algo cuando dio un grito ahogado y su cuerpo se convirtió en un aura azulada antes de ser encerrada en una vasija.

Por desgracia, la vasija fue más tarde robada y cuando se enteraron de que tenía una tumba hecha por los normies de Jerichó, Goody decidió dejarlo estar. Ninguno de ellos tenía los conocimientos y mucho sabía comprender la magia al ser normies. Pero también estaba el papel de no querer entrar en guerra con los normies porque estaban muy bien vigilados.

—¿Te encuentras bien mi pequeña asesina?—escuchó la voz cercana de su abuela.

—Si...—jadeaba un poco—estoy agotada...argh—se tocó la frente.

—Bastante por hoy, debes descansar. He de decir que has avanzado bastante, realmente eres descendiente de Goody—dijo—toma—le dio agua.

—Gracias abuela, luego podríamos ir a disparar—comentó la pelinegra.

—Claro, y trae a Tn.

Estuvieron en silencio en aquella habitación oscura iluminada por las velas y algunos símbolos extraños. La abuela a pesar de no tener fuerzas, tenía mucho conocimiento. 

—¿Ya has tenido sexo con Tn?—Miércoles escupió el agua—oh venga, yo también fui joven.

—No voy a hablar de mis sentimientos ni relaciones...

—¿Dejas que te azote o te amarre con cuerdas?

—He dicho que no hablaré—se puso en pie y se dirigió a la puerta—y nada de hablar de Tn.

Al salir, Miércoles suspiró al sentir el aire fresco en su cara. Fue por el pasillo y en uno de las salas su olfato captó un olor muy bueno. Al seguirlo, la llevó hasta la cocina donde vio a Tn preparar la comida. El gesto de su cara reflejaba la seriedad y concentración, cuando miraba esos ojos se sentía muy débil. Debido a los exámenes, tareas y otras cosas, llevaban un tiempo sin hacerlo. En aquel momento tuvo esos deseos carnales y débiles que nunca pensó en tener.

—Listo, ahora solo queda esperar—susurró el chico limpiándose las manos—ah, señorita Miércoles, la comida pronto estará.

—Te tengo dicho que me digas Miércoles, sin honoríficos

—Lo siento, aún me cuesta acostumbrarme.

Se aproximó hasta él donde le tomó del delantal.

—Gracias—dijo.

—¿Te encuentras bien?, para que estés así...

—No es nada—le abrazó y al sentir los brazos de éste sobre ella se sintió muy segura. Quizás usar sus poderes la hacian tener una personalidad menos fría durante un rato. Pero la realidad era que adoraba esa sensación de seguridad que le daba el chico, y más en su casa.

—Pero que imagen tan adorable—escucharon decir, allí estaba Morticia—Tn, no tenías que molestarte.

—No es nada, me gusta cocinar—contestó.

La mañana se les había pasado volando y ya era la hora de comer. La familia disfrutó de una buena comida hecha por el joven ganándose los halagos por parte de ellos. Luego, acudieron a la habitación donde se tumbaron un rato pues Miércoles quería descansar.

Despertaron al cabo de un par de horas, llovía muy fuerte y tronaba así que lo de disparar tendría que esperar. Miércoles miraba a su chico leer mientras ella hacia lo mismo cuando de pronto cerró el libro y se acercó a él.

—Hace tiempo que no...no...no...—tragó saliva—no tenemos...eso.

—Ah—el chico se sonrojó—si...ha pasado un tiempo...

Ella lo besó y pronto se vieron envueltos en una guerra de besos. Miércoles y Tn se desprendieron de la ropa antes de que ella sacase unas cuerdas.

—Miércoles...

—Tengo gustos peculiares y más sobre el dolor...quiero experimentar—jadeaba excitada—es una orden.

Al cabo de un buen rato ambos se hallaban desnudos, con una fina sábana cubriendo sus cuerpos mientras estaban sudados. Miércoles tenía una sonrisa de felicidad en su rostro antes de subirse encima suyo.

—Has estado...genial...no...puedo hablar...—decía recobrando el aliento—me ha gustado ver...esa faceta...nueva...—lo besó.

Tn estaba igual que ella, después de tanto tiempo, aquello había sido maravilloso.

En la tarde noche estuvieron disparando porque el cielo estaba más despejado, disparaban a unas dianas. A Tn no le resultó difícil pillarle el truco teniendo en cuenta los consejos de ambas, y disfrutó mucho disparando.

Durante las siguientes dos semanas hasta el regreso a Nevermore, la joven pelinegra disfrutó mucho con su chico, pero también se esforzaba en controlar sus poderes los cuales ya iba dominando cada vez más. Aunque no sería tiempo suficiente para saber manejarlos del todo, su abuela le recomendó hacerlo una vez a la semana para relajar su cuerpo.

—Voy a echar en falta la mansión, me encanta este lugar—comentó Tn mientras subía las maletas.

—Si, yo también—iba tranquila y se metió en el coche.

El vehículo se movió, hora de regresar a Nevermore tras esas vacaciones. Al tener un poco más de cobertura, pudieron hablar ya con Enid quien estaba muy emocionada y con ganas de volver a verlos.

—Yo también Enid, seguro que tienes chismes que contarnos—dijo Tn.

—¡Por supuesto!—exclamó ella antes de colgar.

—No deberías darle cuerda a la chismosa

—La echas en falta eh

—No...bueno, un poco.

Y así, se dirigieron a la academia de nuevo. Miércoles se preguntaba que clase de sorpresas le aguardaría Nevermore y Jerichó pues como le había pasado ya, siempre acechaba alguna clase de peligro o amenaza.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.