19-Atacados

Tn estaba junto a Karina enseñando el lugar, conversando alegremente después de tanto tiempo mientras Enid y Miércoles iban justo detrás de ellos. La pelinegra mostraba una cara sombría y fría como el hielo, no se fiaba nada de esa chica. No eran celos, sino que sentía algo dentro de ella que le daba mala espina.

―¿Entonces te está yendo bien?―preguntó ella parando tras el recorrido.

―Sí, trabajo bien y estoy contento―respondió―y bueno―miró a su pareja―soy feliz.

―Yo no he parado de dar tumbos de aquí a allí―dijo―pero ahora he encontrado un buen sitio en está academia. Parece tranquila.

―Las apariencias engañan―dijo divertido―dale algo de tiempo.

Y así eran los días; alegres, tranquilos, Tn en sus ratos libres pasaba tiempo con Karina ya que Miércoles tenía que escribir en su novela. Le parecía raro pero era Miércoles, pensaba que tramaba algo, pero no le dio demasiada importancia porque siempre acababa cansado del trabajo. Entre eso y ponerse al día con ella, los días fueron pasando muy rápidos.

Uno de esos días, Tn acudió junto a la chica a un lugar un poco apartado a disfrutar de la sombra.

―Tn―dijo ella―me dijeron que estabas trabajando para una tal...Larina

―Marina

―Ah, eso...perdón, siempre he sido mala con los nombres

―Sí, lo sé―dijo divertido.

El chico le contó toda la historia y la joven sonreía alegre.

―Me alegra saber que ahora eres feliz, pero...normalmente esas chicas son vengativas, ¿no crees qué intentará algo?

―Lo dudo, ya obtuvo su ración de golpes

―Ya veo―contestó―por cierto, ven, acércate que tengo que darte un regalo

―Claro―el chico se acercó.

Mientras tanto, Miércoles estaba con un compañero en la habitación, en el ordenador de Enid quien miraba la escena desde la cama y con los cascos.

―Si me pillan me expulsarán―comentaba el chico.

―Sufrirás algo peor que una expulsión como no obedezcas

―No hace falta llegar a esto...

Tras un rato investigando, lograron acceder al expediente de Karina. Miércoles le iba diciendo que tenía que mirar ya que no tenía mucha idea de como funcionaban esos aparatos electrónicos a diferencia de Enid.

―Ajá...alguien modificó su expediente...voy a ver si logro dar con la anterior corrección―dijo el  chico revisando unos archivos y tecleando rápido.

Logró hacerlo y abrieron un archivo.

―Mira, ha trabajado para...―fue diciendo nombres―pero que raro―dijo―pone que trabajó tres días para una tal...Marina...y luego lo borró.

―¿Puedes mirar las fechas?―preguntó la pelinegra.

―Es...―al decirlo, Miércoles y Enid quién se había enterado de todo cruzaron miradas.

―Dos días antes de venir a Nevermore―dijeron al mismo tiempo―¡Tn está en peligro!―exclamó la pelinegra.

Ambas se separaron para ocupar más terreno. Miércoles corría por los pasillos y preguntaba si habían visto a Tn, nadie lo había visto.

Enid por su parte preguntaba a sus amigas, a Yoko, Bianca, Divina...pero nada, ninguna de ellas vio a Tn ni a Karina. Entonces le llegó un olor y empezó a correr siguiendo ese olor. Era sin duda el del mayordomo.

―Tiene que estar por aquí―pensó mientras echaba a correr.

El lugar era tan grande que en ciertos puntos perdía el rastro del olor al mezclarse con el de los demás alumnos. La loba miraba a todos lados, ver al chico sería fácil, con ese traje diferenciándose del resto.

―Por ahí―siguió el olor hasta llegar a una zona apartada.

Vio a la joven arrastrando el cuerpo de Tn hasta lo que era un coche.

―¡Karina!―gritó ella llegando al lugar.

La chica se sorprendió de verla llegar.

―¡Suelta a Tn!―dijo ella algo cansada.

―Lo siento, solamente cumplo órdenes―dijo seria y mostrando una faceta nueva.

―¡No puedes llevarte a Tn!

―Claro que puedo―un hombre salió del vehículo y cargó a esté.

Enid fue a intentar detenerlo.

Por su parte, Miércoles buscaba por todos lados; en la cafetería, en su dormitorio por si había regresado, en la biblioteca...pero nada. De pronto escuchó un sonido, uno que conocía muy bien...

―Tiene que ser ahí―pensó.

Salió al lugar y vio a un grupo de personas corriendo en todas direcciones al interior de la academia. Esquivó a todos mientras maldecía en su cabeza. Al salir, vio a un vehículo alejarse mientras Bianca alertaba a todos del grupo pues Yoko y Xavier salieron corriendo.

―¿Qué ha pasado?―preguntó tomando algo de aire.

―Es Enid―respondió la vampira cuando la pelinegra vio a la loba siendo cargada por el artista.

―Oh no...―pensaba viendo a la rubia sangrando del costado.

―La miserable se ha llevado a Tn y disparado a Enid.

Enseguida fueron a la enfermería donde le operaron para sacarle la bala. Todo había pasado delante de sus propias narices. El cirujano salió ya sin la ropa de operar.

―Se pondrá bien, ha tenido suerte que fuera una mujer lobo y por lo tanto es más resistente pero...deberá descansar unos cuantos días. Luego algo de rehabilitación pero nada grave.

―Que alivio―suspiró Yoko.

―Menos mal que ha podido salvarla―Bianca agradeció luego al médico.

Y los ojos se posaron en la pelinegra.

Miércoles le dio las gracias por salvar a su amiga y a oídos sordos se marchó a su habitación. Ella tenía a Tn en su poder y herido a su roomie. Cosa intentaba animarla.

―Ha cruzado unos límites que nunca debió cruzar...voy a elaborar un plan e ir a por esa perra―apretaba los puños―le haré pagar cada gota de sangre derramada.

Esa noche fue muy dura para Miércoles quien estuvo pensando en muchas formas de matar a Marina. Pero también a Karina pues ella había sido parte de su plan. 

Eso no quitaba que tuviera un nudo en la garganta por ello. Pasar la noche sin escuchar algunos ronquidos de Enid o los brazos de Tn para ella resultaba muy duro. Echaba de menos a su pareja, sus caricias...besos...todo. De nuevo la vida le quitaba lo que ella consideraba suyo.

―Resiste Tn...te volveré a salvar y zanjaré este asunto de una manera definitiva―cerró los ojos tratando de que el sueño llegase a ella. Deseando que en ese sueño al menos pudiera torturar y matarlas a ambas.

Lejos de allí, Tn se encontraba amarrado a una silla.

―Buen trabajo Karina―dijo la chica entregando un maletín con dinero.

―Karina...¿cómo has podido?―preguntaba el chico claramente afectado y herido por la traición.

―Lo siento, pero mi madre necesita operarse...y quiero que luego no tener que trabajar durante el resto de su vida. Las cosas nunca han sido fáciles para mí―respondió antes de tomar el dinero y marcharse de la habitación.

―Bueno Tn―se colocó encima de él―no temas...no te haré daño...solamente...te probaré―fue diciendo lentamente antes de plantarle un beso.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :D

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